• Percibir la naturaleza
El Devorador adquiere una intuición inmediata de su entorno y dibuja en su cabeza un mapa de los rasgos naturales de la región, las plantas y anímales que habitan en ella, y la localización de cualquier intruso que la fauna local considere una amenaza.
Sistema: Tira Percepción + Supervivencia. Los demonios de la zona pueden intentar ser detectados con una tirada enfrentada de Fuerza de Voluntad (dificultad 7). Si tu tirada tiene éxito, tu personaje conseguirá un mapa mental de su entorno al que podrá recurrir cuando lo necesite,
así como el emplazamiento aproximado de animales y personas cercanas. Aunque esta evocación surte más efecto en zonas naturales, también puede utilizarse en entornos urbanos con una dificultad de 8. Tu Devorador podrá orientarse en una zona determinada de radio igual a su Fe por 1500 metros. Los efectos de la evocación durarán una escena.
Tormento: Los demonios monstruosos que ejecuten esta evocación transmitirán su naturaleza asesina al área circundante, provocando que la flora y la fauna reaccionen agresivamente ante los intrusos humanos. Cualquier animal de la zona agredirá a los intrusos si le es posible. Los intrusos
deberán hacer tiradas de Atletismo o Supervivencia para evitar el daño o evitar el ataque, donde la dificultad será el Tormento del demonio.
•• Acelerar el crecimiento
El Devorador puede provocar un crecimiento acelerado e incontrolado de la vida vegetal de la localidad. Los árboles se elevarán disparados hacia el cielo, las parras se cargarán de fruta, las enredaderas se propagarán por la superficie donde estén arraigadas y las zarzas lo invadirán todo.
Sistema: Tira Resistencia + Supervivencia. El Devorador se concentrará en una planta en concreto y conseguirá que crezca de tamaño en tantos metros cúbicos como éxitos consiga, todo en espacio de un solo turno. Las zarzas o las raíces infligirán el mismo número de puntos de daño
a aquellas estructuras físicas con las que estén en contacto (piensa que cada éxito es un punto de Fuerza y compara los resultados con la tabla de Proezas Físicas, en la página 196). Los objetos atrapados dentro del radio de crecimiento serán engullidos. La planta permanecerá hipertrofiada y causará daño durante tantos turnos como éxitos obtuvieras.
Tormento: Los demonios monstruosos provocan que las plantas crezcan y atrapen a todo ser vivo que tengan a su alcance, para estrangularlo o despedazarlo. Por cada ser vivo que se encuentre en la zona de crecimiento de las plantas, tira tantos dados como Fuerza de Voluntad tenga tu Devorador. Considera que esta acción es un intento de presa, que las víctimas podrán intentar detener o esquivar con normalidad. Si el ataque tiene éxito, tira tantos dados como Tormento tenga el Devorador. Cada éxito infligirá un nivel de daño letal.
••• Gobernar la naturaleza
El Devorador puede dirigir el rápido crecimiento de las plantas de la zona a su antojo, afectando el entorno de una manera concreta según sus planes.
Sistema: Tira Inteligencia + Supervivencia. Tu personaje podrá afectar a tantas plantas como puntos de Fe tenga. Cada planta crecerá un número de metros cúbicos igual a los éxitos que consigas, y se expandirá en la dirección y configuración que especificara tu personaje. Si el crecimiento de una planta se dirigiera contra una estructura específica, coge el número
de éxitos y compáralos con la tabla de Proezas de Fuerza de la página 196, en el capítulo dedicado a los Sistemas, para resolver el daño que sufrirían los objetos.
Tormento: Además de dirigir el crecimiento de las plantas, los demonios monstruosos consiguen que éstas aborrezcan la carne y la sangre, que desarrollen espinas como agujas y rezumen savia venenosa. La manifestación exacta la determinará el Narrador, pero será preciso que todo aquel
que intente moverse por la zona haga una tirada de Destreza + Atletismo (o Supervivencia) para no sufrir tantos daños de daño letal como Tormento tenga el demonio.
•••• Poseer plantas
El demonio puede apoderarse de la esencia vital de una o varias plantas, convirtiéndolas en extensiones de su voluntad. Las plantas se moverán con una velocidad y una fuerza sobrenaturales, y emprenderán cualquier acción que desee el Devorador.
Sistema: Gasta un punto de Fe y tira Resistencia + Supervivencia. El Devorador podrá controlar tantas plantas como éxitos consiga. Las plantas afectadas por esta evocación deberán permanecer arraigadas en su sitio, pero podrán ejecutar cualquier otra acción dentro de los límites de su composición física y su tamaño. Un rosal podría enredar a su víctima, o una
enredadera podría reducir a escombros la pared en la que esté anclada. Los efectos de la evocación durarán una escena. Considera que las plantas tienen una Fuerza igual a la Fuerza de Voluntad de tu demonio y consulta la tabla de Proezas de Fuerza (p. 196) para determinar el daño que pueden provocar en los objetos. Ese mismo número de dados será el que se utilice
para las tiradas de ataque y de daño (contundente) cuando las plantas atenten contra seres vivos.
