Un antiguo Lasombra nos cuenta como fue todo lo sucedido en aquellas noches, nos cuenta con detalles la muerte de creador de dicho clan.
La tercera lección: La gran revuelta
El Festival de los Muertos ha terminado. Como siempre, la policía y el alcalde luchan por ofrecer precipitadas explicaciones sobre la cantidad de cuerpos. Como siempre. Intentaron ocultarlo, pero algunos Sabbat ociosos se encargaron de mantener a la prensa local informada, y los cuerpos se convirtieron en bonitas noticias de primera página.
Andrew se estira un poco para sentir el sombrero de Obispo que se le entregó el último día del festival y que marca el triunfo sobre sus enemigos. Ya no más Ductus. Ahora es el Obispo Emory, gracias. Su placer momentáneo sería completo si no fuera por el antiguo que permanece junto a él, vigilando la ciudad desde los escombros de la casa que prendieron en llamas en la danza del fuego de anoche.
El Hermano Oso hace honor a su nombre. Es una cabeza más alto que Andrew, con el cabello y la barba de un ardiente color rojo. Un denso vello rojizo y rizado cubre sus brazos y sus manos, el más denso que Andrew había visto nunca en alguien que no se estuviera transformando en una forma animal. El Hermano Oso es voluminoso, pero no parece que sea una cuestión de grasa. Andrew recuerda vivamente la visión de Oso haciendo juegos de manos con tres vigas del tejado en llamas, mientras, manteniendo el equilibrio con un pie, utilizaba el otro para patear a los bomberos que habían tenido la desgracia de llegar los primeros al lugar de los hechos Oso aparta su vista del panorama para bajarla hasta Andrew. “Tienes una buena manada, Obispo. Si sobreviven, creo que te seguirán en el camino hacia el honor “.
“Gracias, señor, así lo espero yo también” Andrew no sabe cuánta deferencia en el trato quiere Oso, así que utiliza un tono neutral, abierto a muchas interpretaciones.
“Me gustaría hablarles antes de irme. ¿Tienes alguna objeción? “.
“Sería un honor para mí. Me enorgullezco de tener una manada que comprende el mundo en el que se mueve, y sea lo que sea lo que elijas para compartir con ellos, sin duda alguna servirá a ese fin “.
Oso asiente, se deja caer hacia detrás y gira para aterrizar quedando de cara a la manada.
Asesinando al padre
Ninguno de vosotros imagina lo que significa encontrarse en presencia de un dios, o algo tan poderoso que podría serlo. Veis a vuestros líderes en el Festival y los encontráis intimidasteis, pero ninguno de ellos tiene más de algunos siglos de antigüedad. Yo era el más antiguo de los presentes en el rito y no tengo más de mil años, pero conocí la mirada de nuestro fundador, y sé por qué el gran parricidio fue tan necesario.
Sois criaturas ambiciosas, es parte de vuestra naturaleza, y si no mostrarais la necesidad de ir mejorando vuestro estatus no habríais llegado hasta aquí. Os impacientáis bajo las manos muertas de aquéllos que están por encima de vosotros, mirando al Arzobispo o al Cardenal y preguntados cuanto tiempo se supone que permanecerán en su puesto. No os sorprendáis. Recordad que es difícil guardar secretos a vuestros antiguos.
Pero imaginad que vuestros líderes han existido durante milenios, no décadas. Que siempre os sentís dirigidos por una criatura más antigua que toda la historia escrita. Imaginad que todas vuestras esperanzas y miedos son conocidos y rechazados. Que alguien juega sutilmente con vuestros planes para que encajen en otro plan, más antiguo que el lenguaje que habláis.
El gran rebelde
Nuestro clan, en su concepción moderna, comienza con Gratiano de Veronese, hijo de una familia noble italiana en el medievo. Creció en el siglo XII en el meollo de la política de la península. El Imperio Germánico gobernaba la parte norte de la región, y el resto era controlado casi en su totalidad por el Reino Normando de Sicilia. La política religiosa y la civil iban a menudo en bloque, y una siempre interfería en la otra.
Gratiano era un noble ambicioso entre otros. Destacó en principio como orador hábil, utilizando el cargo en el obispado que su familia compró cuando tenia unos veinte años para aglutinar apoyo popular para las causas de su linaje. Con gran maestría, interpretando el papel de hombre recto encendido por los pecados de los nobles, puso a las masas en contra de sus rivales, normalmente recogiendo la mayor parte de la gloria que éstos dejaban atrás en sus precipitadas huidas. Una vez la familia Veronese afianzó su posición, fijó su atención en metas más ambiciosas. En concreto aspiraba a formar una coalición que pudiera forzar al gobierno imperial a garantizar más autonomía a las regiones italianas.
Fracasó completamente. Las ciudades-estado no dejaban atrás sus prerrogativas concretas, todos los nobles preferían perseguir sus metas individuales antes que cooperar contra el enemigo de fondo. En cierto modo, los esfuerzos de Gratiano de inspirar la resistencia acabaron con la independencia de muchas ciudades-estado a mitad de siglo. Los estados molestaron y llamaron lo bastante la atención para que fueran aplastados por los germanos y los sicilianos, aunque eso sucedió más tarde. Lo que importa es que alrededor de 1130 Gratiano se dio cuenta de que su destino no era ser el próximo Carlomagno ni Pompeyo, así que planeó dar un paso atrás en la escena pública y volver a dedicarse a los asuntos de su familia tras una visita al emperador.
