Las quimeras han coexistido con los Kithain desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, las quimeras Licias son un fenómeno reciente. Las hadas no son capaces de recordar quimeras que no fuesen pura efimeria, siempre compuestas por completo de materia onírica y vulnerables al toque antitético de lo mundano.
El Resurgimiento cambió drásticamente esas nociones. De repente, el Glamour tenía suficiente potencia en el Mundo de Otoño como para que los objetos ordinarios pudieran adquirir cualidades quiméricas. Algunas se manifestaban de forma natural mediante el poder de la imaginación humana, mientras que otras eran construidas por artesanos feéricos.
Aun así, jamás se había observado una quimera animada y consciente con un homólogo mundano… hasta la Evanescencia. A pesar de todos los horrores desatados por el mundo, también nacieron nuevos hijos del Ensueño. Por primera vez surgieron quimeras de objetos cotidianos. Los Kithain las llamaron Licios en honor de la patria de Quimera en la mitología griega.
El pueblo licio original ya no existe, pero la zona de la actual Turquía en la que se asentó está llena de estatuas y monumentos que dejaron, los bloques de construcción de las quimeras Licias.
Nacidas del Otoño
Las quimeras Licias nacen en la intersección entre los sueños, las pesadillas y la Banalidad. Son objetos a los que dan vida las esperanzas, los sueños y la inspiración de los mortales: la marioneta hecha con un calcetín harapiento que hizo que los niños se rieran sin parar; el ciervo albino que protagoniza una leyenda local; el cartucho de videojuego que, según se dice en los foros de Internet, está maldito… Cuando se impregnan de suficiente Glamour, obtienen una cualidad quimérica que les confiere tanto consciencia como movilidad.
Esto normalmente sucede debido a la acumulación natural de Glamour en objetos importantes, pero a veces unos artesanos feéricos crean una accidentalmente debido a una tormenta perfecta de circunstancias.
Los Licios son el objeto que supone la esencia de su ser, aunque pueden adoptar una forma que recuerde a la humana, a la de un animal o a la de una criatura mítica. El objeto, o lo que éste representa, influye en su aspecto y da forma a su personalidad. Un oso de peluche Licio ama a los niños pequeños y lucha valerosamente contra los monstruos de debajo de la cama. Un cochazo deportivo Licio siempre quiere estar en movimiento, cuanto más rápido mejor. Un sauce llorón Licio es la viva imagen de la gracia y la flexibilidad, pero es propenso a los ataques de melancolía. Todas las características de un Licio provienen de la semilla de su Tesis. Aunque los Licios son tan diversos como cualquier otra criatura quimérica, es posible agruparlos a grandes rasgos en categorías que dependen de sus Figuras y sus Máscaras.
Pesadillas al acecho
Todo el que sueña sabe que los sueños pueden convertirse en pesadillas sin previo aviso. Los Licios no son una excepción. Como hijos del Ensueño, también ellos tienen versiones de Pesadilla de sí mismos aguardando bajo la superficie. Los changelings saben desde hace mucho que la desesperación o la exposición al Glamour Tenebroso puede deformar las quimeras y convertirlas en pesadillas, y la mayoría de los Kithain acaba teniendo que lidiar con quimeras salvajes, Nervosas, Noctisas o quimeras de leyendas urbanas. Esas mismas fuerzas actúan también sobre los Licios. Su Legado de Pesadilla es una tentación.
Proporciona la ilusión de una escapatoria fácil en tiempos de estrés o desesperación. Sin embargo, una vez se toma el camino tenebroso, es difícil abandonarlo.
En tierra extraña
Los Licios son el primer fenómeno nuevo del Ensueño desde la Ruptura. Para algunos changelings son causa de celebración, pero otros son cautelosos al ser conscientes de la facilidad con la que se convierten en pesadillas. Los propios Licios aún están intentando entender su propio significado, dado que el más antiguo entre ellos no llega a veinte años. No poseen una sociedad formal y aún están aprendiendo los entresijos de los antiguos conflictos de los Kithain, pero aportan puntos de vista nuevos a problemas que han atormentado al Ensueño durante siglos. Puede que otras quimeras se conformen con dejarse guiar por los changelings, pero los Licios están dispuestos a labrarse su propio camino y probar nuevos planteamientos que a los Kithain no se les ocurrirían o rescatar viejas ideas que los changelings desecharon hace generaciones. Los Licios tienen el mundo entero frente a sí y están deseando aceptar el desafío de explorarlo.
La visión desde fuera Kithain
Los Kithain ven a los Licios con una mezcla de curiosidad y recelo. Los changelings Luminosos señalan que aparecieron por primera vez al mismo tiempo que los Thallain resurgían en la Tierra en gran cantidad. Recomiendan precaución a la hora de tratar con ellas y prefieren los vínculos que ya han establecido con otras quimeras. Los Oscuros encuentran refrescante el revuelo que provocan. El cambio es bueno y los Licios suponen un gran cambio. Los Oscuros los ven como una señal de que el Ensueño podría estar sanándose.
Las bases de la Corte Sombría tienden a considerarlas agentes del cambio y de turbulencias inminentes, mientras que los Thallain y la Corte Negra están ansiosos por ver si es posible persuadir a los recién llegados para que los ayuden a derribar el viejo orden y reemplazarlo con algo mucho menos humano. Los Nocker y otros artesanos feéricos de toda condición desean más que nada averiguar cómo funcionan los Licios y quizás mejorarlos: si consiguen entender el proceso, quizá puedan eliminar la Pesadilla.
