El Libro de NOD – Cronica de Cain

Segunda entrega de este excelente Libro para complementar tus aventuras.

nod

Una parábola del Génesis: Reconocer La Alegria en La Cronica de Caín

Debido a la distancia literaria entre las traducciones actuales del texto (incluida la del Dr. Laurent) del Libro de Nod, el motivo original por el cual se escribió se escribió se ha perdido. Es mi teoría, basada en mis propias investigaciones, que las historias de Caín y Abel, la maldición de Caín, y su ulterior encuentro con Lilith son parábolas creadas para contar el cuento de los primeros Vástagos de un modo en que hasta el más simple de nosotros pueda entenderlos. Gracias a mi propia erudición, y consultando el trabajo realizado por los principales estudiosos de Caín del mundo (incluyendo algunos escritos recuperados por un Mano Negra adorador de Caín), he creado una historia que creo nos remite a la parábola original de Caín.

En el momento en que la humanidad pasó de ser una sociedad de cazadores/recolectores a desarrollar las granjas de animales y la agricultura, hubo dos tribus, las cuales llevaban el nombre de sus jefes. Eran llamados la gente de Caín y la gente de Abel. La gente de Abel eran pastores y granjeros, y eran menos desarrollados que la gente de Caín. Adoraban al gran Dios Sol, quien era un guerrero que vivía en el cielo. La gente de Caín eran agricultores, y eran más civilizados que la gente de Abel. Debido a que era muy importante establecer con precisión las fechas de las cosechas, la gente de Caín adoraba a la Diosa Luna, la Madre Oscura que era a la vez la fertilidad de la Tierra y el misterio de la Luna.

Sin embargo, no todos eran felices. El jefe Abel atacó a la gente de Caín, diciéndoles que eran inferiores y estaban malditos porque no cazaban como hacía su guerrero Dios Sol. La gente de Caín no sabía mucho sobre la lucha, pero Caín les explicó cómo usar los útiles puntiagudos que utilizaban para arar el suelo para matar. Cuando la gente de Abel regresó para atormentarlos de nuevo, la gente de Caín devolvió el ataque. Todos los hombres, mujeres y niños de la gente de Abel murieron.

El Dios Sol de la gente de Abel entonces los maldijo como pueblo, e hizo descender sobre ellos una maldición de sangre sobre todos ellos, haciéndolos vagar sin un hogar en los yermos. Quemó sus pueblos y llenó de sal sus campos, y les dijo a todos que dieran la espalda a la gente de Caín.

La gente de Caín no era capaz de recobrarse. Vagaron en la maldición durante muchas semanas, hasta que no tuvieron comida con que alimentarse y muchos problemas. Entonces la sacerdotisa de la Madre Oscura, que vivía más allá de la Luna, vino. La sacerdotisa ofreció a la gente de Caín un respiro, socorro, y consuelo. Ella les enseñó magia, cómo cazar y a beber sangre.

El Dios Sol se apareció a Caín en sueños, y le dijo que él y su gente volvieran y se subyugaran a la gente de Seth. Caín Rechazó la oferta. Entonces el Dios Sol le dijo que toda la gente de su tribu sería maldita para siempre, y así fue. Pero la Madre Oscura dijo que siempre habría una manera de superar la maldición: si la gente de Caín se presentaba ante Ella y le rendía tributo, mediante su misterio los libraría de la maldición del Dios Sol.

En esta parábola, la gente de Caín (y también Caín) representa nuestra necesidad de civilización, la Humanidad que constantemente buscamos. La gente de Abel (y también Abel) representa nuestra naturaleza animal, nuestra parte salvaje, la Bestia que yace dentro de nosotros. La Madre Oscura representa el misterio que guía nuestra existencia: la magia de nuestra sangre, el poder de las Disciplinas. Debemos buscar el misterio de la Madre Oscura mientras convivimos con el legado dejado por el Dios Sol – la maldición. Ergo, «Una Bestia soy, por miedo de convertirme en una». La Golconda es entendida como una meta final, quizás armonizando todas estas cosas y mostrando la trascendencia de la Bestia Interior.

Los Primeros Tiempos

Sueño los primeros tiempos
De la más larga memoria.
Canto los primeros tiempos
De todos más viejo Padre.

