CiberReino

Incluso el patio de juego de la Tejedora se esfuerza por mantener el ritmo del avance humano. El CiberReino es joven para los estándares umbrales, y data de cuando la tecnología se convirtió en un lugar común entre la humanidad. Siempre ha representado el culmen de la influencia de la Tejedora, que encarna los excesos y el mayor potencial de la tecnología.

El crecimiento del CiberReino se aceleró durante la Revolución Industrial junto con la Cicatriz. Donde ésta aún encarna las factorías hambrientas que escupen humo, el CiberReino es una tierra de acero, cristal y cables tejidos por los esbirros de la Tejedora. El CiberReino actual representa la Era de la Información, crece constantemente en tamaño y crea nuevas y brillantes estructuras sobre basura incompatible y obsoleta.

El CiberReino está dividido en tres áreas. La central es Ciudad Araña, una manifestación de tres niveles de futura conmoción y existencia urbana en su más pura forma. Bajo ella, los túneles del Foso contienen toda clase de basura descartada, rechazada y lo que queda de espíritus e intrusos consumidos. Muy por encima, extendiéndose contra el telón de fondo de un cielo gris, la Red Informática encarna datos en forma espiritual.

Entrada y salida

El CiberReino es accesible mediante trochas de luz lunar, pero entrar realmente en él significa esquivar a los espíritus de la Tejedora que guardan el reino. Los Ananasi tienen acceso libre y a veces pueden convencer a los guardianes de que les dejen llevar invitados.

Salir es complicado. Desde el Nivel Micro, gastar 1 punto de Gnosis en un terminal yuxtapuesto permite una tirada de Inteligencia + Informática para lograr que un cambiaformas entre en la Umbra Próxima (dificultad 8) o incluso el mundo material (dificultad 9). Los rumores sugieren que hay caminos de salida desde el Foso y algunos constructos de la Tejedora pueden sacar a cambiaformas de contrabando por un alto precio. Se rumorea que los Ratkin y algunos Roehuesos de alto rango tienen formas de entrar y salir del Foso. Los Ananasi aún vienen y van, pero sacar a sus invitados puede implicar más persuasión.

Las escasas Perdiciones en el reino pueden llevar a los viajeros a caminos que conduzcan o provengan de la Cicatriz, o incluso de reinos más oscuros para quienes están dispuestos a arriesgarse a cruzar esos lugares.

Ciudad Araña

La ciudad que supone la mayor parte del CiberReino es un laberinto de hormigón, plástico y cristal dispuesta en un patrón de telaraña. Sus torres se extienden kilómetros, las ventanas reflejan arcoíris de luces de neón de las lámparas abajo y la Red por encima. De torres a callejones en sombras, la ciudad está poblada por espíritus de la Tejedora de toda raza y fuerza. Más cerca del nivel de calle, emanaciones de forma humana (suficientemente humana para verse sujeta al Delirio) se agitan contra el insensible sistema o le exprimen cualquier migaja que caiga de las mesas en lo alto.

Ciudad Araña es también tradicionalmente hogar de tecnología nacida de ciencia ficción «desfasada» y sueños pasados de lo que debería haber sido el futuro. Automóviles voladores y trenes de levitación magnética se deslizan a lo largo de carreteras y vías para transportar a los ciudadanos a través de las brillantes nubes de neón de la ciudad. Robots alimentados con zumo protegen y limpian los edificios, pero dejan una capa de suciedad pseudo-noir. Laboratorios secretos por toda la ciudad generan dispositivos y armas de vanguardia que funcionan mejor aquí de lo que lo harían en el mundo real.

Zona Residencial

La propia Urdimbre ilumina el distrito de áticos y guaridas en rascacielos. Gruesas telarañas llenas de Geómidos de Información conectan las torres, lo que da a los espíritus de la Tejedora ricos y poderosos que gobiernan el CiberReino acceso a todos los datos sin procesar que necesitan. Un pequeño ejército de espíritus leales conocidos como Patrulla Araña guardan estos niveles a partes iguales como policía y como fuerza de espionaje.

La mayoría de residentes de esta zona son espíritus de la Tejedora alienígenas y carentes de emociones. Algunas emanaciones humanoides trabajan y moran aquí como sirvientes, pero unos pocos afortunados han demostrado ser amos arácnidos. La promoción a este nivel significa no sólo residencia permanente y un nuevo trabajo, sino también una nueva forma física. El cuerpo del residente es drenado de zumo y rellenado con fresco zumo fortalecido (normalmente cosechado de desafortunados en la Ciudad Vieja) para remodelarlo siguiendo la estética de la Tejedora.

