El Arte de la Estrategia. El ejército mongol funcionaba con una precisión y efectividad admirables. Se organizaba en decenas, formadas por diez hombres que actuaban juntos en el combate, el saqueo o la obtención de suministros.
Cada diez decenas había un jefe, cada cien un kan y cada mil formaban una horda que dirigía un lugarteniente del Gran Khan. Al contrario que todos los ejércitos de la historia, los mongoles no llevaban intendencia en sus campañas, sino que vivían de lo que encontraban en sus marchas. En el desierto sobrevivían bebiendo sangre de caballo. Tenían un hábil servicio de espionaje y utilizaban técnicas que aprendían de sus adversarios, como los elefantes persas o las máquinas pesadas de los chinos. Todos los hombres iban a caballo, y en campañas lejanas cada uno llevaba dos o tres caballos de repuesto. En el saqueo todos eran iguales y tenían derecho a retener cuanto pudieran coger pagando un diezmo al emperador.
El territorio original de los mongoles se sitúa al norte de la Muralla China, lindando con las montañas Altai y Tien Shan, el río Shilka y el lago Baikal. Es un fértil territorio de praderas y bosques en el norte, el desierto de Gobi en el centro y amplios pastos en el sur. Pastores y cazadores nómadas, los mongoles mantenían también algunas relaciones comerciales con sus vecinos chinos, pero su principal ocupación era la cría de ovejas, caballos y camellos.En 1167 nació Temujin, hijo de Yesugei, que era jefe de una extensa zona entre el río Amur y la Muralla China. Yesugei fue envenenado y su hijo le sucedió con sólo trece años. A la madre de Temujin se le atribuye una enseñanza que sería de gran importancia en su vida: «tu única compañía es tu sombra».
Desde entonces, y durante veinte años, luchó para hacer valer su autoridad frente a los impostores que habían usurpado el puesto de su padre. Después de someter, por primera vez, a todas las tribus de los mongoles fue elegido como Genghis Khan, que significa «el mayor de los gobernantes, emperador de todos los hombres». La base de la actuación de Genghis Khan está en la creencia de que sólo puede haber un emperador para todos los hombres, y por lo tanto todos los pueblos deben ser sometidos a su autoridad y los pretendientes al imperio ser ajusticiados. El emperador es elegido por el consejo de jefes de las hordas. La organización social de los mongoles era igualitaria, una hermandad sin diferencia de clases y en la que estaba prohibido luchar entre sí o tener esclavos de su misma raza. El adulterio y robar caballos se pagaba con la vida, y otros delitos menores con penas de azotes.
En 1208, las hordas mongolas atravesaron la muralla china con trescientos mil hombres y durante años fueron conquistando y saqueando grandes partes del país. Genghis Khan tuvo también que sofocar varias revueltas en territorio mongol, lo que supuso la conquista de la mayor parte de Asia Central y buena parte de Europa. Utilizando ingenieros chinos completaron la conquista de Persia y superando el Caspio por el sur, los ejércitos mongoles accedieron al Cáucaso y a la estepa rusa. La amenaza mongola unió a polovsianos y rusos, antiguos enemigos que les hicieron frente con todos sus medios en el río Kalka en 1223. La traición de los polovsianos durante la batalla significó el aniquilamiento del ejército ruso y la conquista de todos sus territorios hasta el río Dnieper.
La única limitación es que nadie podía empezar el saqueo sin permiso de su jefe, bajo pena de muerte. Genghis Khan conquistó el mayor imperio que ha habido nunca sobre la tierra, unificando toda Asia en un periodo de relativa paz. A su muerte en 1227, su hijo recibió en herencia un imperio que se extendía desde el río Dnieper hasta el sur de China y desde el Golfo Pérsico hasta el Océano Ártico. El proceso de sucesión de Genghis Khan tras su muerte permitió a los rusos diez años de paz hasta que las hordas regresaron bajo el mando de Batu Khan, nieto de Genghis. Las tropas de Batu Khan formaban la llamada «Horda de Oro», ejército invencible que en tres años conquistó casi todos los principados rusos, Polonia y Hungría. Preparando ya una imparable conquista de Europa occidental, de nuevo la muerte en 1241 del Gran Khan Ogaday impuso una pausa en la campaña, y mientras esperaba para hacerse con el poder mongol, Batu Khan fue supuestamente envenenado por una mujer celosa en Sari, su capital en el Volga. Desde entonces, y salvo alguna campaña aislada, Europa no volvió a sufrir la amenaza de la conquista mongola. Bajo el nombre chino de dinastía Yuan, los mongoles gobernaron China mientras intentaban continuar la conquista del resto del país, bajo el mando de la dinastía Sung. Los emperadores mongoles, como Agdai o Kubalai eran siempre destacados guerreros, y aunque con grandes dificultades éste último logró tras medio siglo de lucha la conquista de toda China.
