Muchos Ventrue creen firmemente que fuerzas poderosas manipulan el mundo. Los antediluvianos son parte de esta casi omnipresente conspiración, pero sólo son una pequeña fracción del total. Los Ventrue saben que algunos magos muy poderosos llevan varios siglos viviendo, y los Vástagos con una mayor experiencia han oído hablar de espíritus de increíble poder, capaces de manipular a los hombres lobo, a otros espíritus y a los mortales. Los Ventrue han empleado muchos nombres para describir a estos Amos: Starer, Incarna, Occultae, Reginae, Ourani, Gigantes, Devas y otros, pero desde finales del siglo XVIII emplean el término «Amos Secretos».
Aunque no pueden mas que especular con las motivaciones de estos Amos, y no disponen de pruebas de su existencia, han reunido las suficientes pruebas circunstanciales como para mostrarse satisfechos. Ven a algunos seres poderosos actuando de manera inexplicable, haciendo cosas por motivos que no pueden comprender, y comienzan a buscar a quien maneja las marionetas. La reciente pelea en Chicago entre magos, vampiros y Garou es un ejemplo. Nadie sabe quién fue el responsable, pero los dedos señalan a todas partes. Aunque suena a paranoico, esta creencia Ventrue no surge de un incidente aislado. El clan es capaz de señalar inexplicables incidentes similares a lo largo de la historia.
El diluvio
Cuando la infame inundación y Caín se separaron de sus hijos, nuestro fundador fue el último que le habló. «¿Padre de todos, por qué‚ no permaneces con nosotros?
Sin ti nadie nos dirigir. Sin ti nadie resolverá nuestras disputas infantiles ni calmar las almas enojadas. Sin ti, caeremos en una guerra fratricida. Sin ti, la esperanza de derrotar a los maestros está perdida». El poderoso Caín miró a Ventrue, y por primera vez en siglos, sonrió. Las palabras exactas que le dijo se desconocen, pero Ventrue volvió con todos, preparado para reconstruir la Segunda Ciudad, y aunque sabía que caería una noche, puso en ello todas sus energías. Trajo aquí¡ todos los artefactos que pudo recuperar. Los enterró en una vasija de barro sellada con la Sangre de Caín. Incluso cuando la ciudad cayó y Ventrue fue obligado a huir, supo que los tesoros estaban a salvo, preparados para cuando llegara la hora. Por eso se dice que los Nosferatu rastrean bajo tierra, buscando las reliquias de la antigüedad.
Gustos Refinados
Todos los vampiros saben de las restricciones alimenticias de los Ventrue. Para muchos es un chiste «¨ Has oído de hablar de Abraham el Ventrue? Sólo puede beber de sus primas terceras dentro de un autobús Lincoln aparcado en las vías de un tren Y todas sus parientas murieron en la Revolución francesa!». Sin embargo, para los Ventrue es una marca de distinción. Cualquiera puede beber de un vagabundo, sólo los algunos son dignos de donar su sangre a los Ventrue.
Ningún Ventrue admitir que es una restricción. Algunos observadores creen que la limitación se origina en lo más profundo de la psique Ventrue. Estos psicólogos aficionados han comprobado la pasión de los Ventrue por el martirio y el control. Ven los hábitos de alimentación Ventrue como una manifestación externa de estas motivaciones conflictivas y como un símbolo de la reprimida lujuria del clan. Enfocando su alimentación en un grupo determinado, no sólo obtienen la satisfacción de sentir que se están privando de forma desinteresada, sino que concentran sus obsesiones en un grupo selecto. Sea lo que sea, la fuente del problema es psicológica. No importa la situación, no beberán de sangre que no sea del grupo escogido. Si se les fuerza, se negar n a tragarla. Pueden beber de otro vampiro y superar el rechazo a beber sangre mortal si es que van a Abrazarlo. Además la debilidad puede cambiar con el tiempo, aunque el Narrador no debería consentirlo salvo como resultado de enormes cambios en la personalidad del personaje, como una modificación en la Humanidad o una Naturaleza drásticamente distinta.
La gran migración
Después de la caída de la Segunda Ciudad (y cuando todos nosotros supimos porque había pasado), los vampiros se esparcieron por el planeta. Unos pocos fueron a los bosques del norte, otros a las junglas del sur, pero la mayoría permanecieron junto a las tierra civilizadas, moviéndose al este y oeste por los valles de los valles y por la costa. Los vampiros visitaron todas las antiguas razas y algunas se beneficiaron de que los Cainitas se entrometieran en sus asuntos. La isla imperio de Creta, Asiría, Sumer y ,por supuesto, Egipto.
