MUERTE NO ES SÓLO UNA PALABRA PARA MÍ. ES GÉNESIS.
La muerte no es el final, sino simplemente parte de un ciclo mayor. La vida continúa allí donde lo deja la muerte, y la muerte termina lo que comienza la vida, restaurando las cosas para un nuevo ciclo. A veces, una vida se vuelve tóxica para todo lo que la rodea. En ese punto, la muerte se convierte en una bendición… una bendición que la Tradición Eutánatos está lista para conceder. Los Eutánatos… o, más correctamente, los Euthanatoi… se ven a sí mismos como guardianes de la Rueda. Ése es un deber problemático, en el que el miedo y la corrupción son sus eternos compañeros. La voluntad de vivir es fuerte, y por ello los magos de la “buena muerte” suelen verse empujados al papel de asesinos.
Hasta los más amables de ellos, los que se convierten en profesionales médicos, sacerdotes, psicoterapeutas, etc., pasan la mayor parte del tiempo rodeados por la muerte y sus complejas pasiones. Todos los miembros del grupo han muerto y renacido.
En un sentido literal, los Euthanatoi portan consigo un poco de muerte allí donde van. El propio nombre del grupo ha resultado problemático. Aparte del incorrecto griego en su forma común, ese título de “buena muerte” ha definido a la Tradición en términos asesinos. Muchos Tanatoicos prefieren el viejo nombre: Chakravanti o “gente de la Rueda”. Conforme el Concilio avanza hacia su nueva forma, aumenta la presión para volver a ese nombre (o escoger otro, Niyamavanti, “gente de nuestra Ley”, que carece del bagaje de esos viejos nombres). Después de todo, si los individuos pueden reencarnarse, ¿por qué no debería la Tradición centrada en la reencarnación hacer lo mismo? La reencarnación es una parte vital de esta Tradición. Estos magos no sólo creen en ella, saben por experiencia propia que existe. Enraizado en una fusión de credos reencarnacionistas de India, Grecia, África, Tíbet y el resto del mundo, el grupo mantiene la Gran Rueda en movimiento. En los viejos días era más fácil. La gente vivía, moría, se unía a la Rueda y volvía a vivir nuevas vidas.
Pero entre la expansión de los credos de una sola vida, el ateísmo materialista, las técnicas de reanimación, titánicas guerras y la impresionante cantidad de gente viva y muerta, el Gran Ciclo se ha atascado.
Abominaciones como vampiros y otras cosas no-muertas se han multiplicado. Los reinos material y espiritual están abarrotados de fantasmas de muchos tipos y, aunque la Tormenta de Avatares podría haber supuesto una limpia de alguna clase, la Rueda ha requerido… digamos, formas más directas de mantenimiento. Y por ello, los reencarnacionistas se han visto obligados demasiado a menudo a convertirse en asesinos. Incluso así, la vida, y no la muerte, es el verdadero núcleo de esta Tradición. Por encima de todo, la Rueda debe mantenerse.
Organización: Como sus aliados Verbena o Extáticos, los Chakravanti se dedican a veces a un Camino siniestro que otros magos suelen temer y rara vez comprenden. Incluso entre las Tradiciones, este grupo es quizás el más ético. Su terrible responsabilidad no exige menos. Su estricto código (el Dharmachakra o “la Rueda de Ocho Radios de la Ley”) enfatiza el Ciclo (Samsara), la unidad de todas las cosas (Advaita), la aceptación de la mortalidad (Kala), la tutela responsable (Pravitra), el autocontrol (Dama), la compasión (Daya), evitar la tentación (Tapas) y la experiencia personal de la muerte y el renacimiento (Punarjanman). Aunque el grupo en sí mismo carece de jerarquías rígidas, se espera que todos los miembros de esta Tradición conozcan y sigan este código, so pena de muerte y eliminación de la Rueda.
Este estricto código requiere fuertes lazos entre mentores e iniciados. Como resultado, aunque la Tradición de la muerte contiene muchas sectas distintas, las relaciones entre maestro (Acarya) y estudiante (Chatra) son esenciales. El Chatra jura un Vrata (“juramento vital”) hacia su mentor y la Tradición en su totalidad.
