Pidiendo sangre a aullidos

Animales. Bestias. Perros feroces. Bárbaros. Destructores. Esclavos. Cazadores. Los Cainitas utilizan todos estos nombres para referirse a nosotros porque sólo ven lo que quieren ver. Sin embargo, nuestro clan es mucho más que lo que parece por nuestra apariencia feroz y nuestro deseo de evitar las ciudades y los pueblos. Aunque a los Cainitas les gusta imaginarnos como a una masa uniforme, somos un grupo de individuos independientes, y sólo compartimos nuestra sangre y algunas tradiciones básicas.

Soy Rimantas, llamado “Camino” en siete lenguas. Estuve en la caída de Roma, defendí los pantanos de Pripet y decapité a un Gigante del Este. Es mi deseo enseñaros estas tradiciones para que podáis aprender. No os preocupéis por mi aspecto, pronto todos vosotros presentaréis estar marcas, ya que la Bestia es fuerte dentro de todos nosotros.

Me estoy apresurando. Comencemos por el principio.

Orígenes

Los Cainitas tienen su historia del campesino maldito llamado Caín, el asesino de su hermano. A su vez, este transmitió a otros su maldición hasta la actualidad. Esto explica muchos aspectos de los Cainitas y sus preocupaciones. Peor aún, dan por hecho que esta historia también es válida para los Gangrel. Sin embargo, nosotros conocemos un principio distinto.

Había un dios con muchos hijos, y estos luchaban entre sí por todas partes, como hacen los niños. Durante muchas edades, los hijos se peleaban por todo: quien habría de gobernar sobre el sol, la luna, los animales, el mar y muchos otros asuntos triviales. Las peleas se volvieron tan acaloradas que los gemelos más jóvenes, Ennoia y Churka, decidieron abandonar la casa del dios y viajar hacia el este a casa de su madre, que se había ido hacía muchas décadas.

Viajaron lejos, pero no fueron capaces de escapar a su naturaleza. Discutieron por ver quien hablaría primero con su madre y quién obtendría su favor. Sin la mano de su padre para controlarlos, la discusión se convirtió en batalla, pero los gemelos estaban igualados en poder y ninguno de los dos podía ganar. Cada uno recluto guerreros para su guerra: Ennoia a los más valientes, y Churka a los más astutos. Como ninguno de los dos quería que su madre les viese, sólo luchaban de noche, y se ocultaban durante el día. Durante siglos libraron esta guerra en el
este. Las fuerzas de Ennoia estaban a punto de derrotar a sus enemigos cuando se desencadenó el desastre: la Traición.

Dos de los mejores guerreros de Ennoia, jefes de gran poder que habían ganado muchas batallas, huyeron al oeste. Dejaron a Ennoia y sus restantes guerreros solos para enfrentarse a Churka y su ejército, los Ravnos. La balanza se movió, y los Ravnos expulsaron a Ennoia del dominio de Churka, haciéndoles retroceder hasta las tierras salvajes del este. Entristecida por la traición y la derrota, Ennoia desapareció, dejando a sus guerreros solos.

Desde esa noche se llamaron a sí mismos Gangrel. Tu y yo somos sus descendientes. Los Ravnos mantuvieron su lucha con los Gangrel, y se les sumaron las mortíferas criaturas a las que denominamos los “Gigantes del Este”. Estos monstruos se percataron de nuestra guerra nocturna y cayeron sobre nosotros como lobos. Mi propio sire decía que los Gigantes sólo podían vivir de noche y gracias a la sangre de los hombres, y que nos impusieron también ese destino, sólo para poder perseguirnos y matarnos más fácilmente. Sin embargo, he oído muchas otras teorías sobre nuestra naturaleza.

Algunos dicen que es un castigo que nos impuso Ennoia por la Traición, y algunos incluso aceptan las historias estúpidas que cuentan los Cainitas sobre ese campesino más estúpido aún.
Finalmente, los Ravnos y los Gigantes nos obligaron a abandonar nuestros territorios tradicionales de caza y dirigirnos al oeste, donde nos topamos con los Cainitas que ya vivían allí. Aunque no eran amistosos, resultaban menos agresivos que los Gigantes, y no podían impedir que nos estableciéramos en las zonas salvajes. Descubrimos que los llamados Cainitas sufrían maldiciones similares, si bien no idénticas. Ellos usaron este parecido para llamarnos hermanos, pero sabemos que existe una maldición por la cual no podemos ser hermanos. Como mucho somos primos lejanos, pero dudo incluso eso.

