Estar en todas partes y aun así en ninguna es la clave para esconderse a plena vista.
Todo está conectado, ya que todo es Uno. Aunque este mundo parece ser un rico desfile de gente, lugares, criaturas y pensamientos, esa miríada de elementos no son más que espejos y reflejos de una Unidad mayor. Cuando uno se percata de esta verdad fundamental, el Tapiz se despliega, respondiendo a tu voluntad. Esa Voluntad y el Tapiz se convierten en el Único. Los Ahl-i-Batin han conocido esta verdad desde sus comienzos en la legendaria Noche de Fana, cuando, en medio de una terrible guerra, una facción de Akashayana tropezó con un grupo de Darwushim (derviches) que estaban danzando y girando en la noche iluminada por la Luna. En esa noche, los Hermanos y los Darwushim bailaron juntos, formaron un gran mandala… y en medio de esa danza, una ancestral consciencia Despertó.
Llamada Entelequia por ciertos eruditos, se decía que esta consciencia constaba de las almas de magos que habían vivido en una era anterior a ésta, magos que esperaban llevar a la humanidad a una armoniosa unidad con el cosmos. Cuando la Entelequia se manifestó en nuestro caótico mundo, se fragmentó y disolvió. Al hacerlo, provocó que los Akashayana y los Darwushim bailaran en el centro para convertirse en una única entidad que ni era un hombre ni otro. Esto era el Kwajah-al-Akbar, y cuando pronunció su poderosa profecía, aquéllos que bailaron en torno a él fueron iluminados. El tiempo cesó.
Todos en aquel campo fueron uno con sus compañeros de baile; unidos en mente, cuerpo y espíritu. Cuando Fana terminó, todos los que habían estado unidos se convirtieron en individuos de nuevo, para siempre transformados por la experiencia. ¿Qué utilidad tenían sus nombres? ¿Qué importancia tenían el país o el reino cuando uno comprendía la Unidad de todas las cosas? La historia de esa noche acaba con estas almas recién nacidas formando un círculo y bailando en espiral hacia su centro, donde, uno por uno, desaparecieron. Cuando estos Ahl-i-Batin (“Sutiles” o “Interiores”) reemergieron, su único propósito era continuar el legado de la gran consciencia que ahora hablaba en las voces de sus Avatares. Desde la más humilde choza al más grandioso de los palacios, estos magos usaron sus Magias Despertadas para producir la Unidad para toda la humanidad.
Éstos son los mitos que rodean a los Batini. Tales cuentos recuerdan que una vez, no hace mucho, los Ahl-i-Batin se sentaron en el Concilio de las Nueve Tradiciones, ocupando el Asiento de Conexión, como se llamaba entonces a Correspondencia. La gente ha dicho que el ascenso de la Unión Tecnocrática significó el fin de los Sutiles y los forzó a exiliarse a todos ellos y a ocultarse en el misterioso reino del Monte Qaf, perdidos en el tiempo y la oscuridad. Todo el mundo sabe eso.
Y lo que todo el mundo sabe es falso. Los Ahl-i-Batin realmente nunca fueron a ninguna parte. En su lugar, fueron a todas partes, abandonando la agitación de los pogromos Tecnocráticos en Oriente Próximo para emerger en Europa, Asia, las Américas, África central y meridional… siempre llevando al mundo de forma gentil y delicada hacia la Unidad: un susurro, un suspiro, una caída de una hoja cada vez. Pero, aunque los Batini se centran en la Unidad y la luz, sus métodos en la práctica suelen adoptar la forma más oscura y sangrienta de la guerra (especialmente en lo que respecta a su ancestral lucha contra los Nefandos). Se ha dicho que nadie conoce las costumbres de los Espejos Oscuros o los batalla tan asiduamente como los Batini. Después de todo, fueron estudiosos Batini quienes recopilaron el temido Sebil-el Mafouh Whash que trató en detalle por primera vez a los Nefandos, y fueron Maestros Batini quienes expulsaron a los Reyes Demonio de Oriente Próximo. Por desgracia, su profunda conexión con los Caídos también hace a los Sutiles más susceptibles a la corrupción Nefanda de lo que serían de otra forma. Ambos grupos podrían, de hecho, ser vistos como reflejos opuestos del mismo principio: todas las cosas están Unificadas y por ello todas las cosas permanecen vinculadas… incluso la luz a la oscuridad y el olvido a la esperanza.
