El siglo XIV marca un antes y un después en la historia de los duendes. Es el momento de la Ruptura, cuando se cierran definitivamente las puertas de Arcadia y las hadas deben desarrollar la senda del Changeling para poder sobrevivir.
Nueva naturaleza: Muchos de los pasos de Arcadia han desaparecido con el nacimiento de la ciencia y el pensamiento racional. Algunas Hadas se han visto atrapadas en el mundo real, otras han escogido este exilio por propia voluntad para indagar más sobre su propia naturaleza dual. Sea el tipo de Hada que sea, cada una está descubriendo lo que significa ser un Changeling, sobrevivir como humanos y duendes y no olvidar su pasado mágico.
La magia y la fe: Las Hadas observan con terror el avance de las creencias religiosas y también de la ciencia humana. Muchas creen que es una profecía de un posible final de Arcadia. Por ello, luchan por mantener sus tradiciones y sus lugares mágicos, aliándose si es necesario con otros seres sobrenaturales para mantener con vida las fuentes de Glamour. Estas alianzas se convierten en ocasiones sin embargo en una guerra abierta con consecuencias desastrosas para todas las partes.
Tensión entre Cortes: Aunque se mantienen las tradiciones propias del feudalismo y se pasan el testigo del Parlamento de los Sueños cada seis meses, los duendes Luminosos y los Oscuros viven enfrentamientos cada vez mayores. Fundamentalmente, los sombríos están sumándose a las guerras contra príncipes y Papas, reivindicando las rebeliones de los humanos y atentando contra principios que los Luminosos siguen considerando sagrados.
Orgullo plebeyo: El sistema nobiliario y de mando que siempre han defendido los Sidhe comienza a correr peligro en los tiempos finales de la Edad Media. Los Changeling plebeyos están uniéndose a las rebeliones campesinas y cuestionan no sólo el feudalismo en el mundo mortal, sino ese mismo sistema entre los duendes. Algunas Hadas nobles exigen un castigo ejemplar para estos primeros conatos de revolución.