Incluso ahora continuamos con la guerra que comenzaron nuestros ancestros, y perseguimos a los Ravnos allá donde podamos encontrarlos. Aunque con menos vigor, también perseguimos a los que traicionaron a Ennoia en aquellas noches hace tanto tiempo, que ahora se llaman a sí mismos Liana y Laibon. Algunos de nosotros creemos que el día que Churka sea destruido y se castigue a los
traidores, Ennoia guiará a nuestro clan de vuelta a los brazos de su madre.

El clan

Para los que no son del clan, los Gangrel carecemos de organización y estructura. No tenemos reyes ni príncipes, ni imitamos a los imperios decadentes para intentar parecer legítimos. Los Cainitas nos desprecian, pensando que somos una chusma desorganizada incapaz de trabajar juntos o con otros. Se equivocan en esto, como en muchas otras cosas.

La Asamblea

La estructura social principal de nuestro clan es la Asamblea, una reunión de todos los Gangrel de una zona. La Reunión nos proporciona una oportunidad de reunirnos, hacer vida social y establecer nuestra posición dentro del clan. Así es como elegimos a nuestros líderes, declaramos proscritos y resolvemos los problemas. La Asamblea es una oportunidad de que cada uno de nosotros participemos en los asuntos que nos afectan a todos.

Para convocar una Asamblea, un Gangrel deja unas señales especiales en la zona, como montones de piedras o ramas partidas. Los animales nocturnos también sirven de mensajeros, una vez que el Gangrel que convoca la Asamblea los ha reclutado. Se puede tardar unas noches en llevar el comunicado a todos los Gangrel de la zona, por lo que la Asamblea no es algo que se use para tomar decisiones rápidas. Los Gangrel convocados se reúnen en algún lugar conocido que les permita esconderse fácilmente del sol.

Los procedimientos de una Asamblea son engañosamente sencillos. Al llegar cada Gangrel, se presenta a los que ya están reunidos. A continuación comienzan los ritos, y los Gangrel nuevos compiten con los ya presentes para determinar su posición. Si los Gangrel ya presentes son especialmente poderosos o agresivos, los ritos pueden durar unas cuantas noches.

Una vez establecida la posición, pasamos a los asuntos que ocupan una Asamblea. Esta es un lugar para el debate sobre cualquier tema. Algunos temas recurrentes son los avisos, la presencia de los Ravnos, el intercambio de historias y los mensajes de los Cainitas de la zona. Por ejemplo, la guerra con los Tremere y la consiguiente alianza con los Tzimisce han sido los temas predominantes en las últimas Asambleas. Todos los Gangrel que forman la Asamblea pueden participar, si lo desean, por lo que esta puede durar varias noches si es muy numerosa. Sin embargo, ninguna Asamblea dura más de una semana una vez realizada la primera intervención. Después de siete noches, los procedimientos se interrumpen y nos diseminamos.

Ritos de posición

Tenemos unos pocos ritos sencillos para determinar nuestra escala social. El más corriente es el combate individual sin usar garras, dientes ni armas. Este sólo termina cuando uno de los dos participantes se rinde o queda incapacitado. Si ambos están muy igualados, el combate puede volverse muy peligroso, con riesgo de un frenesí alocado. Cuando dos de nosotros nos conocemos por primera vez, normalmente usamos el rito del combate para reafirmar simbólicamente nuestra relación. Esto es más un ejercicio que un combate real.

El otro rito es el de alardear. Los que participan fanfarronean, intentando quedar por encima del otro con su valentía y habilidad. Alardean de cosas que podrían hacer, no de cosas que hayan hecho, y continúan hasta que uno de los dos se rinde o exige pruebas al otro. El exigir pruebas significa que los dos participantes deben llevar a cabo con éxito la última proeza de la que hayan alardeado. La dificultad de esta determina su posición.

La Turba

Las Asambleas no siempre son amistosas. En ocasiones excepcionales, algún Gangrel puede convocar una Asamblea para crear una Turba, también denominada Cacería Salvaje. La Turba es un grupo de guerra de los Gangrel de una zona que se unen contra un enemigo. El miembro de mayor graduación es el que la comanda, buscando plantar batalla al enemigo. En una Turba dejamos de lado nuestras búsquedas personales de gloria y luchamos juntos para destruir a nuestra presa. A menudo, lo último que ve un Ravnos en su vida es una horda de nosotros que sale de los bosques en masa a toda velocidad, entre gritos de batalla.

La invocación de la Turba es algo sagrado, que todos los Gangrel debemos honrar. No toleramos la cobardía, y la castigamos severamente. Negarse a participar en una Turba puede ser motivo de castigo o incluso destrucción.