Durante las primeras noches estuvimos activos en todas estas tierras, pero no con el mismo liderazgo que hoy en día. Dejamos a los otros Vástagos la vanguardia, actuando reservadamente. Esperábamos nuestro día. Caín retornaría algún día para liderarnos en la batalla contra los Maestros Secretos, y desde esa noche en adelante, la tierra volvería a ser un paraíso. Veíamos nuestras tareas como algo para preservar vivo el sueño de Caín hasta que el retornara para completarlo. Por supuesto, algunos Ventrue se vieron envueltos en la política. En los tiempos del Imperio Persa nos involucramos como el que más, pero hasta la República Romana no tomamos nuestro lugar al frente de la cultura vampírica.
Roma y Cartago
Los vampiros Ventrue arribaron con los Etruscos que invadieron la península italiana en el siglo 8 AC. De acuerdo con la leyenda, 13 vampiros, liderados por la Ventrue Tinia, controlaban a los Etruscos. Mientras estaba en letargo, sus Chiquillos lideraron una revolución que acabó con los líderes etruscos. Su Chiquillo, Collat, alcanzó un acuerdo con su Sire y se hizo el gobernante de Roma. Collat y su Sire no aparecen en mitos posteriores, aunque algunas referencias a una bella vampiro etrusca que murió en Asia Menor recuerdan a Tinia. La renombrada Ventrue Camilla se convirtió en la líder vampiro de Roma, y permaneció como la más prominente Ventrue, hasta la llegada de Nerón. Por siglos, sus principales enemigos fueron magos, no vampiros. Camilla trabajó duro para que otros clanes permanecieran lejos de Roma y la República se esparció, como su influencia. En el siglo III AC, control vamos la mayoría de Italia y Camilla permanecía como la mas influyente de todos nosotros. Dos siglos antes, miembros Brujah dominaron Cartago, pero no teníamos problemas con ellos, con el tiempo se hicieron notar. Cuando no existía la Mascarada, muchos vampiros seguían por propia iniciativa la Primera Tradición, pero en Cartago, los Brujah caminaban por sus calles como señores, mostrando su verdadera naturaleza. Los Toreador también ostentaban sus poderes regularmente, y algunos incluso construían templos donde se aceptan sacrificios que ellos mismos presenciaban.
Si esto se hubiera limitado a Cartago, seguramente lo habríamos ignorado, pero los Brujah se hicieron más orgullosos con cada año que pasaba. Conquistaron las tierras adyacentes, esclavizando a los nativos africanos y enviando a sus ghoules a combatir por el Mediterráneo. Para culminar sus crímenes, promovieron el estudio de la magia la sangre de tal modo que ningún vampiro estaría seguro.
Hicieron pactos con nuestros enemigos en Roma, la Orden de Mercurio, y trataron con tantos demonios que incluso hoy en día hay vampiros que temen acercarse a Túnez. Solo caminar por esa tierra provocaba los mas terribles Rötschreck que se puedan imaginar. Habíamos ignorado las atrocidades Brujah, pero ¨ qué alianza de mortales, lupinos y magos podría haberse levantado para combatirlo?. Y después de acabar con Cartago, seguirían con el resto de los vástagos. Aunque muchos Ventrue no querían tomar parte, la noble Camilla vio un nuevo destino para nuestro clan. Comenzó por reunir a los Ventrue directamente afectados por Cartago. Cuando obtuvo su ayuda, hizo su propuesta a todos los que quisieron escucharla. Alegando una amenaza por parte de Cartago, llamó a una alianza de clanes para destruir la ciudad. Sorprendentemente, los primeros en responder fueron los Malkavian, cuyos miembros combatieron a los cartagineses en Sicilia.
Les envió ayuda y la guerra comenzó. Durante más de un siglo los vampiros del Oeste del mundo lucharon. Primero los Ventrue y los Malkavian permanecieron solos ante las miradas de aliados Brujah. Parecía que los Brujah podían ganar, entonces Camilla abrió Roma a otros clanes. Primero llegaron los Lasombra y después los Capadocios y luego otros. Pero hasta que no se unieron los Toreador no tuvimos la fuerza suficiente para destruir Cartago. Los Brujah lucharon con trucos y magias malignas y muchos de los nuestros encontraron la Muerte Definitiva. Los más fieros y mortíferos combates ocurrieron en los templos donde los Brujah hacían sus sacrificios. En esos monumentos a la crueldad lucharon habitación por habitación, pulgada a pulgada. Con su última sangre, los Brujah maldijeron la ciudad, diciendo que la noche que otro gobernara Cartago podría encontrar un sangriento final. En respuesta(y para asegurarnos que eran destruidos todos los Brujah), prendimos fuego a la ciudad que ardió durante 17 noches. Después, con ayuda de nuestros aliados magos, tapamos con sal la tierra, asegurándonos que los vampiros en Letargo no pudieran levantarse nunca más.