Kubalai, el Khan que conoció Marco Polo, no sólo era un hábil guerrero sino también un apasionado por el conocimiento, el arte y la cultura. Inteligente y amable, su reinado fue magnánimo y se rodeó de consejeros de muchas nacionalidades. Murió en 1294 con setenta y ocho años de edad, pero todos sus sucesores demostraron ser corruptos e injustos hasta que en 1368 el noveno de ellos fue destronado por sus excesos y los chinos recuperaron el gobierno para la dinastía Ming. En general los principales problemas del imperio mongol fueron los mismos que suelen presentarse en las conquistas realizadas por pueblos nómadas. Una vez que dominan una tierra y se establecen en ella como conquistadores, salen de su elemento, pierden su personalidad y hasta son vulnerables a resultar culturizados por los pueblos conquistados.
Las diferentes regiones del imperio mongol intentaron imponer sus estructuras burocráticas y hasta sus religiones sobre las otras regiones. El budismo, el lamanismo y el Islam lograron adeptos entre los mongoles según se asentaran en China o en la parte más occidental del imperio. La importancia de los mongoles decreció hasta desaparecer durante los siglos XIV principios del XV. Una serie de derrotas frente a los rusos y sus negativas a continuar pagando impuestos, terminaron con la dominación mongola, por más que su importancia fue temporalmente renovada por las campañas de Tamerlán. La población actual de mongoles se estima en un millón de personas, diseminadas por la mayor parte del sureste asiático y el Asia oriental, en especial China, Japón, Vietnam, Corea, Siberia y por supuesto Mongolia. Gran parte de ellos todavía son nómadas, aunque practican la agricultura. El ganado, en particular ovejas, caballos, camellos y cabras, son propiedad privada, pero la tierra es propiedad colectiva de la tribu.
LOS MONGOLES Y SUS CONQUISTAS.
El califato abbasida de Bagdad, había durado unos quinientos años sin cambios dinásticos. Los califas se creían o se proclamaban sucesores del profeta. Pero a mitad del siglo XI se verificó un gran cambio por la intervención de los sultanes Turcos selyucidas, que ejercían una autoridad casi absoluta como visires. Eran mahometanos mas sinceros que los califas, quienes conservaban el titulo, aunque sin deseos de hacer valer su titulo de jefes del Islam.
Los turcos no eran de raza árabe ni semita, sino de origen turanio. El mas antiguo antepasado de ellos era un caudillo llamado Togrul y su abuelo Selyuc, fue el que dio nombre a toda su gente. Los turcos selyúcidas habían llegado del Asia Central y estaban acampados en los alrededores de Samarakanda, donde se hicieron Mahometanos. Desde allí extendieron sus conquistas por Armenia, Persia, y hasta parte de la India.
Mientras tanto, el califa de Bagdad estaba sometido por la despótica disciplina de una familia árabe pura, pero autoritaria, y no pudiendo tolerar mas se dirigió al jefe de los selyúcidas y le pidió su protección. Torgul, llegó a Bagdad con ochenta mil turcos, expulsó a los despóticos, y envío enseguida un mensaje al califa en que le ofrecía su sumisión a él y al Corán. Su hija casó con el califa y Togrul tomó el título de sultán. A su muerte recogió la herencia y el cargo su sobrino Alp Arslán y posteriormente su hijo Malik Shah que fue el mas grande sultán selyúcida, admirablemente secundado por la eficiencia de su ministro Nizam al – Mulk.
