La vida es un regalo, pero la mayoría de los pobres bastardos nunca pasan del envoltorio.
La consciencia es tanto un campo de juegos como una trampa. La mente humana, infinita en posibilidades y aun así limitada por necesidad, es el asiento de todo lo real… al menos en lo que concierne a los seres humanos.
Y por ello, la Tradición Extática expande la realidad expandiendo la consciencia. Creen que si reorganizas tus percepciones también reorganizas tu potencial.
Para los miembros de este “culto”, la Magia fluye de la consciencia alterada. Una mente sin restricciones es una mente libre de limitaciones y por ello capaz de cualquier cosa. Aunque, dado que la consciencia depende de las limitaciones para funcionar, un mago debe ser capaz de entrar y salir de un estado abierto. Por ello, los Extáticos tienen ojos de loco y modales excéntricos que parecen cautivadores al tiempo que aterradores.
A pesar de su imagen de mimosos hippies, los Extáticos pueden ser los magos más aterradores que hay. Para empezar, son intensos e impredecibles. Como suele decirse, muchos no se llevan bien con los límites y tienden a decir y hacer cosas inadecuadas, como besar a enemigos y reírse ante el dolor. Son temerarios según los estándares normales y suelen realizar trucos a los que los no Despertados no podrían sobrevivir.
La pasión es un sacramento que satisfacen hasta extremos excitantes y a menudo incómodos. “Extremos” es, de hecho, una buena forma de considerar a estos magos. Son, por definición, ex: fuera, más allá, ya nunca más parte de lo que ha sido antes o será después.
A menudo vinculado con los años sesenta, quizás el punto álgido de la influencia de este grupo, el éxtasis está entre las Sendas más viejas de la Tierra. Según los conocimientos del Culto, los humanos primitivos comían hongos psicodélicos para abrir la confluencia entre espíritu, animal y Homo sapiens. Incluso hoy en día, los Extáticos se ven como umbrales vivos entre carne, espíritu e imaginación, vinculados a los tres y trascendiéndolos; en honor a sus ancestros, muchos emplean enteógenos (drogas que “abren al dios interior”) no como vicio, sino como herramientas de iluminación sagrada.
Desde sus orígenes, los magos Extáticos han vivido más allá de los límites de la respetabilidad, devotos de una Senda de la Mano Izquierda que abraza el sexo, las drogas, la música, la danza, el dolor, el placer, el riesgo e incluso la muerte en nombre de la locura divina. Estos magos, videntes y chamanes, libertinos y profetas, se mezclan con los Durmientes que no tienen miedo de ir más allá.
Y aun así, gracias a su dependencia de lo extremo, los Extáticos del Concilio tienen una fuerte moral. El Código de Ananda (los mandatos del Culto) prohíbe a estos magos imponer su Senda a compañeros no voluntarios. El Código declara que «las pasiones son el asiento del Yo y, si sangran, también lo hace el Alma».
Los Extáticos disfrutan de la compañía de la gente no Despertada más que de sus compañeros esotéricos. Desafiando a los Durmientes a sacudirse ese sueño, estos magos favorecen el arte, la música y las subculturas bohemias; ambientes en los que pueden recompensar el coraje e inspirar la creatividad. Durante un tiempo, especialmente durante su apogeo psicodélico, esta Tradición llevó su apodo de “culto” con orgullo. Aunque recientemente muchos Extáticos han comenzado a sentirse limitados por ese nombre frívolo. Los cultos tienen implicaciones ilusas y siniestras en el imaginario popular, así que el grupo ha empezado a preferir su viejo título, Sahajiya (sa-JA yi-YA, o “los Naturales”), según comienza el nuevo milenio.
Organización: Informal y nómada, la flexible estructura de esta Tradición refleja su concentración en la trascendencia individual. Tiene varias subsectas, pero pocos líderes como tal. Los Cultistas tienden a congregarse en festivales, raves, conciertos y otras reuniones tribales, mezclándose con “sonámbulos” que caminan en el límite entre la cultura de los Durmientes y el completo Despertar.
