Ubicación: Capadocia, Turquía.
Kaymaklı, una ciudad subterránea excavada en los muros de piedra de las montañas de Anatolia, tuvo un importante papel en la historia del Clan derrocado por los Giovanni en su intento de alcanzar la inmortalidad. Como escondite para los primitivos cristianos, los túneles de Kaymaklı también escondieron a los vampiros fugitivos del Clan de la Muerte, quienes estudiaban sus prohibidas necromancias y se alimentaban de los cristianos perseguidos.
Para cuando los Giovanni traicionaron a su Clan de origen, Kaymaklı se había convertido en una nota a pie de página en la historia del mismo. Sin embargo, los restos del destrozado Clan que una vez se refugió en Kaymaklı se recluyeron fuera del mundo hasta que pudieran recuperar su fuerza y conspirar contra sus descarriados Chiquillos. No obstante, para la mayoría Kaymaklı
resultó ser una trampa mortal. Ancestrales protecciones impiden a aquellos Vástagos que entran en ella abandonarla, haciendo de las investigaciones en las catacumbas una opción unidireccional para todos los vampiros salvo los más poderosos o aquéllos que puedan sortear las protecciones deslizándose a través del velo entre los vivos y los muertos.
A día de hoy, Kaymaklı es un lugar peligroso donde un número desconocido de durmientes Antiguos yacen en Letargo y los tesoros de sus botines necrománticos aguardan a ser descubiertos. De aquéllos que han despertado de su interminable sueño, muchos se han unido
al Sabbat en un esfuerzo por reclamar venganza contra los Giovanni. Por su parte, otros han llegado a ultraterrenos pactos con la Tal’Mahe’Ra, Secta que considera Kaymaklı un “gólgota”: un baluarte vampírico donde la barrera entre el mundo de los vivos y el de los muertos es débil. Estos conversos a la Verdadera Mano Negra usan Kaymaklı como un portal entre los dominios de la
Secta en el Inframundo y el mundo físico, y comandan una hueste de ancianos espíritus cuya histórica ira pueden avivar rápidamente hasta convertirla en furia.