Relato de Vampiro basado en historia de WarhammerSaranovich se encontraba en su tienda examinando el mapa de la region mientras sorbia un poco del mejor vodka de Kislev. Estaba pensando en lo mucho que odiaba haber sido asignado a ese puesto remoto. No le gustaba el campamento en los bosques que delimitaban la frontera entre la Madre Kislev y los Reinos Enanos en las Montañas del Fin del Mundo; pero su obligacion como Ataman de los arqueros a caballo era vigilar los caminos que atraviesan los pasos de montaña.
De repente, escucho un movimiento en el exterior de la tienda y dos de sus hombres entraron en ella. Con ellos traian a una chica, una de las mujeres jovenes mas bellas que jamas hubiera visto. Era muy joven y fragil. Su piel era muy palida y su ropa estaba hecha harapos. Su mirada reflejada el terror que sentia y estaba todo temblorosa.
“Ataman, hemos encontrado a esta chica en uno de los pasos de montaña. Parece como si la hubieran atacado, pero no hemos conseguido que nos diga una palabra. Parece aterrorirazada. Tal vez no hable nuestro idioma”.
“Interesante. Traedle comida caliente y algo de ropa”.
“Si, Señor”, los dos hombres salieron y regresaron rapidamente con la comida y la ropa.
Saranovich observo a la chica y no pudo evitar sentirse conmovido por su mirada inocente. Su corazon se lleno de cariño hacia ella, pues le recordaba a su hija. Se dio cuenta de que comia y bebia muy poco y con muy poco entusiasmo; era evidente que todavia estaba asustada. El viejo soldado trato de tranquilizarla hablandole en un tono suave y calido.
“No tengas miedo. Somos amigos. Amigos, ¿me entiendes?”.
La chica le miro y, actuando como si hubiera entendido sus palabras, asintio con su cabeza. “¿Cómo te llamas?, pregunto Saranovich.
“Mara, yo Mara”, respondio la dulce voz de la chica. El Ataman respiro aliviado. No podia reconocer el acento, pero al menos era posible comunicarse con ella.
“¿Qué te ha pasado? ¿Dónde esta tu familia? ¿Y tu madre y tu padre?”.
Con sus inocentes ojos muy abiertos, respondio: “Montaña…monstruo…morir, todos morir. Mara no morir”, empezo a llorar sollozando violentamente.
Saronovich se conmovio y la abrazo para consolarla hasta que dejo de llorar. Despues parecio dormirse, exhausta. El Ataman decidio dejarla sola para que descansara. Salio a la rojiza luz del sol poniente y llamo al sargento. “Yuri, que los hombres levanten una tienda para nuestra huesped y dobla el numero de guardias esta noche. La chica ha dicho algo sobre un “monstruo” y me temo que una de esas criaturas malignas que habitan en las montañas haya atacado el grupo en que ella viajaba. Parece ser que es la unica sobreviviente”.
“Inmediatamente, Señor!”.
Y llego la noche.
Saronovich se desperto de repente a causa de un terrible grito que rasgo la oscuridad. En un instante, ya estaba fuera de la tienda con la espada preparada. ¿Dónde estaban los guardias y porque habian permitido que se apagaran las hogueras? Oyo mas gritos procedentes de la tienda que servia de barracon y corrio en esa direccion. Entro en la gigantesca tienda con mucho cuidado y, a la tenue luz de los braseros, comprendio que habia llegado demasiado tarde. Sus guerreros estaban muertos. Todos estaban manchados de sangre.
Algunos cuerpos, con el cuello desgarrado, todavia yacian en sus camas. Otros cuerpos yacian en el suelo, destripados y desmembrados aparentemente por las garras de una criatura con una fuerza increible.
“Un troll”, penso Saronovich. No, imposible. Una de esas criaturas no podria haber entrado en el campamento con el suficiente sigilo como para sorprender a sus veteranos guerreros en la cama. Entonces, ¿Qué criatura habia causado esa masacre? ¿Cómo podia enfrentarse a ella?. La mente del Ataman estaba dominada por el miedo y la rabia. Entonces, otro pensamiento le golpeo como un martillo: ¡la chica! Tenia que proteger a la chica.
Empezo a correr hacia su tienda, pero la encontro vacia. ¿Dónde podia haberse metido?. De repente, escucho una nueva serie de gritos procedentes de los bosques cercanos. Algunos de los guardias todavia seguian luchando y una de las voces era claramente femenina. ¡Ella estaba alli!.
Saronovich llego al lindero del bosque, donde pudo ver claramente una antorcha encendida no muy lejos delante de el. Se dirigio hacia la luz y casi tropezo con el cuerpo sin vida de uno de sus guardias. La chica estaba rcostada sobre un arbol con una flecha atravesandole el hombro. Sus ropas estaban cubiertas de sangre, pero seguia viva, que era lo mas importante.
Ella miro a Saronovich con esperanza y alivio mientras el se aproximaba con cautela; pero, de repente, sus ojos se fijaron en algo por encima del hombro de Saronovich y grito: ¡Detrás de ti!”. El Kislevita se giro, preparado para luchar y dispuesto a dar su vida para proteger a esa inocente criatura del terrible mosntruo que habia masacrado a sus hombres. Sus ojos escudriñaban la oscuridad en busca del monstruo cuando otra voz hablo juto detrás de su oreja. Un escalofrio le recorrio la columna vertebral. Era la voz languida y sensual de una mujer adulta, pero habia una connotacion maligna y una nota ironica en su tono: “He dicho que estaba detrás de Ti…”.
Esas palabras, y el salvaje grito que las siguio, fueron los ultimos sonidos que el Ataman Saronovich de kislev escucho en esta vida.