Organización: La Unidad surge de la estructura; por tanto, los Batini valoran el orden en su organización. Hay cinco kanatos en cinco partes del mundo, cada uno presidido por un Maestro Murshid llamado Qutb o “polo”. Cada kanato está constituido por una docena o más de cábalas compuestas por unos cuantos Murshids, varios Murids y entre 10 y 20 iniciados. Cada cábala sabe que las demás existen, pero rara vez contactan con otros Ahl-i-Batin fuera de su círculo inmediato.
Iniciación: Unirse a esta secta requiere partes iguales de secretismo y paciencia. Normalmente, un candidato a ser iniciado es observado durante años antes de ser abordado por un Murid. Si el candidato expresa interés en los Ahl-i-Batin, pasa por un lento y continuo proceso para retirarse del mundo (y de las posesiones y lujos inherentes de éste) y adoptar severos niveles de ascetismo. Esta sucesiva eliminación de distracciones y tentaciones separa al iniciado del ego y las ataduras y lo prepara para abrazar la mayor libertad de la Unidad.
Esfera Afín: Correspondencia o Mente, pero nunca Entropía.
Foco: Como su nombre declara, los Batini son sutiles. La frase “no dejar rastro” tiene un significado especial en todo lo que hacen. Un mago Batini suele pasar semanas, meses, e incluso años observando, considerando y contemplando una situación antes de usar finalmente sus Artes para empujar las cosas en la dirección deseada. La fe es un elemento esencial en las prácticas Batini, con una creencia central en que el Orden es Divino y el Caos Terrenal. Ciertos Batini aseguran que Todo es Bueno y otros tienen la desalentadora convicción de que Todo es una Ilusión. La sabiduría loca, la alquimia y la Alta Magia Ritual mantienen su lugar tradicional entre las Artes Batini junto con el yoga, la Magia callejera, hackeo de la realidad e incluso la Magia del caos que aparecen en las prácticas de ciertos devotos.
A pesar de su perspicacia mística, los Batini no pueden aprender las Artes de Entropía en absoluto. Este punto ciego místico supone un interesante enigma: si todas las cosas están Unificadas, entonces, ¿la corrupción tiene un lugar en ese sagrado orden? Ésa es una cuestión que la secta aún no ha respondido.
Estereotipos
- Las Tradiciones: Rechazan ver las conexiones entre todas las cosas que nos hacen Uno, ¡y aun así creen ser las autoridades de todo lo místico!
- La Tecnocracia: Plagados por completo de corrupción Nefanda. Ahora, más que nunca, debemos romper su cáscara y purgar sus venenos.
- Los Dispares: ¡Quizás la Unidad hablará más claramente en las voces
Aunque una vez ocuparon el asiento que los Adeptos Virtuales tienen hoy en día, el Ahl-i-Batin es prácticamente un desconocido para la mayor parte de los magos de las Tradiciones. Aquellos que han oído hablar de los Batini bien suponen que fueron borrados del mapa por la incursión de la Tecnocracia en Oriente Medio, o piensan que son un Arte sin poder ni apenas miembros que sobrevive en estos tiempos. A pesar de que los Ahl-i-Batin se han deteriorado mucho y han caído durante los siglos tras sus inicios, aún no han desaparecido ni han sido absorbidos enteramente por una de las Tradiciones. Los Taimados son Maestros desde antaño de las artes de la ocultación y el engaño. Quizá sólo estén escondiendo sus fuerzas hasta que llegue el tiempo adecuado para volver a emerger.