Romperlo deshonra no sólo al estudiante, sino también al maestro… y obliga al Acarya a cazar a su estudiante para castigarlo.
Iniciación: Cada mago Tanatoico se somete al Diksha: una muerte física ritualizada. Al volver de las Tierras de las Sombras, esa persona lleva a cabo un largo aprendizaje que incluye memorizar el Niyama y aprender las muchas artes de la sanación, el destino y el asesinato.
Tales aprendizajes pueden durar años y suelen implicar búsquedas, pruebas y desafíos en los que el estudiante se enfrenta con las terribles implicaciones de esta Senda. Después de todo, sin esa consciencia, un “mago de la muerte” es justamente lo que la gente cree: un monstruo que es todo lo que esta Tradición ha jurado destruir.
Esferas Afines: Entropía; Vida o Espíritu.
Foco: Como maestros de la vida, la muerte, el Destino y la Fortuna, los Euthanatoi ven la Magia como una extensión del Ciclo. Al hacer que la Rueda gire, estos magos controlan las probabilidades, así como las fuerzas de la mortalidad. Ese giro se centra en la naturaleza cíclica de la existencia y así un Chakravat usa prácticas e instrumentos como la sabiduría loca, la fe, la Alta Magia Ritual, la medicina, el hackeo de la realidad, las artes marciales, el chamanismo y, ocasionalmente, el vudú para dirigir esas energías hacia el fin deseado.
El yoga ha tenido un lugar esencial en las Artes de esta Tradición. Orden Divino y Caos Terrenal podría ser el paradigma más común del grupo; otros incluyen: Todo Es una Ilusión, la Creación Es Divina y Está Viva e, incluso, lo creas o no, Todo Está Bien; Ten Fe.
Estereotipos
- Tradiciones compañeras: El más fascinante desfile de visionarios, inadaptados, bastardos y héroes que jamás ha hollado la Tierra y sobrevivido a la experiencia.
- La Tecnocracia: Escurridizos monstruos orgullosos que plantan un cagarro metálico en la Gran Rueda.
- Los Dispares: La sabiduría convencional dice que están muertos… pero las cosas muertas tienen una forma de volver.
Es duro aceptar el hecho de que algún día la conciencia, como todo el mundo sabe, acabará. La muerte es para casi todos una desconocida aterradora que debe ser evitada a toda costa. No es de extrañar, entonces, que la gente sienta frío de repente al mirar en el interior de los ojos de un Eutánatos. Los miembros de esta Tradición conocen la muerte, y saben que debe llegar y llegará. Algunas veces estos magos traen la muerte consigo, aunque más a menudo traen la posibilidad de renacer y las semillas de la creación que hay en los restos del pasado.
TRASFONDO:
Las raíces proto-eutanatoicas se anunciaron en las primeras ciudades que más tarde serían llamadas India. Los sacerdotes – filósofos de la antigüedad siguieron el rastro de los ciclos de la reencarnación y condujeron a la gente a través de sus distintas vidas en el giro de la Rueda eterna. Estos primeros magos percibían el gran ciclo de la vida y la muerte y guiaron a civilizaciones enteras en su ascenso, caída y renacimiento bajo nuevas formas. Finalmente, estas filosofías se adaptaron a la religión hindú y a otras religiones de la zona. Dispersos por numerosas ciudades, los primeros Eutanatos mantuvieron métodos y creencias parecidos, excepto algunos grupos poco numerosos de curanderos, sacerdotes y sabios.
La Tradición de Eutánatos ha sido acusada durante toda su historia de matar a sangre fría, por el placer de hacerlo, para servir a sus propios fines y aumentar su poder. Uno de los mayores conflictos de la historia de Eutánatos es la batalla contra la Hermandad Akáshica, que duró trescientos años. Aunque en el fondo ambos grupos estaban enfrentados por la misma razón, la protección de la vida y la reencarnación, los Akáshicos no podían aceptar los métodos de Eutánatos. Según éstos, la Rueda debe girar, por lo que, algunas veces, es más acertado acabar un ciclo improductivo o enfermo y hacer a un alma volver a reencarnarse, para permitir que energías estancadas tarden en marcharse y retengan el giro de las edades. De este pragmatismo vino la necesidad de juzgar y guiar la vida en tiempos de hambre o plaga, pero la Hermandad Akáshica se opuso a tales métodos. Las Guerras del Himalaya entre los dos grupos dieron lugar a una serie terrible de muertes, y no precisamente de magos individuales, sino de linajes reencarnados enteros. Al final, las sectas supervivientes se unieron como frente de la oposición Akáshica, lo cual les obligó a estar en contacto, y los grupos pequeños finalmente se reunieron bajo la bandera de los Chakravanti.
