«He caído y he resurgido. Puede que caiga otra vez, pero antes de hacerlo… Oh, cómo me alzaré.»
Los detalles sobre la vida y la no-vida de Valerius Maior han sido en su mayoría revelados a los Justicar a través de los ojos del Clan Tremere, que están desesperados por capturar y torturar a este Antitribu. Durante el apogeo del Imperio romano, Valerius nació como un esclavo a quien se enseñó a servir a nobles y eruditos en la capital de Roma. Gracias a su baja estatura y constitución frágil, le enseñaron a leer y a escribir en vez de a realizar un trabajo físico. La inteligencia y la astucia del chico, junto a sus ojos de color inusual (uno verde y otro azul) fueron rasgos destacados por sus amos. Se creía que estaba bendecido por los dioses a pesar de haber nacido esclavo, y que esto evocaba la grandeza de los mismos.
Para cuando hubo crecido, Valerius estaba considerado como un valioso lujo y muchos de sus amos a menudo competían por la posesión del prodigioso escriba. Con el tiempo, Valerius fue reclamado por Varro, un mago oscuro que adoraba a los dioses prohibidos, y participó en sus estudios secretos como su escriba y aprendiz. Aunque muchos de los tratados, hechizos y pergaminos ocultistas fueron atribuidos a Varro, fue el esclavo Valerius quien tradujo y anotó muchos de los escritos.
La suerte de Valerius en la Antigua Roma pasó desapercibida hasta siglos después cuando los Tremere, liderados por Grimgroth, se encontraban buscando los Pergaminos del Telón Rojo en las catacumbas de san Jenaro. Tras varias noches, la expedición por fin descubrió una puerta oculta que conducía por otro pasadizo bajo tierra hasta una biblioteca de siglos de antigüedad y una tumba contigua. Los pergaminos, que siempre se había creído que fueron escritos por Varro eran un conjunto de tratados sobre la condición vampírica y estaban escritos con sangre. Tras rastrear la sangre encontrada en los pergaminos, los Tremere quedaron perplejos al descubrir el alcance de los experimentos de Varro sobre los cuerpos de sus esclavos. Allí, en aquel oculto mausoleo, los Tremere por fin supieron la suerte de las víctimas de Varro: los cuerpos cuya sangre había sido hallada en los pergaminos seguían vivos, tal como habían supuesto, y habían sido congelados en el tiempo gracias a la magia.
A lo largo de varias semanas, los Tremere sacaron los cuerpos de Nápoles para llevarlos a su fortaleza en Viena. Hicieron falta varios intentos de ensayo y error, que a menudo acabaron
en tragedia, antes de despertar con éxito a alguno de los esclavos. Uno de ellos en particular captó su interés. Cuando hablaron con Valerius, se sorprendieron al saber que él fue el escriba que transfirió las instrucciones y sabiduría de Varro a papiros y pieles de animal hacía ya tantos años. Según Valerius y los fragmentos almacenados en aquella habitación que habían sobrevivido al paso del tiempo, a pesar de su oscuro poder, Varro no era inmune a las enfermedades ni era inmortal. En una cruzada en busca de la inmortalidad, Varro adquirió muchos esclavos, todos más o menos de la misma edad, para realizar un ritual de preparación que mantendría sus cuerpos en animación suspendida hasta que estuviera listo para imbuir su esencia en un último y grandioso ritual. Valerius confesó a los Tremere que fuese cual fuese el ritual que Varro realizó aquella noche, falló estrepitosamente y murió como consecuencia.
El ritual final de Varro se llevó su vida, pero esto no perturbó el hechizo que afectaba a sus esclavos. Habían estado atrapados, inconscientes pero vivos, en aquel mausoleo oscuro durante siglos. Siendo ya un anciano, el hechicero estaba desesperado por desentrañar el secreto de la vida eterna, pero Valerius admitió que no sabía hasta qué punto llegaban los planes de su maestro.