5 Canto los primeros tiempos
Y el claro amanecer
De toda la Oscuridad.
En Nod, donde la luz
Del Paraíso alumbra

10 El azabache nocturno
Y gotas de nuestros padres
Mojan y ablandan el suelo.
De nos, todos y cada uno,
Decidimos poder como

15 Quisiéramos vivir y
Coger nuestros alimentos
De las entrañas de la tierra.
Yo, primogénito Caín,
Con útiles puntiagudos,

20 Planté semillas oscuras,
Las regué dentro de la tierra,
Las cuidé, las vi crecer.
Él, segundogénito Abel,
Cuidó de los animales,

25 Ayudó en sus sangrientos
Partos, los alimentó,
Y también los vio crecer.
Yo lo amaba, a mi hermano.
Él, él era el más brillante,

30 El más dulce, el más fuerte.
Él era la prima parte
De toda mía alegría.
Entonces, en un día
De abril, nuestro Padre dijo:

35 «Caín, Abel, un regalo
A Aquél en lo Alto debéis
Hacer, un sacrificio –
Un don de la prima parte
De todo cuanto tenéis».

40 Yo, primogénito Caín,
Recolecté tiernos brotes,
Y los frutos más brillantes,
Y la yerba más fresca.
Y él, segundogénito Abel,

45 Sacrificó el más joven,
El más fuerte, el más tierno
De todos sus animales.
Sobre el altar de nuestro Padre
Posamos los sacrificios

50 Y prendimos fuego so ellos,
Y el humo se los llevó
Hacia Aquél en lo Alto.
El sacrificio de Abel,
Segundogénito, olió

55 Dulce a Aquél en lo Alto,
Y Abel fue bendecido.
Yo, primogénito Caín,
Fui golpeado desde lo lejos
Por una severa palabra

60 Y una maldición, pues indigno
Resultó mi sacrificio.
Miré el sacrificio de Abel,
Todavía humeante,
La carne, la sangre.

65 Lloré, me tapé los ojos,
Oré de día y de noche.
Y cuando nuestro Padre dijo:
«El tiempo del sacrificio
Ha llegado ya de nuevo».

70 Y Abel condujo su más joven,
Su más tierno, más amado
Hacia el fuego sacrificial.
Yo no llevé mi más joven,
Mi más tierno, pues sabía

75 Que Aquél en lo Alto
De ningún modo los querría.
Y mi hermano, querido Abel,
Me dijo: «Caín, no has traído
Un sacrificio, un regalo

80 De la prima parte de
Tu alegría, para quemarlo
En la ara de Aquél en lo Alto».
Yo lloré lágrimas de amor
Cuando, con mis útiles

85 Puntiagudos, sacrifiqué
Aquello que era la parte
Primera de mi alegría,
Mi hermano.
Y la Sangre de Abel

90 Cubrió el altar, y olía
Dulce mientras ardía.
Pero mi Padre dijo:
«Maldito estás, Caín,
Quien mataste a tu hermano.

95 Como yo fui expulsado,
Así lo serás tú».
Y Él me exilió
A vagar en la oscuridad,
La tierra de Nod.

100 Me precipité en la Oscuridad.
No vi ninguna luz
Y estaba asustado.
Y solo.

La llegada de Lilith

Estaba solo en la oscuridad
Y mi hambre creció.
Estaba solo en la oscuridad
Y mi frío creció.

5 Estaba solo en la oscuridad
Y lloré.
Vino entonces a mí,
Una voz suave, dulce,
Palabras de socorro,

10 Palabras de consuelo.
Una mujer, oscura
Y hermosa, con sus ojos
Cortando la oscuridad,
Vino entonces a mí.

15 «Conozco tu historia,
Caín de Nod», me dijo,
Sonriendo.
«Estás hambriento ¡Ven!
Tengo comida.

20 Tienes frío ¡Ven!
Tengo ropas.
Estás triste ¡Ven!
Tengo consuelo».
«¿Quién podría consolar

25 Alguien tan maldito como yo?
¿Quién me vestiría?
¿Quién me alimentaría?»
Soy la primera esposa
De tu padre, quien discutió

30 Con Aquél en lo Alto
Y obtuvo la Libertad
En la Oscuridad.
Yo soy Lilith.
Una vez, tuve frío,

35 Y no hubo calor para mí.
Una vez, tuve hambre,
Y no hubo comida para mí.
Una vez, estuve triste,
Y no hubo consuelo para mí».

