Considera las posibilidades: que nosotros y nuestros oponentes (si esta es la palabra apropiada) seamos los protagonistas de una competición evolutiva como la que enfrentó en su día a neandertales y cromagnones; que ambos bandos sean meros peones en un conflicto entre inteligencias alienígenas; que personifiquemos las fuerzas de la luz y la oscuridad, en guerra por el destino del mundo; que todas estas explicaciones de nuestro conflicto puedan ser ciertas … o completamente falsas.
Lo que cada exaltado de Visión aporta a la misión común es su propia perspectiva. Tú tienes tus teorías, como la práctica totalidad de nosotros, acerca de lo que está ocurriendo alrededor de nosotros, pues los Visionarios nos esforzamos para que el entendimiento sea parte esencial de nuestras actividades. Cuando hay que tomar una decisión que tiene consecuencias a corto plazo se llama a los Jueces, pero tú cuentas con visión de larga distancia y sopesas factores que nunca se les ocurren a otros exaltados… quienes, como resultado, probablemente te consideran un lunático. No importa. Si sigues nuestra llamada de forma sincera, los insultos no podrán apartarte de tu camino. Esto no quiere decir que no le demos ningún valor al respeto de nuestros pares en esta, nuestra común empresa apocalíptica. De hecho, el grado en el que conseguimos influir en los otros exaltados es la medida de nuestro propio éxito.
Sin embargo, y en un sentido más amplio, ¿cuál es nuestra meta? ¿Acaso el determinar si la guerra puede conducirse de forma compasiva? ¿Acaso el definir los límites de la tolerancia cuando se combate contra lo que puede ser o puede no ser el mal puro? ¿O acaso el determinar si en realidad es una simple competición a la que sobrevivirán sólo los más aptos? Puede que se esté luchando otra guerra de la que no sabemos nada.
Aparentemente, las percepciones y habilidades con que contamos se nos otorgan con el propósito de que las utilicemos. Es muy posible que deban ser utilizadas contra unas entidades cuya misma existencia había pasado inadvertida hasta ahora. Pero, ¿y si son las propias entidades (nuestro «objetivos») las que nos están otorgando estos poderes? ¿Acaso no prueba nuestra agresión que un gran poder acarrea una gran inmadurez? ¿Nos condena cada acción que realizamos en esta «caza» ante los ojos de unos seres incomprensibles? ¿O acaso estos seres incomprensibles son incapaces de compartir nuestros valores y nos consideran conejillos de indias, gusanos o algo peor?
Como Visionario, estas son las preguntas que debes plantearte. Tu obligación es compartir con otros «cazadores» cualquier destello de verdad que puedas descubrir sobre la caza (por cierto, un nombre potencialmente peligroso para nuestra misión). Sin nuestra guía, nuestros camaradas pueden ser tan peligrosos como las criaturas de las que pretenden protegernos. Así que, al hilo de esta cuestión, se plantea una nueva pregunta: ¿somos el cerebro de este empeño, su consciencia? Sí y sí. ¿Y cuando uno de nosotros se equivoca? No dudes que ocurrirá, porque no podemos tener razón en todo. En este caso, confía en que cualquier decisión que hayas influenciado salga lo mejor que sea posible, dado lo que sabías en ese momento. En cualquier caso, no seas demasiado duro contigo mismo.
Estamos tratando de responder a preguntas que ni siquiera sabemos cómo plantear. No es que necesites ideas sobre cómo seguir tu camino, pero desearías ayudar a los otros exaltados que, literalmente, han de ir tras quién sabe qué. Piensa que lo que ellos hacen es acechar a especies recién descubiertas y piensa en ti mismo como en una especie de guía de la naturaleza (o guía sobrenatural, dependiendo de tus inclinaciones personales). Mi propia lista de procedimientos incluye la identificación, el rastreo, la clasificación, el cartografiado de sus guaridas y el descubrimiento de sus inclinaciones y debilidades, siempre que sea posible. Sin duda, dependiendo de tu interpretación personal del porqué estamos todos aquí, tu perspectiva será diferente, pero la importancia de conocer al «enemigo» es capital. La tarea más difícil es normalmente trasladar lo descubierto a la práctica. Muchos de vosotros os describís como una combinación de diplomáticos, generales, soñadores y niñeras. El conseguir que las colaboraciones con otros Visionarios sean fructíferas es en sí un desafío, dada nuestra inclinación a la independencia. Es posible que el tratar de abarcar por completo todas las visiones, actitudes y concepciones existentes sobre el tema de los exaltados sea tarea imposible.
Sólo espero que tengamos la visión suficiente para superar ese desafío.
