En el fondo, el vampiro es una criatura solitaria. Incapaces de ver la luz del día o de relacionarse con otros si no es para beber su sangre, los Cainitas suelen enclaustrarse, aventurándose en la noche sólo para buscar su alimento.
Sin embargo, la soledad se cobra un precio sobre el Vástago aislacionista. Esto es particularmente cierto con los más jóvenes (neonatos y novatos), que forman grupos para protegerse de sus mayores. Estos grupos, conocidos como cuadrillas, han formado parte de la sociedad Cainita desde hace al menos dos siglos.
Los antiguos desdeñan las cuadrillas, pues ellos residen en anticuados refugios lejos de las letales manos de los mortales. Equiparando los grupos a bandas de animales inferiores o, más despectivamente, a las brutales manadas del Sabbat, los antiguos no se dan cuenta de que los vampiros más jóvenes y débiles no tienen otra opción salvo la Muerte Definitiva. Un neonato solitario puede llevar una mísera existencia durante un tiempo, pero tarde o temprano, sin nadie que le vigile las espaldas, caerá ante alguno de los innumerables depredadores de la ciudad. De hecho, muchos antiguos temen a las cuadrillas de neonatos, aunque nunca lo admitirían. Los vampiros establecidos actúan contra el creciente poder de las cuadrillas siempre que pueden, asustados como están por su versatilidad y adaptación a los tiempos modernos.
Las cuadrillas parecen tener su lugar asegurado. Aunque son antinaturales, inconvenientes, con frecuencia ineficaces y casi siempre dominadas por la tensión, son el único recurso para los vampiros que buscan algo más que subsistir.
PROPÓSITO
La razón principal por la que los vampiros forman cuadrillas, aparte de la necesidad de seguridad, es un interés común: lazos de sangre, ideologías similares, afiliación a una banda, inclinación práctica o simple conveniencia. Las cuadrillas son tan diversas como los vampiros que las forman.
CUADRILLAS DE CLAN
Se trata de uno de los tipos más comunes, y están compuestas exclusivamente por miembros de un mismo clan. Las progenies Brujah son un buen ejemplo, pues los vampiros con un mismo sire tienden a permanecer unidos mucho después de que su sire se haya cansado de ellos. Los jóvenes Ventrue forman consorcios ocasionalmente, uniendo sus recursos para usurpar las bases de poder de sus mayores. Las cábalas Tremere también combinan sus recursos, manteniendo un estrecho contacto con el clan en general. Hay espantosos nidos Nosferatu bajo las calles, lejos de los ojos enjuiciadores de Vástagos y ganado. Grupos de Malkavian, unidos bajo el carismático liderazgo de alguno de ellos, suelen recordar a los cultos o a bandas al estilo de la familia Manson. Incluso los independientes y territoriales Toreador se unen a veces para formar salones o «movimientos artísticos» con unos pocos Vástagos inspirados. Las agrupaciones familiares de vampiros Giovanni se clasifican a veces como cuadrillas, aunque suelen estar guiadas por antiguos o ancillae, como las células de asesinos Assamitas o los cultos Setitas. En esencia, cualquier grupo de Vástagos con un linaje común puede tener razones para permanecer unido, aunque es menos frecuente entre los curtidos individualistas de los clanes Gangrel y Tzimisce.
CUADRILLAS DE BANDAS
Comunes entre los Vástagos habituados a las calles y de vida menos recomendable, estas cuadrillas son verdaderos terrores urbanos. Están compuestas por un grupo de vampiros, sus ghouls y cualquier incorporado que haya convencido de alguna forma a los vampiros para que no le devoren. Sus filas incluyen Vástagos de tendencias brutales, normalmente de los clanes Brujah, Gangrel, Malkavian y Ravnos, junto con algún Caitiff ocasional. Estas cuadrillas son violentas y despiadadas, aunque algunas defienden los derechos de los vagabundos y los sin techo (que suelen acabar como miembros de la banda o como su rebaño). Estas cuadrillas pueden ser nómadas, como las bandas de motoristas o gitanos, o sedentarias, como los capítulos de bandas de bandas de ámbito nacional o los grupos locales. Suelen estar envueltas en el tráfico de drogas y suelen pasar tanto tiempo combatiendo a otras bandas y cuadrillas por sus «derechos de distribución» como a la policía.
