En el año 641 los Bizantinos fueron derrotados por los ejércitos árabes Musulmanes dirigidos por Amr Ibn El- As, quién construyó la capital que hasta el presente es Cairo. Egipto pasó a ser un país Árabe con una mayoría de Musulmanes y la libertad de escoger religión por la gente.
Egipto luego fué invadido por los Sultanes de Otoman quienes se confiaron en los Mamelucos (esclavos) para gobernar el país.
El Egipto Musulman
En 640 los musulmanes invadieron Egipto, sin apenas oposición. Los árabes, agrupados en guarniciones, fueron inicialmente poco numerosos. Sin embargo, las medidas para favorecer la colonización
propiciadas por los nuevos ocupantes atrajeron al país a numerosos árabes. Por lo demás, los ocupantes conservaron las instituciones administrativas bizantinas, utilizando a los coptos como funcionarios subalternos. A los cristianos les fue permitido conservar sus iglesias y su organización local, pero tuvieron que pagar unos impuestos especiales, lo que favorecería una rápida conversión al islam. Hacia 750 sólo una cuarta parte de la población era ya cristiana.
Desde 658, Egipto estuvo bajo los omeyas y fue arabizándose lentamente. Mientras sus sucesores, los abasíes, debían hacer frente en oriente a las primeras pérdidas territoriales, Ahmad ibn Tulun fundaba en Egipto una dinastía (868-905), que significaba el comienzo de una historia propiamente egipcia dentro del mundo del islam. Con los tuluníes, Egipto se liberó de los abasíes y consiguió mayor prosperidad, al revertir en el país el producto de los impuestos.
Pero en 905 los abasíes volverían a reconquistar el país. Posteriormente se instaló en el poder la dinastía de los ijsidíes (935-969), hasta que fueron derrotados por los fatimíes, que ocuparon Egipto y Siria (969) y fundaron la ciudad de Al-Qahira (El Cairo).
Después de trasladarse el califa Al-Muizz a Egipto (973), los fatimíes convirtieron el país en el más importante del islam, a lo largo de una época de gran prosperidad económica, e intentaron reducir a los autóctonos a su fe chiíta, sobre todo durante el califato de Al-Hakim.
El poder de los fatimíes se fue debilitando. La dinastía perdió el Magreb, en 1045, y sufrió el ataque de los selyúcidas en Siria (1045) y de los cruzados en Palestina, donde perdió Jerusalén (1099).
Finalmente, los lugartenientes del atabeg turco de Mosul, Sirkuh, y de su sobrino Saladino ocuparon Egipto (1164). Saladino fundó en 1171 la dinastía de los ayyubíes, que restauró el sunismo en Egipto y extendió sus dominios hasta Yemen, Siria, Palestina, Nubia, Cirenaica y Mesopotamia.
Periodo Ayubi (1171-1260)
La dinastía fatimí inició su declive en la segunda mitad del siglo XI. Su capacidad militar, que anteriormente fue decisiva en la conquista de Egipto y Siria, disminuyó de forma considerable. La situación de los fatimíes no mejoraría debido a la constante presión de sus fronteras por parte de los turcos selyuquíes y la presencia de los cruzados en la costa mediterránea. Las incursiones de los cruzados en el próximo oriente, cuyo objetivo era conquistar Tierra Santa , asegurar una vía segura para los peregrinos y principalmente recuperar el monopolio de las rutas comerciales con oriente, tuvieron una importante repercusión en la economía de oriente, que vio algunas de sus ciudades más importantes saqueadas, y también para occidente que tuvo que sufragar los cuantiosos gastos que supusieron las cruzadas.
El final del Estado Fatimí llegó de las manos del famoso Saladino. En 1171 Egipto sufrió la invasión de Amalrico, rey franco de Jerusalen (ciudad que fue conquistada por los cruzados en 1099), para hacer frente a este nuevo ataque el califa fatimí pidió ayuda al soberano de Damasco. Nur al-Din, que se había lanzado a la reconquista de los territorios ocupados por los cruzados (Palestina), no acudió personalmente en ayuda del califa fatimí pero envió un ejército a las órdenes de Shirkuh, uno de sus generales mejor dotados y de mayor confianza. Shirkuh, de origen kurdo, llegó acompañado de su sobrino Salah al-Din, será este último el que consiga una victoria definitiva sobre los cruzado, además se hará con el poder en el territorio egipcio y palestino inaugurando la dinastía ayubí. Su actuación supone el fin del Estado Fatimí y una vuelta a la ortodoxia sunnita.
