«¿De qué talla son esas botas, eh? Vamos, dímelo. O puedo arrancarte el pie del tobillo y averiguarlo yo misma.»
El Ensueño está lleno de pesadillas, pero los Redcaps son lo que temen los niños feéricos. Llamados así por las brillantes gorras rojas [N. d. T.: Red cap es “gorra roja” en inglés] que solían
mojar en la sangre de sus enemigos, los Redcaps dejaron atrás tan pintorescos comienzos hace mucho.
En su lugar, abrazan su herencia como Linaje nacido de la propia pesadilla para convertirse en las hadas más aterradoras, desagradables y feroces de la zona. Los Redcaps son indómitos y obstinados de corazón, y crueles con cualquiera al que perciban como la autoridad a la que deben oponerse. Un Redcap sólo es feliz cuando hace que mortales y Kithain por igual retrocedan de miedo o asco, y mientras que un solo Redcap puede ser una presencia alborotadora en una corte, un grupo de ellos puede convertirse en una marea violenta que ni siquiera el gobernante más sabio pueda detener. Los Redcaps sólo se sienten comprendidos entre los suyos y se reúnen en bandas llamadas corbies. Cada corby posee un nombre y símbolo propios que los Redcaps exhiben a los cuatro vientos para meter miedo a sus enemigos. Cuando cae la noche, cualquiera en el camino de tal hueste de pesadilla debería apartarse, a menos que quiera descubrir qué se siente al ser digerido.
Teniendo en cuenta su reputación y naturaleza, resulta asombroso que los Redcaps no hayan abusado de la hospitalidad de la sociedad changeling. A pesar de su brutal naturaleza, los Redcaps son tan parte de la vida de las hadas como cualquier otro Linaje. Sirven como terribles luchadores cuya dedicación a la libertad y la independencia los convierte en feroces aliados contra enemigos comunes. Quienes pueden soportar llegar a conocer a los Redcaps suelen encontrar que bajo ese grotesco exterior late el corazón de un a menudo incomprendido Redcap que simplemente busca su lugar entre sus semejantes. Aun así, atravesar esa corteza es difícil. Muchos abrazan su naturaleza más oscura, convirtiéndose en el contrapunto sombrío de los nobles guerreros de la Corte Luminosa. Su cruel y advenediza naturaleza los mantiene apartados de la política de la vida cortesana, pero son ampliamente conocidos por sembrar disensión y agitación en nombre de su Linaje y de sí mismos. Sólo los Redcaps más pacientes trabajan dentro del sistema, y suelen acabar desestabilizando las cosas desde dentro por principios. Sólo las hadas más fuertes pueden contener a un Redcap, y nunca durante mucho tiempo. Al final, el Redcap se liberará, y entonces comenzará el verdadero caos.
Apariencia: Hay Redcaps de todas las formas y tamaños, pero todos comparten la misma piel gris y correosa, ojos inyectados en sangre y dientes amarillos y desiguales. Su cuerpo suele ser grueso y de hombros y piernas robustos. ¿Y quién puede olvidar su distintiva boca de encías sanguinolentas y dientes afilados como cuchillas, listos para destrozar carne y machacar hueso? Los Redcaps se visten con lo que pillan, siempre con un toque de ese aterrador rojo.
Estilo de vida: Cualquier trabajo duro y peligroso le vale a un Redcap. Muchos viven y trabajan en las peores partes de la ciudad, siempre cerca de sus corbies para aterrorizar el lugar. Los Redcaps buscan trabajos en los que puedan liarse a golpes y sembrar el caos, como gorilas, guardas de seguridad, miembros de bandas y matones a sueldo. La Corte Oscura paga bien a los rompepiernas y, aunque no es un acuerdo exclusivo, muchos Redcaps sobreviven partiendo caras para ella.
Infantiles: Los Redcaps Infantiles son pequeños terremotos de pesadilla, esos jóvenes misántropos que tratan de desagradar a los demás niños al comer cosas que no deberían. Mientras es un Infantil, un Redcap aprende cuánto puede tentar a la suerte antes de que mortales y hadas se enfaden. También aprende una importante lección: nadie confía en un Redcap, y por eso él tampoco confía en nadie. Estos Infantiles suelen deleitarse escogiendo a otros Kithain para ponerlos a prueba y ver cuánto pueden aguantar antes de quedar absolutamente asqueados o aterrorizados.
Rebeldes: Una vez que la relativa inocencia de su tiempo como Infantil desaparece, un Redcap que ha llegado a sus años de Rebelde es una pesadilla en construcción. Los Redcaps Rebeldes forman bandas y comienzan a armar escándalo. Pasan directamente de las travesuras que exceden los límites del buen comportamiento a horripilantes actos de violencia y mal gusto. Sea cual sea el lugar que un Redcap se haya hecho en la sociedad feérica, será puesto a prueba y se rebelará, atacará y destruirá todo lo que pille a menos que lo contengan o derroten.
