«Desenvaina tu arma. Llama a tus amigos. Trae hacha, espada, balas. No me moveré de aquí.»
Honor. Deber. Fuerza. Vigilancia. Ésas son las piedras angulares de la vida de un Troll. Nacidos de los sueños de guerreros y guardianes, los Trolls son los intrépidos y dedicados pilares de las cortes feéricas. Honestos hasta decir basta, dedican su vida al servicio y la protección de las demás hadas. Una vez que prestan juramento de apoyar a alguien, harán lo que sea por proteger a la persona a su cargo. Esa dedicación es la parte fundamental de la existencia de un Troll, tanto que, si rompe su palabra, comienza a enfermar hasta que se ha redimido de ese deshonor. Pacientes, caballerosos y fiables, muchos ven a estos “gigantes” como inocentes y demasiado confiados. Y aun así, cualquiera que traiciona a un Troll descubre la violencia y la rabia que acecha bajo ese refrenado exterior.
Vigorosos, imponentes y apuestos en sus formas mortales, la bravura de los Trolls Luminosos es legendaria. También son devotos de la caballería y la cortesía: usan títulos formales y siguen las normas cortesanas de forma rutinaria. Las leyendas dicen que fueron los primeros nobles hasta que perdieron una gran guerra contra los Sidhe e hincaron la rodilla para jurarles fidelidad. Ahora defienden la vida cortesana y prefieren una existencia sencilla y reconocimiento por su lealtad como recompensa por su servicio. Aun así, hasta el estoicismo de un Troll tiene un límite. Son tercos y se resisten a los cambios y, aunque cuesta hacerlos enfadar, su temperamento puede estallar si se cuestiona su honor.
Presiona lo bastante a un Troll y puede que empiece a descender a su lado Oscuro. Los Trolls se resisten a este descenso hacia su naturaleza más oscura, ya que el resto de changelings desconfía ampliamente de los Trolls Oscuros y los rehúyen. Saber esto es lo que hace que los demás Linajes miren a los Trolls y a su dedicación al honor con admiración. Al resistir su mitad oscura, los Trolls son los cimientos de un Feudo, acérrimos defensores de la sociedad feérica y de su a menudo incierto futuro.
Apariencia: Aunque la apariencia de los Trolls es variable, todos tienen algo en común: son enormes. Los Luminosos varían entre 2,10 y 2,75 metros (7 y 9 pies) de alto, tienen pelo grueso, piel gris pizarra y ojos azules o verdes pálidos. Cada Troll posee un par de cuernos rugosos que le brotan de la frente. Prefieren atuendos de guerrero, a menudo de estilo nórdico. Los Trolls Oscuros son aterradoras sombras oscuras de sus hermanos Luminosos: poseen piel verdosa, rasgos más gruesos y toscos y un aspecto por lo general salvaje y descuidado.
Estilo de vida: La buena condición física y la fuerza naturales de un Troll le conceden multitud de oportunidades de empleo en sus vidas mortales. Los Trolls Luminosos escogen estilos de vida
espartanos y disfrutan del trabajo duro en profesiones que les permitan servir. Trabajo policial, deportes profesionales o incluso la seguridad privada son opciones perfectas para un Troll. Los Oscuros a menudo encuentran empleo en empresas criminales como crueles rompepiernas, oficiales de policía corruptos o guardaespaldas insensibles.
Infantiles: Los Trolls en este estadio de la vida están aprendiendo las bases de lo que significan la caballería y el honor. Su sentido innato de la justicia los hace pupilos esforzados, incluso tercos a veces. Los Trolls Infantiles suelen ser tutelados por Trolls o nobles de mayor edad para que aprendan su futuro lugar en el sistema cortesano. Los demás changelings Infantiles deben tener cuidado con los estallidos violentos de los jóvenes Trolls mientras éstos aprenden a controlar su temperamento.
Rebeldes: Una vez que ha puesto sus pies en el camino honorable, un Troll Rebelde sale al mundo en busca de un propósito. Un Troll en este estadio se volcará por completo en una causa, incluso en su propio detrimento. Suele corresponder a los demás contener al Troll, o se arriesgan a ver a un noble guerrero caer a su lado Oscuro.
Gruñones: Un Troll Gruñón ha capeado muchas tormentas y servido como roca sobre la que se han edificado grandes empresas. Los Trolls en este estadio pueden volverse huraños, centrados en una única tarea en la que servir mientras se vuelven más tercos y anclados en sus costumbres. Estos Trolls se retiran a sus guaridas y sólo salen para completar las tareas que han jurado hacer o para impartir la sabiduría de un guerrero experimentado a aquéllos que consideran dignos.
