La Era Vikinga

El saqueo del monasterio de Lindisfarne, en la costa oriental de la región inglesa de Northumbria, el 8 de junio del 793, marca oficialmente el inicio de la era vikinga. La frase «a furare normannorum libera nos, Domine» (de la furia de los hombres del norte, líbranos, Señor) recorre toda la cristiandad. Las crónicas escritas por los aterrorizados monjes de Lindisfarne y de otros muchos monasterios dieron a los vikingos esa imagen de sanguinarios asesinos dispuestos a conseguir riquezas a sangre y fuego que perduraría durante siglos, eclipsando esa otra faceta que los ha situado más recientemente en la historia como grandes artistas, navegantes, comerciantes y fundadores de ciudades y estados. La denominación «vikingo» no se sabe muy bien de dónde procede y qué significa. Los que ahora llamamos vikingos eran un pueblo único distribuido por distintas regiones de Escandinavia, compartiendo la misma lengua, los mismos dioses y similares costumbres….

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La Estrategia Militar

La estrategia militar medieval se centraba en el control de las fuentes de riqueza y, en consecuencia, en su capacidad para la ocupación de tierras. Al principio del periodo, esto equivalía básicamente a destruir o defender los campos, ya que toda la riqueza tenía origen en las tierras de labranza y en los pastos. Con el paso de los años, las ciudades se convirtieron en importantes puntos de control como centros de riqueza derivados del comercio y la manufactura. Conquistar y mantener el control de los castillos era parte esencial de las guerras, ya que éstos defendían las tierras de labranza y pasto. Los ocupantes del castillo controlaban a la población de los alrededores. A medida que iban creciendo, las ciudades también se fortificaron. La defensa y la conquista de ciudades fue adquiriendo gradualmente mayor importancia que el control de los castillos. Los ejércitos de tierra maniobraban para conquistar las…

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