En su mayor parte, este grupo prefiere la influencia a la organización. Se alienta a cada Extático a seguir su propia Senda, siempre que ésta no viole la naturaleza sagrada de otra gente. El único elemento rígido en la Senda Sahajiya es el Código de Ananda y su énfasis en el respeto compasivo. Todo lo demás es negociable.
Iniciación: Cinco pasos al Éxtasis: 1. Renuncia a tu miedo; 2. Concentra tus intenciones; 3. Ábrete; 4. Armonízate; 5. Repite el paso 1. Para ayudar a un nuevo Extático a comenzar con el Paso 1, un mentor lo desafía a saltar más allá de sus miedos y después usar sus intenciones para volar en lugar de caer. El Diksham (la alianza mentor-estudiante) proporciona un lugar seguro para que el iniciado aprenda Magia y control. A menudo, los mentores y sus estudiantes se convierten en amantes, abriendo un canal de intimidad que va más allá del simple sexo. No es una regla, no obstante, y la compulsión es considerada el peor pecado que un Extático puede cometer.
Tras la iniciación y el entrenamiento inicial, un mentor suele alejarse de su estudiante, confiando en que encontrará su propio camino. Proporcionará consejo o ayudantes secundarios, pero rechazará convertirse en una muleta. Para crecer siguiendo esta Senda, un mago debe dar forma a sus propios triunfos y errores.
Esferas Afines: Tiempo; Vida o Mente.
Foco: “Sal de tu propio camino” resume el paradigma Extático. Para tocar el Lakashim (“Pulso Divino”), una persona debe reventar las puertas de la inhibición y el miedo. La Magia es la comunión entre una mente concentrada y el Lakashim: una danza de posibilidades dirigida por sabiduría demente. Para realizarla, un Extático guía la energía llamada Oyas (fuerza vital) con intención consciente pero flexible. Idealmente, un mago opera en un estado de flujo en el que ni el tiempo ni las inhibiciones bloquean la fuerza vital; consciente de lo que está haciendo y aun así abierto a hacer cualquier cosa.
Las infames sustancias y estimulaciones del Culto pretenden reventar las puertas mentales y volar por los aires los obstáculos hacia la Iluminación. Ésa es la teoría, al menos.
En realidad, esas herramientas pueden convertirse en obstáculos en sí mismos. Por eso, los Extáticos inteligentes siguen cambiando de herramientas y evitan el estancamiento y la dependencia de “la misma vieja mierda”. La sabiduría loca es el núcleo de muchas prácticas de este grupo, lo que incluye todo lo que va desde Magia callejera, yoga y artes marciales a hipertecnología cibernética. Y así sus paradigmas incluyen: la Creación Es Divina y Está Viva, Todo Es Caos, Todo Está Bien y, muy a menudo, Todo Es una Ilusión.
Estereotipos
- Tradiciones compañeras: Un puñado de estrictos académicos que suelen tener miedo de ir más allá de los límites obvios de sus disciplinas y abrazar todo lo que podría haber al otro lado de esas expectativas.
- La Tecnocracia: Abominaciones de la condición humana y fuente de casi todo lo que está mal hoy en día.
- Los Dispares: No les culpo por desear su libertad. Es una lástima que les costase casi todo lo demás…
Muchos Iniciados llegan al Culto debido a que tiene la reputación de ser una fiesta continua. Según la opinión popular, el Culto consiste en sexo, drogas y rock and roll, pero cuando los magos llegan al grupo se dan cuenta de que el desenfreno tiene una finalidad muy específica. Es verdad que el Culto del Éxtasis utiliza drogas, música e incluso sexo, pero exclusivamente orientados hacia un fin: alcanzar un estado mental que trascienda el mundo físico, un trance que permita al mago ver más allá de su experiencia normal y traspasar todos los límites del pensamiento que mantienen encerrada a la mayoría de la gente. Los Cultistas toman la palabra «éxtasis» en su sentido original: una intensa y repentina corriente de emoción que catapulta al sujeto a un estado de alteración. No tiene por qué ser una emoción agradable, pero si les dan a elegir, la mayoría de los Cultistas prefiere claramente que sí lo sea. El Culto del Éxtasis rompe barreras y auto limitaciones para ofrecer a las personas la ráfaga de una experiencia que les haga abrir los ojos.