40 Con ella me llevó,
Me alimentó y me vistió.
Y en sus brazos,
Encontré consuelo.
Lloré hasta que la sangre

45 Goteaba desde mis ojos.
Y ella con sus besos
Las llevó lejos.

La Magia de Lilith

Moré en la Casa de Lilith
Por un tiempo. Y pregunté:
«Desde la Oscuridad,
¿Cómo construiste

5 este lugar,
Cómo pudiste tejer
Estas ropas,
Cómo pudiste cultivar
Esta comida?»

10 Y Lilith sonrió y dijo:
«No como tú, estoy Despierta.
Veo las Hebras que se tejen
A tu alrededor.
Creo lo que necesito

15 Mediante el Poder»
«Despiértame entonces, Lilith»
Dije. «Necesito tener
Este poder. Entonces,
Podré tejer mis ropas,

20 Cultivar mi comida,
Construir mi propia Casa».
La preocupación tiñó
El rostro de Lilith. Y dijo:
«Ignoro lo que el Despertar

25 Hará para ti, pues tú
Estás realmente Maldito
Por tu Padre.
Podrías morir, podrías
Cambiar para siempre».

30 Y Caín díjole a esto:
«Incluso entonces,
Una vida sin Poder
No sería realmente vida.
Moriría sin tus dones.

35 No viviré como tu Esclavo».
Lilith me amaba,
Y yo lo sabía;
Haría lo que le pedí,
Aunque no lo deseara.

40 Y fue entonces cuando Lilith,
La de ojos brillantes,
Me Despertó.
Se cortó con un cuchillo,
Y sangró para mí.

45 Bebí del cuenco. Era dulce.
Entonces caí al Abismo.
Caí para siempre,
Cayendo en la más profunda
Oscuridad.

La Tentación de Caín

Y desde la Oscuridad
Vino una luz brillante –
Fuego en medio la noche.
Y el arcángel Miguel

5 Se reveló ante mí.
Yo no tenía miedo.
Pregunté qué deseaba.
Miguel, General del Cielo,
Custodio de la llama sagrada,

10 Me habló con estas palabras:
«Hijo de Adán. Hijo de Eva,
Tu crimen es grande,
Pero también es grande
La compasión de mi Padre.

15 ¿No te arrepentirás
Del mal que has hecho,
Y dejar que Su compasión
Te limpie y purifique?»
Y yo respondí a Miguel:

20 «No por la gracia de [Aquél en lo Alto],
Sino por la mía propia
Viviré, con mi soberbia».
Miguel así me maldijo:
«Entonces, mientras camines

25 Por esta tierra,
Tu y tus hijos temeréis
Mi llama viviente,
Que morderá profundo
Y saborear vuestra carne».

30 Y por la mañana,
Vino Rafael, con alas
Cargadas de inocencia,
Luz sobre el horizonte,
El conductor del Sol,

35 El guarda del Este.
Rafael habló, diciendo:
«Caín, hijo de Adán,
Hijo de Eva,
Tu hermano Abel.

40 Te perdona tus pecados.
¿No te arrepentirás
Y aceptarás la redención
Del Todopoderoso?»
Yo respondí a Rafael:

45 «No por el perdón de Abel,
Sino por el mío propio
Seré perdonado».
Rafael así me maldijo:
«Entonces, mientras tus pasos

50 Pisen esta tierra,
Tu y tus hijos
Temeréis el amanecer,
Y los rayos del sol
Os buscarán

55 Para quemaros como el fuego
Dondequiera que os escondáis.
Escóndete ahora del Sol,
Pues se laza para alcanzarte
Con toda su furia».

