La Magia de Sangre es menos frecuente entre los Anarquistas que en cualquier otra facción. Para dominar incluso los elementos más simples de cualquier forma de Magia de Sangre se requieren una personalidad estudiosa rayana en lo obsesivo, el compromiso de memorizar enormes cantidades de información ocultista, un gusto por materias que la mayoría de los Anarquistas desestimarían por considerarlas “historia antigua” en el mejor de los casos y, sobre todo, más paciencia y determinación de la que se suele encontrar en una Secta que aplaude la impulsividad y la agresión. Lo que también complica las cosas es el hecho de que el estudio de la Magia de Sangre en cualquiera de sus formas es para muchos Anarquistas sinónimo de estudiar la Taumaturgia Tremere en concreto, por lo que demasiados Anarquistas la descartan instintivamente por ser “la herramienta del enemigo”. Tampoco ayuda que los Tremere Anarquistas tradicionalmente se rodeen de un aura de misterio y distanciamiento y rara vez ofrezcan enseñar sus artes a otros. La mayor excepción a esa regla, los Digital Draculas, llevan activos menos de una década entre los Anarquistas.
El hecho de que la mayoría de Tremere rehúse compartir sus conocimientos hace que muchos Anarquistas sospechen de ellos y de sus artes. Muchos sienten paranoia respecto a los taumaturgos Tremere; la afinidad de su Clan con esas artes significa que aparentemente pueden aprender una deslumbrante serie de extrañas Disciplinas (la mayoría de los Anarquistas no son tan eruditos como para comprender la diferencia entre una Disciplina y una Senda de Taumaturgia) en poco tiempo, lo que resulta una fuente de inmensa frustración para compañeros de Secta de Clanes menos ilustres que están limitados a Disciplinas comunes. Incluso dentro de la comunidad ocultista Anarquista hay tensiones. Las cuatro escuelas son, en gran parte, divisiones ad hoc basadas en similitudes generales entre estilos muy dispares.
Aunque los hacktivistas están bastante unidos, también son pocos y estrechos de miras. Los eskolares se lanzan unos contra otros frecuentemente por diferencias religiosas, mientras que los seguidores de la Nueva era se pelean con la misma frecuencia por diferencias entre filosofías arcanas habitualmente relacionadas con cualquier idea chiflada que sea la esencia de cada culto de la Nueva era. Por su parte, los punks luchan entre ellos sencillamente para mantenerse en forma.
Dicho esto, las divisiones internas de las escuelas se acaban rápidamente cuando hay conflicto entre las propias escuelas. Los Anarquistas de la Vieja Eskuela que sienten devoción religiosa por sus prácticas mágicas a menudo desprecian a los demás practicantes por su cinismo y falta de piedad. Muchos miembros de la Nueva era son susceptibles respecto a lo que se puede considerar la “ridiculez” de algunos de sus sistemas de creencias más extraños, y como resultado están resentidos con sus compañeros. Los hechiceros punk se mofan rutinariamente de la pomposidad de las otras escuelas y a menudo diseñan rituales con el objetivo específico de parodiar alguna faceta de la Magia de Sangre tradicional, en especial la de los Tremere. Por último, los hacktivistas ponen sobre la mesa un engreimiento casi intolerable resultado de ser la escuela más cercana a los Tremere y, por tanto, a la “verdadera Taumaturgia”. Huelga decir que, para la mayoría de los practicantes ajenos a la escuela hacktivista, esta denigración de sus artes (algunas de las cuales, en el caso de la Vieja Eskuela, son anteriores a la Taumaturgia) resulta exasperante. Por otra parte, mientras que las disputas inter e intraescolares a veces inhiben la práctica de la Magia de Sangre entre los Anarquistas, la competencia también ha engendrado innovación y audacia. El desvergonzado impacto de los Digital Draculas ha avivado las llamas metafóricas bajo los practicantes más viejos del Movimiento, y hay añosos y polvorientos Anarquistas que se habían retraído desde antes de la Revolución estadounidense que ahora se sienten motivados a tomar nuevos aprendices.
Aunque la Magia de Sangre es infrecuente entre los Anarquistas en comparación con la Camarilla o el Sabbat, quienes estudian esas artes pueden beneficiar en gran medida al Movimiento Anarquista y obtener ganancias para sí mismos, con independencia de si el mago mora en los seguros confines de un dominio de la Camarilla o en las salvajes y confusas inmediaciones de un Estado Libre.