Ayuda Profesional – Guardaespaldas
Guardaespaldas La calle era poco más que un estrecho sendero como un túnel entre los altos edificios, resbaladizo por la humedad del suelo y los desperdicios arrojados desde las ventanas, cuyas colgaduras bloqueaban eficazmente cualquier que pudiese ofrecer la luna. El pequeño grupo que recorría aquella traicionera ruta iba guiado por un Joven muchacho con una antorcha en la mano y una expresión imponente en su imberbe rostro. Tras él marchaban un par de curtidos veteranos, sus cuidadosos ojos explorando las sombras en busca del menor indicio de una amenaza. La luz de la antorcha iluminaba el acero desnudo en sus manos. Otros dos como ellos estaban a retaguardia, las armas igualmente dispuestas, mientras examinaban continuamente el entorno en busca de posibles problemas. En el centro del grupo armado caminaba la que parecía una Joven de piel tan blanca y resplandeciente como las hojas desenvainadas que la rodeaban. Su atuendo…