Tribu – Furias Negras

La Venganza de Gaia

Las Furias Negras practican el feminismo con represalias. Según la leyenda, Selene reunió por primera vez a este culto de mujeres guerreras en la Antigua Grecia. Encarnada como Artemisa la Cazadora, la diosa decretó que estas mujeres fueran las defensoras del Kaos.

Desde entonces, las seguidoras de la tribu han inspirado leyendas sobre grandes heroínas. Sus Ancianos afirman que la tribu ha sido la responsable de las Amazonas guerreras, las Ménades vengativas, la revuelta política de Lysistrata, las proezas militares de la Reina Boadicea o incluso las Valquirias escandinavas. Esta tribu sólo acepta a mujeres y suele reclutar a cachorras de hombre lobo enfurecidas por el chauvinismo o el sexismo de otras tribus. Aunque muchos consideran que esta predilección de género es hipócrita, está basada en una cultura que se ha ido desarrollando durante miles de años. Las Furias Negras simplemente consideran que las mujeres merecen respeto y honor.

En el pasado se rumoreaba que las Furias Negras sólo daban a luz a descendientes hembra y que los únicos varones visibles que había en la tribu eran metis. En verdad, algunas Furias asesinaban ceremoniosamente a sus hijos varones, aunque el resto de la tribu abandonaba a los cachorros. En la actualidad, abandonan a sus cachorros varones para que sean criados por otros hombres lobo, pero a cambio, exigen poder reclutar a cachorras criadas por otras tribus. Las Furias Negras han obligado a sus rivales a tratar a las mujeres lobo con respeto, pero no han recurrido a la intimidación ni a los insultos, sino que les han ofrecido una alternativa. Contrariamente al estereotipo, no exigen que sus cachorros «odien a todos los hombres», sino que conceden a las mujeres la oportunidad de expresas en voz alta sus creencias… y actuar de acuerdo con estas.

Ninguna Furia Negra interpreta la filosofía de su tribu de la misma forma; sin embargo, algunos patrones culturales son constantes: son conocidas por su sabiduría mística, su fiero orgullo y su fervor político. El honor es la virtud más preciada; si una Furia Negra da su palabra, hará todo lo posible por mantenerla.

Tanto los Dones de la tribu como sus espíritus aliados reflejan su relación primordial con el Kaos y suelen invocarlos para defender zonas naturales del mundo. Los protectorados de las Furias Negras se encuentran entre los lugares más bellos y sagrados de la creación. De hecho, hay muchas que se consideran aspectos de la misma Diosa, pues comparten un vínculo más profundo con Gaia que cualquier hombre corriente.

A cambio de los dones que reciben de la Diosa Gaia, cada Furia tiene una serie de obligaciones con el conjunto de su tribu. Ante todo, tienen que asistir regularmente a sus consejos tribales privados, en los que las mujeres sabias realizan bellos y complejos ritos. Los Kuklochoros son consejos informales a los que están invitadas las mujeres humanas, normalmente para que conozcan los caminos de la Diosa. Durante los tiempos de la Inquisición en el Renacimiento, muchas de estas reuniones fueron confundidas con sabbats de brujas. Sin embargo, a los Ulaka magelis sólo pueden asistir las Furias Negras, pues son las únicas que tienen la fuerza y resistencia necesarias para resistir los prolongados y emotivos ritos que se celebran. Sin duda alguna, la tribu tiene su propia versión de discriminación, una práctica necesaria para explorar sus misterios tribales más oscuros y mnantenerlos ocultos de las sociedades patriarcales que les rodean.

Según la mitología griega, Belerofonte, un héroe que tenía tanto poder sobre los animales que pudo vencer a una bestia mítica y viajar por todo el mundo, domó a Pegaso. Según la versión Gaiana del mito, Pegaso (el tótem de las Furias) sintió un inmenso odio para el hombre que le había dominado. Las Furias explican sta leyenda para mostrar la necesidad de dominar a la naturaleza y explotar el poder místico que tiene el hombre. Por supuesto, la tribu también venera a otros tótems, desde Búho y Pantera hasta las Musas y Medusa.

Los miembros de la tribu que comparten creencias similares se organizan en campos llamados kuklos o «círculos». Las Furias Negras que se han aliado con hombres lobo de otras tribus pueden actuar en nombre de los kuklos, normalmente reclutando a otros miembros de su manada para que les ayuden. Cada círculo posee un elevado nivel de autonomía, aunque todos deben informar periódicamente a los Cálices Interior y Exterior, los consejos supremos de la tribu. Los Ancianos del Cáliz Exterior son célebres y se les elige con gran pompa y solemnidad. El Cáliz Interior mantiene en secreto tanto a sus líderes como sus actividades, para gran enojo de los cachorros y cliath de la tribu.