Acceder a la Zona Residencial a través de las torres requiere superar a la Patrulla Araña, ya sea mediante sigilo y astucia o teniendo un carné de identidad que proporcione acceso. En este punto, es asunto de manejar los ascensores y evitar a los guardias. Si un intruso confía en poder esquivar el automóvil volador y el helicóptero que patrullan fuera, puede escalar físicamente las telarañas que cuelgan de los rascacielos como hiedra hecha de cables de acero. En el pasado, los Moradores del Cristal tenían acceso completo a la Zona Residencial y eran invitados habituales de los espíritus de la Tejedora. Esas relaciones se han agriado con el tiempo y la Tribu es tratada ahora como cualquier otra.

Centro Urbano

El nivel medio de Ciudad Araña es un monumento a la sociedad consumista de la humanidad. Es un bazar bien iluminado y mantenido de delicias tecnológicas. Tanto las emanaciones como escogidos espíritus de la Tejedora organizan la información, la destilan en zumo y la cargan a la Red Informática con la ayuda de ubicuos terminales informáticos. Emanaciones y arañas por igual trabajan todo lo que pueden con la esperanza de ganarse no sólo una promoción, sino también para permitirse la mejor tecnología con la que impresionar a sus superiores. El Centro Urbano es una tierra donde quien tiene los mejores juguetes gana.

Este distrito está poblado con incontable número de mercados, pubs, oficinas, quioscos y máquinas expendedoras parlantes donde los residentes compran lo que puedan ganar con el sudor de su frente.

Espíritus de la Tejedora robóticos con partes disparejas llamados Constructos de la Tejedora sirven aquí como mercaderes, y toman nota de cualquier cosa que una emanación pueda querer si se lo puede permitir. Puede encontrarse casi cualquier cosa en uno de estos Constructos, si uno sabe dónde preguntar. Solicitar algo peligroso como armamento, información sobre un espíritu de la Tejedora poderoso o acceso a la Zona Residencial tiene por resultado negarse e informar a la Patrulla Araña (a menos que el cliente tenga suficiente zumo para hacer cambiar de parecer al Constructo).

Con el estado actual de las relaciones entre la Tejedora y los Garou, los habitantes del Centro Urbano están demasiado ansiosos de informar sobre cambiaformas obvios a las autoridades. Los cambiaformas en Forma Homínido con carnés de identidad pueden pasar por residentes nativos y a un enjambre Treparaña Ananasi ni siquiera lo mirarán dos veces. Cualquier otra Forma atrae la atención y la ira de los esbirros de la  Tejedora.

Ciudad Vieja

Huecos de ascensor y escaleras selladas con telarañas marcan los límites entre la Ciudad Vieja y el Centro Urbano y lo han hecho desde que se tiene recuerdo. Cruzar de un distrito a otro requiere escalar las redes que cuelgan de los edificios. Además de los peligros evidentes, las arañas de la Tejedora perciben las vibraciones de los intrusos para impedir que los «parásitos» anarquistas de la Ciudad Vieja perturben a los residentes del Centro Urbano.

La Ciudad Vieja es herrumbrosa, decadente y siempre parece estar al borde del colapso. Cualquier luz que recibe el distrito proviene de pilas de basura en llamas o lámparas descartadas y reparadas de más arriba. Es un vertedero de tecnología desfasada con forma de ciudad. Emanaciones moldeadas por miedos de obsolescencia humana rabian en las calles, luchando por su propia libertad de las cosechas de zumo de la Patrulla Araña o Perdiciones que provienen de la Cicatriz en busca de nuevas presas.

Los Ciberperros que escaparon de la purga de los Moradores del Cristal son peces grandes en este nauseabundo estanque. Lideran una facción revolucionaria de emanaciones y cambiaformas atrapados en la lucha en curso por sobrevivir y derrocar a los brutales amos de la Zona Residencial. Usan sus habilidades para rebuscar en la basura para aprovechar cualquier tecnología funcional que puedan obtener y adaptar a su propio uso. Esto normalmente incluye fusionarla físicamente a sus cuerpos como Tecnofetiches, un proceso que pueden realizar para los visitantes por un alto precio.