Una visita ya fue demasiado. Los Veronese tuvieron problemas durante su ausencia, albergando serias dudas sobre la fidelidad y verdaderas intenciones de Gratiano. No pensaron en asociar sus nuevos temores con la oscuridad cada vez más densa que se extendía por su estado. Por supuesto no podrían con su mera fuerza de voluntad mortal. Todo lo que sabían, cada vez con más certeza, es que Gratiano había ofendido el honor de su familia con sus actos, y que merecía castigo. Los agentes de la familia comenzaron a desprestigiar los esfuerzos de Gratiano, como hacían los susurros nocturnos en los pasillos del imperio.
Reconocéis la parte oculta de la historia. Sí, el Antediluviano Lasombra mostraba interés por Gratiano, sintiendo que había llegado la hora de crear un nuevo chiquillo. Arruinó su vida para probar su carácter, tal y como nuestro clan sigue haciendo con sus chiquillos potenciales.
Gratiano respondió a los desafíos con fervor renovado. Enfrentarse a sus oponentes y destrozar sus argumentos, humillándoles frente a testigos, se convirtió para él en una cuestión de honor. Se ganó bastantes seguidores entre los disidentes del trono imperial, que veían mucho sentido en las propuestas de Gratiano de que un gobierno más indirecto de Italia reportaría beneficios al imperio.
Desafortunadamente para el futuro chiquillo, sus teorías no penetraron en las barreras mentales reforzadas de los oficiales que debían decidir en última instancia si aceptar o denegar sus propuestas. Cuando una citación escrita con palabras vagas llegó para que volviera a su hogar, Gratiano se vio forzado a admitir la derrota por primera vez en su vida, al menos en algo tan importante para él.
La ironía es que, en realidad, Gratiano conspiró para traicionar a su familia. Algunos nobles bávaros y bohemios con intereses en Italia le convencieron de traicionar a sus antiguos asociados del movimiento por la autonomía italiana a cambio de tierras y oportunidades en Alemania. Gratiano no hizo muchos esfuerzos por ocultar su creciente atracción por las costumbres germanas, sólo ocultó la profundidad de ese sentimiento.
El diplomático fracasado volvió a su hogar para enfrentarse al arresto. Sus padres le acusaron de traición, de conspirar para hundir la posición de la familia a través de calculadas ofensas al imperio y de intentar explotar su posición para su ganancia personal. Pruebas bastante concluyentes acompañaron los cargos. Ya sabéis lo fácilmente que algunos podéis confundir a los mortales. Imaginaos lo que podrían hacer por vosotros unos cuantos miles de años de práctica. En cualquier caso Gratiano fue a la cárcel, bajo la amenaza de una inminente ejecución.
El Antediluviano fue a su celda y habló con él esa misma noche. Forzar el Abrazo no era su costumbre, y por sus propias razones prefería que sus candidatos pidieran el cambio. Para su sorpresa, inicialmente Gratiano no estaba dispuesto a aceptarlo. Se sentía seguro de poder salir de la situación y le explicó dos planes detallados, cualquiera de los cuales bastaría para cumplir su cometido. Por supuesto, encontró al Antediluviano fascinante y, por supuesto, quería aprender algo más sobre el significado de ser un Cainita, pero aún no se encontraba tan atrapado como para pedir el fin de su vida.
Con sorpresa y cierto desfallecimiento, el Antediluviano se retiró para pensar en otras propuestas. La noche siguiente volvió a la celda. Esta vez Gratiano no se levanto sorprendido, ya que los torturadores le habían partido las dos piernas. Sus ojos no se abrieron al ver a alguien entrar en su celda, estaban completamente cerrados a causa de los golpes. Al Antediluviano no le hizo falta mucho esfuerzo para sugerir a los interrogadores de la familia Veronese que se empleasen a fondo con el joven, sólo les mostró a ellos y a la familia pruebas de los negocios de Gratiano con los alemanes. El Antediluviano habló de nuevo a Gratiano sobre la bendición del abrazo, y éste le escuchó más detenidamente. Se dio cuenta de que el mero ingenio mortal no le serviría, y con esa sensación aceptó el Abrazo.
Los detalles de la fuga de Gratiano son bastante mundanos, incluyendo un cuerpo alterado con magia de la sangre para que se asemejara a él y abandonado en su lugar. Lo que importa es que Gratiano acompañó al Antediluviano hasta su fortaleza en Sicilia. Mientras descubría lo lejos que llegaba la negra mano de su clan, y la de los demás clanes, en los asuntos que él mismo intentaba manejar como mortal, le llenó el deseo de derrocar al Antediluviano como antes lo había tenido de derrocar al emperador. Como primer paso, se propuso ser su chiquillo modelo.