La violenta muerte de Alp – Arslán y Nizam al – Mulk dejó al califato como decapitado, pero por fortuna un capitán Kurdo de Mossul restableció la autoridad del sultanato. Se llamaba Zengui, y el y su hijo conquistaron de nuevo Siria y Mesopotamia, estableciendo la capital en Damasco. Pero mas importante fue el que envió de Salh ed – Din, que conocemos por Saladino, a poner orden en Egipto, entonces caído en el mayor exceso religioso y político, con los últimos descendientes de Ali y Fátima. Tales fueron los servicios que presto Saladino en Egipto, que en Siria le nombraron Gran visir. Pero Saladino se proclamo sultán, y al morir el de Damasco se apoderó de estos estados.
Pero la obra de los selyúcidas iba a verse interrumpida por un movimiento de pueblos que se estaba fraguando en el interior de Asia. Ya hemos visto a Asia verter varias veces sobre Europa, sus multitudes inmensas, primero con los hunos, que hicieron emigrar a los pueblos Germánicos hacia Occidente; después con los Finlandeses, magiares y turcos, que son todavía asiáticos y conservan en Europa jirones de las tierras que conquistaron sus abuelos. De ninguno de estos pueblos orientales, sin embargo, tenemos tanta información como del que representan las conquistas de Genghis – Khan, y lo que sorprende en las campañas de éste es que contrariamente a la leyenda de incapacidad para las cosas prácticas, general a toda Asia, los mongoles de Genghis – Khan se movieron con un orden y una disciplina que no se encuentran en la Europa de su tiempo y probablemente ni en la de hoy. A la muerte de su padre, Genghis – Khan, era un niño de trece años, tuvo que imponer su autoridad luchando contra sus propios súbditos, que seguían a un impostor. Desde el año 1167, en que murió su padre, hasta 1190 , en que por fin todos los Mongoles reconocieron su autoridad, pasó Genghis Khan mas de veinte años combatiendo.
LOS MONGOLES USARON ELEFANTES EN SUS EJÉRCITOS
Sus ideas políticas eran de una enorme simplicidad: no debía haber mas que un solo emperador para todos los hombres. Por tanto, todos los pretendientes al Imperio debían sufrir pena de muerte. Los emperadores serían elegidos por los jefes de las hordas, reunidos en un consejo. Ningún jefe podía hacer las paces con un monarca o pueblo que no se hubiera sometido con anterioridad al gran Kan. La organización civil de los mongoles no pasó de ser una fraternidad en la que todos tenían los mismos derechos. Por eso les estaba prohibido luchar unos con otros, y un mongol, tampoco podía ser esclavo de otro mongol. Los robos de caballos y el adulterio, eran castigados con la pena de muerte; para otras ofensas menos graves la pena eran azotes. No había necesidad de pagar tributos, las conquistas proveerían siempre de recursos para fabricar flechas y preparar nuevas campañas. Al empezar la movilización los mongoles recibían armas de sus jefes y debían conservarlas en buen estado, para que pudiesen estos inspeccionarlas antes de entrar en acción. El ejército estaba organizado en unidades de diez combatientes o decenas. Los diez debían actuar siempre juntos para pelear, saquear, y procurarse forrajes. Cada diez decenas iban mandadas por un jefe, con un kan por cada diez centenas, y las hordas que eran los grupos de diez mil, estaban dirigidas por los lugartenientes del gran kan. Todo el ejército iba a caballo; para campañas en lugares distantes cada combatiente llevaba dos o tres corceles de repuesto. El procurarse un número suficiente de caballos y armas debía ser la preocupación mas grave del gran kan. Y a menudo esto exigía años antes de empezar el movimiento.
Las hordas no llevaban bagajes de ninguna clase; vivían sobre el país, comiendo de lo que encontraban, y en sus largas marchas por el desierto se sostenían con sangre de caballo. El saqueo estaba legalizado por la ley, que prohibía bajo pena de muerte empezarlo sin permiso del jefe; pero después, cada mongol tenía los mismos derechos y podía guardar su botín personal, pagando no mas que un diezmo al emperador.
