El último y quizá más importante desarrollo en la Magia de Sangre Anarquista llegó con el amanecer del nuevo milenio. En las primeras noches del siglo xxi, una coterie de Tremere que operaba desde la ciudad de Washington lideró colectivamente el desarrollo, entonces reciente, de la Senda de la Tecnomancia mientras crecía su irritación bajo el desdén de unos superiores que preferían formas más “respetables” de Taumaturgia. Dejaron estupefacta a la Camarilla cuando se pasaron en masa a los Estados Anarquistas de Los Ángeles. Y lo que era aún más enervante para los Tremere, estos descontentos se las apañaron para robar la mayor parte de la base de datos existente sobre la Tecnomancia antes de partir. Aunque el Clan ha sido capaz de reconstruir su conocimiento sobre aquélla, para el Concilio Interior ha sido muy embarazoso reconocer que, por primera vez desde la fundación del Clan, una facción externa tenía una comprensión superior de una faceta de su Disciplina distintiva.
Durante algunos años, los Anarquistas tuvieron realmente un acceso superior a la tecnomancia en comparación con los Tremere, aunque últimamente ambos grupos han alcanzado una paridad aproximada. Por muy asombrosos que fueran la defección y el robo que la acompañó, los miembros informados de la Camarilla quedaron incluso más sorprendidos cuando el Clan Tremere declinó promover la inclusión de los desertores en la Lista Roja, incluso después de que hicieran fácilmente accesibles rituales de bajo nivel de tecnomancia mediante “shareware” ocultista. La aparente indulgencia con la que su Clan de origen está tratando a los desertores es una continua fuente de misterio (para encontrar pistas para la razón real de esa “indulgencia”, ver Anarquistas Liberados, pág. 23-25).
Libres de las restricciones de la jerarquía Tremere y con el apoyo financiero de una misteriosa cábala de Anarquistas inversores de capital riesgo conocida como “La Pregunta Roja”, los desertores (que adoptaron el insolente nombre de “Digital Draculas” como nom de guerre colectivo) se establecieron en el norte de California y comenzaron una campaña para diseminar información sobre la tecnomancia (y otras Sendas de Taumaturgia) entre los compañeros Anarquistas de todo el mundo. Sus métodos eran de dos tipos: para el consumo a gran escala, los Digital Draculas proporcionaron una serie de programas informáticos de tipo shareware que incorporaban poderosos rituales taumatúrgicos mágicamente inscritos en el propio entramado de Internet. Activando esos programas, el usuario podría acceder a Internet de formas especiales. Por ejemplo, el ritual Fangbook permite a cualquier vampiro esconder mensajes secretos e incluso vídeos en aplicaciones de redes sociales de los mortales, mensajes que parecen mundanos para los humanos, pero que son obvios para otros Vástagos.
El segundo método es más directo. Los Digital Draculas pueden identificar a Cainitas que simpaticen con la causa Anarquista y a la vez sean devotos de lo oculto mediante la monitorización de los hábitos de Internet de los usuarios de Fangbook. El grupo deja cuidadosamente de lado a los pretenciosos, los incompetentes y los infiltrados de la Camarilla antes de contactar indirectamente con quienes piensan seriamente en aprender Magia de Sangre que pueda usarse para promover la causa Anarquista. Una vez el objetivo ha satisfecho a los Digital Draculas en lo que respecta a su valía, un miembro o más de la coterie proporcionará instrucción en tecnomancia e incluso en otras facetas de la “verdadera” Taumaturgia (es decir, la de estilo Tremere) a cambio de servicios para el Movimiento. Invariablemente, un servicio requerido es que el estudiante se someta voluntariamente a los efectos de Dominación incorporados a las transmisiones de Internet que hacen que el estudiante sea incapaz de revelar en un interrogatorio lo que ha aprendido. Los que llegan a finalizar su entrenamiento son introducidos a un mundo de élite: el mundo de la Taumaturgia Hacktivista. O al menos la mayoría de hacktivistas afirmará alegremente que representan una cultura de élite. De las cuatro escuelas principales de ocultismo Anarquista, la Hacktivista es la única que señala una conexión institucional con la Taumaturgia Tremere, y muchos de sus miembros no son tímidos a la hora de hacérselo saber a los de otras escuelas. Por supuesto, ha habido Tremere que se identificaban como “Anarquistas” desde Thorns, pero pocos de ellos han transmitido voluntariamente sus conocimientos de Taumaturgia a los ajenos al Clan, y ciertamente nunca con la amplitud con la que lo han hecho los Digital Draculas con sus artes. De hecho, los teóricos de la conspiración Anarquistas a menudo afirman que por cada auténtico Anarquista Tremere hay probablemente tres infiltrados que están en el Movimiento para cumplir alguna misión para el Clan, y que cualquier Tremere que esté enseñando sus artes a otros probablemente lo haga como parte de algún plan siniestro del que un Anarquista sensato debería mantenerse apartado. Incluso actualmente, mientras los Digital Draculas ofrecen su saber alegremente (o ciertas partes de él, al menos) por todo el Movimiento, se encuentran con que menos de la décima parte de los Anarquistas que observan son dignos siquiera de recibir la oportunidad de aprender, y que la mitad de éstos rechazan la oferta por pura paranoia anti-Tremere.
