Incluso antes de que la Ruptura transformara a los changelings en criaturas duales de Glamour y Banalidad, los hijos del Ensueño ya poseían una naturaleza dual. Permeando toda la vida feérica tanto en el ámbito individual como social, las hebras gemelas de Luz y Oscuridad vivificaban el Ensueño con su pas-de-deux de contrastes entre luces y sombras, orden y caos, ley y libertad.
Rivales eternos por el dominio del mundo feérico, las filosofías Luminosa y Oscura se enzarzaron tiempo ha en una lucha eterna por la supremacía.
Ahora coexisten en un delicado estado de tregua, forjado durante el Interregno, pero susceptible de romperse conforme las presiones del mundo mortal acercan cada vez más a ambos lados a un conflicto abierto.
Cada perspectiva tiene su propia Corte, y aunque todos los duendes poseen tanto un lado Luminoso como uno Oscuro en sus naturalezas, sólo uno de estos aspectos gobierna la personalidad de un individuo concreto. Así, la Estirpe se etiqueta como Luminosa u Oscura dependiendo de la Corte que abracen y, por consiguiente, que lado de su personalidad tiendan a favorecer. Esto no es ningún secreto; los Luminosos y los Oscuros se reconocen unos a otros, y esta información afecta a los tratos entre individuos de la Estirpe.
La Corte de un changeling lo marca en una miríada de formas. Aunque los indicadores de comportamiento Luminoso y Oscuro no son siempre claros, normalmente no es difícil decir a qué Corte se adhiere la fidelidad de un miembro de la Estirpe. Las dos Cortes reaccionan la una ante la otra instintivamente, algunas veces basándose en las innatas diferencias entre ellas. La Estirpe Luminosa desconfía de sus primos Oscuros, mientras que la Oscura menosprecia a sus contrapartidas Luminosas. Las circunstancias y los tratados pueden forzarlos a tolerarse, pero una cierta cantidad de prejuicio y hostilidad disfrazada, irrumpe a menudo a través del elaborado barniz de la coexistencia.
Antes de la Ruptura, las Cortes Luminosa y Oscura alternaban su gobierno sobre las hadas. Durante la primavera y el verano, la Corte Luminosa tenía precedencia y celebraba la pompa de la vida y el crecimiento. En los tenebrosos meses del otoño y el invierno, gobernaba la Oscuridad, honrando el gran proceso de la muerte y la entropía. Juntas, las Cortes simbolizaban el eterno ciclo de la vida y la muerte, el crecimiento y la decadencia, la fertilidad y la escasez. La transferencia del poder de Luminosos a Oscuros tenía lugar en Samhain, mientras que la Oscuridad entregaba a la Luz su derecho a gobernar en la fiesta de Beltaine. Durante el Interregno, esta costumbre cesó cuando ambas Cortes se vieron forzadas a unirse para sobrevivir. Desde el Resurgimiento, los sidhe Luminosos han retenido el poder y son reacios a rendirlo, incluso temporalmente, a sus primos Oscuros.
En Concordia en particular, y por todo el mundo feérico en general, las Estirpes Luminosa y Oscura han tenido que dejar a un lado su rivalidad eterna para asegurar la supervivencia del Ensueño. Esto ha llevado a algunas yuxtaposiciones extrañas dentro de la sociedad changeling. Ocasionalmente, el señor de un feudo pertenece a una corte diferente a la mayoría de sus miembros, y un círculo de juramento contendrá a veces tanto a miembros Luminosos como Oscuros, todos ellos unidos por juramentos que trascienden sus distintas perspectivas.
Aunque una definición clara de las diferencias entre las Cortes Luminosa y Oscura es casi imposible, hay unas cuantas distinciones generales que los diferencian a unos de otros. Los Luminosos están asociados con la luz, el verano y el día; los Oscuros pertenecen a las tinieblas, el invierno y la noche. La Corte Luminosa representa las tradiciones ordenadas y el comportamiento legal: la Corte Oscura es famosa por romper antiguas tradiciones instituyendo otras nuevas, y en general, buscar el cambio constante. Estas no son siempre las líneas maestras para determinar la Corte de un liada, en ocasiones, un duende Luminoso alberga nociones radicales mientras que un veterano caballero Oscuro muestra actitudes extremadamente conservadoras. Lo que es cierto es que las dos Cortes existen y están atrapadas en un ciclo eterno de rivalidad. Juntas personifican lo que es a la vez bueno y malo, brillante y tenebroso, estático y dinámico, en la sociedad changeling.