TRASFONDO
Los Ahl-i-Batin crecieron gracias a la asociación de elementos marginales de dos Tradiciones que buscaban protección frente a enemigos que pertenecían a otras Tradiciones. Durante las Guerras del Himalaya (900 – 600 a.C.) una secta de Handura (que más tarde se unió a los Eutánatos) peleó con saña para expulsar a la Hermandad Akáshica de las tierras del subcontinente indio. Entre los Akáshicos existía un grupo de jóvenes acólitos e Iniciados que a su vez comerciaban con la construcción y la albañilería. Mientras viajaban entre los monasterios, estos jóvenes Hermanos fueron separados de sus compañeros por una emboscada de los Eutánatos que casi los destruyó, mientras huían a través del Paso de Khyber hacia las tierras hoy conocidas como Afganistán.
Llegaron hasta un grupo de derviches Extáticos y se unieron a la danza, movidos por un impulso desconocido. En mitad de esta apasionada, aunque disciplinada manifestación efusiva, uno de los Hermanos y otro de los Extáticos se fundieron, resultando de ambos una entidad de dos caras llamada Khwaja Al-Akbar. La entidad resultante reveló al grupo recién formado la Doctrina de Unidad. En la Unidad, todos los trozos de Divinidad se reunirían en un todo, ascendente y perfecto. El Khwaja Al-Akbar mandó al grupo que desarrollara una nueva senda, cuya misión fuese crear una gran fuente de energía para toda la superficie de la Tierra. Esta fuente haría que los Durmientes y los Despertados se concentraran en alcanzar un estado de conciencia más elevado. Éstos encontraría un punto de correspondencia en el espacio y en el tiempo y una mente universal de la que todos se beneficiarían y les convirtiese en uno.
La doctrina predicaba la cooperación y el reconocimiento de que todas las doctrinas del camino de la Ascensión tenían algo en común. Todas harían fuerza juntas para derrotar a sus enemigos y prosperar unidas.
Irónicamente, este llamamiento a la unidad fue interrumpido por la llegada de los miembros del Coro Celestial, encolerizados por los Extáticos. Y un ejército de los Handura doblegó hasta casi la aniquilación a sus hermanos Akáshicos. La Noche del Fana, como fue llamada, terminó en una batalla tan fiera que la llanura, una vez fértil, se convirtió en el Gran Desierto de la Muerte, que abarca gran parte de lo que hoy es Afganistán. La Tradición recién fundada sobrevivió, pero no se dio a conocer a otros magos hasta varios siglos después, trabajando en cambio de una forma sutil que benefició a Persia y a otras tierras de Oriente Medio. Se considera a estos magos los creadores de los Qanats, túneles subterráneos por los que se canalizaba la nieve fundida a través del desierto para llenar las fuentes y regar los jardines de las grandes ciudades. Las propias ciudades se diseñaron siguiendo los patrones de las fuentes mágicas unidas por una telaraña de rutas comerciales.
Fusionando sus artes con las revelaciones de Khwaja Al-Akbar, los Batini descubrieron un lugar más allá del tiempo y el espacio, un lugar que percibieron como el Monte Qaf, el corazón de la creación. Este Reino consistía en una gran montaña que descansaba sobre una llanura que la rodeaba. Los Batini veían la llanura como el mundo de los Durmientes, siendo las elevadas pendientes los magos más sabios y cultos. En lo más alto descansaban los oráculos, Celestinos y Puros. En la cumbre reposa la Unidad, el Único, que algunos llamaron Primario y que se creía personificaba el Punto de Correspondencia que contiene todas las cosas.
Los Batini eligieron darse a conocer inmediatamente después de una serie de terribles incursiones llevadas a cabo por hordas de Merodeadores y Djinns que cazaban viajeros en los yermos entre las ciudades. La mayor parte de los Batini abrazó la fe del Islam que encarnaba muchos de los principios que atesoraban los magos. La idea de una fe unificadora y un sólo Dios enriquecía y ayudaba a modelar sus prácticas y creencias. Dichas creencias llevaron a la formación de un gran plan para deshacer las depredaciones de los Merodeadores. Así, los representantes de las Tradiciones descubrieron planes escritos para unificar las ciudades con una telaraña de Nodos enlazados alrededor de un eje central. A este plan le acompañaba una invitación para discutir el plan, firmada por miembros poderosos de los Herméticos, los Akáshicos y los Extáticos. El lugar era la casa de un rico mercader. Tal plan podía romper el poder de los Merodeadores y beneficiar a todos.