CHINA
La primera conquista de Genghis – Khan, fue la China, en 1208 cruzaron la gran muralla con unos trescientos mil jinetes, y para 1213 comenzó la conquista de la China central. Las ciudades fueron cayendo en manos de él o de sus hijos, a la conquista de cada una seguía el saqueo, pero entonces se originaron sublevaciones en los territorios mongoles y Genghis – Khan se vio obligado a regresar para combatirlos, el ataque a los rebeldes condujo finalmente a la conquista de toda el Asia central y mas allá pues las hordas mongolas no se detuvieron hasta Bulgaria. Otra consecuencia fue que Asia central quedaría casi despoblada a causa de las matanzas.
En 1223 la frontera del imperio mongol lidiaba con china y Genghis – Khan dispuso una nueva invasión pero murió en 1227. Su hijo le sucedió en la gobernación de un imperio que se extendía desde el sur de China hasta el Dnieper. Su tercer hijo Agdai gobernó sólo por dos años, pero fue con él que empezó a reinar en China la dinastía Yuan. El nombre Yuan no es mongol sino chino lo cual constituía una manipulación muy astuta para adular a los chinos. El mas famoso emperador de la dinastía Yuan, fue Kubalai proclamado emperador en 1259 a los 43 años de edad. Como todos los mongoles ya se había destacado desde niño en el campo de batalla.
Kubalai tuvo bastantes dificultades para completar la conquista de China donde todavía gobernaban un emperador Sung desde la ciudad de Hangchou. A los 19 años Kubalai había sido nombrado jefe supremo del norte de China y desde allí empezó en 1235, la lucha por la conquista del sur. En 1246 fundó una nueva capital en el norte que se llamaba Peiping, la actual Pekín, donde mandó construir una nueva ciudad que se terminó en 1267 y desde allí continuó la encarnizada lucha contra la dinastía Sung. Finalmente tras una terrible guerra que había durado 50 años la ciudad de Hangchou se rindió. Nunca antes en la historia un emperador había gobernado un territorio tan basto como Kubali – Khan.
Kubali nombró a su alrededor un gobierno con muchos extranjeros como consejeros. Había persas, armenios, y hasta venecianos, pues fue la época en que Marco polo y los suyos estuvieron en China. Kubali, fue el primero de su raza en preocuparse por el arte y la cultura, fue un rey inteligente y dirigía su mirada al futuro, su naturaleza fue magnánima y amable, pero sin dejar de ser todo un guerrero mongol. Murió en 1294, cuando tenía setenta y ocho años. Dejó doce hijos pero le sucedió en el trono su nieto llamado Timar. Pero después de Kubali, no hubo ningún emperador Yuan bueno, era como si la sangre mongola se hubiera aguado con el lujo de la vida de la corte China y el noveno emperador después de Kubalai fue destronado por escándalos inadmisibles llegando el turno de que los chinos regresaran al gobierno y en 1368 empezó a reinar la dinastía Ming.
RUSIA
Después de conquistar China, Genghis – Khan se volvió hacia el oeste con la intención de conquistar el mundo. Envió a sus ejércitos acrecentados con la acumulación de incontables ingenieros chinos a través del Asia central para entrar en Persia. Pasaron al sur del mar Caspio, doblaron al norte y se internaron en la estepa por los pasos montañosos del Cáucaso. En la estepa derrotaron a los polovsianos que desesperados solicitaron la ayuda de sus antiguos enemigos rusos.
Los rusos comprendieron la gravedad del peligro y muchos príncipes enviaron a sus ejércitos; una fuerza combinada de rusos y polovsianos hizo frente a los mongoles a las márgenes del río Kalka durante el año de 1223. En un momento crucial de la batalla las tropas polovsianas desaparecieron dejando a su suerte al ejército ruso que fueron destrozados por los mongoles, quienes tras esta victoria inicial asolaron a Rusia hasta el Dnieper, mas luego de pronto se retiraron al este, tenían problemas que resolver por la muerte de Genghis – Khan en 1227.
Los rusos pudieron disfrutar de diez años de paz, pero en 1237 los ejércitos mongoles volvieron dirigidos por Batu Kan, nieto de Genghis y en muy poco tiempo se produjo la conquista de Rusia.
