Ciudades y asentamientos del Este VII

Transilvania Nocturno: Ciudades y asentamientos del Este VII (HUNGRÍA III) Otro trueno estremeció la tierra, y un tercero. Después llegó el silencio, tan súbito y profundo que era más aterrador que la tormenta. El viento cesó tan bruscamente como había llegado, y el humo volvió a elevarse en el aire. Sólo el camino del fuego crepitó poco a poco hacia el oeste, ardiendo de forma llamativa. – Kate Seredy, «El ciervo blanco» (cuentos del pueblo magiar y los viejos dioses) CEORIS En lo alto de los Alpes Transilvanos se eleva la capilla Tremere de Ceoris (ver Capítulo Seis). Muchos transilvanos han oído los rumores sobre una «escuela del diablo», donde los magos negros aprenden sus siniestras artes. Pero pocos saben dónde podría estar dicha escuela. Aunque los Tremere tenían antaño varias capillas en Transilvania, la guerra con los Tzimisce se ha cobrado su precio. Ahora sólo queda su mayor posesión:…

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Arte – Pireticas

Hace medio millón de años, los humanos descubrieron la belleza y atractivo del fuego. Las hadas han estado jugando con su bello poder desde mucho tiempo antes. Pueden controlar los poderes del fuego fatuo y crear sirvientes de fuego vivo. Este Arte usa el Glamour para tejer y modelar las llamas y así convertirlas en efectos y formas agradables. Atributo: Destreza. * Fuego Fatuo Este cantrip crea una bola de llama quimérica que su creador dirigirá a un lugar, persona u objeto específico. Este cantrip a menudo se usa como «perro líder» en la caza. El fuego fatuo tiende a deambular mucho y a menudo no toma el camino más directo, pero sí el más seguro. Sistema: El Reino define hacia donde o a quién eres capaz de dirigir la bola. Así, Naturaleza decide a qué planta o animal estás cazando, mientras que Escena da la localización. El número de…

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¿El Cazador o la Presa?

Relato corto narrado en primera persona, ambientado en el mundo de Vampiro. ¿El Cazador o la Presa? – Escrito por Luca Vizjerei Estimado mortal, cazador de los muertos, presa del tiempo. Como le prometí, escribo estas líneas para explicar el secreto de la primacía irrefutable de mi raza, para convertirle en el asesino de quienes lo son de su pueblo, para hacer de mis hermanos las víctimas. Poco resta ya para que las montañas queden regadas por la luz del astro rey. Las aguas venecianas veranse entonces de un turquesa tal que algunos crédulos las confundirán con el mismo cielo. Yo, por mi parte, una noche más, emprendo mi huída. Lustro tras lustro, año tras año, día tras día… te maldigo oh eternidad que haces sucumbir a mi alma en la más absoluta oscuridad en cada mañana. Daría mi vida por ver una sola vez más un rayo de esa…

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