Admítelo. Eres del tipo de persona que creen en el ojo por ojo, diente por diente. Todos los de nuestra clase lo son. Puede que estes más dispuesto a perdonar o que seas más brutal, pero para ti, la justicia significa retribución. Si vives en un lugar en el que no se practica la pena capital, lo más probable es que seas uno de los que la defienden. En el pasado, la frase «los monstruos se ocultan bajo máscaras de humanidad» significaba otra cosa para ti. Hacía referencia a los violadores, los asesinos en serie, los sicópatas, toda esa gente que nunca había sabido lo que es la conciencia. Ahora sabes que la palabra «monstruos» es algo más que una figura retórica y también sabes cuán astuto, cuán peligroso, es el enemigo. Lo que no ha cambiado es la manera de enfrentarse al problema. Tanto los viejos monstruos como los nuevos se merecen el mismo tratamiento: la muerte. En los viejos tiempos, te hubieras presentado voluntario para conectar la electricidad o poner la inyección letal. Ahora, tus opciones son blandir una espada o apretar el gatillo. Eso, o hacerte un lado. Y ésta no es una opción que merezca siquiera ser considerada.
Lo más extraño es que precisamente el ansia de sangre parece haber excluido a algunas personas de la Llamada que tú escuchaste. Un colega mío solía decir que la tortura era algo bueno. Estaba conmigo aquella primera vez, cuando todo se vino abajo. No vio ni oyó una maldita cosa. De hecho, formaba parte de la multitud que escapó corriendo del banco. Todavía le da al pico con lo de matar a los criminales, pero no tiene ni idea de lo que habla … y yo no puedo contarle lo que de verdad está pasando. No creo que pudiese aceptarlo y, si llegara a hacerlo, estaría a esto de formar parte del problema. Ya sabes, un maldito loco, alguien que va demasiado lejos y a quien no le importa si la gente normal resulta herida en el proceso.
Digo que resulta extraño porque, de todos los cazadores, nosotros somos los que más posibilidades tenemos de derramar sangre (o lo que quiera que esas cosas tengan en su interior). Los otros carecen de perspectiva, de la idea de que el castigo debe adaptarse al crimen. Por supuesto, una vez que empiezas a hablar sobre monstruos y seres humanos, sobre la manera en que «castigas» a algo que te ve de la misma manera en que tú ves al ganado, mantener una «sensibilidad equilibrada» puede ser complicado.
Puede que cuando era niño te gustase imaginarte como un caballero o un pistolero. Puede que esa imagen ti guiase durante la juventud y te convirtieras en un poli, un guardia de prisiones o un cazador furtivo. O puede que arruinase tu carrera cuando le rompiste el silbato a tu jefe. O puede que nunca pasase ele ser una fantasía porque nunca tuviste lo que había que tener para obligar a otros a hacer lo que debían. O puede que fueses como yo, esto es, ningún epítome de virtud, pero alguien consciente de que hay cosas que nunca haría. El robar es una cosa, pero ¿matar a alguien para robarle? Eso está mal y deberían matarte por ello.
Puedes mentirte a ti mismo y decirte que no crees en la justicia, pero la verdad es que crees en tu justicia. Para algunos de nosotros, suele coincidir con la que administran los tribunales. Ellos creen que el sistema funciona y lo que nosotros hacemos es un mal necesario: «Si el gobierno tuviera gente como tú y como yo, no estaríamos haciendo esto». Otros ven al sistema como mal y a él los mismos como la cura. Y para algunos más, la «justicia» es una invención del enemigo, una idea humana utilizada por los monstruos para encubrir hasta la más horrible mierda imaginable. ¿Crees que las cárceles privadas son una buena idea? Trata de pensar en ellas como en reservas de caza.
No pretendo decirte que debas cambiar tu forma de pensar. La gente que trabaja en nuestro «campo» raramente lo hace. ¿Te suelen acusar de ser un cabezota? ¿Obstinado? Ve acostumbrándote porque los que son como nosotros suelen tener puntos de vista extremos. Podrías encontrarte con un colega que parece compartir con bastante exactitud tu perspectiva sobre la caza, pero verás lo que pasa cuando comencéis a hablar sobre religiones, razas o preferencias sexuales. De pronto te darás cuenta de que tu «colega» es en realidad un jodido perturbado.
Lleva tus creencias hasta el límite y los demás te mirarán de la misma manera. Así que intenta ser un poco objetivo.
Debilidades: puede que el extremismo fuera lo que te permitiera entrar en juego, pero también podría ser lo que te sacase de él. Parece que muchos de nosotros hemos creído durante bastante tiempo (desde mucho antes de que escucháramos la Llamada) que quienes controlaban las cosas estaban equivocados. Por eso en nuestras filas son tan numerosos los fanáticos antigubernamentales, desde miembros de las milicias de supremacía blanca hasta vigilantes de los grupos separatistas negros, desde revolucionarios zapatistas hasta soldados del Ejército Republicano Irlandés. El problema es el mismo que afecta a todos los movimientos insurgentes: jode a los federales (N. del T. en castellano en el original) y harán de ti su pasatiempo.
