Los Dioses Antiguos no están muertos, ni tampoco sus seguidores. A pesar de la extensión de la Cristiandad, en los bosques y montañas aún perduran las costumbres paganas. Además, son muchos los devotos de Cristo que han descubierto que es mejor respetar a estas deidades. ¿Quién sabe cuando podrían (o sus sirviente) estar observando?
Pero ahora esos servidores están asediados por el ejército de Dios. Los paganos, antaño tolerados, se han convertido en símbolo de todo lo que la Iglesia prohibe. Mientras los cazadores de brujos recorren los campos, una coalición de paganos (los Verbena) se alza para detener esta amenaza. Con sus Artes sangrientas y sus costumbres salvajes, estos hijos de Brígida, Odín, Reyja y los demás se reúnen alrededor de las hogueras para invocar la llegada de la noche. Cuando cae la oscuridad enseñan a sus jóvenes a destruir a los rivales con la pasión de sus violentos antepasados.
En el amanecer del tiempo, dicen los Verbena, los Wyck primordiales surgieron de las corrientes de la Creación. Dioses encarnados, enseñaron magia a los primeros hechiceros. Las historias los llaman Tuatha De Dannann, Aesir, Vanir, Bogatyrs… Sus nombres no son tan importantes como su legado. Además de sus magias, estos semidioses crearon los Antiguos Caminos, dejando a sus descendientes signos para poder recorrerlos. Otros magos tienen diferentes opiniones y llaman a los Verbena simiente de Lilith o putas de Eva, los manchados descendientes del pecado.
Aunque sean herederos de los más antiguos secretos místicos, los Verbena son una comunidad nueva. Hasta hace poco, los viejos fuegos eran atendidos por sectas paganas aisladas. Cuando los cazadores de brujos y los cultos demoníacos comenzaron a proliferar estos místicos salvajes se vieron obligados a retirarse cada vez más profundamente en la oscuridad. Las cosas están cambiando. Cuando dos inquisidores, el General Wyndgarde y el Barón Ulrich, ataquen las fortalezas paganas en Inglaterra y en la Selva Negra, los supervivientes formarán una vengativa comunidad. Dos hechiceros carismáticos, Nighshade de Harrowgate y William Groth de Baerwald, construirán su secta a partir de prácticas celtas, eslavas, nórdicas y paganas.
Durante los primeros años de la convocatoria Nightshade y Groth se reunirán por separado con representantes del Coro y de la Orden Hermética, iniciando al poco tiempo conversaciones conjuntas. Por medio de un Gran Rito los dos encarnarán a Tor y a Brígida, formando un enlace vital. Tras establecer el nucleo de una secta con paganos ingleses y alemanes, reclutarán aliados de tierras lejanas. Abandonándolo todo salvo un par de cuchillos, estos valientes magos se aventurarán por los Senderos de los Wick, yendo William hacia el este y Nighshade hacia el oeste. Pasado un tiempo ésta volverá con magos de tierras desconocidas (Norteamérica). Groth perecerá en el Lejano Oriente, pero la Hermandad Akáshica regresará en su lugar. Con la ayuda de unos refugiados que escapan de Tezghul, Nightshade establece un nueva Tradición a partir de las Antiguas Religiones.
Como la hierba de la que reciben su nombre, los Verbena son maestros de la curación, la previsión y la purificación, aunque muchos de sus rivales no sean de la misma opinión: sólo los Chakravanti y los Videntes generan tanta controversia como los paganos. El odio entre los brujos, los Herméticos (que una vez exterminaron a la Casa Diedne, una secta druídica relacionada con la gente de Nightshade) y los Coristas es bien conocida. Estos incómodos aliados ven el lado más oscuro de la Tradición: los cambiaformas hedonistas que bailan desnudos bajo la luna, derramando la sangre de dioses desterrados. Sin embargo, para los brujos la vida es sagrada. Hay que disfrutar de ella, no se trata de un estado caído con el que hay que estar en sintonía. El dolor, el gozo, el odio, el éxtasis, el nacimiento, la muerte, la canción y la plegaria, todos son radios de una rueda eterna. Los Verbena celebran los aspectos más brillantes y más oscuros de la Creación, mientras que sus deidades epitoman la pasión y el valor que tanto respetan.