60 Pero yo encontré
Un lugar secreto,
Profundo en la tierra,
Y me escondí de la luz
Del Sol.

65 Dentro de la tierra
Dormí hasta que la Luz del Mundo
Se escondió tras la montaña
De la Noche.
Cuando me alcé

70 De mi sueño diurno,
Escuché el sonido
De gentiles alas veloces.
Vi las negras alas de Ariel
Cubriéndome alrededor –

75 Ariel, segador,
Angel de la Muerte,
Oscuro Ariel,
Quien mora en las tinieblas.
Ariel rápidamente dijo:

80 «Hijo de Adán, Hijo de Eva,
Dios Todopoderoso
Perdona tus pecados.
¿Aceptarás la redención
Y me dejarás llevarte

85 Hacia tu recompensa,
Nunca más maldito?»
Y dije yo entonces
A Ariel, el de negras alas:
«No por la redención

90 Del Todopoderoso,
Sino por la mía propia,
Viviré.
Soy lo que soy,
Hice lo que hice,

95 Y esto nunca cambiará».
Y entonces, mediante Ariel,
Pavoroso Ariel,
Dios Todopoderoso
Me maldijo, diciéndome:

100 «Entonces, mientras camines
Por esta tierra,
Tu y tus hijos
Abrazaréis las Tinieblas,
Beberéis sólo sangre,

105 Comeréis sólo cenizas,
Seréis como fuisteis
En el momento de morir,
Nunca muriendo,
Continuando viviendo.

110 Caminaréis para siempre
En las Tinieblas,
Todo cuanto toquéis
Se desmoronará,
Hasta el último día».

115 Lancé un grito
Cargado de angustia
Por esta terrible maldición,
Y lloré sobre mí.

120 Derramé sangre.
Puse las lagrimas
Dentro de un recipiente,
Y las bebí.
Cuando alcé la vista

125 De mi cuenco de pesar
El arcángel Gabriel,
Gentil Gabriel,
Señor de la Redención,
Se apareció ante mí.

130 Díjome el arcángel Gabriel:
«Hijo de Adán, Hijo de Eva,
Observa:
La redención del Padre
Es mayor de lo que jamás

135 Podrías imaginar,
Pues, incluso ahora,
Hay una senda abierta,
El camino de la Redención,
Y llamarás a este camino [Golconda].

140 Habla a tus hijos de él,
Pues por él volverán
A residir en la Luz».
Y después de esto,
La oscuridad

145 Se alzó cual un velo,
Y la única luz era
Los ojos de Lilith.
Mirando a mi alrededor
Supe que había Despertado.

150 Cuando mis energías
Por primera vez surgieron
A través de mí,
Descubrí cómo poder
Como el rayo moverme [Celeridad],

155 Cómo coger prestada
La fuerza de la tierra [Potencia],
Cómo ser cual piedra [Fortaleza].
Éstas fueron como respirar
Fue una vez para mí.

160 Lilith entonces me mostró
Cómo se ocultaba
De los cazadores [Ofuscación],
Cómo exigía obediencia [Dominación],
Cómo pedía respeto [Presencia].

165 Entonces, Despertándome
Aún más rápido, encontré
Cómo alterar las formas [Protean],
Cómo dominar animales [Animalismo],
Cómo hacer que los ojos

170 Miren más allá de la vista [Auspex].
Entonces Lilith me ordenó
Que me detuviera,
Pues había sobrepasado
Todos mis límites,

175 Había ido demasiado lejos,
Había amenazado
Mi propia esencia.
Utilizó sus poderes
Y me ordenó parar.

180 Debido a su poder,
Yo la obedecí,
Pero profundo en mí,
Dentro fue plantada
Una semilla de rebelión.

185 Y cuando me dio la espalda,
Abrí mi ser de nuevo,
Lo abrí a la Noche,
Y vi en las estrellas
Infinitas posibilidades,

190 Y conocí un camino,
Un camino de poder y Sangre
Para que yo lo siguiera,
Así pues abrí en mí
Esta Senda Definitiva,

195 Desde donde otros caminos
Procederían.
Con este nuevo poder,
Rompí las cadenas
Que puso en mí

200 La Señora de Noche.
Dejé la reina Condenada
Ese mismo atardecer,
Ocultándome en sombras,
Huí a las tierras de Nod

205 Y llegué a un lugar
Donde no pudieran encontrarme
Ni siquiera sus demonios.

El Cuento de Zillah

Dejadme contaros
El cuento de Zillah,
Primera amante de Caín,
Primera esposa de Caín,