El hecho de que los príncipes rusos no hubieran unido sus ejércitos contribuyó a su derrota, pero es dudoso que cualquier ejército de la Historia hasta esta época hubiese podido oponerse a los mongoles. Eran magníficos jinetes usaban excelentes formaciones de caballería y tenían un magnifico sistema de reconocimiento y espionaje además estaban equipados con armas pesadas que tomaron de los Chinos las cuales podían lanzar piedras para derribar las murallas a una distancia de 300 metros. En las batallas a campo abierto, los mongoles ponían tropas auxiliares en el centro de su línea, mientras los arqueros ocupaban los flancos. El centro retrocedía cuando cargaba el enemigo, dejándolo expuesto a un fatídico fuego cruzado.
En 1237, a la cabeza de 150,000 de estos soldados, Batu Kan arrasó el reino de los búlgaros del Volga, cruzó el río y empezó a someter sistemáticamente a los principados rusos del nordeste. En el termino de tres años Batu Kan, recorrió el norte, el oeste, el sur y el este, lo conquistó todo, menos una parte de la antigua Rusia de Kiev, derrotó a los polacos y a los húngaros en la Europa central y llegó hasta el mar Adriático.
En 1242, Batu Kan, estaba ya listo para lanzar una acometida contra Europa Occidental que difícilmente hubiera fracasado. Los reyes europeos y el Papa no podían presentarle un frente unido. Pero mientras Batu se disponía a realizar el ataque le llegó la noticia de que el Gran Kan había muerto y debía trasladarse a Mongolia. En consecuencia Batu Kan se retiró al este esperando conquistar la jefatura suprema, Y estableció su capital en la ciudad de Sari en el Volga inferior. Aunque se desconoce la causa real de la muerte del Gran Kan un enviado papal informó que había sido envenenado por una mujer de su séquito. Si la versión es correcta, la Europa Occidental debió su salvación a una mujer celosa desconocida que cometió un oportuno asesinato a 8000 Km. de distancia.
Los mongoles no volvieron a representar una amenaza para Europa central fuera de algunas irrupciones contra los reyes o príncipes alemanes, polacos o húngaros que se negaban a pagar tributo. Al parecer se centraron en un imperio, que cuando llego a su apogeo comprendía parte de la actual Rusia, Corea, Toda China, y el Tibet, Siria, Mesopotamia y Turquía y algunas partes de Persia.
La única gran ciudad de Rusia que no conquistaron fue Novogord, salvada por un deshielo de primavera que obligó a los mongoles a retroceder. Aunque salvado de los mongoles, este principado fue atacado por los cruzados para intentar imponer la iglesia romana. En 1240 los suecos intentaron cerrar el acceso de Novogord al mar, pero la ciudad fue valientemente defendida por «Alejandro del Neva» o Alejandro Nevski nombre con el que pasó a la historia por la valiente defensa de su principado.
Alejandro sin embargo, tuvo que pagar un precio por sus victorias. Sabía muy bien que era inútil prestar resistencia a los mongoles, por lo que en 1242 se vio obligado a viajar a Sarai, en el Volga y humillarse ante Batu Kan quien accedió a que Alejandro siguiera siendo príncipe de Novogord, pero debía pagar tributo a los mongoles. Los Novgorodenses no se sometieron fácilmente al compromiso de Nevski de pagar tributo a los mongoles, se negaron a obedecer a los emisarios de Batu kan y los expulsaron. Nevski supo que no tardaría en aparecer un ejército mongol para devastar su tierra y en 1263 hizo otro viaje a Sarai para interceder por su pueblo. Consiguió que se suspendiera temporalmente el castigo, pero murió en el viaje de regreso. El metropolitano de Rusia, pronunció su oración fúnebre: «Hijos míos, sabed que se ha puesto el sol para Rusia». El sol de Rusia no se había puesto, pero no cabe duda de que se había eclipsado. Rusia estaba bajo el yugo que dominaría a la parte occidental del país durante un siglo y a la oriental durante dos.
