Ayuda Profesional – Senescal

¡Una vez más a la brecha, amigos míos, una vez más! – William Shakespeare, «Enrique V»

Está claro que un vampiro puede escoger criados y aliados de todo tipo en la vida medieval. ¿Pero qué mortales concretos son los más útiles para las maquinaciones del vampiro? El factor determinante es, naturalmente, el objetivo del Cainita. Si la dama Ovidia del clan Ventrue debe internarse con frecuencia por las oscuras callejuelas de una ciudad, preferirá hacerlo en compañía de tres o cuatro robustos hombres de armas capaces de defenderla de los ladrones y asaltantes que acechan en las oscuras y retorcidas callejas. Cuando Su Eminencia el obispo Roderigo del clan Lasombra considere necesario usurpar el control de un castillo cercano, tendrá la sagacidad de considerar una alianza con el senescal de la plaza para alcanzar su objetivo.

¿Desea el príncipe Toreador de París que su corte esté adornada con objetos de arte y belleza? Si es así, puede acordar los servicios de hábiles escultores, pintores y ebanistas para gozar de su obra. Con frecuencia, un Cainita desea los servicios de individuos cuyo conocimiento, aptitudes y habilidad se encuentra sólo entre un segmento determinado de la sociedad del Medievo Oscuro. Por tanto, su valor para el Cainita en cuestión depende de sus funciones, y su utilidad se basa en su talento y motivaciones.

Senescales

Walter Fitzallen, senescal del conde de Lincoln, lanzó una furtiva mirada en derredor mientras escogía uno de los enormes libros mayores de la estantería de la antecámara privada de su señor. Ocultando el pesado tomo bajo sus ropas de terciopelo, se escurrió en silencio de vuelta a sus habitaciones. Temiendo ser descubierto, se encerró bajo llave y puso el volumen cuidadosamente sobre su escritorio. Mientras pasaba las páginas de la sección adecuada, los argénteos susurros de la vampira resonaron en su mente.

«Casi le tenemos, amigo mío, » río Nicolette, sus ojos llamativamente oscuros bailando de alegría, sus largos caninos lanzando un brillo blanco al reflejar la luz del Juego. “¡Sólo esto, y estará hecho! Cuando el rey descubra cómo su “fiel» vasallo ha estado engañándole más de lo debido, ¿cuánto tiempo crees que durará la cabeza del conde pegada a su cuello? Cuando el conde muera, tendrás lo que deseas: el título, el castillo, las tierras y la esposa de tu amo, otorgados por un monarca agradecido. Y entonces será el momento de que cumplas tu parte del trato, redistribuyendo el feudo del conde entre unos cuantos caballeros escogidos. «

Fitzallen encontró las páginas que buscaba (los registros de los tributos de la primavera anterior) y empezó a trabajar con su pluma, alterando las cuentas de ciertos vasallos y granjeros de forma que pareciese que el conde había tomado más de lo declarado, embolsándose la diferencia. Sus manos empezaron a temblar al pensar en lo cerca que estaba el premio, y luchó para calmarlas y que no traicionasen los números que falsificaba. Su mente pasó del ansia a pensamientos sobre el conde mismo, y su mano recuperó la firmeza. ¡Aquello enseñaría a Su Señoría a insultar a su senescal y burlarse de él ante la corte!

Las alianzas con señores feudales pueden resultar arriesgadas a veces. Sus súbditos o, peor aún, la Iglesia, podrían observar los cambios en su comportamiento y causar problemas. Por tanto, más de un astuto Cainita prefiere ejecutar sus planes a través de un mayordomo o senescal de confianza. Este personaje suele ser el miembro más importante del servicio de una casa o propiedad, y supervisa la rutina doméstica. El señor del castillo otorga el cargo, que es a veces hereditario, de forma que varias generaciones de senescales pueden descender de un mismo linaje al servicio de una familia concreta.

El senescal es a veces un noble menor, lo más frecuente un caballero sin tierras propias. Las responsabilidades del senescal incluyen presidir el tribunal de justicia del señor, encabezar el consejo de caballeros locales y asesores, representar a su señor ante el rey cuando es necesario y, por supuesto, actuar frecuentemente como su delegado. Si su señor posee vastas propiedades o varios castillos, el senescal puede dedicarse a hacer un circuito por las propiedades de su señor varias veces al año para asegurarse de que todo está en orden. Recibe una generosa paga por sus servicios, y suele recibir tierras y a veces su propio pequeño feudo del que sacar una renta.

Una posesión particularmente grande o un castillo importante puede tener dos mayordomos, uno para la propiedad y otro para la casa. Los deberes del senescal de la propiedad son como los ya descritos, y los del senescal doméstico incluyen supervisar el fluido funcionamiento de la residencia personal del señor: una de sus tareas más importantes es la supervisión de las cuentas domésticas, que contienen notas sobre los gastos diarios de la casa, las provisiones y vituallas almacenados para tiempos de guerra o hambruna, y los ingresos de los diversas tasas, rentas y tributos debidos al señor por sus súbditos.

Es fácil imaginar lo útil que puede ser como sirviente alguien tan poderoso, particularmente si sus objetivos y deseos coinciden con los del Cainita. ¿Porqué entraría un senescal al servicio de un no muerto? Quizá su noble señor no recompense adecuadamente sus servicios, o puede que el senescal codicie el trono de su señor, o que haya sido ofendido por éste y arda en deseos de venganza. Un senescal que percibe que hay más que ganar asociándose con un Cainita que sirviendo lealmente a su señor mortal es un asociado increíblemente útil y poderoso. El jugador puede encontrar a su personaje senescal algo limitado en su movilidad. Está atado a las tierras o el castillo de su señor mortal la mayor parte del tiempo, a menos que comande a un gran equipo en el que delegar autoridad.

Aun así, los viajes largos por asuntos ajenos a los intereses del señor pueden ser imposibles debido a las continuas exigencias de su cargo. Pero dentro de los muros del castillo, su voluntad es casi suprema. Pocos de los moradores, incluyendo los cortesanos, se atreven a cuestionar su palabra si tiene la confianza del señor. Se supone que el senescal habla con la voz de éste, y mientras no muestre un comportamiento extraño o inusual, lo más probable es que todas las órdenes inmediatas del senescal sean cumplidas sin dilación.

Este personaje puede encontrarse en el centro de las intrigas de su aliado Cainita. Sus limitaciones físicas no le impiden intervenir en los planes de su amo. De hecho, puede ser la clave de estos, proporcionando refugio, suministros y consejo a otros criados mortales. Sus habilidades administrativas son inapreciables para aconsejar a su aliado sobre los diversos detalles de la dirección de la propiedad.

El hecho de que pueda conseguir con facilidad la atención de su amo debería motivar a los demás personajes a tratarle con un cierto respeto.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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