5 La más dulce sangre,
La más suave piel,
Los más claros ojos.
Sola entre sus nuevos hijos,
A Ella amó Caín.

10 Y Ella desconocía su amor,
Girándole la espalda.
Ni regalos, ni sacrificios,
Ni perfumes, ni plomas,
Ni bellos bailarines,

15 Ni cantantes, ni bueyes,
Ni esculturas, ni bellas ropas,
Nada transformaría
Su pétreo corazón
En dulces frutos.

20 Y Caín tiró de su barba,
Y lloró sobre su cabello,
Y erró por la naturaleza,
De noche, pensando en ella.
Quemándose por ella.

25 Y una noche se encontró
A la Bruja, cantándole
A la luna.
Caín dijo a la Bruja:
«¿Por qué cantas así?»

30 Y la Bruja contestó:
«Porque suspiro por aquello
Que no puedo tener…»
Dijo Caín a la Bruja:
«También yo suspiro.

35 ¿Qué puede uno hacer?»
La Bruja sonrió y dijo:
«Bebe mi sangre esta noche,
Caín, padre de Vástagos,
Y vuelve mañana,

40 De noche.
Entonces, te mostraré
El saber de la Luna».
Caín entonces bebió
Del desnudo cuello,

45 Y se fue.
Bajo la siguiente noche,
Caín encontró a la Bruja
Durmiendo sobre una roca.
«Despiértate, Bruja»,

50 Díjole Caín, «He vuelto».
La Bruja abrió un ojo
Y dijo: «Estoy soñando
Con tu solución.
Bebe de mi otra vez,

55 Y vuelve mañana, de noche.
Trae un cuenco de cerámica.
Trae un cuchillo afilado.
Tendré entonces tu solución».
Otra vez más Caín bebió

60 La sangre de la Bruja,
Quien, inmediatamente,
Cayó en profundo sopor.
Cuando Caín volvió,
A la siguiente noche,

65 La Bruja lo miró,
Y sonrió. «Felicidades,
Señor de la Bestia»,
Dijo entonces la Bruja,
«Tengo el saber que buscas.

70 Toma algo de mi sangre,
En el cuenco que traes,
Mézclalo con estas bayas,
Y con estas yerbas,
Y bébete el elixir.

75 Serás irresistible.
Serás potente.
Serás dominante.
Serás ardiente.
Serás candente.

80 El corazón de Zillah
Se fundirá,
Como la nieve en primavera».
Y Caín bebió el elixir,
Pues estaba enamorado,

85 De Zillah, la de claros ojos,
Y tanto deseaba su amor.
Y la Bruja se rió,
Se rió alto y claro.
¡Ella lo había engañado!

90 ¡Ella lo había atrapado!
Caín estaba furioso,
Más allá de todo límite,
Quería desgajar a la Bruja,
Recurrió a sus poderes

95 Para obtener toda su fuerza.
La Bruja se rió otra vez,
Y dijo: «No lo hagas».
Y Caín no pudo hacer nada
Que fuera en su contra.

100 La Bruja se rió otra vez,
Y dijo: «Ámame».
Y Caín no pudo hacer nada
Excepto contemplar
Sus ancianos ojos

105 Y desear su curtida piel.
La Bruja se rió y dijo:
«Hazme inmortal».
Y Caín la Abrazó,
Y ella rió de nuevo,

110 Rió con en puro éxtasis
Del Abrazo,
Pues no le dolió.
«Te he hecho poderoso,
Caín de Enoch, Caín de Nod,

115 Pero siempre estarás atado
A mí.
Te he hecho señor de todos,
¡Pero jamás me olvidarás!
Tu sangre, potente como es,

120 Ahora atará a quien la beba,
Al igual que tú hiciste,
Una vez cada noche,
Durante tres noches.
Serás el señor,

125 Serán tus esclavos,
Como tú eres el mío.
Y aunque Zillah te amará,
Como tú deseaste,
Tu me amarás, para siempre.

130 Ve ahora, y reclama
Tu amada concubina.
Yo te esperaré
En los lugares más oscuros,
Mientras preparo más pócimas

135 Para tu salud».
Y así, muy deprimido,
Caín volvió a Enoch,
Y cada noche,
Durante tres noches,

140 Zillah bebió de su Sire,
Aunque no lo supo.
Y, la tercera noche,
Caín anunció
Que se casaría con Zillah,

145 Su mas dulce Chiquilla,
Y ella aceptó.

El Cuento de la Bruja

Durante un año y un día
Caín trabajó al servicio
De una Bruja,
Quien con la sabiduría