Descripción de algunos Dioses
Amon o Ammon
Comenzó siendo una divinidad local de Tebas, donde se le veneraba como dios del aire, del viento y de los bateleros, incorporada bajo la XII dinastía al panteón de los dioses mayores de Egipto. Se le consideraba responsable de la creación y de la fertilidad. Su encarnación visible era el Sol. Se le representaba con cabeza de carnero, rostro humano y cuernos de dicho animal, o con un disco solar y dos largas plumas sobre la cabeza. Amenofis IV sustituyó su culto por el de Atón.
Osiris
Divinidad egipcia, hijo de Geb y de Nut, hermano de Set y hermano y esposo de Isis. Es uno de los grandes dioses de la vegetación y de la fertilidad de la tierra. Su culto nació en el Delta; en Busiris fue asimilado a Anyti y relacionado con Isis, y durante el imperio antiguo, en Abydos, adquirió su carácter de dios funerario. Set, celoso de la grandeza de su hermano, le encerró en un cofre y le echó al Nilo. Isis consiguió rescatarle, pero de nuevo Set se apoderó de él y, después de descuartizarle, repartió sus pedazos por el país.
Isis recorrió todo Egipto y, cuando hubo recuperado y unido los trozos, le devolvió la vida. Poco tiempo después, Isis dio a luz a Horus, quien, con el tiempo, vengaría la muerte de su padre y reinaría en su trono. El faraón, como hombre mortal, era evocado bajo el aspecto de Horus; después de su muerte se transformaba en Osiris, bajo cuyo aspecto era adorado.
Hapi
Uno de los cuatro hijos de Horus, que velaba por la conservación de las vísceras de los muertos.
Hator
Madre o esposa de Horus, diosa protectora de los vivientes y de los muertos. Su nombre significa «casa de Horus». Estaba originalmente representada por una vaca nutricia, por una mujer con cabeza o cuernos de vaca, entre los cuales lleva un disco solar, y por un sicómoro. Fue confundida con Isis, con quien entró a formar parte del mito de Osiris. Los griegos la identificaron con Afrodita.
Hermanubis
Nombre griego de una deidad que reunía los caracteres de Tot y de Anubis, representada con cabeza de gavilán, de ibis o de perro.
Jonsu
Hijo de Amón y personificación de la Luna, equivalente del Horus de Abydos. Era una divinidad adscrita a la tríada tebana, con Amón y Mut. Se le representaba con una cabeza de halcón coronada con el disco lunar.
Maat
Hija del Sol y diosa de la justicia. Presidía el juicio de los difuntos. Llevaba una pluma de avestruz en la cabeza.
Mentu o Montu
Dios solar y guerrero, con cabeza de halcón o de toro, identificado con Ra bajo el nombre de Mentu-Ra.
Nun o Nuu
Agua primordial que cubría la tierra.
Ptah
Uno de los dioses que, junto con Sejmet y Nefertum, constituía la tríada adorada en la región de Menfis. Era representado como un hombre con la cabeza rapada y el cuerpo cubierto con una vestimenta ajustada, de la que únicamente salen las manos sosteniendo un cetro.
Es un dios rey, que a veces encabeza las dinastías legendarias divinas. También era el patrón de los orfebres y los artesanos.Si bien en la ciudad de Heliópolis se consideraba a Ra como el creador de los dioses de donde se desprenden los demás, en Menfis se consideraba a Ptah como el dios creador de la tierra y de todo lo que en ella habita y por lo tanto era su dios principal. Está vinculado al mismo tiempo a la oscuridad, a la verdad y a la magia, además de que se le otorgaban poderes curativos. Se dice que el construyó las ciudades, dividió los territorios e incluso fijo los lugares de culto para cada uno de los dioses. A pesar de que dominó con mayor fuerza la teoría de la creación de Heliópolis, Ptah siempre gozó de popularidad entre la gente y se mantuvo entre los dioses más importantes en cualquiera de las etapas de la historia faraónica.
Satis o Satet
Diosa esposa de Jnum, que, junto con éste y Anukis, constituía la tríada adorada en Elefantina y, junto con Neith y su esposo, la tríada de Esna. Se la representaba con cuernos de gacela.
Sebek o Sobek
Dios cocodrilo, adorado en Kom Ombo, en el Alto Egipto y en la capital del Fayum, Sedit.
Tefnut
Diosa que formaba, junto con su hermano el dios Shu, la primera pareja de la Enéada heliopolitana. Se la representaba con cabeza de leona, y simbolizaba la humedad. En el período del imperio medio, fue identificada con la diosa Maât.
Tot o Thot
Dios lunar, honrado especialmente en Hermópolis y en el Delta. Se le atribuía la invención de la escritura, y era el juez que pesaba las almas. Se le figuraba como un hombre con cabeza de ibis o como un cinocéfalo. Los griegos lo identificaron con Hermes Trimegisto.
Tueris o Thueris
Divinidad bienhechora, representada con cabeza de hipopótamo o de cocodrilo, patas de león y cuerpo de mujer gestante.