CUADRILLAS DE ANARQUISTAS
Aunque sus tácticas violentas, su indumentaria y su actitud general pueden asemejarlas a las cuadrillas de bandas, existen grandes diferencias en el ámbito ideológico. Las cuadrillas anarquistas se oponen a los planes y juegos de poder de los antiguos, argumentando que todo vampiro debería tener un derecho justo y equitativo a reclamar un dominio y unos privilegios de caza. Las cuadrillas anarquistas suelen reunir a miembros de los clanes Brujah, Gangrel, Malkavian y Nosferatu, pero algunos Ventrue resentidos y Tremere desilusionados se han unido a la causa. Si un Toreador es visto en compañía anarquista, probablemente estará dando un paseo por los bajos fondos o intentando fastidiar a su sire. Los anarquistas tienden a ser Vástagos jóvenes, y estas cuadrillas suelen durar poco tiempo, lo justo para conseguir algo que atraiga la atención del príncipe (tras lo que son destruidas o desbandadas). Los anarquistas han tenido un éxito notable en la Costa Oeste de Estados Unidos, aunque pierden poder cada noche que pasa ante los Catayanos de Oriente.
CUADRILLAS DE GUERRA
La Camarilla es eficaz en su oposición al Sabbat, y una de sus mejores tácticas es el establecimiento de cuadrillas de guerra. Cuando una ciudad pasa a ser territorio en disputa entre ambas sectas, el Sabbat suele enviar oleadas de vampiros recién Abrazados contra sus enemigos. La Camarilla, mejor organizada y con más recursos, ha descubierto una buena forma de repeler estos ataques: crear equipos de neonatos y ancillae, que tienen la oportunidad de impresionar a sus mayores conteniendo la marea. Estas cuadrillas suelen estar compuestas por diversos miembros: guerreros Brujah y Gangrel, exploradores Malkavian y Nodsferatu, magos Tremere y diplomáticos Ventrue y Toreador. Aunque normalmente tienen una duración limitada, estos grupos pueden crear lazos de camaradería entre sus miembros que les hacen permanecer unidos después de repeler la amenaza Sabbat.
CUADRILLAS DIPLOMÁTICAS
A veces un príncipe necesita que se resuelva una cuestión política, pero carece de los recursos para hacerlo por sí mismo. En tal caso, pide a los antiguos de la ciudad que le recomienden Vástagos que puedan ocuparse del trabajo. Tras numerosos intercambios de favores, promesas y juramentos (o la cancelación de los mismos), el príncipe tiene una reserva de vampiros a su disposición. Suele tratarse de cuadrillas cosmopolitas, formadas del mismo modo que las de guerra, pero con menos tendencia a la violencia física. Las cuadrillas diplomáticas suelen tener el visto bueno de los antiguos, el príncipe y la primogenitura, pero esto puede ser contraproducente ante enemigos del régimen.
CUADRILLAS CRIMINALES
Estas cuadrillas recuerdan a las familias mafiosas, los gumi Yakuza, los cárteles de la droga o los tongs chinos. En esencia son grupos de vampiros que quieren hacer dinero «fuera del sistema», y se dedican a la extorsión, la lotería ilegal, la prostitución, el tráfico de drogas (frecuentemente con la ayuda de grupos criminales menores o cuadrillas de bandas), la liquidación de «mercancía confiscada», el robo y desguace de coches, el robo a gran escala, las huelgas, el juego, los delitos contables y la protección de operativos. Se dedican a cualquier actividad ilegal: el poder y la influencia de los vampiros les permite dedicarse a una provechosa mezcla de delitos toscos y de guante blanco. Estas cuadrillas suelen degenerar en pozos de desconfianza cuando las cosas no marchan bien. Los vampiros implicados suelen ser los Brujah más refinados, Toreador, Ventrue, Giovanni y algún Caitiff ocasional, aunque se rumorea que una de las bandas callejeras de los Gambino en Nueva York tiene un líder Nosferatu.
CUADRILLAS EMPRESARIALES
Como las cuadrillas criminales, pero por lo legal.
CUADRILLAS DE ESPIONAJE
Por lo general un príncipe no puede dedicarse a espiar por sí mismo, así que envía a agentes para que lo hagan por él. El príncipe o uno de sus ministros selecciona a un grupo de Vástagos, los manda a otra ciudad (o a veces a otra facción en la misma ciudad) y espera sus informes. Los antiguos aprovechan al máximo este espionaje, moviendo con cautela a sus peones y agentes para perjudicar a sus rivales. Los espías son tratados con dureza, y se aconseja a los miembros de estas cuadrillas que pisen con cuidado y hagan todos los contactos posibles.