El establecimiento del budismo cambió a los Chakravanti, aportándoles un conocimiento nuevo de la compasión y del sufrimiento: los diferentes grupos que, anteriormente, habían trabajado como magos terribles con el poder de sanar o destruir, aprendieron a valorar el miedo en toda su dimensión. A partir de aquí los Chakravanti comenzaron la elaboración de un código moral propio. Más tarde, durante la formación de las Tradiciones, este código sirvió de base a los Eutanatos como unidad. Griegos, celtas, indios y todos aquellos que sirvieron al Gran Ciclo y creyeron en la necesidad de almas fuertes para aliviar el sufrimiento de los demás se reunieron para formar la Tradición de Eutánatos, y por ello sus miembros pudieron ser etiquetados de «asesinos con conciencia» por otras Tradiciones.
La verdad es que los Eutánatos deben matar, pero no lo hacen por diversión o poder. La Tradición está basada en sectas tanatoicas (centradas en la muerte) de las culturas india, griega y árabe. En la India, con sus frecuentes plagas y condiciones de vida miserables ya antes de la era moderna, la muerte era a menudo la respuesta mejor y más amable ante la enfermedad y el sufrimiento de la gente. En Grecia y Oriente Medio, la muerte permitía a estudiosos y médicos ampliar sus conocimientos y ayudar a quien todavía vivía. Hoy, los Eutanatos todavía se sumergen en antiguos recuerdos y almas reencarnadas para encontrar la iluminación; cruzan el Inframundo para experimentar la muerte y defienden un código severo. Consideran que lo suyo es un deber sagrado que debe ser llevado a cabo, pero que al ser tan peligroso y terrible, sólo los que tienen una voluntad más fuerte pueden realizarlo. No es tanto que tengan cierto derecho, como que acepten una carga: la responsabilidad del dolor, la liberación y el renacimiento.
ORGANIZACIÓN:
Esta Tradición está bastante bien organizada, aunque también tienen algo de flexibilidad, y cuentan con un sistema de aprendizaje, dominio y liderazgo. Hay fundadas Marabouts (Capillas) por todo el mundo, aunque el centro de la Tradición en la Tierra se encuentra en Calcuta. Los Paramaguru (líderes) a menudo sirven como Acarya (mentores) de los nuevos miembros que llegan a la Tradición, reconociéndolos a través de los auspicios del Destino, mientras los Iniciados permanecen en la cúspide de la conciencia. A partir de ahí la formación puede proceder de distintas maneras. Algunos grupos de Eutánatos son conocidos por su disciplina, mientras que otros tienen una actitud muy relajada e igualitaria. En cualquier caso, el Acarya es formalmente responsable del Iniciado una vez que la estancia agama esté terminada, cuando es reconocido como un mago completo. Una vez dentro de la Tradición, hay realmente sólo tres rangos: aprendiz, miembro y líder. El reconocimiento depende de la sabiduría y la destreza mágica, y los líderes permanecen únicamente el tiempo que les apoyan sus seguidores.
Los Eutanatos creen que para entender realmente el poder de la muerte, el mago debe haberla tocado. Todos los Eutanatos deben sufrir el agama, o muerte breve, cuando son iniciados en la Tradición. Esta estancia es un breve viaje por el interior de su propio inframundo, supervisado por un mentor que es utilizado como guía. A menudo, el Iniciado es atraído a la Tradición porque su Despertar supuso algún tipo de experiencia próxima a la muerte o la muerte de alguien cercano. Por lo tanto, los Iniciados tienden a ser gente familiarizada con finales y sacrificios de una manera u otra.
