Ningún Arte o ciencia es tan vital (y problemático) como aquel que concierne al cuerpo humano.
De acuerdo con el Génesis, Dios creó al hombre a Su imagen y le dio el poder sobre la Tierra. Del mismo modo maldijo a los hijos de Adán y Eva y dio a Satanás poder sobre ellos. El cuerpo, por tanto, es a la vez sagrado y está manchado: es un espejo de la Divinidad, pero alberga la lujuria y la enfermedad. Para trabajar con este lienzo un mago debe ser valiente, sabio e irreverente. Los Medici del Círculo Hipocrático son todo eso y más.
Hace mucho tiempo, sanadores como Imhotep, Wang Weii, Herófilo e Hipócrates crearon grandes escuelas de medicina. Además de las técnicas mortales, estos maestros iluminados fueron pioneros en Artes especiales que enseñaron a sus mejores discípulos. Hipócrates creó en Grecia un gremio de estos físicos. La academia, llamada Círculo Cosiano, trató las enfermedades, buscó la inmortalidad alquímica y fomentó la educación y la vitalidad. Este círculo también tenía un lado oscuro: las leyendas aseguraban que uno de sus gremios buscaba un secreto prohibido por Hipócrates, la creación de nueva vida. Con este fin los físicos diseccionaban criaturas vivas y les introducían humores extraños. Las cámaras bajo las casas gremiales albergaban los deformes resultados: criaturas que a menudo eran enviadas a matar a los enemigos del Círculo.
Cuando Roma cayó el Círculo se rompió y sus secretos se dispersaron. En Oriente Medio y el Lejano Oriente algunos gremios preservaron las Artes, pero en Europa prácticamente se perdieron. En Bizancio una única escuela conservó las técnicas Cosianas. Cuando las Convenciones se reunieron, varios magos restauraron el Círculo Hipocrático y devolvieron sus Artes a Europa.
Su regreso fue providencial, y las pestes que asolaron las tierras mantuvieron ocupados a los iniciados Cosianos. Al tiempo que la enfermedad es extendía, lo mismo ocurría con los centros de curación Iluminada. La extraña e irreverente naturaleza de las Artes de estos médicos entró pronto en conflicto con la Iglesia, y a menudo los físicos salían perdiendo. Se quemaron hospitales, muchas veces con pacientes y Cosianos dentro. Ahora el Círculo se oculta tras un laberinto de universidades y clínicas temporales. La Krankenhaus de Brandenburgo, un gran hospital protegido por el Sacro Emperador Romano, representa el único oficio “abierto” para los Cosianos que huyen. En los demás lugares deben ocultar sus enseñanzas y simbología, transmitiéndola únicamente a los iniciados de mayor talento.
Mientras los médicos mortales buscan a tientas en la oscuridad, los físicos Cosianos preservan las antiguas prácticas de los sanadores egipcios, griegos y árabes, ampliándolas. Como los cuatro humores, el cuerpo Cosiano tiene cuatro funciones: la Casa de la Mandrágora estudia herbolaria y agricultura; los sanadores viajeros de la Casa del Fuego alivian las plagas y aíslan las enfermedades; la Casa de los Libros se concentra en la enseñanza y en el estudio, mientras la temida Casa de los Cuchillos se especializa en cirugía. Fuera de este orden, una “casa menor” no formada por físicos, los guerreros Philaxoi, protegen a los sanadores, mientras que un gremio alquímico secreto, la Casa del Olimpo, lleva a cabo experimentos prohibidos con la inmortalidad y la creación.
El mundo Cosiano es una extraña mezcla de la sangrienta experiencia de las comadronas, los herbolarios y los barberos – cirujanos, los trabajos y estudios de los físicos – astrólogos de la corte y los experimentos metódicos de botánicos y diseccionadores. El Cosiano se sumerge en su trabajo hasta un grado inquietante, y a menudo relata sus investigaciones con un detalle que revuelve el estómago. Un pensador académico puede pasar gran parte de su tiempo entre plantas y cartas celestes. El dedicado cazador de pestes viaja por todas partes en busca de epidemias. El estudiante de cadáveres vive en osarios y en sótanos llenos de sangre. Esta Convención atrae todo tipo de gente, algunos de ellos profundamente desagradables. Hace falta inteligencia, obsesión y empatía para cuestionar la obra de Dios. Un físico Cosiano considera que estas preguntas no son más que el principio…
Filosofía: “igual que un carpintero talla la madera o un cantero el mármol, el Cosiano trabaja con las plantas, la carne y la sangre. La divinidad se encuentra en el mundo material. Lo que no podemos catalogar podemos crearlo con los secretos descubiertos dentro del rompecabezas de Dios. Nuestro mundo es el Señor encarnado. Es un milagro, no una prisión.”
Estilo y herramientas: fundadas a partir de las prácticas paganas y las investigaciones impías, las Artes Hipocráticas indagan en los patrones de la vida, descifrándolos y utilizándolos para propósitos más elevados. El equipo del Cosiano está compuesto por hierbas, pociones, miembros artificiales e instrumental quirúrgico. Con estas maravillas puede curar pestes, sanar infecciones y crear homúnculos, plantas vivientes, criaturas maravillosas y pociones de longevidad. Dependiendo de la disciplina y la personalidad del sanador, podría curar, alterar o corromper casi todas las cosas vivas.
Organización: la mayoría de las logias son lugares secretos de reunión dentro de universidades y hospicios establecidos. Los Cosianos siguen la estructura de rangos normal de los Dedalianos, pero se refieren a los Resplendens como Medici, a los Honori como Doctori, a los Magistrados como Praeceptori y a los Maximi como Proavus (Abuelo) y Proavia (Abuela). Entre todas las Convenciones los Cosianos son los que más respetan a sus miembros femeninos.
A pesar de estar avanzados para los estándares mortales, el Círculo todavía sigue el modelo de la medicina grecorromana. Dos Convenciones rivales, la Casa de Hua T’o (china) y las Manos de la Misericordia (árabe) desprecian a los Cosianos, y a cambio reciben su burla. Aunque algunos médicos radicales estudian dos o tres estudios de curación, casi todos defienden la superioridad de su Arte cultural y critican los demás.
Maximi: el Proavus Marcus de Sarda y la Proavia Judith Millar.
Iniciación: casi todos los Cosianos siguen el oficio familiar. Sin embargo, de vez en cuando aparece un iniciado externo que parece prometedor. Un entrenamiento y una experimentación intensivos dan al mentor la oportunidad de observar una Iluminación en ciernes. Si el Despertar parece inminente, el maestro enviará al iniciado a alguna misión traumática y tras su regreso lo podrá a prueba. Si tiene éxito se unirá a los Medici menores. Si no, permanecerá como un sanador valioso, aunque mundano.
Daemon: aunque muchos Cosianos ven a sus guías como físicos fantasmas, unos cuantos comulgan con los ángeles o con los Antiguos Dioses de la curación (¡manteniendo estos contactos en secreto!).
Afinidades: Vida y Agua.
Seguidores: granjeros, mercenarios, leprosos, nobleza endeudada, antiguos “experimentos”.
Conceptos: físico, comadrona, loco, cirujano, artista, herbolario, zoólogo, domador, alquimista, curador de plagas.
¡A, la vida! ¡Qué diversidad de esplendores!