Izhim Ur-Baal, Serafín de la Mano Negra
Libertad frente a organización, voluntad frente a rectitud, antiguos frente a neonatos… Todas estas luchas caracterizan a los vampiros del Sabbat, que parecen unidos tan sólo por el odio que sienten hacia los Antediluvianos y por el desprecio que demuestran hacia el ganado. Trasfondo: ¿Dónde empieza la crónica de una criatura que a sobrevivido a civilizaciones enteras? Izhim fue el séptimo hijo de un hechicero babilónico, príncipe de una fértil provincia en un tiempo en el que los imperios no tenían nombres ni fronteras. Los monstruos de aquella Era aún caminaban abiertamente entre los hombres; el niño-príncipe fue educado para la divinidad desde su más tierna infancia por los Antiguos, fue mantenido vivo mucho más allá de cualquier medida mortal a fuerza de infusiones nocturnas de divinidad. Riquezas y galas de cualquier tipo imaginable, tutelaje en las disciplinas mundanas y místicas, soberanía sobre un pueblo que le veneraba como heredero…