Algunos de vosotros podéis sentir el futuro, y habéis visto bastantes demostraciones de que existen oráculos mucho más poderosos. Parece estúpido pensar que el Antediluviano no tuviese ninguna noción de su propia muerte. Existen algunas teorías sobre por qué permitió a Gratiano continuar con su plan.
• Ayuda externa: Esto es, Gratiano no actuó solo. Quizá algún otro Antediluviano o alguna otra fuerza le prestó ayuda, Oiréis rumores sobre infernalistas o de los espíritus-demonio de los viejos dominios de los Tzimisce. Olvidadlos. Son ridículos. Podríais encontraros a Gratiano en persona alguna noche, y sea cual sea la verdad sobre él, no apesta a infernalista ni nada así. Sobre otros manipuladores, bueno, una teoría que aclare todas las pruebas no es realmente útil en absoluto.
• Suicidio: Esto es, el Antediluviano deseaba morir. Quizá se aburría, quizá se sentía abrumado por algún pecado indescifrable que no podía expiar. ¿Cuáles son las causas de que alguien se suicide?
• Un plan fue mal: Esto es, el Antediluviano quería usar a su chiquillo parricida para algún plan propio, y la rebelión de Gratiano fue una cuestión de pura suerte por su parte, mala suerte por parte de su Sire, o quizá ambas cosas. Como la teoría del “apoyo exterior”, esto no ofrece base para un análisis, así que en términos prácticos es una doctrina religiosa.
Sea cual sea la razón, lo cierto es que el Antediluviano aceptó sus halagos e ignoró a los antiguos que le susurraban que Gratiano intentaría hacer en el palacio oscuro lo mismo que intentó en Alemania. Yo fui Abrazado sólo unas decenas de años después que Gratiano, y recuerdo claramente la atmósfera. Gratiano siguió intentando dirigir los estados italianos, usando sus poderes junto a sus aptitudes innatas. No funcionó demasiado bien, pero ganó valiosa experiencia a la vez que se quedaba cada vez más sorprendido por una jerarquía vampírica que le permitía ascender aún menos que cualquier jerarquía mortal. Nosotros, los jóvenes, hablábamos en ocasiones de madrugada, justo antes de que la noche empiece a clarear, de la atracción de las nuevas oportunidades. Lo que distingue a Gratiano es que él se atrevió a luchar por ello.
La era de la revuelta
Apenas puedo describiros lo horribles que fueron los siglos XIV y XV para los Cainitas. La gran plaga exterminó gran parte de nuestro sustento y dejó tan pocos mortales supervivientes que mantener nuestros disfraces en su mundo se hizo cada vez más y más difícil. Mientras tanto los Cainitas siguieron creando progenie, superpoblando más y más ciudades hasta niveles intolerables. Mientras los Antediluvianos y pasaban más y más tiempo en letargo, demasiados Matusalenes permanecían activos atormentándonos a todos con su prestigio inalcanzable. Mientras ellos y sus podridos Sires gobernaban, no teníamos ninguna esperanza de alcanzar lo que nosotros sentíamos como nuestro verdadero potencial. La violencia surgió mientras las generaciones luchaban y los clanes, disputándose los limitados recursos del ganado, agravaron sus diferencias.
Para empeorar las cosas, nos enfrentábamos a una oposición mortal organizada a una escala nunca vista hasta el momento. Los necios de nuestra estirpe alertaron a las autoridades civiles y militares de nuestra existencia. La inquisición se transformo de un vago grupo de interrogadores doctrinales en una eficaz policía secreta, capaz de cazarnos a nosotros y a nuestros peones. Mientras las filas de la inquisición crecían, la amenaza otomana, que llegó incluso hasta las puertas de Viena antes de retirarse, forzó a los Cainitas del este a huir hacia occidente. Sus movimientos y ocupación de ciudades de otros sólo hizo que a los cazadores les fuese más fácil encontrarnos.
Por lo que yo puedo decir, la inmensa mayoría de los Cainitas que existían en 1350 habían muerto en 1500, tanto a manos de mortales como de Cainitas. No os podéis imaginar nada semejante, sois demasiado jóvenes para recordar la influencia de 1919, por no hablar de un genocidio real. Fue un tiempo en el que todos vimos que no podíamos seguir como antes. Ésa fue la gran contribución de Gratiano.
Gratiano diseñaba un plan, mientras el resto de nosotros cazábamos y luchábamos. Contactó con los llamados anarquistas, escuchando sus quejas y enseñándoles dos lecciones. Primero, les mostró cómo encontrar y explotar oportunidades fueran cuales fueran las circunstancias aparentes del momento. Durante más de un siglo dirigió una especie de academia socrática para anarquistas, tratando la política mortal y vampírica, el uso de las órdenes religiosas, el comercio y cosas por el estilo. Segundo, les mostró que fueran lo útiles que fueran esas lecciones, al final todo se desmoronaba al antojo del más antiguo. De sesión a sesión en la academia, viajó por toda Europa cultivando nuevas alianzas fuera del clan. Sus acuerdos con los Assamitas de Tierra Santa y los Balcanes se probaron de la mayor importancia para todos nosotros.