Los representantes de las Tradiciones descubrieron durante la reunión que los creadores del plan eran una coalición de Artes menores, que pretendía canalizar la Quintaesencia por los yermos a través de las oraciones y las acciones de agentes humanos. Enviada a un Nodo central, la Quintaesencia sería entonces redirigida de nuevo al conjunto de Nodos, barriendo toda la tierra y erradicando la fortaleza de los Merodeadores. Conocida como la Telaraña de la Fe, funcionó como se esperaba y elevó la cultura y la civilización de todos, incluyendo los Durmientes cuyas vidas acarició.
Sin embargo, con el éxito llegó una proliferación de sectas religiosas y cultos menores formados alrededor de líderes carismáticos que podían drenar la energía de la Telaraña. Muy pronto, las Tradiciones comenzaron a separar a varias de las facciones de la Telaraña, temiendo que sus razones para usar el poder fuesen mentiras o que su propio poder pudiera sobrepasar al de las Tradiciones establecidas. Temiendo asimismo un baño de sangre como el desatado por los Handura, unos pocos de los verdaderos Maestros del Ahl-i-Batin se revelaron ante algunos líderes de las Tradiciones y les mostraron Monte Qaf. Explicaron su propósito de dirigirlos hacia la Cumbre Ascendente de la Unidad y les hablaron de su continuo miedo a mostrarse tal como eran en tanto los Handura siguieran existiendo. Aunque el resto de los magos de las Tradiciones permaneció sin conocer su verdadera naturaleza, los Batini ganaron aliados poderosos y la guerra religiosa a gran escala se evitó.
Incluso aunque estuvieran dispersos, los Batini se mantenían en contacto a través de una red de Maestros de la Esfera de la Mente que podían pasar información de un grupo a otro con la velocidad del pensamiento. Extraían una gran reserva de Quintaesencia que reposaba debajo de sus regiones natales, para potenciar su magia, usando el Qanat para canalizarla hacia Nodos temporales cuando era necesario. Estas dos prácticas fueron mantenidas en secreto a las otras Tradiciones. Los diplomáticos Batini ayudaron a allanar el terreno para el Concilio de las Nueve, pero cuando llegó el momento de tomar asiento lo hicieron como un grupo de Artes vagamente afiliadas llamada la Coalición Geomátrica. Muchos miembros del Concilio sospechaban que los Taimados eran más de los que aparentaban, pero creían que estaban demasiado desorganizados para suponer alguna clase de amenaza. Aquellos que conocían la verdad no revelaron el secreto de los Batini.
Al comienzo del siglo XIX, la Tecnocracia descubrió las reservas de Quintaesencia descansando bajo las tierras de Oriente Medio. La Unión intentó capturar la región, lo que tuvo como resultado unas batallas terribles. Durante el conflicto, el Monte Qaf fue separado de la Tierra y a ambos lados se les negó la entrada en el reino. Algunos aseguran que el Monte Qaf fue destruido en la batalla, mandando ondas de choque a través de toda la Umbra. Otros mantienen que lo que actualmente es la Telaraña Digital son los restos de las baldías colinas de la gran montaña, que sólo será restaurada el día de la Ascensión.
Malheridos y sin refugio, los líderes de los Batini cortaron los lazos con sus discípulos y desaparecieron, prometiendo que algún día regresarían triunfantes. Los Batini rompieron con el resto de las Tradiciones, asegurando que protegerían sus propias tierras, y desapareciendo después. Si los Maestros fueron cazados o destruidos, o si se mantienen ocultos y tienen planes para renacer, es un misterio para las Tradiciones, para la Tecnocracia e incluso para sus propios seguidores.