Inanimae
Los Inanimae contemplan a los Licios a la vez con afinidad e inquietud. Los Inanimae son una de las razas más antiguas de las hadas. Fueron testigos del auge y caída de los Fomorianos y sus hijos, los Thallain. Vieron el ascenso de los Tuatha de Danaan y su partida para dejar el mundo a cargo de los Kithain. Conocen los signos que señalan a una nueva raza feérica y creen que los Licios tienen el potencial necesario para acabar convirtiéndose en hadas completas. Sin embargo, para los Inanimae es duro ser conscientes de ello.
Son muy similares a los Licios en muchos sentidos: ¿significa eso que su tiempo se acaba? Los Inanimae se han lanzado a la tarea de averiguar todo lo posible sobre los Licios. Mediante prueba y error han determinado que los objetos que despiertan como Licios no pueden usarse como Anclas. Los Florestanos tienen mucho en común con los Licios Bucólicos. De la misma forma, los Inanimae Labrados sienten afinidad por los Oppidanos. Los Mayéuticos y los Quijotescos parecen extraños para la mayoría de los Inanimae de cualquier Corte. Sin embargo, los Manikís del Imperio de los Destellos son capaces de encontrar terreno común con ambas Máscaras.
Los Inanimae a menudo toman a Licios de la Máscara adecuada como compañeros quiméricos en la creencia de que pueden encontrar una manera de fusionar el naciente sueño de los Licios con el suyo. Sin embargo, si realmente el destino de los Inanimae es que su lugar sea usurpado por los Licios algún día, al menos habrán tenido la oportunidad de impartir las lecciones que han aprendido directamente a quienes heredarán su legado.
Thallain
Los Thallain consideran con regocijo que la aparición de los Licios es una oportunidad sin precedentes que no piensan dejar pasar. No surgieron más que durante la Evanescencia; por tanto, razonan los Thallain, deben estar más relacionadas con ellos que con los Kithain. En algunos aspectos tienen razón: los Licios son más criaturas de pura Pesadilla que los Kithain. En esencia son objetos sin sentimientos libres de la maldición de la humanidad que pesa incluso sobre los Thallain.
Se necesita un poco de persuasión para que un Licio se entregue a su pesadilla interior, pero el esfuerzo merece la pena. Los Licios pueden infiltrarse fácilmente en instituciones de los mortales y desestabilizarlas desde el interior sin que nadie se dé cuenta. ¿Quién pensaría que una grapadora roja fue la saboteadora que quemó el edificio? Especialmente los Goblin están ansiosos por convertir a los Licios en instrumentos vivientes de destrucción.
Figuras
Las Figuras de los Licios son, a grandes rasgos, análogas a los Aspectos de los changelings. En vez de tratarse de un estado mental, la Figura es la forma física que adopta como quimera. Su Figura puede ser su escudo frente a la fulminante mundanidad o quizá adecuarse mejor al Ensueño.
Humanoide
Los Licios Humanoides tienen más lazos con el Mundo de Otoño que otras quimeras. Parecen vagamente humanos y tienen dos brazos, dos piernas, un torso y una cabeza. Puede tratarse de una figura coleccionable de plástico, una dríade de hojas y ramas o un golem de arcilla. Su Figura hace que para las Nieblas sea más fácil encubrir sus acciones, lo que las protege de la Banalidad en presencia de humanos.
Animal
Los Licios Animales se encuentran entre el Mundo de Otoño y el Ensueño. Su Figura es la de un animal mundano, una criatura salvaje a la que no le preocupa la Banalidad de los mortales. Pueden tomar la forma de un terrible lobo que acecha entre la maleza, la de un toro de bronce que impulsa los mercados o la de un caballo con motor diésel que corre por la autopista. Su Figura les permite tocar la Pesadilla ocasionalmente sin ser engullidos por ella.
Mítica
Los Licios Míticos tienen la mayor afinidad con el Ensueño. Tienen la apariencia de cualquier tipo de criatura mítica y están totalmente desligados del Mundo de Otoño. Pueden tener la Figura de una esfinge de piedra recostada en la ladera de una colina, la de un unicornio mecánico que se esconde en callejones o la de un tecnodragón con alas láser. Reunir Glamour es ligeramente más fácil para ellos que para los Licios con otras Figuras.
Máscaras
Las Máscaras de los Licios son equivalentes a los Linajes de las hadas. En vez de tomar su forma de un arquetipo onírico, las Máscaras son el tipo de objeto que les dota de vida. Les permiten integrarse en el Mundo de Otoño y les ofrecen protección frente a la Banalidad, lo que les proporciona una vida más larga que la de la mayoría de demás quimeras en el Mundo de Otoño. La personalidad y la Tesis de un Licio tienen sus raíces en su Máscara.
Los siguientes son algunos tipos de Máscaras:
Bucólicos: Los Licios de la naturaleza nacen de objetos naturales como árboles, piedras, conchas, arroyos o claros en un bosque. Tienen un conocimiento apabullante del mundo natural, pero se sienten perdidos cuando deben tratar con gente.
Mayéuticos: Los Licios conceptuales nacen de ideas humanas concretas. Un Mayéutico puede surgir de objetos que representen amor verdadero, la doctrina del destino manifiesto, el colonialismo, el socialismo y otros conceptos semejantes. Son especialmente vulnerables a conceptos contrarios al que representan.
Oppidanos: Los Licios urbanos nacen de objetos hechos por el hombre como coches, juguetes, señales de tráfico, casas o un tramo de calle con historia. Tienen una comprensión innata de las creaciones humanas, pero se sienten desarraigados si se alejan demasiado de la civilización.
Quijotescos: Los Licios intangibles nacen de objetos abstractos como historias, recuerdos, sucesos, videojuegos o páginas web. Su naturaleza hace que sea imposible contenerlas, pero su curiosidad a menudo les puede.