CAZAR EN EL MEDIEVO OSCURO
Cazar no es tan sencillo en el siglo XII como en el XX. No hay “ciudades que nunca duermen”, ni masas anónimas entre las que elegir a alguien en la acera para un trago rápido en el callejón de al lado, ni clubes góticos tenuemente iluminados. Cuando los últimos rayos de sol se ocultan tras el horizonte, las calles de la ciudad quedan completamente a oscuras y vacías de vida humana (salvo la ronda nocturna y los locos).
Puertas y ventanas son atrancadas desde el interior de las casas para impedir la entrada de ladrones y demonios nocturnos. En unas pocas de las más grandes ciudades, posadas y tabernas permanecen abiertas durante la noche, pero incluso éstas son locales pequeños, donde los extraños son detectados fácilmente y las desapariciones recordadas.
Tal paranoia puede complicar mucho la caza. Los Cainitas con Presencia o Dominación tendrás muchas más posibilidades de inducir a los mortales a salir de sus moradas o al menos a desatrancar puertas: en otro caso, puede que tengan que recurrir a entrar por la fuerza.
En muchas ciudades, este tipo de actos violentos (como derribar una puerta o romper una ventana) no sólo es motivo para lanzar un grito de alarma, sino que se considera un quebrantamiento de la Sexta Tradición, pudiendo provocar incluso una Caza de Sangre.
VIAJAR EN EL MEDIEVO OSCURO
Podría pensarse que los cientos de pueblos y aldeas de Europa Occidental facilitan los viajes. Al contrario, incluso un paseo de ocho kilómetros hasta la aldea de al lado es un raro acontecimiento. La gente teme a las bandas de salteadores y asesinos que plagan los bosques, muchos de los caminos son casi impracticables (aunque esto está comenzando a cambiar en esta época), y las pobres condiciones climatológicas suelen dificultar los viajes. Sólo nobles y clérigos disponen de los medios necesarios para viajar con cierta seguridad, con carruajes y escoltas armados.
Viajar es particularmente arriesgado para los vampiros, ya que no es fácil encontrar refugio de la luz solar. Los Cainitas adinerados suelen tener propiedades junto a los caminos frecuentados con pequeñas cabañas preparadas para protegerse del sol. Los vampiros menos prósperos tienen que buscar refugio en chozas de campesinos (lo que hacen con frecuencia Dominando o matando a sus ocupantes), cabañas junto al camino, establos o bajo tierra (si tienen la Disciplina de Protean).