Los cruzados volvieron de Tierra Santa con muchas historias, algunas de ellas sobre una banda de fanáticos asesinos, palabra cuyo origen es assasin, como los llamaban los europeos. Pero los Cainitas ya sabían de una amenaza en Arabia similar, aunque mucho más peligrosa: los diabolistas del clan Assamita. Los vampiros occidentales ya se habían enfrentado a los Assamitas mucho antes que los Cruzados. Algunos creen que los conquistadores que marcharon sobre Oriente (Alejandro Magno, por ejemplo) eran peones de los vampiros europeos, que ya temían el poder de este clan. Rumores aparte, los Assamitas son temidos por una buena razón: buscan mejorarse a sí mismos mediante la práctica de la diablerie.
De acuerdo con las enseñanzas Assamitas, hay que reducir la generación para estar más cerca de Caín, y por lo tanto, del Cielo. Y el método más apropiado es la diablerie. El asesinato era simplemente una parte imprescindible del plan, y se convirtieron por necesidad en los maestros de este arte. Incluso llegaron a comenzar una práctica de aceptar contratos de asesinato, a cambio de sangre, de otros Cainitas. Aunque obligados por el honor a defender a sus compañeros de clan, los Assamitas no tenían ningún escrúpulo en asesinar a cualquier vampiro extranjero.
Recientemente, los Cruzados han provocado un nuevo estallido de actividad Assamita. Muchos miembros de este clan han visto a sus rebaños y familias mortales sufriendo a manos de los saqueadores occidentales, y tienen sed de venganza. Puesto que el Islam tiene sus raíces en las tierras de Oriente Medio, y las atrocidades de los Cruzados están cada vez más cerca, los Assamitas están más dispuestos que nunca a beber sangre europea, con contrato o sin él.
Remoquete: Sarracenos
Apariencia: No se sabe de ningún Assamita que no proceda de la cultura oriental: árabes, moros y demás. Por consiguiente, muchos presentan las características propias de los «sarracenos»: piel morena, rasgos aquilinos y pelo y ojos oscuros. Al contrario que otros cainitas, la muerte no les empalidece, sino que su piel se va haciendo más oscura con el paso de los años. Los Assamitas más viejos son casi de color negro ébano.
Refugio: Los antiguos del clan viven en Alamut, una fortaleza escondida en la cima de una montaña, en algún lugar de Asia Menor. Los neonatos que operan en Europa escogen siempre los lugares más apartados, inaccesibles y privados.
Trasfondo: El clan suele observar a los potenciales neonatos antes de permitirle a uno de sus miembros crear progenie. Aunque la necesidad exige a veces que un chiquillo sea Abrazado rápidamente, los Assamitas prefieren que los candidatos pasen un tiempo como aprendices. El ideal es que cada nuevo iniciado (o fida’i) pase un período de siete años antes de ser definitivamente aceptado, pero esto cambia según las necesidades del momento. Lo único que ningún sire Assamita deja de inculcar en su chiquillo es la lealtad al clan.
Disciplinas del Clan: Celeridad, Extinción, Ofuscación.
Debilidades: Todos los Assamitas deben dar a sus sires un veinte por ciento de la sangre que cobran, de acuerdo con la ley del clan. Además, las prácticas de los Assamitas implican que cualquier ritual o empleo de la Disciplina de Auspex que pudiese detectar a un diabolista señalará al Assamita, aunque éste nunca haya llegado a probar la sangre de otro vampiro.
Organización: La jerarquía del clan culmina en el Viejo de la Montaña, el líder de los Assamitas. Son increíblemente leales unos a otro, y el clan opera con sobrecogedora eficacia. Aparte de la insistencia del clan en la auto-confianza, quien ofende a un fida’i puede sentir la ira de un antiguo Assamita.
Cita: Guarda silencio y conserva la calma, oh mi enemigo. Es nada menos que el Destino lo que guía mi mano, y no es una deshonra caer ante un adversario superior.
Estereotipos
- Brujah: Si hubiesen continuado como eruditos sin tomar las armas, habríamos podido ser amigos.
- Capadocios: Su magia no debería existir. Ofenden a Alá con sus prácticas.
- Gangrel: No hay honor en convertirse en una bestia, no importa lo bien que mates.
- Lasombra: He visto su mano tras las Cruzadas. Tienen con nosotros una deuda de sangre.
- Malkavian: Sed caritativos con los locos, así está escrito. Pero recordad que sus mentes son débiles y están quebrantadas.
- Nosferatu: ¿No se dice que la deformidad es la marca de un alma impura? Destruir a uno de esos lastimosos horrores es hacerle un favor.
- Ravnos: Perros sin honor. Seguramente incluso su sangre está mancillada.
- Seguidores de Set: No temo a las serpientes, ni siquiera a las que caminan como hombres.
- Toreador: Han alcanzado una especie de primitiva iluminación, pero son definitivamente débiles.
- Tremere: Esos hechiceros son de nuestro mismo parecer. Son peones útiles… y peligrosos enemigos.
- Tzimisce: Retorcidos, egoístas y rastreros. Hasta los Gangrel se parecen más a los hombres que ellos.
- Ventrue: Saben de Alamut, y les gustaría sitiar el Nido del Águila. Para su vergüenza, no lo conseguirán nunca.
- Baali: No les tememos, ni tenemos nada contra ellos, pero los hijos del Shaitan no deben lograr nunca su objetivo.