Me lo ha dicho un pajarito…

Las noticias se mueven rápido en los círculos Gangrel. Por supuesto, el canal principal para difundir información es el intercambio de historias durante la Asamblea. Sin embargo, los Gangrel poseen otros métodos de transmitir avisos y alarmas, siendo el más notorio de ellos el uso del Animalismo de Habla Salvaje.

Los pájaros son buenos mensajeros para cosas sencillas, mientras que los animales grandes son capaces de transportar avisos más complicados. Un Gangrel que se adentre en tierras nuevas normalmente interrogará a las criaturas que vea para obtener información que haya podido dejar atrás otro miembro del clan que haya pasado por allí.

Los Gangrel también utilizan los símbolos de los bosques, como las rocas y las ramas partidas para avisar a otros de su clan de que eviten el territorio de los Lupinos u otros lugares peligrosos. Una señal así suele ser una pista para obtener más información de la fauna de la zona.

La Gran Asamblea y la Gran Turba

La Gran Asamblea es una reunión casi mítica. No se ha convocado ninguna en 750 años, desde antes de la caída de Roma. En principio, es una reunión de todo el clan, pero siempre hay algunos (o incluso muchos) miembros que no pueden acudir o no desean hacerlo. Ningún Gangrel se ha ganado suficiente respeto o ha acumulado suficiente poder como para convocar una Gran Asamblea en la actualidad, por lo que es probable que siga siendo algo legendario. Una Gran Asamblea dura semanas, ya que los Gangrel llegan desde todas partes y pasan noches restableciendo su posición mediante los ritos. El que haya convocado la Gran Asamblea es el que tendrá que afrontar más desafíos, y en caso de que no triunfase en ellos, esto significaría su destrucción y el final de la gran Asamblea.

Las Grandes Asambleas organizan Grandes Turbas inmensas, en las que todo el clan se enfrenta a un solo objetivo. La Gran Asamblea también debate asuntos que atañen a todo el clan, o proporciona a un Gangrel poderoso la posibilidad de probar su valía al resto del clan, para guiarlo en tiempos de problemas.

Entre los miembros del clan, las Grandes Asambleas, son, de hecho, profecías negativas. Un grupo tan numeroso de nosotros requiere una cantidad equivalente de alimento, y la leyenda cuenta que las Grandes Turbas han llegado a asolar países enteros. Esta clase de destrucción suele llamar la atención de los Lupinos, que se suman al derramamiento de sangre. ¡Es glorioso!

Algo nuevo, algo viejo

Independientemente de la Asamblea y la Turba, los Gangrel tenemos pocas leyes y rituales, especialmente en comparación con la rigidez de las progenies Cainitas. Cuando dos de nosotros nos encontramos, intercambiamos un saludo en el que se incluye nuestro nombre, unas pocas de nuestras hazañas y una indicación de nuestra edad física. Fuera de la Asamblea, los jóvenes defienden a los mayores. La edad en este caso, se determina por los años. Un Gangrel que sobreviva cien años obtiene más respeto que uno que sobreviva diez, da igual quiénes sean sus sires. La supervivencia y la valentía son nuestras únicas medidas verdaderas de habilidad.

Un Gangrel que posea rasgos animales, señal del favor de Ennoia, también obtiene respeto. Sin embargo, aquí hay una fina línea: consideramos el número de rasgos según la edad. Una cantidad excesiva de rasgos a una edad muy joven es una señal de locura, no de favor. Una cantidad ridícula de rasgos en un Gangrel mayor puede ser una señal de cobardía. No hay reglas fijas sobre cuánto es mucho o poco, es una cuestión de instinto. Cuando tenemos la sensación de que uno de nosotros ha ido demasiado lejos, le advertimos que intente evitar que se extiendan sus males.

Los Gangrel respetamos a los que no son de nuestro clan en ciertas ocasiones. Cuando un Cainita demuestra tener una gran valentía en el combate, o en situaciones parecidas, lo tratamos casi como a un igual hasta que se demuestre que no sea digno de ello. Algunos nos unimos en ocasiones a los Cainitas, otorgándoles cierto tipo de posición social dentro del clan. Los Cainitas que obtienen esta posición pueden participar en la Asamblea y los ritos si lo desean. Los Gangrel respetan cualquier posición social que haya obtenido un Cainita en una Asamblea. Sin embargo, hay que recordar que estos extraños deben tener mucho cuidado. En caso de que demuestren ser cobardes o indignos, cosa que la mayoría son, pagarán un precio terrible, así como el Gangrel que los haya apoyado.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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