LA BATALLA DEL CLAN DE LA LUNA CRECIENTE
En el Clan de la Luna Creciente, donde el Devorador de Tormentas pretendía llegar al Reino Material, las montañas nevadas de los Urales en Rusia estaban manchadas de rojo. Derrotados por todo el mundo, los ejércitos del Wyrm se reunieron en un último ataque. Liderados por su general, Shazear de los Zmei, pretendían abrir una brecha en las defensas del clan para preparar una zona para la llegada del Devorador de Tormentas. A pesar del refuerzo de los Fera, la Nación Garou era superada en número y poder, luchando una guerra en dos frentes.
Olvidados los antiguos odios, el ejército de Gaia se enfrentó a la última carga de la Brigada Oscura –una lucha sin esperanza, ¿pero qué otra cosa podía hacer excepto luchar? Entonces apareció en la batalla una antigua vampira Matusalén conocida como la Madre Ursa, que había traído a un grupo de vampiros guerreros cambiaformas, llamados los Gangrel. Shazear dio la bienvenida a los vampiros, creyendo que serían sus aliados naturales y les abrió sus filas, permitiéndoles entrar en la refriega.
Pero los Gangrel traicionaron a la Brigada Oscura junto cuando hacía la última carga contra el Clan de la Luna Creciente, atacando con sus colmillos y garras. Muchos se transformaron en gigantescos lobos negros, mostrando su solidaridad con la causa de Gaia. Unos pocos incluso mostraban retorcidas formas semejante a la forma Crinos de los hombres lobo. Ante una batalla en dos frentes, la Brigada Oscura dudó y sus filas se rompieron, dispersándose. Su general Shazear desapareció en el caos, prometiendo que regresaría para terminar lo que había empezado. Uno por uno los Gangrel se marcharon a medida que los rayos del amanecer comenzaban a iluminar el horizonte, hasta que sólo quedó la Madre Ursa. Ella rugió un último adiós, como si manifestara que los Gangrel también amaban los lugares del Kaos del mundo, y después regresó a su cubil en las profundidades de las montañas.
Con la carga de Shazear contenida en el Reino Material, Albrecht continuó luchando en la Umbra contra el Devorador de Tormentas. La Perdición avanzó, creciendo hasta el tamaño de un leviatán mientras los Garou luchaban desesperadamente por Gaia. El monstruo extendió tentáculos e intentó pasar a través de la brecha, incluso mientras el Rito de los Cielos Tranquilos terminaba. El Devorador de Tormentas quedó atrapado entre las dos realidades, en una nueva jaula espiritual, como un corcho en una botella, pero no derrotado. Continuó creciendo en tamaño hasta amenazar con romper toda la Celosía y liberar Tierras Rotas por todo el mundo.
Albrecht miró a los pueblos reunidos de la Nación Garou a través de la brecha y sonrió. Las leyendas dicen que Halcón le proporcionó un último don, la oportunidad de ver toda la guerra en un momento, de contemplar la unidad de los Garou y de los Fera ante una destrucción segura. Mientras callaban las antiguas rivalidades en un momento brillante se convirtieron en Leyendas, héroes de verdad, tal y como Gaia quería.
El Alto Rey arrojó la Corona de Plata a través de la brecha del Clan de la Luna Creciente y se rió. Entonces cargó contra la bestia que amenazaba toda la existencia. Se enfrentó solo al Devorador de Tormentas, distrayendo a la Perdición mientras su manada se concentraba en cortar las ataduras del monstruo contra el Reino Material. La brecha se cerró, pero el Devorador de Tormentas consiguió vengarse, atrapando a Mari Cabrah y a Evan Cura-el-Pasado en sus garras. La Celosía se cerró, dejando a la bestia, Albrecht y sus compañeros de manada encerrados en una batalla eterna al otro lado de la Umbra.
De alguna forma, antes de desaparecer para siempre, el Alto Rey habló por última vez a la Nación Garou, a pesar de estar perdido en el espacio y el tiempo. Albrecht habló con el poder de la voz de Gaia, dejando un último mensaje de esperanza que desde ha sido conocido como “Las últimas palabras de Gaia”, aunque estas palabras parecían ir dirigidas a unir a la Nación Garou, después la dividieron en dos facciones. La Celosía fue curada, fortificada y se hizo más difícil cruzarla que antes. La estrella Anthelios desapareció del cielo de la noche, pero muchos creen que volverá al final de la Era del Apocalipsis.
