Las Hadas de Knockgrafton
Una leyenda de la región de Glengarrigh al sur de Erin, menciona las peripecias de un joven jorobado, de nombre Lushmore, a quien las hadas ayudaron en su defecto físico, como premio a su buena disposición para con ellas. El pobre Lushmore, a quien llamaban así porque siempre llevaba una ramita de digital en su sombrero de paja, regresaba una tarde del pueblo de MacCurragb, cuando el cansancio y el dolor de su jorobalo obligaron a recostarse a la sombra de un roble, junto a la entrada del Brugh de Knockgrafton, el cual tenia fama en la región de ser morada de las hadas de los túmulos de aquella zona. Ya casi se había adormecido cuando una extraña canción, que no parecía entonada por gargantas humanas, pareció emanar del interior de la tumba. Alelado y asustado, Lushmore prestó atención a la canción, percatándose de que de la impecable interpretación, la…