Huelo el poder en el aire. Un rey ha muerto. Larga vida al rey. Permanezco en las sombras del trono, pero la mayoría desconoce mi nombre. Los años pasan como las mareas, las dinastías caen y yo sigo como valioso consejero. No verá los hilos atados a sus miembros hasta que sea demasiado tarde.
El rey ha muerto. ¡Larga vida al rey!
Los Ventrue remontan su linaje a la Segunda Generación. Como los más antiguos de Enoch, su sentido de la tradición los guía. El derecho divino les corresponde por nacimiento, pues su legitimidad ha sido documentada en letras rojo sangre a lo largo de la historia Cainita. Que los más aptos para gobernar lo hagan.
El liderazgo es su don y su carga. Les molestan las restricciones de los Lasombra, siempre hambrientos y ambiciosos. Todo el poder que puedan desear está a su alcance. Cuando llegue el momento, los príncipes mercantes y reyes guerreros dirigirán a sus hermanos para eliminar el yugo impuesto por los que han gobernado durante demasiado tiempo.
Los Ventrue siguen el ejemplo de la Antigua Roma, de los Julios y los Brutos, los aristocráticos conquistadores que se amparaban en un marco de disciplina, fortaleza y carisma para liderar. Pueden ser una potente combinación de poderosos oradores y bravos soldados, cortejando el favor como cualquier buen césar. De hecho, el término “dominar” surgió de dominus y domina, títulos de la aristocracia romana.
Pesada resulta la corona a la cabeza que la porta, pues los Ventrue se preocupan a menudo más que los otros Clanes por los mortales a su cargo. Los recuerdos gloriosos de sus días como mortales son un esbozo demasiado emotivo y estimulante como para no seguir su búsqueda del poder a lo largo de su no-vida.
Con sus poderosas Disciplinas de Dominación y Presencia a menudo son enviados para mantener la paz entre los Cainitas y ejercer su derecho divino para mantener el Silencio de la Sangre.
Durante la Larga Noche los Ventrue se retiraron de las posiciones de poder más visibles, prefiriendo gobernar sin ser vistos. Pero con la llegada de la Guerra de los Príncipes los Ventrue están preparados para alzarse. Todo lo que necesitan hacer es convencer a los demás.
Los Ventrue no son tan flexibles como sus oponentes y son víctima de las luchas internas, pero cuando se alían pueden alcanzar metas terriblemente ambiciosas.
Sobrenombre: Acaparadores de Poder, Ambitiones, Patricios (despectivo).
Apariencia: Los Ventrue no suelen llevar ropas ostentosas. La tela y el corte serán excepcionales, hechos a medida. Dependiendo del temperamento, podrá verse un caro brocado o simplemente un corte excepcional. Siempre visten de acuerdo a su posición, pero toman cuidado de no destacar por encima de aquéllos a quienes manipulan.
Refugio: Les disgusta estar en medio de la nada, a menos que se trate de una fortaleza con extensas tierras y recursos de los que depender. Debido a sus necesidades de alimentación suelen recurrir a lugares que les provean de amplios rebaños. Prosperan entre el populacho, pues ¿qué propósito tendría ser un líder sin nadie a quien liderar?
Trasfondos: El sentido de superioridad de los Ventrue es tal que puede resultar repelente. Tiene sentido que busquen a la aristocracia y a la crema de la sociedad para el Abrazo, aquéllos cuya educación, trasfondo y talentos llamen la atención de la élite Ventrue.
Nunca se reproducen por capricho, sino que seleccionan a los candidatos como el buen vino. Cuando Abrazan a un Chiquillo se centran en su entrenamiento y en su educación para perfeccionarlo a ojos de los Ventrue. Se aprecia la pureza de la sangre, pero también ven con buenos ojos la fortaleza que se obtendría con un prodigio de trasfondo más mestizo. Los Ventrue con abolengo menos rancio pueden escalar posiciones en sus filas, pero requiere verdadera dedicación, el apoyo de un Sire bien considerado, talento y suerte.
Creación de personajes: Los personajes Ventrue requieren un fino equilibrio entre los Atributos Sociales y Mentales, entre las gracias sociales y los conocimientos. Un Ventrue con Carisma bajo es como un pez sin agua, coleteando desesperado hasta morir. En cuanto a Trasfondos, Aliados y Criados son muy útiles, y no deberían olvidarse Recursos y Dominio para las propiedades. El Camino de los Reyes les resulta muy atractivo, pues cada Ventrue cree que su derecho de nacimiento es liderar.
Disciplinas de Clan: Dominación, Fortaleza, Presencia.
Debilidades: El gusto exclusivo tiene su coste, y los Ventrue se ven restringidos a un único tipo de mortal (mercaderes, franceses, católicos, niños pequeños). Esta elección limita considerablemente el rebaño del que pueden alimentarse. Pueden consumir sangre mortal que no pertenezca al grupo de su preferencia, aunque no satisfará a la Bestia ni les proporcionará sustento.
Organización: Creen firmemente en el sistema feudal. La estructura y la jerarquía les permiten comprender con claridad quién está por encima y quién por debajo de ellos. Un juramento, respaldado por la Sangre, es uno de los métodos más sencillos para fomentar la lealtad en los inferiores.
Estereotipos
- Brujah: Nos odian, pero nos necesitan. Templamos su ferocidad con la compresión de los requisitos para el gobierno. Si se da forma a su ambición, pueden ser peligrosos aunque poderosos aliados.
- Capadocios: Cáscaras marchitas ansiosas de muerte. Que se queden con sus cadáveres y sus criptas y nos dejen con nuestras conquistas.
- Gangrel: Bestias, simple y llanamente. Excelentes perros de presa, aunque mejor llevarlos con correas cortas.
- Lasombra: Aunque ahora estén en alza su tiempo llega a su fin. Sólo necesitamos aprovechar la oportunidad.
- Nosferatu: Repugnantes y a menudo apestosos. Si los usáis, tened cerca un pañuelo. Algunos son lo bastante listos como para resultar útiles, si podéis soportarlos.
- Toreador: Aunque puedan parecer impacientes por su obsesión con la belleza, los Toreador a menudo son nuestros iguales en los entornos sociales. Aduladlos con palabras hermosas, pero no olvidéis que son los menos fiables de nuestros hermanos.
- Tzimisce: Antiguos gobernantes inconscientes de que su tiempo ha pasado. Nos aliaremos con quien haga falta para borrarlos de la faz de la tierra.
- Tremere: Hablan con acertijos y apuntan a vastos depósitos de conocimientos ancestrales. Si debéis, usadlos y nada más. Que se pudran con su polvo y sus libros.