TRASFONDO:
La búsqueda extática de la trascendencia (y el propio Culto del Éxtasis) tiene una larga historia, desde las danzas de las Bacantes y la danza giratoria de los Sufís hasta las búsquedas visionarias aborígenes. El dolor, las drogas, el hambre, la intensa estimulación sexual, la danza y la música son medios tradicionales para entrar en trance y el Culto no ha tenido la necesidad de cambiar ninguno de ellos. Los miembros del Culto siempre han sido visionarios y rebeldes, incluso más que el resto de los magos. Proféticos e intuitivos expandieron sus mentes a través de rituales agotadores y peligrosas sustancias en pos de una conciencia extrema.
Las primeras manifestaciones del Culto se propagaron a partir de los visionarios de misterios de Oriente Próximo y la India. Allí aprendieron el poder de los estados mentales alterados mediante la danza, la música y las drogas sencillas. Comunidades enteras adoptaron las fatigosas y vertiginosas prácticas de los videntes, mientras que en otras zonas, los pseudoermitaños proto-extáticos vivieron como hombres misteriosos que profirieron misteriosas manifestaciones y vivieron aparte de la multitud mundana. En ambos casos, los orígenes de la Tradición se encuentran en personas que derribaron sus propios límites de la percepción y renunciaron a la comodidad en busca de la sabiduría.
Hacia el Renacimiento, los Extáticos habían llegado a ser reconocidos por las otras Tradiciones, que les pusieron la etiqueta de «Videntes». Las prácticas extáticas, llenas de pasión frenética y demente, destacaron al culto entre el conservadurismo de la época, y su extraña destreza para la previsión le permitió estar donde debían estar en el lugar adecuado y el momento adecuado. Estos Videntes abarcaban toda la experiencia humana, comparando la pasión con la divinidad y renunciando a la sofocante moralidad de la Iglesia. Los Videntes no aceptarían ningún límite, ni impuesto por ellos mismos, ni por la sociedad, ni por ningún dios. Esta liberación fascinó y atemorizó a la vez a las Tradiciones más conservadoras que, alternativamente injuriaron y admiraron las prácticas y poderes de los Extáticos.
Aunque el Culto ha experimentado muchos cambios de nombre (desde «Sahajiya» y «Culto de Baco» hasta «Culto del Éxtasis»), su enfoque original permanece. Los Cultistas buscan sobrepasar las nociones de sus cómodos límites para volar hasta un conocimiento más allá del horizonte humano y elevarse hasta una trascendencia extática donde su conciencia abarque todo tiempo y espacio. Hoy en día los medios son diferentes, pero el resultado es el mismo. La danza, la música, el sexo, el ejercicio y las drogas: todo lo que pueda ser utilizado para alcanzar explosiones de emoción apasionadas y agotadoras es válido. El Culto florece en el momento eterno de la perfección de una danza elegante, en una vibrante sensibilidad del agotamiento total y en los pensamientos laterales de la mente abierta. El mensaje llega a través de la música, animando a la gente a dejar a un lado sus nociones banales a favor del éxtasis, la experimentación y las visiones dementes.