Aunque las Sendas de las que disponen los hacktivistas son una muestra representativa bastante decente de la biblioteca Tremere, no todas las Sendas están disponibles sin más. De hecho, las posibilidades se limitan básicamente a aquéllas que los diversos miembros de los Digital Draculas dominaban antes de su defección. La coterie tiene un interés casi obsesivo en la tecnomancia y normalmente (pero no siempre) exige que los nuevos iniciados la estudien como Senda Primaria en lugar de la Senda de la Sangre. La coterie también está desmesuradamente orgullosa del desarrollo de sus nuevos rituales informáticos, muchos de los cuales son nuevas versiones modernas de rituales Tremere tradicionales que “promocionan” agresivamente en lugar de las versiones originales. Los Digital Draculas afirman con orgullo que no discriminan según Clan o Secta. Mienten. En la práctica son extremadamente reacios a entrenar a Malkavian y Gangrel en tecnomancia, los primeros por ser demasiado incoherentes o demasiado impredecibles incluso para los hacktivistas, y los últimos porque se los considera demasiado rústicos como para dominar realmente un estilo ocultista basado en la tecnología. Es raro que se contacte con un Anarquista Tremere antes de examinar exhaustivamente su lealtad a la causa. Sin embargo, Ventrue, Toreador y Nosferatu son apreciados como estudiantes potenciales del arte, especialmente los Nosferatu, que son admirados por la coterie fundadora por el excelente trabajo del Clan en la creación de la Schrecknet original.
Las Sendas que siguen los hacktivistas son una muestra del repertorio de los Tremere. Por supuesto, la tecnomancia es la base, pero muchos de los Digital Draculas habían sido devotos de otras Sendas más oscuras y arcaicas antes de su deserción y estas Sendas menores obtienen mucha relevancia cuando son una de las pocas cosas en el menú.
Sendas habituales: Senda de la Tecnomancia (V20, pág. 225-226), Senda de la Conjuración (V20, pág. 214-215), Movimiento Mental (V20, pág. 223), Senda de la Sangre (V20, pág. 213-214), Contramagia Taumatúrgica (V20, pág. 215-216) y Senda de la Centella (pág. 139-141).
¿Dónde está Masika St. John?
Una de las cuestiones más intrigantes suscitadas por la defección de los tecnomantes es la situación de Masika St. John, la precoz Tremere a quien se atribuye el mérito del desarrollo original de la tecnomancia. En realidad se trató de un trabajo de grupo, pero Masika fue indudablemente la primera de su Clan en considerar la posibilidad de ver una computadora como una extensión de la voluntad del usuario y, por tanto, como una herramienta apta trabajos mágicos. Masika, que fue asignada en el año 2000 a la Capilla de Nueva York, desapareció del radar completamente tras la deserción de la coterie de tecnomantes de Washington.
Los escasos comentarios de los superiores de Masika en Nueva York sobre su situación actual han insinuado (sin llegar a afirmarlo claramente) que ha sido llamada a Viena para aconsejar personalmente al Concilio Interior sobre cómo responder al movimiento de la Taumaturgia Hacktivista. Por otro lado, “llamado a Viena” entre los Tremere ha sido durante mucho tiempo un eufemismo para “Muerte Definitiva”, y los observadores más cínicos musitan que el miedo de los Antiguos Tremere a la tecnología puede haber superado su sentido común. Otros rumores susurran lo contrario, que la propia Masika se ha pasado a los Anarquistas y que los diversos rumores sobre “Viena” son desinformaciones extendidas por un Clan humillado por la pérdida de una de sus estrellas ascendentes. Si Masika St. John se ha unido a los Anarquistas, ha sido muy escrupulosa en esconder ese hecho, incluso ante sus compañeros hacktivistas.