5 De la sangre, lo ató
Más fuerte que a un prisionero.
Lo visitaría de noche,
Forzaría a entregarle su sangre
Para sus secretos elixires

10 Y potentes fórmulas.
Tomaría a los hijos
De sus hijos, y jamás
Volverían a ser vistos.
Pero Caín era sabio.

15 No volvió a beber su sangre.
Y ella no se lo pidió,
Creyendo que él sería
Para siempre su Esclavo.
Una noche, en el bosque,

20 Caín fue a ver a la Bruja,
Le habló de terribles sueños
Que tenía mientras dormía.
«Temo por mi vida, Bruja,
Temo la profecía de Ariel,

25 Y el ansia de mis hijos
Por beber mi sangre.
Enséñame oculto saber
Que me haga poderoso
Entre los míos».

30 Y la Bruja fue a un ciprés
Y arrancó una rama.
Cogió un cuchillo
Y le sacó punta.
«Toma esta madera viviente,

35 Afilada, fuerte,
Y atraviesa el corazón
De tus hijos rebeldes.
Lo dejará inmóvil,
Y so tu voluntad.

40 En lugar de beber
La sangre de tu corazón,
Sentirá todo el peso
De tu justicia».
Caín dijo: «Gracias, Madre».

45 Y, moviéndose veloz,
Tomó la estaca de ciprés,
La alzó y profunda clavó
En el corazón de la Bruja.
Pues Caín, sabio Caín,

50 De ella no se alimentó
Durante un año y un día;
Y forzó su Voluntad
Mediante sus manos,
Rompió el Vínculo

55 Que ella puso en él,
Y cambió su fortuna.

El Cuento de la Primera Ciudad

En el inicio de todo
Sólo existía Caín;
Caín, quien [sacrificó] a su hermano
Desbordado por el amor.

5 Caín, quien fue exiliado;
Caín, quien fue maldito
Con la inmortalidad;
Caín, quien fue maldito
Con el ansia por la sangre.

10 Es de Caín de quien venimos,
El Sire de nuestro Sire.
Durante toda una era
Vivió en [la tierra de Nod],
En soledad y sufrimiento

15 Durante un eón estuvo solo,
Pero la memoria cambiante
Ahogó su tristeza.
Y así regresó
Al mundo de los mortales,

20 Al mundo que su hermano
[Seth, trigénito de Eva,]
Y [los hijos de Seth]
Habían creado.
Retornó y fue bienvenido,

25 [Pues nadie podía lastimarle
Debido a la Marca
Que le fue impuesta].
La gente vio su poder,
Y lo adoraron.

30 [Creció en poder,
Y su poder era fuerte,
Sus métodos para hacerse
Respetar y obedecer
Eran grandes].

35 [Y los Hijos de Seth
Lo nombraron] Rey
De su gran Ciudad,
La Primera Ciudad.
Pero Caín estaba solo

40 En su Poder.
En su interior germinó
La semilla de la soledad,
Y creció una oscura flor.
Vio dentro de su sangre

45 Potencia de fertilidad.
Invocando demonios
Y escuchando con atención
La sabiduría susurrada,
Aprendió a crear

50 A sus propios hijos.
Llegó a conocer su poder,
Y, al conocerlo,
Decidió Abrazar
Alguien próximo a él.

55 Y Ariel, temible Ariel,
Se mostró a Caín
Esa misma noche,
Y le dijo:
«Caín, aunque poderoso

60 Y marcado por Dios,
Sabe esto:
Que todo Chiquillo tuyo
Portará tu maldición,
Que cualquiera de tu Progenie

65 Caminará para siempre
Por la Tierra de Nod,
Temerá llama y sol,
Beberá sólo sangre
Comerá sólo cenizas.

70 Y desde cuando lleven consigo
La celosa semilla
Que su padre puso en ellos,
Conspirarán y lucharán
Entre ellos unos con otros.

