Armonía y Rectitud: el Paradigma Akáshico
La magia Akáshica no es un fin para ser perseguido en sí, sino como un efecto secundario del Despertar. La comprensión espiritual es la llave al progreso. La habilidad de realizar milagros es un interés secundario que puede distraer a un Akashayana de la verdadera senda. La magia viene con el conocimiento de los Dharmas, los principios primordiales de la creación, forma, y destrucción. Estos poderes son puestos en movimiento por el Sam Chien y son invisibles para los Durmientes, quienes prefieren los sueños materialistas del Samsara, el Consenso. El Drahma Para trascender el Samsara, el Akashayana practica el Drahma. El Drahma es la contracción de dos conceptos. Drala, un término tibetano que significa “sobre el enemigo”, es un estado especial donde las dualidades son reconciliadas y las ilusiones son penetradas. Conocer el Drala es negar la división de conceptos tales como el yo y el otro, la materia y…