Armas Incendiarias
La humanidad es una bestia inteligente. En los milenios desde la expulsión del Edén, los mortales han desarrollado un número casi incontable de métodos para matarse unos a otros. La maquinaria de asedio es un ejemplo claro, las tropas a cualquier lado de los muros están sujetas a numerosas formas de ataque, desde brea hirviendo hasta piedras disparadas por catapultas. Un Cainita envuelto en una de estas batallas puede sufrir la Muerte Definitiva antes de darse cuenta del peligro que corre. Si un personaje tiene la mala suerte de recibir el impacto de un proyectil de balista o de catapulta, sufrirá entre 10 y 15 dados de daño, que puede absorber de la forma habitual. Por cierto: los proyectiles de balista son de tal tamaño que forjar puntas metálicas para ellos no sería económico; normalmente tienen puntas de madera afilada y endurecida al fuego. Lo más probable es que un…