En raras ocasiones un hada pasa de una Corte a la otra, normalmente como resultado de una gran transformación personal en su vida. Cambiar de Corte no es algo que se haga a la ligera, porque para hacerlo un duende debe renunciar a su antigua naturaleza y rendirse a la otra mitad de su personalidad, asumiendo su aspecto Luminoso si era antes Oscuro o viceversa. Esta elección altera su lugar en la Estirpe y transforma su percepción de sí mismo. De acuerdo con esto, el cambio de Corte normalmente sólo tiene lugar en determinadas tedias simbólicas del año, como durante las festividades de Samhain o Beltaine.
La Corte Luminosa
Los Luminosos tienen una reputación de guardianes de las tradiciones feéricas. Se ven a sí mismos como pacificadores, propugnadores del amor cortés, protectores de los débiles y personificaciones de los ideales de la caballería. Suelen ser tradicionales y a menudo conservadores en su aspecto, prefiriendo lo ya probado y seguro sobre lo arriesgado e innovador.
La mayoría de los Luminosos buscan la reunión entre el mundo mortal y el Ensueño, y no imaginan nada mejor que el retorno a la época anterior a la separación de ambos reinos. Para este propósito, muchos miembros de la Corte Luminosa consideran un deber sagrado la recolección y preservación del Glamour, como un proceso de redespertar en los mortales la habilidad de soñar. Aunque puede que consideren a la Corte Oscura su mayor rival, la Banalidad es su mayor enemigo.
Las hadas Luminosas sitúan el honor por encima de la mayoría de las demás virtudes. Para ellas, los conceptos de ruptura de juramento, traición, cobardía y otros comportamientos deshonrosos conforman la letanía de los crímenes más graves imaginables. Además del honor, valoran el valor, la sinceridad, la belleza, la justicia y demás atributos del código de caballería.
En muchos sentidos, la Estirpe Luminosa se preocupa por el pasado. Los bardos y cronistas ocupan lugares de honor en los séquitos Luminosos. Estos guardianes de las leyendas y el conocimiento aconsejan a sus señores Luminosos con los registros de información de cómo solían ser las cosas sobre el comportamiento adecuado en cada circunstancia. Muchos Luminosos, especialmente los nobles sidhe, se dedican con tanta entrega a la recreación del pasado que imitan los ropajes y modales de la Edad Media, el último periodo que recuerdan de su estancia en la Tierra antes de la Ruptura.
La Corte Oscura
Mientras los Luminosos se dedican a preservar las tradiciones de las hadas, los Oscuros se especializan en burlarse de dichas tradiciones. Adoptan los principios del cambio constante y la acción impulsiva. Tienen una reputación de patrocinar la guerra y la locura, menospreciar a aquellos más débiles que ellos y valorar la libertad y el desenfreno por encima de cualquier código caballeresco. Los Oscuros se ven a sí mismos como visionarios radicales, que llevan por doquier el cambio vital y la transformación mediante cualquier medio que sea necesario, incluida la violencia.
La mayoría de los miembros de la Corte Oscura creen que el Ensueño les ha abandonado, y, por ello, no le deben ninguna lealtad especial ni al él ni a su perdido hogar de Arcadia. Los Oscuros sienten que deberían ser los amos en vez de los sirvientes del Ensueño. Más aún, muchos Oscuros tienen la convicción de que los duendes deberían gobernar la humanidad, dado que esta débil raza de mortales de cortas vidas existe sólo para proporcionar el Glamour necesario para la existencia feérica. Así, muchos changelings Oscuros gobiernan sobre los mortales con los que entran en contacto, a menudo rodeándose a sí mismos con grupos de humanos encantados y esclavizados para alimentarse de sus sueños sin ninguna preocupación.
Algunos Oscuros, como sus parientes Luminosos, desean retornar al Ensueño, pero sólo para incrementar su propio Poder y colocar al Ensueño bajo su dominio. Los duendes Oscuros consideran a la Banalidad como un oponente peligroso, pero no la temen de la misma forma que lo hacen los Luminosos. En vez de ello, les gustaría poder conquistar y domar la Banalidad, haciendo que, como el Ensueño, sirva a sus propósitos. Unos pocos Oscuros realmente radicales creen que la Banalidad representa la ola del futuro, la verdadera síntesis de la realidad como oposición a la ligereza ilusoria del Ensueño. Estos ultrarradicales creen que su fuerza de voluntad puede superar la Banalidad, y la usan como una potente arma contra sus rivales Luminosos.
Los Oscuros renuncian al pasado, mirando por el contrario hacia el futuro incierto. Consideran el estancamiento, las tradiciones pasadas de moda, la represión, la censura y la limitación como crímenes contra el libre intercambio de ideas. Toman el papel de campeones de la libertad, portadores del cambio, abogados del pensamiento libre y rompedores de reglas. Muchos muestran un disgusto visible por las costumbres cortesanas, llegando a grandes extremos para burlarse de la actitud caballerosa de los Luminosos. Otros miembros de la Corte Oscura siguen muchas de las formas tradicionales, pero lo hacen porque son libres de hacerlo, no porque la costumbre dicte su comportamiento.