75 No condenes aquellos
De entre los nietos de Adán
Que anden en la rectitud.
¡Caín!
¡Contén tu terrible Abrazo!»

80 Sin embargo, Caín supo
Qué debía hacer; y un joven,
Llamado Enosh, el más querido
De la estirpe de Seth, pidió
Ser Hijo del Padre oscuro.

85 Y aunque Caín era consciente
De las palabras de Ariel,
Tomó a Enosh; lo arropó
En el oscuro Abrazo.
Y así fue como sucedió

90 Que Caín engendró a Enoch,
Y haciéndolo llamó Enoch
A la Primera Ciudad.
Y ocurrió que Enoch
Pidió un hermano, una hermana,

95 Y Caín, Padre indulgente,
Se los dio a Enoch, y sus nombres
Fueron Zillah, cuya sangre
Era la escogida de Caín,
E Irad, cuya fuerza

100 Sirvió el brazo de Caín.
Y estos Vástagos de Caín
Aprendieron cómo crear
Su propia Progenie,
Y Abrazaron, sin pensarlo,

105 A más de la gente de Seth.
Y entonces el sabio Caín
Dijo a sus descendientes:
«Un final para este crimen.
No deberá haber más».

110 Y, como su palabra
Era la ley,
Su Progenie obedeció.
La ciudad perduró eras,
Y se convirtió en el centro

115 De un poderoso Imperio.
Caín se relacionó
Con aquellos distintos a él.
Los [hijos de Seth]
Lo conocían,

120 Y él, a su vez,
Conocíalos a ellos.
Pero el mundo se oscureció.
Los hijos de Caín
Vagaban acá y acullá,

125 Saciando su perversidad.
Y Caín ardió de cólera
Cuando sus hijos lucharon.
Descubrió mentiras
Cada vez que se insultaban.

130 Conoció la tristeza
Cuando los vio abusar
[De los hijos de Seth].
Caín leyó las señales
En el cielo crepuscular,

135 Pero a nadie dijo nada.
Entonces llegó el Diluvio,
Una gran inundación
Que purificó el mundo.
La Ciudad pereció,

140 Con ella los hijos de Seth.
Otra vez, Caín cayó
En gran melancolía,
Y huyó a la soledad.
Nos abandonó, a nosotros,

145 A su progenie,
A nuestro propio destino.
Pudimos encontrarlo,
Después de mucho buscar,
Enterrado en la tierra,

150 Pero nos ordenó
Que nos fuéramos, diciendo
Que el Diluvio fue un castigo,
Por haber regresado
Al mundo de los vivos

155 Y por haber quebrantado
La verdadera ley.
Nos pidió que nos fuéramos
Para así poder dormir.
Y así volvimos solos

160 Para emprender la búsqueda
De los hijos de Noé.
Y a ellos anunciamos
Que éramos los nuevos señores.
Cada uno creó Progenie

165 Para poder ensalzar
La gloria de Caín,
Per no poseíamos
Ni su sabiduría
Ni su autocontrol.

170 Se alzó una gran guerra,
Los Antiguos enfrentados
Contra su Progenie,
Tal como dijo Ariel,
Y la Progenie asesinó

175 A sus padres.
Se alzaron empuñando
Fuego y madera,
Espadas y garras
Para destruir aquellos

180 Que los habían creado.
Los rebeldes edificaron
Una ciudad nueva.
Lejos del caído Imperio,
Reunieron los Trece clanes,

185 Dispersados por la Gran Guerra,
Y los llevaron todos juntos.
Llevaron al Clan Monárquico [Ventrue],
Al Clan de la Bestia [Gangrel],
Al Clan de la Luna [Malkavian],

190 Al Clan de los Ocultos [Nosferatu],
Al Clan Vagabundo [Ravnos],
Al Clan de la Rosa [Toreador],
Al Clan de la Noche [Lasombra].
Al Clan de los Escultores [Tzimisce],

195 Al Clan de la Serpiente [Setitas],
Al Clan de la Muerte [Giovanni],
Al Clan de los Sanadores [Salubri],
Al Clan de los Cazadores [Assamitas],
Y al Clan Erudito [Brujah].