LA INTELIGENCIA DEL GRAN KHAN
El Gran Khan Mongol, Genghis Khan, no construyó el imperio de tierra más grande de la historia solo por la fuerza bruta y las matanzas, sino que era un gran estratega, un brillante gobernante y un terrible vengador. Genghis Khan, cuyo nombre real era Temujin, que significa el que trabaja el hierro, tenia múltiples enemigos, entre los que destacaban: Targutai, quien había matado a su padre y lo perseguía para ser él definitivamente el rey de los mongoles; el imperio Chino, ya que los chinos habían traicionado y torturado hasta la muerte a su antepasado Ambigai; los mekitas, quienes lo perseguían porque su padre Yesuguei había secuestrado a la hermosa Joguelún, la madre de Temujin; y por último Yamuga, un amigo con el que había realizado un juramento de sangre y que había traicionado a Temujin. El gran Khan derrotó a absolutamente todos ellos.
Los Chinos poseían una ciudad completamente inexpugnable, que los mongoles no podían vencer. Entonces el Gran Khan les dijo a los Chinos: “Denme todos los pájaros de su ciudad y yo los dejaré en paz”. Los Chinos hicieron esto felices, y entregaron las aves en grandes jaulas. Cuando el Khan los tuvo en su poder, les prendió fuego, y éstos volaron hacia los nidos y tejados de la ciudad, incendiándola, y los desesperados habitantes corrieron fuera de ella, cayendo en medio de las espadas mongolas. En una batalla crucial, contra sus enemigos Targutai y Yamuga, Temujin, viendo que sus fuerzas eran muy inferiores, hizo que cada soldado hiciera un muñeco del porte de una persona y lo pusiera en su caballo de reserva(cuando un caballo se cansaba, se usaba otro que se llevaba al lado, siendo este ejercito uno de los más rápidos de la historia). El ejército del Khan se vio dos veces más numeroso, atemorizando a sus adversarios, lo que fue crucial para el desenlace de la batalla.
El Khan implantó el sistema de correo más rápido de la historia, ya que cada mensajero iba a galope tendido, con un buen par de caballos de reserva, utilizando un sistema como la posta para pasar los mensajes. Este sistema también se usaba para vigilar los alrededores del Ordu o Campamento Imperial. Cuando los merkitas raptaron a su hermosa esposa, vengándose del rapto de Joguelún por Yesuguei, Genghis Khan se enardeció, y con ataques fulminantes destruyó varios campamentos merkitas hasta encontrar a su amada. Estos ataques los hacía en momentos inesperados, y eran devastadores, ya que los campamentos merkitas no poseían ningún tipo de defensa. Los merkitas también raptaron a la esposa de uno de sus Generales, Bogorchu, pero estos se la dieron a Yamuga y luego a un Jefe obeso de una tribu.
Genghis Khan organizó a su ejército de una forma espectacular, ya que estaba dividido en decenas (arban), centenas (yaghun), millares (mingghan)y miríadas (tumen). Estos eran dirigidos por sus respectivos jefes, pero los cinco generales más importantes del ejército mongol fueron los denominados los Lobos de Temujin: Bogorchu, su anda (hermano jurado), Yebe la Flecha, Kubilai, Yelme y Subotei. Eran guerreros tan espectaculares, que los enemigos decían que “ Se alimentaban de rocío y carne humana. Son tan feroces que el Khan tiene que atarlos, pero cuando los libera para marchar a la guerra, cabalgan al viento delante de los arqueros, con la boca abierta, babeantes de alegría” lo cual, claro está, era algo exagerado.
Cuando sus conquistas los llevaron a Hungría, al no poder comparar la caballería ligera mongola con la caballería pesada húngara, simulaban una retirada, y cuando los caballos húngaros se agotaban bajo el peso de la armadura, los mongoles contraatacaban, lanzándose detrás de ellos, disparándoles flechas y matándolos por la espalda. Genghis Khan implanto un código de leyes muy severas inspirados en las creencias y costumbres turcomongolas. Sólo sus Generales tenían una cierta inmunidad contra estas leyes, porque se les permitía cometer cierto numero de errores, mientras que para el resto del pueblo no había escapatoria.
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