Un nuevo mundo
La destrucción de Cartago no sólo mostró un nuevo destino para los mortales, sino que situó a nuestro clan de forma irrevocable en el camino que hemos seguido desde entonces. Nunca mas volveríamos a sentarnos a contemplar cómo nuestra Estirpe sembraba la destrucción en el mundo. Incluso en aquellos momentos las gentes y los acontecimientos se habían entrelazado de tal modo y eran tan dependientes los unos de los otros que no podíamos volver a permitir un horror como el de Cartago. Camilla había acelerado inadvertidamente este proceso, permitiendo la entrada de los Vástagos en Roma como recompensa por su lucha contra Cartago. No solo fue una equivocación, sino que tenerlos en el corazón de nuestro territorio hizo la situación insostenible. Teníamos que convivir con ellos cada noche, así que el único camino seguro era convertirnos en sus líderes; nos convertimos en los guardianes de nuestros hermanos. Camilla, como Príncipe de Roma, se encontró en medio de este torrente.
Como el miembro más prominente de nuestro clan, embarcó a los Ventrue en la tarea de hacer cumplir la Primera Tradición. Pero no coaccionó a nadie, de hecho en aquella época el clan Ventrue fue una institución tan democrática como nunca ha vuelto a ver la sociedad de los Vástagos. Todo Ventrue que demostrase tener influencia sobre un número significativo de mortales tenía tanto que decir como cualquier otro Ventrue en la misma situación. Por ejemplo, el líder de un culto en Palestina tenía la misma voz que Camilla. El clan se reunía en ocasiones, normalmente en Roma, en lo que se convirtió en los precursores de los Cónclaves.
Todos los Ventrue presentes podían votar, juntos determinaban el curso de acción del clan. El sistema funcionó al principio, pero pronto surgieron problemas.
Para la vergüenza del clan, nos dividimos en facciones. Mientras el resto de los clanes volvían la mirada hacia lo que habíamos construido en Roma. Mientras discutíamos sin cesar, mas y mas Vástagos venían a Roma e intentaban manipular a los líderes locales. Cuando el territorio bajo nuestro dominio se hizo imposible de controlar y la mayoría del clan acepto apoyar a un emperador, el resto de los clanes se opuso. Nuestro primer candidato tuvo una muerte pública y sangrienta, e hicieron falta algunos años de guerra antes de que recondujéramos a Roma por el camino adecuado. Camilla albergaba la esperanza que el cambio de gobierno limitase la influencia de los otros clanes sobre el Senado, pero ellos volvieron sus ojos hacia el Emperador. Al poco, los emperadores estaban presionados en tantas direcciones que era imposible saber que iban a hacer a continuación.
Nerón
Uno de los mas infames gobernantes de la historia, ilustra los efectos desastrosos que la influencia sobrenatural, en este caso vampiros, puede provocar en los peones mortales. Al principio de su reinado, cuando parecía bajo el control de Camilla, se reveló como un emperador admirable, sabio, generoso y con piedad. En cinco años cambió por completo. Otros vampiros, incluyendo Setitas, Malkavian, Lasombra y Toreador, intentaron controlarlo. La Orden de Mercurio trató de atraerlo y el emperador dedicó el resto de su reinado a la hechicería. Camilla trabajó duro para contrarrestar las influencias externas, pero llegó el infausto incendio del que se acusó a Nerón. Camilla desapareció durante la conflagración, según algunos a manos del Toreador Cayo Petronio.
Ningún vampiro puede negar que este hecho marcó el fin del Imperio, aunque durante 400 años mas luchásemos por mantenerlo. Nerón cayó más bajo el control Toreador, y este dominio se reforzó durante su visita a Grecia en el 66. Este control quedó patente en el 68, cuando a punto de partir a la guerra contra los galos, su principal ocupación fue disponer carruajes apropiados para sus instrumentos y accesorios teatrales. Aquel mismo año los Ventrue consiguieron reemplazarlo pero el daño que había hecho a Roma era irreparable.