Tormento: Los Devoradores monstruosos propagan la mancha de su Tormento mediante las plantas que controlan, destruyéndolas desde el interior y reduciéndolas a cascarones sin vida en cuestión de minutos. Cada planta poseída sufre un nivel de salud de daño por turno, no absorbible. Por regla general, asume que una planta determinada tendrá un «nivel de salud» por metro cúbico de volumen. Una vez consumidos todos los niveles de salud de la planta, ésta morirá.
••••• Mutar plantas
El Devorador puede manipular la composición y la forma de una planta a su antojo para crear nuevas especies especializadas según sus deseos.
Sistema: Gasta un punto de Fe y tira Inteligencia + Supervivencia. Tu personaje podrá alterar una planta o añadirle una nueva característica por cada éxito obtenido. Entre estas alteraciones se incluyen el metabolismo acelerado (crecimiento vertiginoso), la corteza extra gruesa o la inusitada dureza de la piel y las espinas. Estos éxitos pueden generarse dentro de una tirada extendida durante varios días (una tirada diaria), mientras el demonio «experimenta» con su creación. Los efectos de esta evocación durarán tantos días como puntos de Fe tenga tu personaje, aunque podrán volverse permanentes gastando un punto de Fuerza de Voluntad.
Tormento: Los demonios monstruosos que utilicen esta evocación crearán vida vegetal sedienta de sangre. Haz una tirada de Fuerza de Voluntad (dificultad igual al Tormento de tu personaje). Si falla la tirada, el metabolismo de la planta mutará espontáneamente, desarrollando armas
naturales que le permitirán matar y alimentarse de seres vivos… tu demonio entre ellos. Las reservas de dados de ataque y de daño de la planta serán iguales al Tormento de tu personaje, y harán daño letal.
Ninurtu, la Faz de la Naturaleza
Los ángeles de la naturaleza se manifiestan en una amalgama de la flora que gobiernan y la fauna que prospera bajo su tutela. Su piel suele estar recubierta de un fino pelaje similar al del ciervo, y a menudo exhiben pezuñas en vez de pies. Son muy musculosos y sus ojos cambian de color como las estaciones, yendo del gris pálido al verde oscuro estival.
La Faz de la Naturaleza confiere las siguientes habilidades especiales.
• Sentidos mejorados: Los cinco sentidos del personaje se agudizan hasta niveles sobrehumanos, lo que reduce en dos sus tiradas de Percepción.
• Piel de camaleón: La piel del demonio le permite confundirse con su entorno. La dificultad de todas las tiradas de Sigilo se reduce en uno si se mueve, y en dos si permanece inmóvil.
• Pasar sin dejar huella: La dificultad de las tiradas de Sigilo del personaje se reduce en dos, y su paso no interferirá con el entorno en ningún aspecto. No dejará huellas de pisadas ni se moverán las hojas.
• Niveles de salud adicionales: El demonio adquiere tres niveles de salud Magullado adicionales a efectos de resistir el daño contundente, letal y agravado.
Tormento: Los Ninurtu monstruosos muestran tonos más oscuros y sus ojos son del color argénteo de la luna. Su tamaño es descomunal, y su apariencia exuda una sensación de ominosa amenaza que rivaliza con lo que se siente inmerso en un bosque inmenso o ante una montaña colosal.
La Faz de la Naturaleza confiere las siguientes habilidades Atormentadas especiales.
• Espinas: Los hombros, el torso y los brazos del demonio se cubren de afiladas espinas negras que infligen un nivel de daño agravado a todo aquel que consiga golpear o apresar al demonio en combate sin armas.
• Aumento de tamaño: El cuerpo del personaje crece un tercio de su altura normal, sumando los siguientes Rasgos de bonificación: +1 Fuerza, +2 Destreza, +1 Resistencia.
• Extremidades adicionales: El demonio desarrolla una cola prensil, a discreción del jugador. Ésta mide la mitad de la altura del personaje y sólo utiliza la mitad de su Fuerza (redondeando hacia abajo) para levantar objetos, además de permitirle colgarse cabeza abajo.
• Veneno: La saliva del demonio contiene una variante embriagadora de veneno que afecta a la voluntad de sus víctimas. Si alguna de éstas se expusiera a la saliva del Devorador (por medio de una herida abierta, o un beso), perdería un punto de Fuerza de Voluntad por punto de Tormento
del demonio de no superar una tirada de Resistencia (dificultad 7). Si la víctima pierde toda su Fuerza de Voluntad de este modo, se sumirá en un coma semejante a la muerte. Los efectos del veneno se prolongarán durante tantos días como puntos valga el Tormento del demonio.