No obstante, los rumores son numerosos. Después de las Guerras Mundiales, encontrar a un mago Batini parecía imposible. La mayoría ocultó sus habilidades y se escudó en trabajos comunes como conservadores de museos, restauradores, arquitectos, analistas informáticos o incluso tenderos y porteros. Algunos magos aseguran que líderes religiosos respetados en Oriente Medio son realmente Batini. Otros apuntan a que muchos potentados de esta zona han adquirido tierras en remotos lugares del mundo, lugares que tienen poder en ellas o bajo ellas. Unos pocos estudiosos de las Tradiciones han observado que los Cuentasueños y la Orden de Hermes han ganado últimamente adeptos que siguen una filosofía sospechosamente parecida a la Doctrina de la Unidad. Como siempre los Taimados permanecen envueltos en el misterio y difíciles de retener. En vista de los últimos acontecimientos, cuando la Tecnocracia parece haber ganado la Guerra de la Ascensión, algunos miembros de las Tradiciones han mirado de nuevo al Este, esperando que algún principio unificador surja de los magos ocultos del Ahl-i-Batin para, de nuevo, insuflar vida a sus asediadas filas.
ORGANIZACIÓN
Hubo un tiempo en que los Ahl-i-Batin estuvieron muy organizados. Profesores y estudiantes se concentraban en khanaqahs o posadas, que podían considerarse gremios comerciantes, sociedades secretas o escuelas religiosas. Cada una tenía un shaykh (o concilio de shaykhs) al mando. A los estudiantes se les enseñaba los misterios y eran iniciados entre los Batini tras conseguir una serie de descubrimientos. Aquellos que conseguían el rango 3 en la Esfera se convertían en Murids, que conocían los secretos externos y las doctrinas, pero no tenían un conocimiento verdadero de los misterios internos. Los Maestros se convertían en Murshids, y conseguían todo el saber inherente a la Tradición Batini. Hubo un tiempo en el que el grupo se reunía con frecuencia, aunque a menudo únicamente mediante comunicación telepática. Desde el triunfo de la Tecnocracia ya no se han vuelto a reunir, y las comunicaciones son esporádicas, a lo sumo. Muchos se han unido a los Cuentasueños o a la Orden de Hermes tras la disminución de su propio grupo. Otros se negaron a rendirse, manteniendo su independencia con orgullo. Sin embargo, estos últimos se volvieron aún más sigilosos, ya que eran cazados y asesinados.
En principio, cada khanaqah se enorgullecía de sus propios ritos de iniciación diseñados para recompensar a aquellos que pasaban las pruebas para convertirse en Murids. Aquellos que se convertían en Murshids pasaban por un examen aún más largo en el que se le exigía un alto grado de erudición. A menudo, geometría sacra o ecuaciones matemáticas que no podían resolverse eran utilizadas como métodos para enfocar la mente e incrementar el conocimiento de los que pasaban por estas pruebas. Hoy en día, si un candidato consigue encontrar a alguien que le inicie, raramente pasa más allá del nivel de Murid. Los Batini de hoy se unen a cualquier secta religiosa predominante en su zona, normalmente alguna variación de los chiítas. Últimamente, unos pocos seguidores han intentado iniciarse entre ellos mismos, al menos para probarse y tratar de alcanzar sus Avatares para lograr una mayor comprensión y sabiduría. Se desconoce si han conseguido o no tener éxito.
Antes, los Batini se nutrían de sanadores, profesores, arquitectos y seguidores de extrañas religiones o sectas místicas. Todavía lo hacen, hasta cierto punto, cuando es posible. Sin embargo, hoy en día prefieren buscar entre los que son pobres pero tienen habilidad, o acercarse a aquellos con talento para las matemáticas o la música. Lamentablemente, son pocos los que aún buscan acólitos, y el Arte está desapareciendo.
