La mayoría de los jugadores de rol q comenzaron a jugar hace poco Vampiro, suele tomarse este tema muy a la lijera.
A continuación, me gustaria narrar una historia de un personaje, enamorado de una mortal…
Creo que si me preguntas que hago parado frente a esta casa, nuevamente, te responderé lo de todos los días…¿Amor?
Ser vampiro puede ser tomado como una bendición, o una maldición. En mi caso, Vladimir Treoj, Tzimisce con mas de cuatrocientos años de antiguedad, lo tomo como una maldición.
Mi antigua profesión coordinaba con mi naturaleza, al principio. ¿Matar?, ¿que problema había?
A lo largo de mi vida, tome distintos rumbos que siempre acabaron en el mismo sendero. Desde cualquier punto de vista, ser un vástago es una maldición. No me importa la opinión de los malditos Tremere, que buscaron imitarnos. O de mis hermanos de sangre, que buscan no aparentarlo, o aparentarlo más todavia. ¿Te gusta ser poderoso?, en este mundo, TODO tiene un costo, que debemos pagar, cada uno de distinta forma, pero al fin y al cabo, con el mismo valor.
Les contaré lo que es para mí, el peor castigo que me azota durante mis noches. El amor. Si, ese sentimiento eterno, duradero tal dios existe.
¿Que por qué me atormenta? Ja. ¿Por dónde empezar?
Nosotros los hijos de caín, no podemos tener relaciones con mortales. Por varias razones. Podría hacerte una biblia de información, para que solo leas las primeras tres lineas. No tiene sentido, solo señalare las mas importantes.
Inmortalidad. Un ántonimo a la mortalidad. Lo que yo tengo. Lo que ella no tiene. Lo que yo no deseo. Lo que la mayoría de los mortales desean. Inútiles. No saben a lo que se enfrentarían. Pero no me desvirtuaré. El hecho de enamorarse es uno que no puedo disfrutar. Sería despreciado como los bajos clanes. Sería corrido por mis mayores. Pero no pienses mal, si fuera solo por eso, ya habría abierto la puerta.
El problema base se basa en mi sangre. Me tiene encadenado. La llave se encuentra dentro de mi alma, la cual…ups, no tengo.
¿Crees que es fácil mantener una relación amorosa con un mortal? Pues te equivocas. Perderías tus contactos, tu influencia y mucho mas, quizás, tu vida.
El dilema sigue en pié. Entrar o no. Yo ya he decidido. No hay mas que perder.
*Decidido, Vladimir abre la puerta, suavemente, para poder mirar de cara a cara a su amor verdadero, dejar caer una lágrima vacia, y expresar:
-¿Es esto lo que perdí?*
Fin
Espero que les haya gustado y hayan entendido la idea. ¿El final?, queda para uds. Saludos.