Las Furias también poseen tesoros y fetiches, que consideran que sólo son adecuados para los miembros de su tribu. Cuando estas posesiones caen en manos equivocadas, las mujeres guerreras no pierden tiempo para intentar recuperarlas, hecho que ha provocado diversas historias sobre Furias Negras vengativas y misántropas. Sin embargo, a pesar de la idea preconcebida de otros hombres lobo, no todas las Furias tienen creencias tan radicales. Aunque algunos campos son sumamente duros en lo que respecta a su actitud hacia los hombres, suelen formar manadas compuestas íntegramente por sus seguidores. Diversas Furias se unen con manadas que aceptan miembros de otras tribus, pero tristemente, en ocasiones surgen diferencias con los Ancianos más extremistas e intolerantes de su propia cultura.

El enfrentamiento entre los Cliath y los Ancianos es evidente. Aunque muchas de las Furias más ancianas tienen creencias bien arraigadas, los cachorros jóvenes se entretienen con conceptos revolucionarios sobre el género, la potencia ofensiva y la Sociedad Garou. No todas las Furias Negras creen que tengan que «hundir en el barro la cara de un hombre de una patada» pero todos los miembros de la tribu muestran una tendencia a decir lo que piensan, directa y enérgicamente, por muy impopulares o peligrosas que puedan ser sus ideas. Al hacerlo, se arriesgan a enajenar a otros de su propia tribu y a invocar la cólera de sus Ancianos. Aunque una «mujer que corre con los lobos» puede aliarse con cualquiera que le plazca, los Ancianos de su tribu la animarán a ocuparse de las causas de Gaia que comparten sus hermanas. La lucha entre los Ancianos y los jóvenes continúa y, en su nombre, las Furias vengarán todo crimen contra las mujeres, toda ofensa contra su Diosa y toda profanación de su creación.

Apariencia: Aunque la tribu se originó en la Antigua Grecia, las Furias se han extendido por todo el mundo y se han adaptado (y han cambiado) una gran diversidad de culturas. En forma Crinos, Hispo y Lupus su pelaje es inusualmente negro y suele presentar puntos blancos, grises o plateados. Según la ley antigua, los únicos hijos varones de la tribu son los hijos metis de otras Furias. El arte de la Antigua Grecia representa a las Furias homínidas como bellas y ágiles guerreras, pero a las Furias del siglo XXI les molesta ser tratadas bajo cualquier estereotipo. Del mismo modo que no hay sólo un acercamiento al feminismo, no existe ningún modelo de belleza o elegancia en la tribu. A pesar de sus eternos debates sobre política y adiestramiento, a ningún otro grupo de hombres lobo le resulta tan sencillo reunirse con criminales urbanos, Amazonas modernas, intelectuales feministas y grandes damas ancianas.

Parentela: La mayor parte de las Furias se considera protectora de las mujeres y se toman con una seriedad letal todos los crímenes contra su sexo. Casi todas las mujeres de la Parentela llevaron una vida hostil o peligrosa antes de ser descubiertas (y en ocasiones rescatadas) por sus parientes Garou. La Parentela masculina abunda, ya que es necesaria para la supervivencia de la tribu. El contacto suele ser mundano y las relaciones tienen lugar en el exterior del territorio del clan. La Parentela masculina suele dedicarse a cultivar la influencia por el mundo humano y a algunos se les trata como simples reservas de reproducción. Aunque diversas Furias demuestran abiertamente su impaciencia con los hombres en general, esta impaciencia no les impide desarrollar vínculos profundos y entrañables con varones concretos; algunos de estos vínculos duran toda la vida.

Territorio: Durante la mayor parte de la historia de la tribu, las Furias Negras han sido sumamente solitarias. Consideran que su deber religioso es proteger los últimos lugares sagrados del Kaos. Sin embargo, a medida que se aproximan los Últimos Días, tienen menos lugares donde esconderse. Antiguamente, unas barreras místicas protegían el territorio de la tribu de los intrusos, pero estas barreras se han ido desvaneciendo paulatinamente. Las mujeres guerreras siguen defendiendo con dientes y uñas sus bosques y sus islas sagradas, pero cada vez son más las que migran a las ciudades humanas, atraídas por la acción, la protesta y la resistencia política. Si sus valles y bosques han sido apresados, quizás ha llegado el momento de ponerse en primera línea de batalla. No pueden seguir escondiéndose.

Tótem Tribal: Pegaso

Fuerza de Voluntad Inicial: 3

Restricciones a Trasfondos: Ninguna. ¿Algún problema?

Dones Iniciales: Aliento del Kaos, Sentidos Aguzados, Sentir al Wyrm

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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