Apócrifo Gangrel – El nocturno de un nómada
Mi buen amigo, Me pediste mi relato de los eventos que siguieron a vuestra partida. Naturalmente, es una historia llena de heroísmo y bravura, y no te culparé por desear oír todo el relato. Nos marchamos de buen ánimo esa noche y tomamos caminos separados, saciados y felices. Tú te dirigiste hacia Prusia en el noroeste y yo al este, hacia el Vístula y Gdansk. Me crucé con algunas alimañas bandidas ¡y todos experimentamos gran regocijo! Clavé sus caras de rata en astas y representé un espectáculo de marionetas para los siguientes viajeros, quienes resultaron ser un grupo de monjes. Parecían conmocionados, pero uno se rio, así que lo dejé con vida. Me topé con un pueblo esa noche. Se ofrecieron a hospedarme, y estuve de acuerdo. Resulta que tenían un problema con alguna clase de enloquecido licántropo, ¡pero ya no! Saciado con la sangre del perro manchado de mierda,…