ORGANIZACIÓN:
La flexibilidad es la ventaja más importante de la Tradición. Como los Extáticos entienden que ningún límite es permanente, son capaces de ver que siempre hay nuevos caminos para alcanzar un fin y nuevas maneras de vivir. En conjunto, el Culto renuncia a una estructura a favor de la rebelión creativa, que suele ser caótica. Cualquier experiencia nueva es buena, porque aunque sea dolorosa, el mago habrá aprendido algo acerca de cómo no hacer las cosas. Lo más parecido a una estructura formal en el Culto es su Código de Ananda, los proverbios de la felicidad que instruyen en la alegría, la compasión, la emoción sagrada y el respeto hacia las pasiones de los demás. Este código resulta ser una especie de guía ética que anima a cada Cultista a aceptar las diferencias de los otros.
No es de extrañar que esta Tradición tenga una estructura débil. Los magos no tienen problemas en trabajar juntos, pero tampoco ven la necesidad de que haya una jerarquía o una organización estricta. Piensan que si algo tiene que pasar, pasará. Cuando algunos Cultistas necesitan reunirse para resolver un problema o llegar a un consenso lo hacen durante una reunión poco común. Las Capillas se parecen más a guaridas comunales, habitaciones de jam sessions o a casas de fraternidad que un lugar de trabajo mágico, y están a menudo ocupadas por algunos Cultistas y un puñado de Durmientes.
FACCIONES:
El Culto atrae a más magos que cualquier otra Tradición debido a su reputación de pandilla de hippies, pero absolutamente todos aquellos que pertenecen son Visionarios. No hay una lista de tipos de personas que se convierten en magos Extáticos, porque cualquiera puede darse cuenta de que no está viendo todo lo que hay que ver. El único rasgo común que comparten los Extáticos es el hecho de que se dan cuenta, incluso si no han despertado todavía, que las limitaciones pueden superarse.
Existen un par de pequeñas sectas en el interior del Culto, principalmente de extremistas o de miembros que creen en la utilidad de un poco de organización.
Los Aghoris son una pequeña facción centenaria cercana a Bengala, en la India, que practican la mutilación, el dolor y la destrucción como instrumentos para sobrepasar el cuerpo mortal. Afirman que mediante la destrucción del caparazón pueden fomentar el crecimiento del alma. Esta filosofía, bastante extrema, va en contra del Código Extático de Ananda y muchos de los otros miembros se mantienen alejados de estos peligrosos tipos.
En Europa y América algunos Cultistas continúan las prácticas decadentes de los últimos clubes del Fuego del Infierno, que se mueven en círculos secretos «de sociedades de caballeros», practican ritos iniciáticos de mutilación, juegos mentales peligrosos, placeres emocionalmente manipuladores y consumen drogas tóxicas y dañinas. Estos Acharne se mueven entre las subculturas de la moda siniestra, especialmente entre el movimiento gótico moderno que promueve su particular gozo de la maldición con una moralidad que se aleja de los Cultistas o los Huecos. También consideran el Código de Ananda débil. Practican la Esfera de la Mente en su búsqueda del dominio emocional.
Los Hagalaz son un grupo violento de Berserkers, magos de las runas y estafadores, vinculados a veces a otras sociedades de hechicería que comparten sus pasiones. Dedicados a sangrientas tallas de runas y peligrosas trampas, con reminiscencias de la deidad nórdica Loki, personifican la locura que corre a través del mito escandinavo. Consideran que el mundo moderno con sus religiones es débil e intentan echarlo abajo con una sociedad Valhallan más militante.
Asociados con lo feérico mercurial, la Hermandad de Pan se abandonan a ritos de sexo, bebida, poesía inspirada por las Musas y debate. Estos Cultistas mantienen vínculos con los descendientes modernos de lo feérico e inician a sus miembros a través de fiestas de sátiros.
Los Cultistas activos políticamente acaban en la Sociedad de la Disonancia, un pequeño grupo que enseña la responsabilidad personal y la ética como piedra angular de la sociedad anárquica. Los miembros de la Sociedad se permiten un amplio margen de actividades criminales (a veces casi terroristas) y abogan por la destrucción de las sofocantes cadenas de la sociedad. Los miembros de este grupo tienden a tener una vena intelectual y utilizan el debate y la discusión como medios en igual medida que la acción.