La guerra había sido ganada, pero en el mejor de los casos parecía una victoria pírrica. Sólo trece Túmulos habían sobrevivido en el mundo, y la Plaga de Túmulos impedía que otros nuevos fueran creados de la misma manera. Los Clanes del mundo habían sido destruidos y los Garou se esparcieron a los cuatro vientos, convirtiéndose en refugiados. La diáspora de la Nación Garou y los eventos traumáticos de los últimos años provocaron una epidemia de Harano entre los hombres lobo.
El mundo se estaba apagando. Quizás ya había muerto y simplemente le quedaba una chispa de vida.
EL GENERAL DE LA BRIGADA OSCURA
Shazear es un monstruo de proporciones legendarios. Es uno de los antiguos Zmei, dragones perseguidos por todas las tribus, y que de alguna forma consiguió evitar ser destruido o aprisionado como sus hermanos y hermanas. Con la ayuda de sus poderosas capacidades para cambiar de forma ha viajado por el mundo sin ser descubierto durante milenios. Fascinado por la humanidad y su evolución, el principal objetivo que impulsa a Shazear más allá de su curiosidad es la libertad. No importa a quién deba servir, qué juramentos haga o qué carga tenga que soportar durante siglos. Shazear sólo quiere ser libre de cualquier atadura que lo limite y evitar cualquier amenaza de prisión.
Después de evitar la captura durante los años del Telón de Sombra, Shazear ha regresado al servicio voluntario al Wyrm. Durante sus viajes ha aprendido que hasta que gane esta guerra, de una o de otra manera, nunca será realmente libre. Se ha infiltrado, utilizando su inmunidad innata a la detección, en diferentes clanes, enfrentándolos entre ellos y debilitándolos lo bastante para que el Wyrm los derrote y destruya algunos de los Túmulos más antiguos. Tras haber puesto los cimientos, asumió el liderazgo de un enorme ejército de esbirros y lanzó una de los ofensivas más peligrosas a las que se ha enfrentado la Nación Garou.
Shazear aún no ha reclutado a sus hermanos, pues teme con razón su ira cuando descubran que ha permanecido libre mientras ellos estuvieron aprisionados. Las ataduras que los Garou pusieron a los demás Zmei todavía resisten, aunque nadie sabe durante cuánto tiempo. Los objetivos actuales de Shazear son desconocidos, así como su paradero. Puede cambiar su forma a voluntad y tiene poderes formidables para leer mentes, lo que le convierte en el infiltrado perfecto.
EL REGRESO DEL ALTO REY
Muchos creen que el anterior Alto Rey Albrecht está muerto, habiendo caído en su última batalla contra el Devorador de Tormentas. Algunos conservan la esperanza de que él y su manada simplemente están perdidos en la Umbra Profunda, intentando encontrar su camino de vuelta, y que regresarán antes del fin de la Era del Apocalipsis, como se predijo en la Profecía del Fénix.
LAS ÚLTIMAS PALABRAS DE GAIA
“Todavía queda esperanza; despertadme y comenzará una nueva era de armonía.”
Todos escucharon estas palabras en sus lenguas nativas. Como resultado los Garou han discutido intensamente la connotación de las palabras de Gaia. Los miembros del Santuario de Gaia creen que sugiere que Gaia está dormida pero que finalmente despertará si pueden descubrir cómo hacerlo, mientras que los miembros del Concordato de Estrellas creen que estas palabras profetizan el renacimiento de Gaia como un nuevo espíritu Celestial, como en los mitos y leyendas del pasado.
Incluso los que no tenían un lenguaje propio sintieron las palabras de Gaia, enviadas en emociones y pensamientos, traducidas a través del filtro de sus propias mentes. No importa la recepción, la verdad de estas palabras constituye la profecía más reciente y discutida de la Nación Garou.
CONTINUARA…