En las noches actuales de fronteras cada vez más tenues, ideas que viajan a la velocidad del pensamiento y tiranías que adoptan multitud de disfraces, la capacidad de la humanidad para la violencia aumenta. El mundo no necesita todas las ingeniosas nuevas maneras de causar terribles daños a otras personas, ni necesita a la gente que está dispuesta a pagar su buen dinero por esas tecnologías militares.
Como sucede con el papel de los Vástagos en la crueldad del hombre para con el hombre, no hay muchos vampiros que se preocupen demasiado por las armas de fuego y otros dispositivos. Las Disciplinas y la fuerza y la resistencia inherentes de los Cainitas proporcionan una eficiencia y una movilidad que los avances en tecnología de armamento y defensa todavía no han superado. Las armas de fuego (y, por tanto, la mayor parte de las armas actuales) no tienen mucho efecto sobre los cuerpos de los Vástagos.
Esto no significa que los Condenados no tengan interés en tecnologías de combate, sólo que su implicación en esta área es diferente a la de los mortales. Para los vampiros, la mayor parte de estas tecnologías se pueden clasificar en tres apartados: fuentes de ingresos, recursos para la guerra de guerrillas o tecnologías avanzadas que pueden tener un efecto imprevisto sobre los no-muertos.
Ganar Dinero
No es un secreto que a los mortales les encanta hacerse agujeros y cortarse en pedazos mutuamente. Así, no pocos Vástagos han conseguido hacer dinero, Contactos y Aliados gracias a diversos conflictos por todo el mundo.
De fuerzas rebeldes antigubernamentales a empresas privadas de seguridad y coleccionistas, el mercado del armamento es inmenso, tanto el legal como el ilegal. Los Vástagos, dada su inclinación al secretismo y la facilidad con la que se mantienen ocultos ellos y sus bienes, están muy bien capacitados para transacciones como la venta de armamento prohibido. El tráfico de armas puede ser un componente de los Recursos de Vástagos de todos los Clanes y credos. A pequeña o gran escala, de un gamberro Gangrel que le vende a un matón callejero desesperado una única pistola sin marcas a un Toreador bien conectado que ha hecho una gran inversión en el escandaloso comercio de armas internacional de esta década, los vampiros venden armas a cualquiera que quiera comprarlas. Es preciso señalar que pocas de las armas que ofrecen los proveedores Cainitas pueden hacer gran cosa para detener a un vampiro enfadado. Así, los Vástagos pueden desestabilizar el mundo, convirtiendo varios feos rincones del mismo en violentos infiernos donde pueden alimentarse y merodear con relativa impunidad, pero sin darle a los mortales ninguna ventaja significativa sobre los no-muertos. Un importante traficante de armas Nosferatu dice: «Deja que se destrocen unos a otros hasta que las calles se vuelvan rojas, y cobraré dos veces: en dinero y en Vitae». Para estos Vástagos una de las prioridades a la hora de hacer negocios es el acceso al armamento más nuevo y mortal con la mayor cadencia de disparo y la mejor perforación de blindaje.
Hay que señalar que en la mayor parte de las Tradiciones de la Estirpe y de las leyes de los dominios no hay prohibición alguna contra el comercio de armas. Las únicas leyes implicadas son las mortales, de modo que entre los no-muertos el solo hecho de poseer un “arma de destrucción masiva” no es punible excepto en los dominios más estrictos.
Tropas sobre el terreno
Para los Vástagos cuyo tráfico ilegal coincide con los intereses mortales (como jefes rebeldes Brujah cuyos Aliados podrían ser insurgentes armados, Tremere y señores Tzimisce del Viejo Mundo que mantienen ejércitos privados en sus haciendas, jefes de banda Gangrel que controlan los centros de las ciudades e incluso dementes Autarcas Malkavian que tienen conexiones con compañías privadas de mercenarios) el acceso a armas eficientes equivale al éxito en su violento modelo de negocio. En el Mundo de Tinieblas, “acabar con la competencia” se dice más a menudo en sentido literal que figurado. Para esos Vástagos, a menudo una gran cantidad de armas de baja calidad puede superar a las de alta tecnología. Apunta a un rival con suficientes Kalashnikov, anticuados pero baratos, y se retirará a la misma velocidad que si se hubiese tratado de un nuevo modelo con mejor calidad y alcance. Algunos Vástagos se ven a sí mismos como encarnaciones modernas de Drácula, con sus leales ejércitos de boyardos Ghouls deseosos de luchar y morir por el favor de su señor.
Mejores trampas para ratones
Los menos frecuentes pero más notables Vástagos involucrados en la tecnología armamentística son aquéllos cuyas fortunas están relacionadas con la innovación en ese campo. Las armas de
fuego tradicionales pueden no suponer una gran amenaza para un blanco vampírico, pero si un tirador puede hacer volar el suficiente plomo, la lluvia de balas puede destrozar incluso al Vástago más robusto. Las armas que no se centran en proyectiles balísticos no sólo pueden causar estragos entre los vampiros, sino que éstos pueden ser los financiadores o sujetos de pruebas de su desarrollo. Por supuesto, hay pocos vampiros activamente implicados en el progreso de estas tecnologías, pero, ¿quién sabe cuánto dinero Ventrue o Lasombra va a parar a laboratorios de investigación o cuántos Cabezapalas o Caitiff pueden encontrarse delante del cañón de un dispositivo desconocido, sólo para que los resultados aben en un informe de “daños orgánicos anómalos en críptidos”?