Los K´an Lu taoístas hacen contraste con la Hermandad Akáshica como una secta que practica la pasión extrema y el placer físico y que está en contra del ascetismo de los monjes. De todos modos, los iluminados K´an Lu ven la necesidad de un equilibrio entre la disciplina y el exceso, por lo que también practican las artes marciales, la meditación, el trance y la disciplina. El contraste entre orden y caos les permite escaparse de los límites de la experiencia para abrir las puertas de la percepción de manera controlada.
Los modernos Klub-Werks (o los «Chicos del Club» o simplemente «Los del Club» dependiendo de a quien se pregunte) son Cultistas que se entregan a la conciencia colectiva de los clubes nocturnos y los conciertos. Entre la apretada multitud que comparte un único latido, estos contempladores alcanzan la pulsión primaria de la muchedumbre. Según ellos el latido del corazón de muchas personas llega más lejos que la mente de una sola; las acciones que se amparan en el calor del baile frenético reflejan el impulso humano básico, sin trabas de la razón o de una moral remilgada. Estos bailarines se entregan a los ambientes de todos los clubes, creando magia en las oleadas de humanidad que atestan estos lugares.
FILOSOFÍA:
La filosofía extática mantiene que todas las limitaciones son autoimpuestas. Los humanos construyen confortables domicilios en el mundo físico y en el mental, pero para sobrepasar los propios límites uno debe ir más allá de las barreras de la comodidad y la tranquilidad. Aunque la sensatez y la seguridad queden atrás, tendremos por delante la verdadera experiencia. El conocimiento proviene de las nuevas experiencias, no de repeticiones de los tópicos de siempre. Cada uno debe esforzarse por descubrir y sacar fuera sus modos originales de conocer el mundo. El estado extático consiste precisamente en tener una mente abierta a nuevas experiencias, liberadas de la cárcel de nuestras autolimitaciones. Una vez que los límites humanos se han superado, las personas van más allá del horizonte de la penetración humana para alcanzar una verdadera consciencia cósmica. El sexo y las drogas (el Kamamarga, o los senderos del éxtasis) tan sólo abren la puerta, el individuo es el que tiene que traspasarla para ver qué hay detrás, e incluso desprenderse de su apoyo para seguir más adelante, hacia el corazón de Lakashim, el pulso que mueve el mundo.
FALLOS:
Toda la comprensión del Culto viene con un serio problema técnico, por desgracia, que consiste en que los medios extáticos generalmente acaban funcionando como muletas. Si el mago no presta atención a lo que está haciendo realmente (buscar respuestas que están más allá de su vida y de su mente) corre el riesgo de depender de sus focos de magia incluso para vivir. Esta dependencia no es sólo psicológica: muchos Cultistas se hacen adictos a las drogas o llegan a estar tan absorbidos por los focos que han escogido, que no hay nada más en sus vidas. Los magos del Culto también caen víctimas de su propio caos. Como se rebelan tanto y tratan de ir en tantas direcciones a la vez, nunca consiguen nada. El caos y la rebelión deben ser dirigidos de alguna manera, porque sino, la energía simplemente se arremolinará alrededor en una especie de tornado que no hace bien a nadie.
TEORÍAS Y PRÁCTICAS:
Cada Extático tiene sus métodos favoritos. Algunos funcionan mejor para determinadas personas que otros, aunque la mayoría se inclina por una combinación de músicas y drogas. Muchos magos extáticos opinan que la música es el medio más poderoso de cambiar la percepción, y además, de entrar en contacto con las energías primarias y espirituales internas y externas.