Los Ciberperros están más que dispuestos a ayudar a los cambiaformas de visita, pero las realidades de su existencia necesitan pago. Éste suele consistir en una donación de Gnosis temporal transferida en zumo. Con la misma frecuencia, los Ciberperros solicitan ayuda en sus batallas contra la Patrulla Araña, en especial, si ésta pone a los Moradores de Cristal en El Foso Los túneles bajo la Ciudad Vieja servían como el vertedero original para la basura del CiberReino hasta que rebosaron hasta la ciudad sobre ellos.

Tecnología obsoleta y a menudo extraña de cada período de la historia humana llena cada rincón del Foso. Gólems robóticos (avanzados para los estándares humanos, pero antiquísimos aquí) yacen en salas olvidadas junto a mecanismos de relojería renacentistas. Este laberinto de desechos tecnológicos está iluminado por poco más que alguna bombilla fluorescente ocasional y huele a ácido de baterías y material de desecho. El Foso es también donde termina la basura viva. Los espíritus de la Tejedora rotos, heridos o simplemente defectuosos terminan aquí, al igual que los viajeros umbrales atrapados. Tales desafortunados terminan siendo la siguiente comida de carroñeros que buscan su zumo, como si succionasen tuétano de un hueso. Como en la Ciudad Vieja, las Perdiciones encuentran sus propias comidas en el Foso.

El Foso tiene su propia vida nativa, más o menos. Extraños espíritus hechos de carne, plástico y acero reptan por los desperdicios. Yerran sin rumbo como monstruos de Frankenstein con barras de hierro retorcido de apoyo por miembros y rostros de plástico derretido que se abren para revelar dientes serrados de cristal desigual. Tienen nervios de cables quemados y restos de lana de acero controlando los músculos de cuero podrido y mallas metálicas. Nadie sabe si alguna energía del Foso anima a estos monstruosos híbridos o si algún espíritu demente de la Tejedora está construyendo a sus propios seguidores.

La Red Informática

La Red Informática se extiende muy por encima de Ciudad Araña, lo bastante alto para que el cielo sobre ella parezca estática parpadeante en lugar del gris plano que parece desde abajo. La Red Informática es un reflejo espiritual de Internet, que porta datos de cada computadora de la Tierra a algún otro punto. Parece una gigantesca telaraña brillante que contiene nodos globulares que encarnan clústeres de datos. Cada nodo contiene un mundo electrónico en miniatura propio, y los filamentos representan las conexiones entre computadoras. Llegar a la Red es relativamente fácil, conectar una computadora Fetiche en un terminal del Centro Urbano y tirar Inteligencia + Informática a dificultad 6 puede llevar a alguien al Nivel Macro, al igual que tocar una pantalla informática y hacer una tirada de Gnosis a dificultad 4. Los Tecnofetiches creados con Geómidos de Información ofrecen acceso mediante cualquier computadora. Por último, un cambiaformas puede escalar las hebras correctas de las redes para llegar a la Red Informática. Dejar el Nivel Macro significa tomar una hebra especial de salida o desear salir por el punto de entrada original.

La Red Informática se divide en los Niveles Macro y Micro. El Nivel Macro es la estructura real de la Red donde los Geómidos y las Arañas de la Red hacen algo similar a administrar datos. Los cambiaformas se mueven por el Nivel Macro colocándose en una hebra, visualizando su destino y haciendo una tirada de Fuerza de Voluntad a dificultad 6. Un éxito porta al instante al cambiaformas a donde quiera ir. Los Ananasi, sintonizados de forma natural al funcionamiento de la Tejedora, pueden viajar sin necesidad de tirada. El Nivel Macro está tachonado de nodos de diversos tamaños. Cada uno es un terminal yuxtapuesto que permite acceder al Nivel Micro con una tirada de Fuerza de Voluntad a dificultad 6. Dentro del Nivel Micro, el cambiaformas debe enfrentarse con espíritus de la Tejedora llamados Daemons, que impiden acceder a cualquiera sin las contraseñas adecuadas, aunque algunos nodos están abiertos libremente a los residentes del Centro Urbano para propósitos recreativos.

Cada clúster del Nivel Micro es su propio minirreino al que dan forma los documentos representados ahí; la partida guardada de alguien tiene un aspecto muy distinto a un reino de pornografía infantil. Los archivos secretos de una compañía podrían tomar la forma de armarios archivadores físicos más fáciles de forzar que la seguridad de una computadora en el mundo material. Los datos pueden remodelarse y alterarse al destruir o destrozar representaciones físicas de los archivos. La información eliminada del internet mundano a veces puede encontrarse en un polvoriento nodo de copia de seguridad abandonado.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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