FACCIONES:
Las sectas de Eutánatos son tan flexibles como las de los Cuentasueños o las del Culto del Éxtasis (ambos estrechamente vinculados a Eutánatos). Es decir, Eutánatos tiene una gran variedad de sectas y creencias, y en gran medida, tiene una actitud abierta hacia las diferentes filosofías dentro de su propia sociedad.
El tantrismo y la cultura india forman base de los combativos Netatapas, quienes confinados en el interior de la India, conservan los antiguos ritos de Eutánatos. Todos los Iniciados de los Netatapas superan formalmente la morada agama para ingresar en esta conservadora secta, y aprenden el hinduismo histórico y el budismo. Naturalmente, su apartada cosmovisión les hace desconfiar de otras Tradiciones, aunque los Netatapas son un grupo razonable, a pesar de ser conservador.
De los complejos ritos de África provienen los Madzimbabwe. Estos Eutánatos estudian sus vínculos culturales con la espiritualidad y la curación. Suya es la herencia de la invocación de los fantasmas, del alivio y de la compasión propias de la cultura de las viejas ciudades de África antes de la invasión europea. Aunque difieren de otros Eutánatos en cuanto a religión, los Mabzimbabwe continúan siendo miembros de la Tradición debido a su compasión y a su deber de ayudar a los demás.
La herencia griega es patente en el Culto de la Granada, que estudia los misterios de Perséfone y el Inframundo griego. Estos magos, fieles literalmente a los mitos griegos, son ahora pocos y se encuentran lejos los unos de los otros mientras su religión desfallece. Dentro de unas pocas generaciones serán probablemente un recuerdo, al unirse los nuevos Iniciados a sectas menos teológicas.
La facción más antigua es la Aided, que procede de los magos de la muerte de la Tradición céltica. Su orden estuvo cerca de hundirse bajo las persecuciones de la cristiandad durante la Edad Oscura y la Edad Media, pero la lealtad de otros Eutanatoi les permitió proteger a algunos de sus miembros e ideales. Hoy, conservan sangrientos ritos y sacrificios célticos necesarios para una correcta matanza selectiva del rebaño (sea humano o animal). Al igual que las otras facciones culturales, los Aided admiten miembros sin una relación directa con su base, siempre que estos Iniciados tengan alguna clase de elementos estilísticos o inculcados que les unan a los métodos de la facción.
Del azar moderno y de la probabilidad se ocupan los Lhaksmists. Estos seguidores de la suerte confían en la aleatoriedad absoluta de casi todo: magia, vida, decisiones importantes, lo que sea. Sin embargo, de buena gana se lanzan al interior de los entresijos de la electrónica moderna y sienten afinidad con la teoría de la probabilidad y la incertidumbre cuántica. Estos Eutanatos, los más cercanos a la Telaraña Digital, vigilan el crecimiento de las redes caóticas que proliferan junto a la expansión poco sistemática de Internet.
El exclusivo Cáliz Dorado sirve como grupo de asesinato político, que se ocupa específicamente de seguir los pasos y eliminar a individuos peligrosos que ocupan puestos de liderazgo e influencia. Sus raíces se extienden hasta el imperio bizantino e incluyen elementos de varias culturas de la época. En la Edad Moderna, sin embargo, están más que dispuestos a utilizar herramientas de alta tecnología como un modo de vencer a enemigos avanzados y así, mezclan distintos tóxicos y chismes con su magia tradicional. La calidad de miembro se consigue sólo mediante invitación y por esta razón, la secta, recientemente, ha sido sometida a un examen: si un miembro lo es sólo por invitación, ¿qué están escondiendo? Además ¿cómo pudieron permitir las atrocidades de líderes como Pol Pot y sentir justificada la acción contra un estadista menor?
Una de las sectas más populares de Eutánatos es la de los Caballeros de Radamanthys. Estos guerreros se ofrecen como mercenarios a las otras Tradiciones, aportando su dominio de Entropía y sus temibles destrezas como luchadores, pero sólo por causas que creen justas. De este modo, promueven el Consejo como una unidad, trabajan para la causa de Eutánatos e incluso ganan la comida de la Tradición. Esta facción, práctica y clarividente, instruye en el combate moderno, en ética y en una multitud de habilidades de espionaje, aunque internamente, la mayoría de Eutánatos considera esto un simple campo de entrenamiento desde el cual los veteranos pueden pasar a verdaderos niveles filosóficos de investigación, en lugar de ser simplemente «asesinos a sueldo».