Debilidades: los otros cazadores dicen que nuestro principal problema es la estrechez de enfoque y por eso nos llaman Visionarios del Túnel. No tiene sentido protestar; es cierto que muchas veces podemos concentrarnos en los detalles menores. ¿Qué hay de ese escritor de panfletos que no deja de machacar con las propiedades mutágenas de la saliva humana? ¿Y con eso de que las «monstruosas partículas» se transmiten por los besos? Gente, mantened una cierta distancia emocional con vuestras pequeñas teorías. No socavéis vuestra propia autoridad concentrándoos constantemente en cuestiones marginales. Recordad la visión de conjunto.
Un problema que suele afectar a aquellos de nosotros que se dedican a investigar la comprensión de los Misterios (Heraldos, cazadores, Mensajeros) es la adicción a las sustancias que alteran la mente. Ejercitad la precaución. Los Visionarios que deciden que es mejor que los cazadores abandonen la caza suelen ser llamados «traidores». Sin embargo, lo que nosotros hacemos es precisamente perseguir nuestra propia visión de la verdad y algunos de vosotros creéis que los seres humanos están siendo utilizados como instrumentos (en el mejor de los casos) o como entretenimiento en una especie de juegos de gladiadores (en el peor). Huelga decir que algunos de nuestros más entusiastas camaradas consideran tales afirmaciones poco menos que blasfemias. Si decides que el próximo rumbo que debe tomar el grupo es la inacción, asegúrate de que no hay un Vengador a tu espalda cuando lo anuncies.
Apócrifos: puede resultaras difícil mantener la compostura con tal vorágine de ideas cruzando por vuestras cabezas de Visionarios. La mayoría de ellas parecen argumentos rechazados de La Zona Muerta: los Mensajeros son nuestros futuros yo que intentan impedir una conquista de la Tierra a manos de una raza mutante en el pasado; el Infierno se ha llenado y lo que estamos viendo es el reflujo de los condenados; cosas como estas ocurren una vez cada mil años y Jesús fue uno ele nosotros; el mundo está a punto ele acabar y tenemos que construir uno nuevo. ¿Puede alguien decir cuál es la verdad antes ele que llegue el último minuto? De lo que sí estás seguro es de que ningún exaltado conoce con total certeza cuál es su propósito último. Tu tarea es descubrir ese propósito y buscar alternativas para aquellas ideas que sean aceptadas de forma popular. Quizá el mundo que los cazadores pretenden arrebatar a los monstruos no sea este ni el siguiente sino uno ele nuestra propia hechura.
La Exaltación: a los Visionarios nos encanta intercambiar las historias ele nuestra primera vez porque las experiencias suelen ser enormemente variadas. Aquél consiguió distraer a una criatura de manera que su víctima pudo escapar; este otro engañó a un atacante para que se destruyera a sí mismo; mi propio «estreno» terminó después ele que se hiciera evidente que la cosa a la que me enfrentaba no podía soportar la visión de su reflejo en el espejo. La única constante en tocias estas historias parece ser la gran diversidad ele soluciones adoptadas por los Visionarios.
Creación de personajes: aunque muchos Visionarios poseen una Inteligencia superior, hay otros que son bastante vulgares en ese aspecto y, por el contrario, destacan en Manipulación (especialmente en lo que se refiere a aparentar poseer un intelecto poderoso). Para los cazadores que siguen este credo, Liderazgo y Expresión son Habilidades apropiadas. Algunas veces, se concentran en el estudio de Ocultismo o Ciencia, aunque un individuo excepcional (o un charlatán) podría internarse en ambos campos.
Convicción inicial: 3
Alias: Guías, Fareros, Profetas; Hellsheher
ESTEREOTIPOS
- Defensores: Personifican el instinto de conservación.
- Espectadores: dada la generalizada y despectiva visión que se tiene ele ellos como cazadores frustrados, quizá deberíamos prestarles más atención.
- Inocentes: Aprendices que, a menudo, adoptan las características de aquellos son los que cazan.
- Jueces: De un valor incalculable para el trabajo de campo. Por desgracia, su imaginación es limitada.
- Mártires: En el mejor de los casos, los más raros entre los seres humanos: altruistas.
- Redentores: Su visión de la caza como la cura de una epidemia tiene mérito; tratar de explicarla de esta manera a una audiencia masiva es estúpido.
- Vengadores: Buenos o malos, son el deseo de justicia personificado.
- El Enemigo: Los prejuicios aplicados a nuestros antagonistas pueden determinar nuestro comportamiento, así que mantén una mente abierta.