La Corte Sombría
Durante el Interregno, emergió una tradición conocida como la Corte Sombría. Establecida por los Oscuros para imitar la costumbre perdida de alternar el gobierno, la Corte Sombría se convirtió en la forma principal en la que las hadas Oscuras podían retener algunos vestigios de su perdida posición como gobernantes compartidos de los duendes.
Reunida durante los ritos nocturnos de la celebración de Samhain, la Corte Sombría gobierna a la comunidad feérica durante una única noche. Durante su breve reinado, otorga títulos honoríficos que se llevan durante la mitad Oscura del año. También se burla abiertamente de las tradiciones Luminosas, proporcionando en ocasiones recordatorios humillantes o dolorosos a sus rivales de que existe un camino alternativo que las hadas pueden seguir. Muchos duendes Luminosos detestan que se burlen de ellos, pero a regañadientes aceptan la Corte Sombría como un desahogo inofensivo para las proclividades Oscuras.
La Corte Sombría ocupa actualmente la posición de una celebración similar al Mardi Gras, permitiendo a duendes de ambas Cortes liberar sus inhibiciones durante una noche y disfrutar de sus pasiones más profundas y sueños más perversos sin miedo a la censura o al castigo. Las hadas Luminosas rinden homenaje a sus naturalezas Oscuras en esta noche, convirtiéndose en sus mitades oscuras durante la duración de la festividad. También los duendes caídos son honrados en esta celebración, puesto que la Corte Sombría siente una especial afinidad hacia los espíritus de los muertos, que son parte central de los ritos de Samhain.
Lo que la mayoría de las hadas no sabe es que la Corte Sombría se reúne en otras épocas del año también, y que tiene sus propios objetivos secretos conocidos tan sólo por sus miembros. Los títulos honoríficos otorgados en Samhain lo hacen obvio para todos los changelings que lideran actualmente la corte burlesca, pero dado que estas posiciones son tan sólo nominales, pocos de la Estirpe se lo toman en serio. Las reuniones clandestinas – sombrías, de hecho- de la Corte Sombría tienen lugar en el más absoluto secreto, y sólo acuden los miembros de mayor confianza de la Corte.
Aunque la mayoría de los gobernantes Oscuros suelen estar en términos amistosos con la Corte Sombría, y pueden incluso sospechar de su existencia como parte de una entidad independiente aparte de su encarnación anual en Samhain, los líderes de la Corte Sombría no se consideran a sí mismos obligados a notificar a sus «aliados» cada una de sus acciones. De hecho, mantener a oscuras sobre sus manejos incluso a los gobernantes Oscuros asegura un escaso riesgo para sus miembros, que lo prefieren así.
El propósito real bajo la Corte Sombría permanece oculto para la mayoría de la Estirpe, y sus planes siniestros para el futuro continúan desarrollándose, muy apropiadamente, en las sombras de la sociedad feérica.
Tipos de Cortes
Los nobles se toman la asistencia a la corte muy en serio, dado que es el cuerpo decisorio para la sociedad de la Estirpe. Antes de que un noble lance Protocolo, debe determinar qué tipo de sesión cortesana está celebrando, así como su propósito (tribunal, tratado, un simple festival, sesión del Parlamente de los Sueños, etc.). Las sesiones de la corte listadas más abajo son en orden ascendente, cada vez más secretas. Irónicamente, en las sesiones más secretas es cuando menor uso se hace de Protocolo.
Corte Abierta: Abierta para casi todo el mundo. A menudo convocada como una sesión improvisada o una festividad importante. Protocolo se usa a veces si las cosas amenazan con salirse de madre.
Corte Cerrada: Abierta a ciertos plebeyos con acceso a información importante. Convocada para tratar asuntos de estado. Protocolo se usa ocasionalmente, especialmente si acuden plebeyos sospechosos.
Consejo Privado: Abierto sólo al señor reinante y a sus consejeros más próximos. Protocolo es usado raramente aquí.
Encuentro: Reunión altamente secreta entre estrechos confidentes o aquellos que realizan los tratos políticos de fondo. Nunca se usa Protocolo; las hadas nobles lo considerarían un insulto.
Además, la forma de una sesión es a menudo difícil de comprender para aquellos no habituados a los procesos cortesanos. Los duendes asistentes deben hacer una tirada de Percepción + Etiqueta (dificultad y número de éxitos variables; los sidhe reducen en dos la dificultad, y los asistentes no pertenecientes a los linajes automáticamente fallan su tirada) o no sincronizan con el procedimiento. (Aumenta la dificultad de todas las tiradas Mentales y Sociales relativas a los procedimientos en dos).