Los Tremere analizaron sus palabras con cautela, intentando averiguar qué había planeado exactamente su amo. De esta forma, interpretaron erróneamente la historia de Valerius y supusieron que Varro estaba intentando recrear la condición vampírica. ¿Por qué si no iba a usar la sangre de sus esclavos como tinta o a ellos como sujetos de pruebas? Nadie, ni siquiera Valerius,
comprendió del todo el auténtico objetivo del hechicero hasta que fue demasiado tarde: Varro quería preservar su esencia en un cuerpo joven, como otros hechiceros antes y después que él, porque servía al demonio Nubarus. Los Tremere quedaron fascinados con Valerius por muchas razones. En aquel momento, era el único superviviente mortal que no sólo recordaba los años que pasó como esclavo en la Antigua Roma, sino que además había trabajado con un célebre erudito ocultista. Durante décadas, los Tremere hicieron del esclavo un Ghoul, infundiendo su cuerpo con fuerza para sobrevivir, y le ordenaron que escribiese sus observaciones sobre su vida y su amo. Valerius obedeció pero mostró iniciativa de otras formas, pues no podía ocultar su pasión por su trabajo. Con el tiempo, Valerius demostró ser demasiado valioso y se le asignó como asistente a Mistress Fanchon. Ella también reconoció el valor de Valerius y convenció al resto de Tremere de que era mucho más que un esclavo, un escriba, su asistente o un Ghoul. Dijo una vez que, de todos los que habían Abrazado, Valerius representaba el espíritu de los Tremere y debía actuar como representante del Clan ante otros miembros de la Camarilla.
El tiempo que Valerius pasó siendo un respetado ocultista y erudito Tremere tuvo como resultado muchas innovaciones en rituales taumatúrgicos que todavía se usan actualmente. Aunque era ambicioso, Valerius canalizaba su deseo de ser visto y escuchado por miembros respetados del Clan, como el mismo Tremere, a través de su obra académica. Mientras que otros vampiros luchaban por dominios o se preocupaban de riñas sin importancia, Valerius prefería la santidad de sus aposentos y su biblioteca al mundo de los mortales. Su preciada biblioteca se convirtió en su dominio y en un lugar de veneración. Con el tiempo, se le concedió a Valerius una audiencia con Tremere, y cuando el Fundador del Clan le preguntó qué quería a cambio de sus muchos años de servicio, el erudito respondió: “Ser Regente de mi propia Capilla”.
A Valerius se le concedió el cargo de Regente y fue encargado de establecer una nueva Capilla en la región sur de Calabria. Los diarios que registraron el evento revelan que los Tremere pensaban que aquel puesto sería un reto para él, pero no imposible. Se creía que el Castillo de las Sombras, emplazado en la cercana isla de Sicilia, estaba abandonado y los agentes enemigos se habían dispersado. Aunque era deseo de los Tremere hacerse con el castillo, en su lugar mandaron al más leal miembro del Clan, Valerius, a la zona para ver cómo se desenvolvía el joven Tremere en el papel de líder. Excepto por algún Lasombra y un puñado de Giovanni, los Tremere no sospechaban que existiese una amenaza real y pensaron que el novato estaría a salvo. Sin embargo, a pesar de sus conocimientos sobre Taumaturgia, Valerius no tuvo éxito como Regente y fracasó rápidamente.
Su habilidad para manejarse con la política de la Camarilla se había visto afectada por su tiempo como ermitaño y fue esta falta de destreza política lo que, según piensan algunos, lo llevó a ser reclutado por los Lasombra para convertirse en miembro del Sabbat. No obstante, el testimonio de Lucia Addari, una joven Tremere que había sido asignada a ayudar a Valerius en su cometido, revela una historia diferente. Los Alastores creen que este relato es la clave para encontrar al Anatema. Una vez que Valerius hubo alcanzado la ciudad costera de Roccella Ionica, cerca de donde iba a construirse la Capilla, la personalidad del futuro Regente cambió de repente, como si hubiera sido poseído. El joven Tremere empezó a referirse así mismo como “Maior”, que significa Antiguo en latín, e intentó quemar sus efectos personales. Atrapado en el acto, el fuego fue apagado con rapidez y Valerius Maior huyó hacia el sur, hacia Sicilia, directo a los brazos de los Lasombra.