Estos magos también reverencian el ciclo de las estaciones. Cada cambio es una fiesta, cada cosecha una bendición. El sexo es una comunión, la fusión de lo masculino y lo femenino y el comienzo de la vida. La sangre es el agua de la inmortalidad, la savia del Árbol del Mundo. El nacimiento es el grito de la nueva creación y la muerte la semilla de las cosas que vendrán.
Como sus dioses, los Verbena pueden ser despiadados. Cada cónclave tiene un árbol que es alimentado con sangre de los sacrificios y de las propias venas de los brujos. Sin embargo, la honestidad, la compasión y la generosidad también son virtudes paganas básicas. Un Verbena es fiel a sus amigos, implacable con sus enemigos, desafiante en sus gestos y valiente en sus Artes. Por lo general, ninguna secta produce amigos mejores o enemigos más amargos.
Filosofía: «la magia fluye como la unión de la divinidad interior y exterior. La Creación es sagrada, igual que el cuerpo. Como un niño, cuando los dos se juntan el poder emerge. El ciclo de las estaciones refleja el ciclo de la vida: nacimiento, muerte y renacimiento. La pasión es el pulso del Despertar y el sacrificio (especialmente el propio) es el mayor regalo que se puede ofrecer. Todo tiene un precio, por lo que todas las cosas, buenas, o malas, te son devueltas por triplicado. Si tratas de aferrarte al fuego, prepárate para quemarte. Sin embargo, es mejor ser consumido por las llamas de la Creación que sentarse en el frío y verlas desde la distancia.»
Estilo y herramientas: ninguna otra Tradición comprende la vida igual que los brujos. Ellos nadan en sus magias desde el momento del Despertar. Para unir el abismo entre la carne, el espíritu y los elementos los Verbena utilizan fuego, hierbas, sangre y ungüentos. El aire abierto les proporciona su santuario y la luna bendice sus celebraciones. Para permanecer cercanos a la tierra casi todos van descalzos y realizan sus Artes vestidos con el cielo (desnudos), hasta en los climas más duros. El círculo, símbolo de la unidad eterna, se convierte en su cruz, y el árbol, representación del mundo vivo, es su catedral.
Organización: hasta hace poco estos magos practicaban solos o en pequeños grupos. Ahora, con Nightshade y Groth, se han reunido. Sin embargo, rechazan los títulos del Concilio y se burlan de aquellos que conceden importancia a los rangos.
Por supuesto, disponen de jerarquía. El cónclave, formado por trece, nueve, siete o tres ocupa el lugar de la Alianza. Cada uno dispone de dos mayores (un sacerdote y una sacerdotisa) que dirigen los ritos y mantienen el orden. Casi todas las disputas se resuelven mediante debate, pero otras requieren pruebas, combate o ambos. Los Sabbat (Imbolg – 2 de Febrero-, Beltane – 1 de Mayo-, Lughnasadh – 1 de Agosto- y Samhaine – 31 de Octubre-) se convierten en grandes celebraciones, igual que el día central del verano y del invierno. Aunque los hombres representan buena parte de esta Tradición, ninguna otra secta está más intimamente relacionada con la mujer (especialmente con las salvajes y peligrosas).
Primus: Nightshade de Harrowgate.
Iniciación: cada iniciado debe someterse a una muerte y un renacimiento rituales. Las pruebas son muy duras, y antes de la aceptación hay que realizar juramentos de sangre. Una vez renacido, el brujo el latigado mientras los espíritus contemplan. La sangre sella los juramentos.
Daemon: los Verbena suelen ver a los Dioses Antiguos, pero algunos son guiados por animales.
Afinidades: Vida y Agua.
Seguidores: granjeros, familias, paganos ocultos, herbolarios, cazadores.
Conceptos: ermitaño, pagano marcado a fuego, herbolista, cambiaformas, sanador, bosquimano.
El Arbol de la Vida tiene mas ramas que tu Cruz…
Y raices mucho mas profundas!