Tradicion – Choeur Celeste (Coro Celestial)
No hay sonido más trascendente que las voces del hombre y Dios en armonía. Trasportada por la comunión, la imperfecta canción humana se eleva como el viento y se convierte en una campana en la música de las esferas. Que malignidad, pues, escuchar ese canto vaciado por el sonido de las monedas y el ruido de las vestimentas. Los verdaderos Cantores del Señor están horrorizados por este clamor y llevan la luz a las tinieblas, unas veces con velas y otras con hierros al rojo. La Canción comenzó con la Creación. Mientras Dios entonaba las primeras notas la Tierra, los cielos, los ángeles y cada una de las cosas vivas añadieron sus voces. El Himno Divino alcanzó un crescendo tras el cual todo descanzó. Pero Lucifer añadió disonancias y su voz retumbó en las bases de la Creación. En el Jardín, Adán y Eva se unían todos los días al…