La Iglesia
Habíamos perdido muchas oportunidades para controlar la Iglesia y no íbamos a desaprovechar otra. Esta había jugado un papel importante en la desestabilización del imperio romano y era el momento de hacerla nuestra.
Utilizando el control sobre un emperador, declaramos el cristianismo la religión oficial del imperio. Más tarde, cuando la Cristiandad empezó a fragmentarse, usamos nuestra influencia para mantenerla unida. Pero nunca tuvimos la misma influencia sobre los dirigentes de la Iglesia que sobre los emperadores. Aunque conseguimos que Constantino convocase el Primer Concilio de Nicea (en el 325), no podíamos controlar las decisiones que dé el surgiesen. Cuando cayó el imperio occidental, como sabíamos que ocurriría, ya habíamos trasladado gran parte de nuestros recursos a la Iglesia. Nunca fuimos capaces de consolidar nuestro control sobre la Iglesia por diversos motivos. El mas importante fue el cisma dentro de nuestras propias filas. La Cristiandad acabó con la concepción de que la religión estuviese íntimamente unida a la estructura del gobierno. Aunque las religiones pasadas nos habían ayudado en nuestro propósito de mantener estable a la sociedad, la Cristiandad perseguía metas mas altas. A ojos de los paganos, los cristianos eludían sus obligaciones cívicas. Estos apenas se rebelaban, eran sumisos. A pesar de la persecución, prosperaron. Se trataba de un escondite perfecto para nosotros. Pero otros Ventrue no vieron el cristianismo como una gran oportunidad. Estos se inclinaron por la parte oriental del Imperio, en el que el cristianismo jugaba el mismo papel que en tiempos jugó el paganismo.
Entre ellos se encontraban muchos de los miembros más antiguos, sabios y poderosos del clan. No sólo se debilitó el clan, sino que su fuga lastró nuestros intentos de controlar la Iglesia. Otros vampiros, magos y mortales trataban también de controlar la Iglesia. La cristiandad parecía atraer a estas
personas como un imán. Tratamos de impedir que estos individuos alcanzasen puestos de poder, pero muchos lo lograron. Tuvimos que aprender a manejar la Iglesia a través de ghouls, pues el contacto directo parecía empeorar las cosas.
A pesar de no conseguir nunca el grado de control que hubiésemos deseado, la Iglesia comenzó a cumplir algunos de nuestros objetivos. Nos permitió influenciar y, en muchos casos controlar, a gente de distintas naciones. Mucho antes de que necesitásemos de los imperios para influenciar a grandes cantidades de mortales, la ideología cristiana nos permitió moldearlos a través de las fronteras. La promesa del cielo permitió al ganado soportar las restricciones temporales. Además, nos dotó de otra arma que emplear contra nuestros enemigos y un modo de controlar a aquellas personas con Fe Verdadera.
La Inquisición
Esta situación se mantuvo durante toda la Edad Media. Alcanzamos la cúspide de nuestro poder con Carlomagno en 812, cuando Ventrue orientales y occidentales se reunieron de nuevo. Hubiésemos podido mantener esta estabilidad sino fuera porque las intrigas habían pasado a formar parte de la naturaleza vampírica.
Durante los siguientes 400 años no dejamos de pelear entre nosotros. Ignorábamos a los mortales a menos que nos sirviesen. Nos considerábamos superiores al ganado. Aunque nosotros la respetábamos, muchos ignoraban la 1ª Tradición, y la gente tenía motivos para tener miedo. El mito vampírico tomó forma. Los Tzimisce controlaban vastos territorios, los Gangrel vagaban por los bosques atacando granjas solitarias. Los Malkavian viajaban de pueblo en pueblo y los Nosferatu parecían disfrutar de las reacciones ante su aspecto. En esta atmósfera de miedo y superstición cometimos uno de nuestros mayores errores.
Cuando se lanzó la Inquisición contra los herejes no hicimos nada por detenerla.