Durante un tiempo, Valerius se alió con el Sabbat y permaneció en la fortaleza de los Lasombra en el Castillo de las Sombras. Los Tremere estaban desconcertados. ¿Cómo podía un respetado miembro de su Clan aliarse con sus enemigos? ¿Estaba bajo la influencia de otro vampiro? ¿Por qué iba Valerius a convertirse en Antitribu cuando tenía todo lo que siempre había deseado? Todavía no hay respuestas para la pregunta de los Tremere y el misterio aumenta. Lo que sí se sabe es que, aunque Valerius Maior se unió al Sabbat, no permaneció con ellos mucho tiempo. Se advirtió a la Inquisición del Sabbat de la presencia de Maior cuando los Lasombra lo sorprendieron conjurando llamas verdes y realizando rituales de Taumaturgia Oscura.
La Inquisición del Sabbat expulsó al Tremere Antitribu de Sicilia porque se dieron cuenta de algo que los Tremere no habían sabido ver: que Valerius Maior era y es un Infernalista. A diferencia del Infernalista Dylan Bruce, Valerius Maior no es una víctima de las circunstancias ni está siendo manipulado por otro vampiro. Los Tremere ahora sospechan que, cuando resucitaron a Valerius hace ya tantos años, el amo demoníaco de Varro, Nubarus, mandó su alma de vuelta al cuerpo de su esclavo, pero no hay manera de saberlo con seguridad. Cuando se le pregunta, Valerius Maior dice ser un antiguo esclavo, que una vez fue un respetado Tremere y miembro del Sabbat. Sin embargo, sus actos son cada vez más erráticos, como si el Antitribu estuviese recibiendo órdenes de otra persona o entidad.
A donde quiera que va, Maior captura tanto mortales como vampiros y prepara elaborados rituales, cuyos restos se asemejan a lo que encontraron los Tremere hace ya tanto siglos. Los informes de avistamientos son erráticos y extendidos: el Infernalista puede ser visto en la ciudad de Nueva York una semana y en Atenas la siguiente. Sus rupturas de la Mascarada suponen un desastre para la Camarilla, pues nada más limpiar una catástrofe causada por Valerius, otra está asegurada. Ahora que se ha confirmado que el Tremere Antitribu es, de hecho, un Infernalista, tanto la Camarilla como el Sabbat sospechan que el demonio Nubarus le ha dado un aterrador ultimátum. Aunque parece operar por voluntad propia, Maior busca aliados cuando puede para averiguar información sobre sus cazadores. A cambio de su ayuda, Maior concede a cada uno un favor: algunas veces, se trata de escribir un nuevo ritual o encontrar una reliquia impía; otras, lidera un culto satánico en un ritual macabro. De cualquier forma, la información que consigue de sus aliados es la razón por la que el Infernalista ha evitado que lo capturen. Gracias al trabajo de sus avariciosos espías, Valerius ha sabido hace poco que ha sido condenado a la Lista Roja y también ha descubierto las identidades del resto de Anatemas. En los noventa, Maior quiso usar estos conocimientos en su beneficio para reunir a todos los Anatemas y defenderse de los cazadores como una fuerza unificada. Aunque el Antitribu se las arregló para localizar a algunos miembros de la Lista, esta vez la Camarilla iba un paso por delante y acabó con sus aliados cuando éste consiguió hacerlos salir de sus escondrijos.
Odiado por los Tremere y expulsado del Sabbat, Valerius Maior es un peligroso Infernalista y una vergüenza para Mistress Fanchon (una de las Fundadoras de la Camarilla) y el Clan Tremere, además de una amenaza para todos los vampiros. La propia Mistress Fanchon ha ejercido y agotado su tremenda influencia para presionar a Alastores y Josianos para que acaben con este esquivo Anatema. En la actualidad, el Tremere Antitribu está huyendo tanto de la Camarilla como del Sabbat. Está desesperado pero motivado, pues el Anatema es también un esclavo del demonio Nubarus que trajo a Varro de vuelta de las profundidades del infierno, y su próximo movimiento será dictado por este amo infernal.
Se dice que Valerius Maior es uno de los Infernalistas por los que Josianos, Alastores y la Inquisición del Sabbat dejarían a un lado sus diferencias para destruirlo si se diera el caso.
Nombre: Valerius Maior.
Clan Trofeo: Tremere.
Alias conocidos: Ojos Disparejos, Varro.
Sire: Mistress Fanchon.
Clan: Tremere Antitribu.
Naturaleza: Arquitecto.
Conducta: Enigma.
Generación: Séptima.
Abrazo: 1652.
Edad aparente: 20 y pocos.