200 Construyeron una ciudad
De renombrada belleza,
Y la gente los adoraba,
Como si fueran dioses.
Crearon su propia Progenie,

205 La Cuarta Generación.
Pero temían la Jyhad,
La Profecía de Ariel,
Y a estos nuevos Chiquillos
Les era prohibido engendrar

210 A otros de su raza.
Este poder se guardaron
Los Antiguos para sí.
Cuando un Chiquillo era creado,
Se lo cazaba hasta matarlo,

215 Y a su sire con él.
Aunque Caín estaba lejos,
Podíamos percibir
Cómo nos vigilaba,
Y sabíamos que era él

220 Quien marcó las pautas
De nuestros movimientos
Y de nuestros destinos.
Él maldijo a [Malkav]
Cuando difamó su imagen,

225 Y lo condenó a la locura,
Para siempre jamás.
Cuando [Nosferatu] dio
Rienda suelta a sus placeres
Con sus propios Chiquillos,

230 Caín posó su mano
Sobre [Nosferatu],
Y le dijo que siempre
Vestiría su maldad,
Y quebró su imagen.

235 Nos maldijo a todos,
Por haber matado
La prima parte de sus Hijos,
La Segunda Generación,
Pues los habíamos cazado,

240 Uno a uno, Zillah la Bella,
Irad el Fuerte y Enoch
El Primer Señor.
Los lloramos a todos,
Pues éramos todos iguales,

245 Todos descendientes
De los hijos de Caín.
Aunque esta ciudad
Era tan grandiosa
Como aquella de Caín,

250 Esta también envejeció.
Como hace todo ser vivo,
Lentamente empezó a morir.
Los dioses, al principio,
No vieron la verdad,

255 Y cuando se dieron cuenta
Ya era muy tarde.
Pues, como dijo Ariel,
De la semilla del Mal
Floreció una rosa

260 De color rojo sangre,
Y [Troile], El Chiquillo
Del Chiquillo de su Chiquillo
Se alzó, y asesinó
A su Padre, Brujah.

265 Y comió de su carne.
La guerra sacudió
Los cimientos de la ciudad,
Y nada volvería a ser
Lo que había sido.

270 Los Trece vieron su ciudad
Destruida; y, su poder,
Extinto.
Tuvieron que huir,
Su Progenie junto a ellos.

275 Pero muchos murieron,
Pues habían crecido débiles.
Sin su autoridad,
Todos pudieron crear
Su propia Progenie,

280 Y, muy pronto,
Hubo muchos Vástagos
Que regían la Tierra.
Pero no podía durar.
Pasó el tiempo,

285 Y hubo demasiados Vástagos,
Y la guerra estalló
Como antes estallara,
Los Antiguos, ocultos,
Habían aprendido

290 Lo que era la cautela,
Pero sus Chiquillos
Habían fundado
Ciudades y Progenies,
Y fueron ahora ellos

295 Los que murieron en batalla.
Fue tan grande la guerra
Que no sobrevivió
Ninguno de esa Generación.
Olas de carne mortal

300 Cruzaron continentes
Para aplastar y quemar
Ciudades de Vástagos.
Los mortales creyeron
Que luchaban sus guerras.

305 Pero fue por nosotros
Que derramaron su sangre.
Cuando acabo la guerra,
Todos los Vástagos
Se escondieron de los otros,

310 Y de los humanos
Que vivían alrededor.
Escondidos permanecemos hoy,
Pues la Jyhad aún continúa.
Y nadie predecirá

315 Cuándo se alzará Caín
De su sueño en la tierra,
Y reclamará
La ciudad de Gehenna,
La Última Ciudad,

320 La Ciudad del Juicio.
La Jyhad aún continúa.

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Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

7 comentarios:

  1. que todos lean est libro es una chimba

  2. 😀

  3. muy bueno gracias!

  4. Buen Libro..

  5. wow esto es una maravilla,es mi favorito no me canso de leerlo,me maravillo de solo leer una linea,es grandioso ver otro punto de vista a cerca de cain,es un libro estupendo!!!

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