Afinidad: Hada.
Deleite: Los Trolls ganan Glamour atendiendo a sus juramentos, pero también protegiendo y cuidando lo que tienen. Un Troll puede lograr Deleite de formas muy Boggan: pintando una casa, cuidando un jardín o enseñando a sus hijos. También encuentran Deleite en proezas atléticas y bélicas. Un Troll en necesidad de Glamour podría desafiar a su grupo a un partido de fútbol americano (él contra todos los demás).
Desatar: Los cantrips conjurados por un Troll van acompañados por un estallido de frío polar, una consecuencia de su herencia como guerrero de las tierras norteñas. Si uno escucha con suficiente
atención, podría oír el chocar del acero contra el acero o los gritos de batalla de valerosos Trolls largo tiempo muertos.
Privilegios
Poder Titánico: Los Trolls se hacen más poderosos cuando cumplen su deber. Un Troll gana un nivel de Salud Magullado y 1 punto de Fuerza adicionales cuando presta su primer juramento, incluso si esto eleva el Rasgo por encima de 5. Con su segundo juramento, obtiene 2 puntos adicionales de Fuerza y 2 niveles de Salud Magullado adicionales, con un máximo total de 9 niveles de Salud. Fortaleza de Voluntad y de Cuerpo: Cuando un Troll cumple su deber, nada puede interponerse en su camino. Obtiene 2 dados adicionales para resistirse a ser seducido, persuadido o incluso dominado mágicamente para que se aparte de su causa. Los Trolls no pueden fracasar en Atletismo o Alerta.
Flaqueza
Vínculo del Deber: La integridad de un Troll es tan parte de él como la fuerza de sus brazos. Si un Troll rompe un juramento o contrato jurado, pierde su Privilegio Poder Titánico y comienza a enfermar. La única forma de recuperar su fuerza y vitalidad es reparar su promesa rota, lo que puede implicar cumplir un nuevo juramento o hacer una restitución a la parte agraviada. Debido a lo esencial que es la palabra de un Troll para su propio ser, los Trolls escogen sus juramentos (y a aquéllos a quienes se vinculan por juramento) con mucho cuidado. Si un Troll es traicionado, el jugador debe hacer una tirada de Fuerza de Voluntad a dificultad 8 para contener su rabia. Si falla, el Troll ataca a los traidores hasta que alguien lo refrene o hasta que el jugador supere otra tirada de Fuerza de Voluntad a dificultad 8; puede repetir esta tirada tras tantos turnos como su puntuación de Glamour. Ver Articulo Juramentos
Estereotipos
Gwynn Foster-Hale, una supermamá Troll, explica:
- Sobre los Boggans: Tras la batalla, quiero un hogar al que volver, con una lumbre y una comida caliente. ¿Que protejo a un Boggan y obtengo las tres cosas? Todo ganancias.
- Sobre los Clurichaun: Puro frenesí de rabietas, y luego se rinden. Su tristeza los acecha y los priva de su fuerza.
- Sobre los Eshu: Siempre acabarás escuchando una historia cuando estás con un Eshu. Es gratificante.
- Sobre los Nockers: Gracias a su genialidad tienen permitido quejarse, pero sólo un poco.
- Sobre los Piskies: Pequeñas y molestas criaturillas. Aun así, en sus ojos poseen una inocencia que nosotros a veces olvidamos.
- Sobre los Pooka: ¿Qué sentido tiene hablar si nadie puede creerte?
- Sobre los Redcaps: Lo máximo que pueden hacer es amenazarme y arrancarme el brazo. Y ¿qué harán cuando siga peleando?
- Sobre los Sátiros: Aseguran que hay sabiduría en el fondo de sus copas. Ellos lo aseguran.
- Sobre los Selkies: Escurridizos, juguetones, frívolos.
- Sobre los Sidhe Arcadianos: El valor del carácter de un líder está en mirar a quienes lidera. Seguiré a un Sidhe que sea un líder honorable. Si no, buscaré en otra parte.
- Sobre los Sidhe de Otoño: Se quedaron atrás para capear el temporal con nosotros. No lo olvidaré.
- Sobre los Sluagh: Brillantes, pero a veces, en el calor del momento, es difícil oír la sabiduría que aportan.