Conocidos durante milenios entre los demás vampiros como «el clan de la muerte», los Capadocios son evitados incluso por sus congéneres a causa de sus macabros intereses. Capadocius mismo fue un sacerdote iconoclasta en vida, y continuó su búsqueda de los secretos de la vida, de la muerte y de lo que hay más allá tras su Transformación. Sus chiquillos la han seguido, y gracias a sus esfuerzos los Cainitas han aprendido mucho acerca de la naturaleza de su existencia. Además, el carácter del clan le ha ganado el respeto y el miedo de mucha gente.
En la sociedad vampírica, los Capadocios suelen actuar como consejeros de los príncipes. Se les respeta por su perspicacia y su sabiduría, y su falta de interés por el poder terrenal les hace muy dignos de confianza. Debido a esto, los Ventrue y los Capadocios han formado una alianza no oficial, en la que los primeros ofrecen un lugar seguro donde continuar sus investigaciones a cambio del consejo de los segundos. Su centro de poder es Turquía, donde tienen acceso a remotos lugares dedicados a la investigación, así como a centros de estudio.
El Clan ha abrazado recientemente a una pequeña cábala de nigromantes con el propósito de ampliar sus estudios. Estos nuevos vampiros están desarrollando una Disciplina propia, aunque aún está lejos de la perfección. Los Capadocios tienen la esperanza de que su conocimiento compartido ayudará a derribar las últimas barreras, revelando las verdades que han buscado durante milenios.
Remoquete: Ladrones de Tumbas
Apariencia: Muchos Capadocios pasan las noches enfrascados en el estudio de la muerte, por lo que no es sorprendente que tantos de ellos hayan adoptado la forma de vestir de los monjes y estudiosos. Las largas túnicas oscuras y sin adornos, de corte simple, son lo más típico aunque algunos llevan también máscaras talladas y pintadas de forma que parezcan calaveras o expresiones agónicas.
Refugios: Los miembros del clan de la muerte suelen escoger tumbas y osarios, o las catacumbas bajo los monasterios y catedrales, donde es improbable que llame la atención otra figura encapuchada. Tienden a rodearse de recordatorios de la mortalidad, muchas veces en forma de macabras obras de arte.
Trasfondo: Los Capadocios escogen a sus neonatos entre los estudiosos y los sacerdotes, aunque a veces también puede ser elegido para la Transformación un verdugo, un saqueador de tumbas, un ladrón, o un Cruzado. El amor al aprendizaje, y la curiosidad insaciable son de suprema importancia para el neonato que pretenda continuar con las investigaciones del clan.
Creación del personaje: Muchos Capadocios son personas cultivadas y con inclinaciones filosóficas, incluyendo a muchos ejemplos de los conceptos de Estudioso y Visionario. Los Atributos Mentales son siempre los primarios, y los Conocimientos suelen predominar sobre Talentos y Técnicas. Aunque lo primordial es su capacidad de contribuir a los conocimientos del clan sobre la muerte, esto no quiere decir que todos los Ladrones de tumbas sean unos alfeñiques. Muchos siguen el Camino del Cielo.
Disciplinas del Clan: Auspex, Fortaleza, Mortis.
Debilidades: Sin importar cuanta sangre haya bebido, la piel de un Capadocio permanece siempre pálida y fría como la de un cadáver exangüe. Debido a su mortal palidez, suma uno a la dificultad de cualquier tirada Social, puesto que es más fácil reconocer su condición de vampiros. Nota: Si estás empleando el sistema opcional de Méritos y Defectos, los Capadocios no pueden adquirir el Mérito Humor Sanguíneo.
Organización: Los Capadocios son extremadamente solitarios y se reúnen muy de vez en cuando para intercambiar conocimientos. Cada invierno, los miembros del clan que pueden hacerlo viajan hasta un monasterio abandonado en el que celebran secretos rituales del solsticio de invierno.
Cita: Al final todos volvemos al polvo… sí, incluso tú, hermano mío. Pero, ¿de verdad eres tan ingenuo como para creer que eso será el fin de la existencia?
Estereotipos
Assamitas: Asesinos que no aprecian el sagrado acto que repiten una y otra vez.
Brujah: Dicen luchar por aquello en lo que creen, pero raramente hay algo espiritual en sus cruzadas.
Gangrel: En sus intentos de reconciliar hombre y bestia, han dejado atrás sus entidades superiores.
Lasombra: Con toda su charla sobre la oscuridad, se olvidan de que no puede haber sombra sin la luz.
Malkavian: Ver los reinos del espíritu como hacen ellos requiere auténtica sabiduría y autoconocimiento. Mientras otros les desprecian como a locos y dementes, nosotros podemos ver la sabiduría en sus ojos.
Nosferatu: Siempre escondidos, siempre temiendo que la gente les vea tal y como son. ¿Qué precio se cobra sobre sus almas este engaño constante?
Ravnos: Mendigos y vagabundos que deshonran el nombre de vampyr con sus juegos infantiles.
Seguidores de Set: Corromper un alma es seguramente el mayor crimen imaginable. Aunque se creen los maestros de la podredumbre espiritual, apenas tienen idea de las consecuencias de sus actos.
Toreador: Sus intentos de comprender lo eterno a través del arte son admirables, pero mientras no aprendan a mirar más allá del mundo terrenal estarán condenados al fracaso.
Tremere: Advenedizos que ansían un poder sin esperanzas de entenderlo. Un mínimo conocimiento de las artes ocultas puede ser muy peligroso, como acabarán descubriendo, sin duda…
Tzimisce: Su dominio sobre la carne es impresionante; si tan sólo fuesen capaces de ver más allá…
Ventrue: Su reino es el temporal y efímero mundo del poder mortal. Magníficos aliados, casi han conseguido el dominio de aquello que pretenden.
Baali: Locos… si de verdad entendiesen el significado de la eternidad más allá de la muerte, no hablarían de ella con tanta ligereza.