CUADRILLAS DE ENTRETENIMIENTO
Algunos Vástagos se asocian entre sí con la intención de actuar para otros. Grupos musicales compuestos exclusivamente por vampiros se mueven a través de la sociedad Cainita, haciendo giras por el país como músicos normales y tocando para príncipes prestigiosos y patronos Toreador que aprecien su arte. De igual forma, grupos teatrales de Vástagos ponen en escena obras populares o incluso trabajos de dramaturgos vampiros. Los «movimientos» de artistas de la performance vienen y van, desafiando las convenciones sociales o trabajando por una comisión. Obviamente, los Toreador se adaptan bien a este tipo de cuadrilla, pero tampoco son desconocidas las bandas thrash Brujah, los actores Malkavian o los espectáculos de choque de los Nosferatu. Incluso algunos Gangrel aprovechan la oportunidad que representan las giras.
CUADRILLAS DE BÚSQUEDA
La Yihad se extiende miles de años atrás, y a lo largo de los tiempos se han ocultado numerosos secretos. Las cuadrillas de búsqueda son grupos de arqueólogos místicos decididos a descubrir no sólo artefactos de la Estirpe, sino también los secretos de su historia. Suelen formarse por iniciativa propia, buscando conocimientos ocultos porque quieren, más que porque se les haya dado una orden. Algunas informan a sus príncipes o patrones, mientras que otras son independientes. Suelen tener miembros Tremere, Toreador y Ventrue, aunque muchos Brujah se unen rápidamente a la causa, y más de un Seguidor de Set ha sido admitido a regañadientes. Son por lo general cuadrillas nómadas que viajan allí donde les lleve su búsqueda.
CUADRILLAS SOCIALES
Los pájaros del mismo plumaje forman bandadas, y esto es particularmente cierto en el caso de las cuadrillas sociales. Unidas por lazos de prominencia social o simples entusiasmos compartidos, las cuadrillas sociales son comunes en las ciudades de la Camarilla y el Sabbat. Algunas se forman en torno a la contracultura gótica, discotequera o de otro tipo, compartiendo gustos en música y moda. Las cuadrillas de alta sociedad tienen intereses comunes en las influencias, el arte, la moda o cualquier otra cosa que atraiga su atención, mientras que las cuadrillas sociales del Sabbat tienden a dedicarse a grotescos pasatiempos. Sociedades mortales como los Fabianos o la Tabla Redonda Algonquina son ejemplos entre el ganado, mientras que las Arpías forman una excelente muestra de cuadrilla social vampírica. Pueden unirse los miembros de cualquier clan, ya que estos grupos casi nunca dependen de las habilidades o la productividad, sino que se inclinan por la discusión y la fraternidad.
CULTOS DE SANGRE
Estos cultos son un resurgir reciente causado por la llegada de la Gehena, y son rechazados casi universalmente por los príncipes, que los tachan de violaciones de la Mascarada. Los forman Vástagos que seducen a los mortales para que participen en rituales «religiosos», recibiendo después vitae vampírica y quedando esclavizados. Los cultos de sangre, que combinan los peores aspectos de las sectas y la condición de ghoul, se ceban sobre los mortales desesperados en busca de algo que dé valor a sus vidas. Obviamente, estos grupos son violaciones de la Mascarada, ya que el Vástago revela abiertamente su naturaleza sobrenatural a la cofradía, lo que puede exponer a toda la sociedad vampírica a la ira de los ultrajados mortales.
CUADRILLAS DIABOLISTAS
Estas cuadrillas son otra reacción a la inminente Gehena. Muchos jóvenes Vástagos, frustrados por el inamovible control de los antiguos sobre el poder, toman la ruta más directa hacia ese poder, cazando a los antiguos para matarlos y beber su sangre. Además de la emoción del parricidio y la sensación embriagadora del poder místico, la diablerie brinda a estos grupos un arma contra sus enemigos: la destrucción. Aunque no todas las cuadrillas tienen este este propósito, las manadas de diabolistas representan una de las razones por las que los antiguos temen a los Vástagos más jóvenes y a su unión. Los grupos más aterradores de todos son las falaqi Assamitas, o células de guerra, que acechan y cazan a los antiguos como los lobos a sus presas.