Y tú no quieres tener a las autoridades tras tu pista de forma activa (en cualquier caso, estarán intentando detenerte, así que intenta no empeorar las cosas). Créeme: los monstruos ya son suficientemente malo por sí mismos. Y si tú eres uno de esos que creen que los monstruos son el gobierno, avísame con un día de antelación si decides venir a mi ciudad, ¿vale? La intolerancia va de la mano con algunas actividades extremistas. Asimismo, forma parte de las creencias de algunas personas. La gente con creencias religiosas me asusta. Hay grupos de supremacía blanca y grupos de supremacía negra y grupos de supremacía asiática y todos ellos dicen lo mismo: su raza es la única que puede oír la Llamada. Sé listo y no pierdas de vista quién es el verdadero enemigo. ¿Has oído lo de los asesinatos de parejas interraciales en Nueva Inglaterra? La Policía no tiene una sola pista, pero tocio apunta a que el asesino era uno ele nosotros…
La obsesión es el mayor peligro que nos acecha. Desde los lunáticos que creen en la preservación de la supremacía racial hasta los pirados que serían capaces de volar tocio un edificio sólo porque un monstruo vive en el ático, te encontrarás con todas las variedades imaginables. No te unas a sus filas, porque entonces te convertirás en el enemigo. Y ya sabes lo que eso significa. Si no puedes recordar la última vez que cenaste con tu familia, o los nombres ele los miembros de tu familia o siquiera si tienes o no una familia (o, en su caso, un trabajo), es que estás obsesionado.
Apócrifos: cuando intentas explicar tu misión y el por qué fuiste llamado, probablemente eres muy ortodoxo. Te encantan las nociones tradicionales del bien y el mal. Adelante, soldados de Cristo. Aplastad a los infieles. Haced del mundo un lugar mejor. Las respuestas a «¿Por qué ahora?» varían entre la purificación necesaria para el Segundo Advenimiento y la simple necesidad de la humanidad ele reclamar por fin la Tierra. De acuerdo con este tipo de interpretaciones, los Mensajeros serían ángeles, manifestaciones del Espíritu Santo o espíritus ancestrales. Sin embargo, hay una cosa en la que todos los nuestros creen: en sí mismos. Esa es la razón de que los «cultos a la personalidad» de los cazadores tiendan a construirse alrededor de los Vengadores. De hecho, si alguna vez consigues que uno ele estos Vengadores se sinceren contigo, probablemente admitirán que no creen que existan los Mensajeros, que la voz que escuchan es en realidad la suya y que los poderes que poseen son «su destino».
Para ser justos, hay que decir que algunos de estos tipos se cuentan entre los cazadores más eficaces … pero no puedo por menos que desconfiar de gente que tiene adoradores.
La exaltación: La llamada a la Venganza es siempre violenta. Casi siempre muere alguien (o algo), sea un civil, el atacante o el monstruo en cuestión. Renaciste en medio de la muerte, consagrado por la sangre. ¿Puede sorprender a alguien que los cazadores que más a menudo descienden al nivel del enemigo sean precisamente los de tu propia clase?
Creación de personajes: los Vengadores suelen tener elevados Atributos Físicos, pero también pueden ser gente débil o cobarde que se refugia detrás de las armas. Si este es tu caso, elige altas puntuaciones en Armas de Fuego (y posiblemente el Trasfondo Arsenal), Astucia, y/ o Alerta para reflejar el que estos individuos sostienen una visión del mundo básicamente amenazante.
Los fuera ele la ley y los oficiales de las fuerzas de seguridad son buenos conceptos iniciales para este credo, pero no así los asesinos despiadados, sea cual sea el lado de la ley en el que se encuentren. Considera la posibilidad de darle a los cazadores que sean polis o delincuentes el Trasfondo Contactos.
Convicción inicial: 4
Alias: Ajustadores de Cuentas, Caballeros, Soldados, La Cólera de Dios, Vengadores.
ESTEREOTIPOS
- Defensores: Aunque no puede negarse la conveniencia de contar con alguien en quien puedas confiar para vigilarte las espaldas, estos chicos deben aprender, que la mejor defensa es un ataque llevado a cabo con todas tus fuerzas.
- Espectadores: Otro tendrá que ejecutar la venganza. Quédate en casa.
- Inocentes: Por lo que parece, el tío que apareció en la televisión era uno de estos tarados. Así le fue.
- Jueces: No podemos perder el tiempo esperando sus famosas «decisiones imparciales». Existe el bien y existe el mal, y el mal debe ser castigado.
- Mártires: Al igual que nosotros, estos tíos están dispuesto a morir por la causa. Pero ¿qué tiene de bueno morir si la causa fracasa?
- Redentores: Oh, claro. Vamos a «rehabilitar» a los monstruos. Eso es una gilipollez, Idiotas.
- Visionarios: Sí, sí. «Vigilancia y visión». Ta, ta, ta, ta. Elige mal y lo pagarás.
- El Enemigo: El mal se comporta como lo que es. Y cuando lo hace; aparecemos nosotros y lo matamos.