El Albireo puede que sea el grupo más importante dentro de la Tradición. Aunque cualquier Eutánatos puede unirse a ellos, se llega a ser un verdadero miembro tras un trabajo de prueba. Estos diplomáticos son los representantes de Eutánatos ante el resto de las Tradiciones, explican el código tanatoico, trabajan para mantener los ideales de la Tradición y vigilan a Eutánatos para evitar la corrupción interna. Por supuesto, desde su privilegiada posición como embajadores ante otras Tradiciones, es muy posible que también husmeen en la corrupción de esas filas.
FILOSOFÍA:
La muerte no es el fin; es un fin. Una existencia que no servirá a ningún propósito no es buena, y aún menos una que produce dolor y dificultades a todo lo que toca. En este caso, más vale acabar que seguir; mejor dejar que alguien nuevo ocupe su lugar antes que permitir que le quiten su legítimo espacio. Como flores que crecen en el lecho de un bosque incendiado, estas hebras serán retejidas dentro de El Tapiz. El Tapiz teje una gran escena que el dolor y el padecimiento estropean. Todos los hombres deben levantar su carga, superarla y aceptar la responsabilidad de enfrentarse a lo inevitable. Esta responsabilidad llega a ser la piedra angular del sostenimiento del mundo, de la buena voluntad para apoyar y proteger a los otros y también para cumplir con el deber de liberar a aquellos que sólo conocen el sufrimiento o lo provocan.
FALLOS:
Hay otra razón detrás de la cuidadosa atención que estos magos rinden a la emoción: Jhor. Todos los magos ganan Resonancia con sus actividades, pero esta Tradición reúne más Resonancia porque sus magos tratan con las energías de la Entropía. Jhor es un reflejo físico de la magia relacionada con la decadencia. Es común para los magos de Eutánatos tener los ojos y las mejillas hundidas o la piel pálida. Al canalizar Entropía, hasta adivinar una muerte, el Jhor descansa en sus cuerpos. La acumulación de Jhor no está siempre relacionada con el propósito del mago cuando utiliza su magia, pero un Eutánatos que se parece demasiado a un cadáver debe mantener la guardia. La Entropía no es una fuerza para ser utilizada a la ligera o demasiado a menudo porque el Jhor puede acumularse y causar Silencio, e induce a Eutánatos a lo morboso y a una obsesión con la muerte. Cualquier mago puede sufrir este mal, pero los Eutanatos son notoriamente propensos a ello. Los magos de Eutánatos se vigilan unos a otros por si dan indicios de demasiado Jhor, puesto que un mago que ha caído dentro del Silencio-Jhor se convierte en una fría máquina de matar y debe ser reprimido. La mayoría de los Eutanatos son perfectamente conscientes de la ironía de estar apenas a dos pasos de ser asesinados por sus propios compañeros.
TEORÍAS Y PRÁCTICAS:
Los magos de Eutánatos tienen distintos métodos de ejecución de su magia. La mayoría usa alguna clase de dispositivo para analizar el equilibrio de una vida o de una situación, adivinando las consecuencias probables de un determinado curso de acción. Este dispositivo puede tomar la forma de una moneda echada al aire (si sale cara, la persona puede sufrir un cambio; si sale cruz, debe morir) o de un par de gafas por las que el mago mira para ver qué contiene el alma. Muchísimas cosas dependen de lo que los Durmientes podrían llamar una cualidad caprichosa y el Eutánatos utiliza para su propio beneficio esa percepción. No obstante, cuestionar la importancia del Efecto preguntándonos qué probabilidades tenía de suceder es torpe y poco ingenioso. Un Eutánatos inteligente comienza una serie de eventos perfectamente verosímiles que conducen al resultado deseado (un hombre en un bar bebe demasiado, decide no conducir hasta casa y llama a un taxi … el Eutánatos consigue que le lleven eficazmente a donde quiere ir). No toda la magia de Eutánatos implica el asesinato, una situación puede cambiar a mejor sin que nadie pierda sangre.