Atributos Físicos: Fuerza 3, Destreza 5, Resistencia 6.
Atributos Sociales: Carisma 3, Manipulación 6, Apariencia 4.
Atributos Mentales: Percepción 4, Inteligencia 6, Astucia 4.
Talentos: Alerta 4, Atletismo 3, Callejeo 4, Consciencia 4, Empatía 3, Expresión 2, Intimidación 4, Liderazgo 4, Pelea 3, Subterfugio 6.
Técnicas: Armas de Fuego 2, Artesanía 2, Conducir 2, Etiqueta 3, Interpretación 3, Latrocinio 2, Pelea con Armas 3, Sigilo 4, Supervivencia 4, Trato con Animales 2.
Conocimientos: Academicismo 5, Ciencias 2, Finanzas 2, Informática 2, Investigación 3, Leyes 3, Medicina 3, Ocultismo 6, Política 3, Tecnología 1.
Disciplinas: Auspex 6, Celeridad 2, Dominación 6, Fortaleza 5, Obtenebración 3, Ofuscación 3, Potencia 2, Presencia 3, Taumaturgia 6 (Control del Clima 3, Dominio Elemental 3, Senda de Marte 3, Movimiento Mental 4, Senda de la Sangre 4), Taumaturgia Oscura 5 (Fuegos del Infierno 5, Senda de Fobos 5, Robo del Espíritu 5).
Rituales taumatúrgicos: Atar la Lengua Acusadora, Dominó de la Vida, Toque del Diablo, Bombardeo de Máquinas, Camino de la Sangre, Adherencia del Insecto, Asistente Sanguíneo, Paso Incorpóreo, Caminante sobre Fuego, Protección contra Vástagos, Protección contra Espíritus.
Rituales taumatúrgicos oscuros: Maldición de Edipo, Video Nefas, Felis Negrum, Dominio Secreto de la Plaga, Cerrar los Caminos, Invocar a la Hueste.
Trasfondos: Contactos 3, Criados 3, Recursos 4.
Virtudes: Convicción 2, Instinto 4, Coraje 4.
Moralidad: Senda de las Revelaciones Perversas 7.
Fuerza de Voluntad: 7.
Reserva de Sangre / máx. por turno: 20 / 5.
Apariencia: Maior tiene los ojos de distinto color: uno azul y otro verde. Normalmente, esconde uno u otro tras una melena larga y negra que le cubre la mitad de la cara para no revelar la intensidad de su mirada. Le gusta ir de negro, suele vestir con chaquetas de cuero y vaqueros gastados, pero no está en contra de ponerse elegante si la ocasión lo requiere. A medida que crece su desesperación, Maior robará ropa a los transeúntes y descuidará su aspecto para mimetizarse con los vagabundos sintecho que pueblan todas las grandes ciudades.
Pautas de interpretación: Eres un fugitivo, pero te niegas a que te acorralen como a un perro rabioso. No te echarás atrás de ninguna manera porque has alcanzado lo imposible: eres Varro, un antiguo hechicero que ha vuelto desde las profundidades del infierno sólo porque tu amo demoníaco así lo dispuso. Te consume tu desesperada voluntad de vivir. Harás todo lo que te ordene tu amo, no importa cuán terrible sea, para vivir una noche más.
Influencia: Valerius lleva a la fuga desde que lo echaron del Sabbat y ahora le persiguen los Alastores y Josianos de la Camarilla, además de la Inquisición del Sabbat. Por ello, no tiene demasiada influencia entre la comunidad vampírica. Sin embargo, Valerius tiene algo de influencia sobre varios cultos pequeños de adoradores de demonios formados por mortales ingenuos que no tienen ni idea de a quién o a qué sirven.
Criados: Dos gemelos Aparecidos D’Habi, ambos seguidores fanáticos del demonio Nubarus, tienen la tarea de asistir a Varro en su nuevo cuerpo. El otro Criado de Valerius es un guardaespaldas recientemente convertido en su Ghoul que una vez sirvió a los Alastores que persiguen a Valerius, ahora corrupto y dominado.
Nota: La Taumaturgia Oscura de Valerius puede encontrarse en Ritos de la Sangre. Si no tienes acceso a este libro, sustitúyela por Encanto de las Llamas, Senda de la Corrupción y Senda de la Venganza del Padre del V20.