Las Ninfas de los tiempos antiguos
El mundo romano, heredero culturalmente del griego y especialmente devoto desde sus orígenes de la madre naturaleza, prestó una gran atención a sus ninfas. Por ejemplo: antes de hacer un puente suplicaban el perdón del río, es decir, a la ninfa o ser sobrenatural invisible que lo guardaba; previamente a la tala de un árbol, con mayor motivo si se trataba de un bosque, hacían otro tanto. También al construir una vía pavimentada o erigir una ciudad, consultaban oráculos y realizaban múltiples ceremonias siempre dedicadas a lo sutil, “a esos seres intangibles que todo lo pueblan y gobiernan”. Con objeto de pedir perdón adecuada y piadosamente a las ninfas arbóreas explica Catón lo siguiente: “Según el ritual romano, así conviene hacer luz en el bosque. Sacrifica un cerdo expiatorio y ora de esta forma: Si eres dios, si eres diosa a quien pertenece este lugar sagrado, para suplicar tu clemencia…