Jean-Marc d’Harfleur

El padre Jean-Marc d’Harfleur fue un Toreador que participó en la fundación de la Camarilla y uno de los primeros Arcontes originales (en cuyo momento estaba espontáneamente vinculado por Sangre a su primo Gilbert d’Harfleur).

En muchos sentidos, el corazón del grupo Arconte, Jean-Marc alguna vez sirvió como legado papal. Mujeriego y amante de la música y las cosas buenas, el joven y apuesto sacerdote (segundo hijo de un importante noble francés) buscaba su propio avance más que el servicio a Cristo y su rebaño. Con su cabello negro y sus sorprendentes ojos azul verdosos, parecía seguro que Jean-Marc avanzaría mucho en las filas de la Iglesia.

Mientras viajaba por Europa del Este, Jean-Marc atrajo la atención de un sádico Toreador. Torturando al joven sacerdote, cuya música era una de sus mayores alegrías, el Toreador cortó y rompió las manos de Jean-Marc para que no pudiera tocar, y luego lo obligó a intentar tocar durante la agonía. Cuando su padre lo abrazó, Jean-Marc adquirió una nueva comprensión de sí mismo y de aquellos que necesitaban su consejo y consuelo. A través del mismo acto de convertirse en un monstruo, Jean-Marc descubrió su verdadera vocación y poco después encontró True Faith. Con la ayuda de su primo, que también había sido víctima de un Cainita, Jean-Marc escapó de su padre.

Un pacificador de corazón, Jean-Marc era a menudo una voz de la razón y un defensor de la cooperación entre los Vástagos. Tanto él como su primo Gilbert sintieron firmemente que era su deber actuar como protectores de la humanidad.