Los Baali a lo largo del tiempo construyeron una identidad fracturada e ideológicamente están divididos, la mayoría se adhieren a una autoridad relajada.
Ahora voy a explicar un poco como está basada su jerarquía para que puedas saber con quién estás tratando a la hora de jugar con este clan.
Los Baali a lo largo del tiempo construyeron una identidad fracturada e ideológicamente están divididos, la mayoría se adhieren a una autoridad relajada. Es una estructura informal enraizada en la necesidad como en la tradición, y ningún Baali la rompe sin una muy buena razón. Ellos son despreciados por los humanos y por los inmortales, no se pueden permitir el lujo de que los desprecie su propia gente.
La jerarquía empieza por Ba’al (“Señor”) el más alto de todos, que está al frente del Panteón que veneran. Hay muchos dioses, pero se sabe que son casi exclusivamente masculinos. Se cree que los devotos a otras deidades murieron, aunque ningún Baali admitirá la existencia de estos cultos ni darán información.
Bajo este “Señor” Ba’al moran otras deidades monstruosas entre ellas: Decani, Señor de las enfermedades; y otros demonios y seres demenciales de encarnaciones de caos uniforme, seres entomoides, etc. Muchos temen escuchar un nombre verdadero o peor aún, temen contemplar la presencia sobrenatural de uno de los Hijos. Unos se someterían a ser sus esclavos por conseguir sus favores y otros prefieren olvidar eso.
En Oriente este tipo de heraldos y profetas son conocidos como Shaitan (“diablo” aunque originalmente significaba: “aquel que ve”). Esta cultura en sus inicios era una cultura rígida y ancestral se ha convertido en un feudalismo fracturado. Pocos quedan que conservan esas culturas y costumbres antiguas.