Los Eutanatos deben apreciar las ganancias logradas por causar a alguien la Buena Muerte, pero no pueden ignorar el dolor que conlleva. La curación se consuma por medio de la separación de la materia dañada de la sana, se deja al sujeto sentir el sufrimiento del cuchillo y producir luego un tejido nuevo, limpio para reemplazar lo que fue extraído. Sólo experimentando cada fase del ciclo curativo (sufrimiento incluido) pueden ser eficaces los Eutanatos.
La dedicación de Eutánatos a fomentar el progreso de la Rueda no se aplica sólo a las almas individuales. El mundo se está moviendo y cambiando continuamente, y también se pone enfermo. Los magos de Eutánatos localizan estas áreas afectadas de la sociedad y, dirigiéndose a los componentes individuales del problema, intentan acabar con ellos. Pero hacer esto se está volviendo más difícil conforme el mundo degenera más. Hay demasiados problemas y demasiada gente involucrada como para que la Buena Muerte pueda aplicarse persona por persona. Cada vez más a menudo los Eutanatos se encuentran a sí mismos realizando delicados ajustes a personas y situaciones, en lugar de acabar el ciclo y dejar que la Rueda siga girando.
Al igual que los Cuentasueños, los Eutanatos tienen un acusado sentido del deber, pero en vez de sentir las consecuencias de las acciones en el mundo espiritual, están íntimamente familiarizados con las consecuencias humanas de todo lo que hacen. Cada vez que un mago de la muerte toma una vida, debe estar seguro de que hace lo correcto. La elección no es definitiva y la gente que se deja atrás debe de vivir el resto de sus vidas con la pérdida de la víctima. No es fácil para un mago tener que enfrentarse a esto. Por eso los Eutánatos deben conocer las consecuencias para sopesar los pros y contras de una Buena Muerte y, así, hacer la elección correcta.
Por mucho que el mago descubra la Tradición, debe comprender que la Rueda gira, que aunque pueda influir en algunos ciclos durante un corto periodo, no podrá tener control al final. Los juegos de azar son un ejemplo habitual para los nuevos Eutanatos: los magos predicen el modo en que el dado caerá o el lugar donde la bola aterrizará e inevitablemente harán alguna elección injusta. Los Eutanatos deben aceptar que sus propias muertes son inevitables y comprender el miedo de sus víctimas antes de dar a nadie la Buena Muerte.
Esfera especial: Entropía.
Focos comunes: Armas, Dados, Balanzas, Cenizas, Mantras, Matemáticas.
Conceptos: Asesino, Jugador, Médico, Oficial de Policía, Sacerdote, Trabajador Social, Cirujano.
Estereotipos:
-Adeptos Virtuales: Hasta las ideas conocen la decadencia del tiempo. Nada creado por el hombre puede estar más allá del sufrimiento humano.
-Coro Celestial: Son estrechos de miras; intentan limitar a los otros con sus religiones pero rechazan hacerse responsables de si mismos.
-Culto del Éxtasis: Si miran lo suficientemente hondo comprenderán que la alegría es tan pasajera como el dolor. La comprensión crece eliminando el dolor de los otros, no dedicándonos a nosotros mismos.
-Cuentasueños: Incapaces de superar su historia, están atrapados en su Gran Sueño.
-Hermandad Akáshica: Su furia infligió sufrimiento a muchos. Esas heridas todavía no se han curado.
-Orden de Hermes: El orgullo les condujo al declive. Sin embargo, una vez talado, el árbol crece con mayor esplendor.
-Hijos del Éter: Igual que nosotros destruimos aquello para lo que ya no queda sitio, ellos hacen renacer de las cenizas.
-Verbena: Vemos el mismo ciclo de vida y muerte, pero ellos ponen los derechos del ciclo por encima de los derechos de las personas.
-Seres Huecos: Su abrazo simplista de lo malsano no es más que una huida de la verdadera aceptación de la muerte.
«Nueva vida, nuevas oportunidades: Esto es hermoso y extraordinario. Pero no puede haber nada nuevo si lo viejo no se va. No hay vida sin muerte; este es el mayor secreto: es el secreto del cambio.»