FILOSOFÍA Y FALLOS
La Telaraña de la Fe de los Batini es fuerte, pero la gente siempre ha sido débil. En el intento de unir a todos mediante grandes ideales, los Batini no vieron las almas humanas agostadas por el pecado. Pagaron con creces su falta de visión. Políticos corruptos, intercambios militares y cismas religiosos estremecieron Oriente Medio y destruyeron sus cimientos. En vez de aceptar que algunos humanos eligen el mal y el camino hacia la depravación en lugar de la iluminación, los Batini optaron por aislarse completamente de esas influencias. Los magos Batini caminaron a través de dificultades y de dolorosos rituales para extirpar la corrupción de la Entropía; es más, muchos no usaron esa Esfera en absoluto. Algunos incluso afirmaban que podían infiltrarse entre los Nefandos gracias a la incorruptibilidad de sus almas, que no poseían vestigios de Entropía. Por desgracia, aquello no funcionó. Los barabbi Batini podían traicionar y de hecho traicionaron a sus hermanos, mientras que muchos Murshids perdieron el contacto con el ciclo natural que la Entropía proponía. Tan sólo en los últimos tiempos los Batini han vuelto a incluir a regañadientes a la Entropía como campo de estudio, y muchos aún estiman que los organismos destructivos y caóticos están enfrentados a la Unidad por la que luchan.
HERRAMIENTAS Y ESTILOS
La mayoría de los Batini todavía practican su magia a través de la oración, cánticos, música y meditación. Algunos usan matemáticas avanzadas para liberar sus mentes de los pensamientos mundanos. Otros meditan basándose en enseñanzas y acertijos arcanos y religiosos. Algunos adoptan el uso de música moderna (desde el trash metal a melodías trance) y la danza frenética (una tradición mantenida desde el tiempo de los derviches) como herramientas para liberar sus poderes mágicos.
Los Ahl-i-Batin han mostrado desde siempre un gran interés por las Esferas de la Mente y de la Correspondencia. Su concepto de Unidad recuerda a la teoría del Punto de Correspondencia pero incorpora la idea de la mente, el alma y el espíritu dentro de un punto único en el espacio y el tiempo. Su estudio de la Mente llegó como resultado de la asociación con sus primeros miembros con la Hermandad Akáshica. Hasta este siglo, los Maestros de la Mente entre los Batini sirvieron como conductos vivos de comunicación telepática por todo Oriente Medio, Asia Central y el norte de África. Cuando la Tecnocracia los descubrió y los destruyó, también descubrieron las Verdades conocidas por estos Maestros Batini. Este conocimiento ayudó al auge de los Adeptos Virtuales, que lo adaptaron a su propia Telaraña.
ESFERA ESPECIAL Correspodencia.
FOCOS HABITUALES: Oración y Meditación, Acertijos Matemáticos, Brújula, Triángulo, Regla, Danza, Música, Crear Mandalas.
CONCEPTOS: Príncipe Árabe, Mendigo, Jinete de Camellos, Ingeniero Civil, Informático, Derviche, Matemático, Músico, Nómada, Sacerdote, Espadachín.
ESTEREOTIPOS:
-Adeptos Virtuales: Han usurpado nuestra posición en el Concilio de los Nueve, pero carecen de nuestra comprensión espiritual y dependen de sus cadenas Tecnománticas.
-Eutánatos: Nunca perdonar. Nunca olvidar.
-Coro Celestial, Orden de Hermes y Culto del Éxtasis: Aunque consideramos a estas grandes Tradiciones, es bueno desaparecer cuando sus viejas rencillas aparecen.
-Hermandad Akáshica: Compartimos muchos, pero nunca podremos tomar su sendero de retiro espiritual.
-Otras Tradiciones: Debemos concentrarnos en nuestras similitudes más que en nuestras diferencias.
-Tecnocracia: Sin comentarios.
-Merodeadores: Expulsados, no pueden amenazarnos mientras la Telaraña se mantenga.
-Nefandos: Nuestro íntimo conocimiento de la Unidad nos hace inmunes a la corrupción ofrecida por los Nefandos, y los laberintos en que hemos convertido nuestras tierras rivalizan con los suyos. Sus oscuros secretos sin viejos para nosotros, y sólo representan una amenaza para los jóvenes y no iniciados.
-Huérfanos: Una vez estuvimos orgullosos de la rareza de los Huérfanos en nuestra tierra, pero ahora las circunstancias nos han forzado a convertir en Huérfanos a nuestros propios Iniciados, muchos de los cuales ya no reconocen a sus viejos mentores. Por tanto, haz como han dicho los profetas, y trata a todos los Huérfanos con generosidad y compasión.