Los agentes biológicos, por ejemplo, no dañan directamente a los Vástagos, pero uno de ellos puede extender sus efectos al alimentarse descuidadamente o al quedar expuesto a sangre contaminada de manera similar al caso de las enfermedades.
Las armas no balísticas como dispositivos acústicos de largo alcance, tasers, armas de energía, proyectiles de pulso energético y otros dispositivos al borde de la ciencia ficción, infligen su efecto completo sobre los Vástagos. Incluso el armamento poco sofisticado como los lanzallamas y los temidos cartuchos “aliento de dragón” puede acabar con un vampiro descuidado. Huelga decir que es extremadamente difícil hacerse con este tipo de armas, especialmente para los individuos que no tengan conexiones en el ejército, en los cuerpos policiales o en las empresas que las compran o fabrican. Por supuesto, para los vampiros se aplica que, hecha la ley, hecha la trampa, y ese armamento a veces acaba en manos de los Vástagos, para desgracia de la sociedad de la Estirpe local (y, a veces, de cualquiera que se encuentre cerca del individuo).
Destrucción masiva
La Estirpe medra donde el conflicto domina la sociedad mortal. Todos los Vástagos excepto los más ancianos son vulnerables al poder destructivo en bruto de los explosivos usados a gran escala y otras armas estratégicas. De explosivos convencionales y bombas sucias a armas en desarrollo como la bomba de hafnio experimental, un Vástago es tan frágil como un mortal en todos los casos salvo que concurran circunstancias muy especiales.
Eso no significa que los Vástagos no tengan interés en la financiación o en los usos militares de tales armas. Algunos de los miembros del Sabbat más radicales estarían encantados de ver el mundo sumergido en un caos global, lo mejor a la hora de imponer su voluntad sobre los borregos mortales, y no tendrían ningún inconveniente en precipitar ese estado con armas de destrucción masiva.
Mezquinos Vástagos dictadores y revolucionarios, especialmente en dominios apartados o desgarrados por la guerra, podrían recurrir al empleo de artefactos de este jaez para mantener aterrorizados a los mortales e incluso a los Cainitas del territorio. Y, por supuesto, la munición mueve mucho dinero, tanto por encima como por debajo de la mesa, como ya se ha comentado antes, y Vástagos como los Brujah renegados que huyen del terrorífico reinado de Baba Yaga en Rusia con cantidades desconocidas de uranio de contrabando de repente son muy populares entre terroristas, anarquistas y gobiernos ambiciosos (tanto de la Estirpe como de la Grey) a los que les gustaría disponer de ese poder destructivo.
Para los Cainitas que realmente se han deshecho de su Humanidad hay ciertas combinaciones de capacidades vampíricas y tecnología destructiva. Se sabe de guerrilleros Tremere en dominios asolados por la guerra que han introducido artefactos explosivos en sus homúnculos o incluso construido golems-bomba completamente autónomos. Terroristas Tzimisce han fijado armas y bombas a la carne de sus sirvientes Ghouls. Y no hay duda de que un Ghoul o incluso un esclavo mortal de cualquier Clan, Condicionado o adecuadamente Vinculado y cargado con diez kilos de explosivo plástico, realizará el sacrificio definitivo por su amada ama.
Por supuesto, en la mayor parte de las crónicas de Vampiro, estas armas de destrucción masiva funcionan mejor como elementos de la trama que como parte del inventario de un personaje.
Asesinos a sueldo
El Clan Assamita ha utilizado durante mucho tiempo una fórmula de éxito que depende más de sus singulares habilidades y su particular Disciplina que de herramientas y complementos. Incluso en las noches actuales, un Assamita con un kukri antiguo es una visión más terrorífica que cualquier soldado de una fuerza de seguridad privada con un fusil ametrallador de última generación.
El Assamita ha demostrado ser el más capaz de los Clanes Independientes a la hora de subvertir y soslayar las tecnologías existentes, especialmente las defensivas. Ni siquiera el sistema de seguridad más caro puede negar los efectos de Extinción si el Asesino tiene la oportunidad de usarla. ¿Y qué probabilidad tiene una compañía de seguridad privada de defender un refugio si sus agentes ni siquiera pueden oír la llegada de los Assamitas? Entre los Visires y los Hechiceros del Clan, la tecnología no es un sustituto de los recursos probados durante siglos para contener investigaciones místicas. Estos secretos celosamente guardados están mucho más seguros, según los amr, en libros físicos que un individuo pueda proteger antes que en formatos digitales fáciles de copiar y con los que traficar.