Gruñones: Un Redcap veterano que sobrevive lo suficiente como para convertirse en Gruñón puede ser un miembro respetado de la comunidad o una pesadilla hecha carne. La guarida de un Gruñón está llena de basura con todo lo que no se pudo preocupar de comer y cualquiera que busque su consejo o ayuda puede acabar con una extremidad o una vida de menos.
Afinidad: Naturaleza.
Deleite: Nada hace que un Redcap se acelere más que un nuevo sabor o la dulce expresión de horror de alguien que está asustado, asqueado o nervioso por la sorpresa. Se dan un festín con la sensación de incomodidad que produce una película de terror que se pasa de desagradable, la pelea de bar que va demasiado lejos o la brutal cacería que se celebra con deliciosa carne sanguinolenta.
Desatar: La magia que Desata un Redcap va acompañada por el hedor de todo lo que éste ha comido, podrido en su interior, y el olor metálico de la sangre que una vez manchó de rojo su gorro. Cualquiera presente podría sentir náuseas o sencillamente la necesidad de encontrar algo bajo lo que esconderse y temblar.
Privilegios
Apetito Oscuro: Los Redcaps pueden comer cualquier cosa. Y punto. Sus horribles dientes aserrados son duros como el metal y es mejor dejar su sistema digestivo a la imaginación. Los Redcaps, un cruce entre un tiburón y un triturador de basura feérico, pueden comer cualquier cosa que les quepa en la boca y masticar objetos más grandes hasta desmenuzarlos en trozos más pequeños que puedan ingerir. Se requiere 1 punto de Glamour para no vomitar los materiales duros o tóxicos (desechos corporales, metal dentado,madera, etc.). Los Redcaps prefieren la carne, animal o humana, pero, si tienen hambre, se comerán cualquier cosa. Nunca pongas
delante de la boca de un Redcap algo que no quieras perder.
Si un Redcap intenta usar este Privilegio en combate, el jugador debe gastar 1 punto de Glamour. El daño básico del mordisco es Fuerza +2 a dificultad 5. También puede tratar de arrancar un miembro en una pelea, lo que requiere 5 éxitos en una tirada de Destreza + Pelea a dificultad 8 o 3 éxitos si la víctima ya está bajo una presa. Si tiene éxito, el ataque inflige un mínimo de 3 niveles de Salud de daño además de cualquier daño obtenido y el Redcap obtiene un aperitivo en medio de la pelea.
Acobardar: Los Redcaps son tan aterradores que pueden intimidar a casi cualquiera, desde mortales y seres sobrenaturales sin encantar a criaturas imaginarias o quiméricas. La dificultad de todas las tiradas de Intimidación se reduce en 2 y nunca pueden fracasar en ellas.
Flaqueza
Mala Actitud: A nadie le gustan los Redcap, en general. Ya sea por sus hábitos alimenticios, sus problemas con la autoridad o su tendencia a la destrucción, los Redcaps suelen ser el objetivo de
los nobles cuando se trata de excluir a alguien del Feudo. Si algo va mal, el Redcap es el primer sospechoso. Este estigma supone una penalización de +2 (o más) a la dificultad en cualquier tirada que implique situaciones sociales distintas a la Intimidación.
Estereotipos
Myra Davis, camarera Redcap y comedora de vasos, charla:
- Sobre los Boggans: ¿Quieres hacer que un Boggan se ruborice? Dile lo que tomaste para comer. ¿Quieres que se desmaye? Dile que aún se movía cuando te lo comiste.
- Sobre los Clurichaun: Comienzan la mierda a la que nosotros tenemos que poner fin.
- Sobre los Eshu: Para cuando necesitas llegar a algún sitio y patear algún culo en menos de veinte minutos. No les dejes empezar a hablar de que son de la realeza o alguna mierda de ésas.
- Sobre los Nockers: Lloriqueo, lloriqueo, quejas y quejas. Un día de éstos, puede que me lo tome como algo personal.
- Sobre los Piskies: ¿Un qué? Perdona, ¿quieres que me tome a ésos en serio?
- Sobre los Pooka: El pequeño conejito fu-fú iba saltando por el bosque y pisó una trampa de pinchos, y ahora todo el mundo está enfadado.
- Sobre los Sátiros: Si quieres echar un trago o desenfrenarte en la ciudad, ellos son la gente a la que acudir.
- Sobre los Selkies: Mmmh, marisco.
- Sobre los Sidhe Arcadianos: Parecería que gente así de guapa es fácil de intimidar, pero comete ese error y morderás más que lo que alguien como tú puede tragar.
- Sobre los Sidhe de Otoño: Sí, sí. Se quedaron aquí en la mierda en lugar de irse corriendo al país de las hadas. Pero ¿qué ha hecho por nosotros hoy, “señor”?
- Sobre los Sluagh: He escupido cosas con mejor pinta que un Sluagh.
- Sobre los Trolls: Más tontos que las piedras, no saben nada más que del honor del que hablan siempre. Rodéalos y verás cómo hasta los más poderosos pueden caer.