Aunque el Culto anima a usar medios para alcanzar estados de alteración, ningún Cultista impondrá jamás las drogas, el sexo o cualquier otra experiencia a nadie, ya que el objeto de estas prácticas es incrementar la comprensión y la empatía, no acabar con ellas. Ningún mago que haya sentido el sufrimiento de la Tierra o el de los niños de la calle podría hacer daño a un inocente. Los Cultistas no son camellos ni chulos. Por otra parte, si alguien acude a un Extático buscando un nuevo modo de ver la vida, el mago estará más que contento de ayudarle a abrir sus sentidos de la manera que prefiera. Una vez que el Cultista está lo suficientemente iluminado, puede alcanzar el estado trascendente sin ayuda externa. Empezará a comprender que lo único que es realmente necesario para ir más allá de las ataduras de la costumbre es la propia mente. Pocos Extáticos abandonan verdaderamente sus focos, pero aquellos que lo consiguen llegan a ser sabios: conocen lo que el futuro podría traer y comprenden la totalidad del universo mucho mejor que magos de otras Tradiciones. El truco es apartar al mago de la idea de que las drogas, la música o cualquier otro medio constituye la experiencia.
El corazón del enfoque que el culto da a la magia reside en la creencia de que los sentidos pueden extenderse hasta abarcarlo todo. Cuando el mago ha experimentado y comprendido una cosa o una situación, puede modificarla y tomarla para adaptarla a su voluntad. Las percepciones de otras personas también pueden ser alteradas (por supuesto que esta posibilidad siempre había estado ahí, ¿no te habías dado cuenta antes, verdad?). Cambiar el modo en que una persona ve la vida o algún asunto en particular es una de las mejores aproximaciones del Culto a la magia. La percepción, después de todo, constituye la realidad.
Justo en el momento en que los Extáticos sobrepasan los límites del pensamiento y la comprensión mundanos, se saltan las ataduras del tiempo. Comprenden que el tiempo es una idea construida por los humanos, igual que la ética o el lenguaje. El tiempo permanece en el área particular de la Tradición referente a la habilidad. Los Cultistas parecen tener un control y una innata comprensión de cómo ellos y los demás perciben el paso de los segundos o incluso los años. Como resultado de su contemplación constante de los cinco minutos pasados y de los tres días siguientes, han desarrollado un aspecto aturdido por el que la gente les toma por pasados, aunque el Extático probablemente esté mirando a la persona con la que estará comiendo al día siguiente.
Esfera especial: Tiempo.
Focos habituales: Música, Baile, Drogas, Meditación, Ayuno, Sexo, Ejercicio.
Conceptos: Calavera, Deportista Extremo, Bailarín Exótico, Músico, Chico Natural, Trascendentalista, Yogi.
Estereotipos:
-Adeptos Virtuales: Amplias posibilidades… El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
-Coro Celestial: Colgados del «poder de la abnegación».
-Cuentasueños: Un aire agonizante centrado sólo en el pasado. Pero, tío, tienen una mierda realmente buena…
-Eutánatos: Somos la otra cara de la moneda (o rueda).
-Hermandad Akáshica: Se ponen límites innecesariamente. Hay mucho que aprender yendo más allá de la moderación.
-Orden de Hermes: No puedes asignar números a la pasión. Cuando redescubran el gozo de la creación crecerán de nuevo. Y pronto.
-Hijos del Éter: Hacen más ciencia, mejor y más rápidamente. ¡Sólo tienen que salir del laboratorio más a menudo!
-Verbena: No hay necesidad de hundirse con el sexo y el dolor cuando pueden elevarnos.
-Seres Huecos: Una Celebración Negra. Pero el morbo tiene sus límites.
«Ya has sentido esto. Cuando estas tocando, o bailando o lo que sea, y llegas justo donde querias llegar y dejes que las cosas sucedan.
¿Y no es eso lo mejor que has hecho? A eso se dirije nuestro tren.»
buenas aquien puedo conctatar de un verdader cultista, quien desee contactarme quiero encontrarme con los mios estoy solo, como debe ser pero seria grato encontrarme con alguien de mi caminar, un beso desde mi soledad
un llamado aquien quiera contactarme bye que la luz que habita en mi habite en ustedes dando amor recibo al que desee ver este mensaje please
milton_7579@hotmail.com
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Saludos.