Enzarzados en nuestras batallas no le dimos importancia. Nuestros enemigos aprovecharon la oportunidad y en pocas décadas perdimos todo el poder que teníamos dentro de la Iglesia. El Papa fundo oficialmente la Sociedad de Leopoldo en 1231 y el mundo de los vampiros cambió para siempre. No hay forma de saber cuándo decidió la Inquisición apuntar hacia los vampiros, pero en 1252 descubrió a su primera Ventrue. Fue cuando comprendimos que la Inquisición estaba fuera de control. Reafirmamos nuestro dominio sobre los dirigentes eclesiásticos, sólo para descubrir que la Sociedad estaba más allá de nuestro control, pero nosotros estábamos a su alcance. Para descubrirnos usaban la tortura, quemándonos, aplastando nuestros miembros y cosas peores para ver si nos curábamos. Si el inquisidor sospechaba que su cautivo era un vampiro, lo quemaban tan r pido como era posible. Pero parecían temer nuestro Frenes¡. Los dirigentes de la Inquisición prohibieron que se derramase sangre para evitar que su visión nos disparase, y en muy pocas ocasiones nos arrojaban al sol tras presenciar por primera vez el horror del Rötschreck. Además los vampiros y otros seres sobrenaturales empezaron a manipular a los inquisidores y la Sociedad se convirtió en otro arma de la Yihad. Una herramienta con mente propia. Sus dirigentes clamaban venganza contra la Estirpe, y conseguían atrapar a los vampiros más jóvenes con facilidad. No sabemos cuántos murieron, pero comprendemos la frustración que condujo a los Neonatos a iniciar el Movimiento Anarquista. Por supuesto, cayeron inmediatamente bajo el influjo de los Amos Secretos.
Duelos
Aunque a los Ventrue les gusta creer que marcan tendencias para Vástagos y Rebaño, muchas veces son esclavos de la moda. Un buen ejemplo es su persistente fascinación por las espadas y los duelos. Cuando la esgrima se popularizó entre la nobleza mortal, los Ventrue se unieron a la tendencia. El clan había evitado las justas (una lanza de madera…) pero las luchas con espadas eran ideales.
Los duelos permitían a los Ventrue herir a sus enemigos sin arriesgarse a sufrir daños permanentes, mientras se mantenían inmersos en la simbología del honor. De hecho, para el clan los duelos no pasaron de moda hasta el 1800, e incluso hoy en día algunos eligen este método para resolver diferencias. Es habitual instruir a los chiquillos en esta habilidad. Muchos vampiros se han visto sorprendidos por la aptitud de algunos Ventrue con las armas cuerpo a cuerpo, incluidas las estacas.
La llegada de la Camarilla
La victoria contra el Sabbat bien puede ser el mayor logro Ventrue. No sólo tomamos el lugar que nos correspondía el frente de nuestros hermanos, sino que logramos victorias contra enemigos muy superiores. En las primeras noches, el Movimiento Anarca estuvo a punto de derrotarnos. Golpearon de forma brutal, utilizando todos los medios a su alcance. Assamitas y Setitas recorrían las colinas, mientras los Brujah atacaban a sus Antiguos en las ciudades. En esta caótica tormenta entro el clan Ventrue, sabiendo que las hordas anarquistas eran más que un reto. Algunas de las mas grandes figuras vampíricas encontraron la Muerte en aquellas noches. Entonces los Ventrue empezaron a abogar por una organización de vampiros responsables y capaces que contrarrestasen la nueva amenaza. Nuestro éxito se pudo comprobar en la Convención de Thorns, donde atrajimos a los Brujah a nuestro lado, aunque no a todos. Sin embargo, de las cenizas del Movimiento Anarca nació el Sabbat. Esta nueva secta rechazaba todo por lo que habíamos luchado. Humanidad sometida y los vampiros estancados en un mundo sin cambios ni libertad. No podían existir servidores más evidentes para los Amos Secretos, y desde entonces el clan Ventrue se ha comprometido en la total destrucción de esta secta. Durante siglos Europa fue testigo de la guerra entre sectas. Contra el trasfondo de esta guerra inmortal se sucedieron muchos conflictos mortales, y los dos bandos consiguieron sus victorias. Al final, los Ventrue y sus aliados expulsaron a casi todos los Sabbat, obligándoles a huir al Nuevo Mundo. Hoy en día los Ventrue aguardan agazapados el momento de destruir a esta secta, después de haber infiltrado en ella numerosos agentes propios y haberla convertido en un castillo de naipes que sólo espera la brisa que lo derrumbe.
Los Intrépidos Exploradores
A pesar de la reputación Ventrue de sobrios y conservadores, el clan ha dado algunos de los exploradores más valientes nunca conocidos por los Vástagos.
Durante los siglos XVIII y XIX los Ventrue navegaron Nilo arriba para encontrar su fuente, se abrieron paso a través de las junglas africanas, atravesaron el Nuevo Mundo y llegaron a cada rincón de Asia. Sólo los Gangrel pueden presumir de haber estado en más lugares salvajes. Mientras los Gangrel iban donde les llevaba su curiosidad, los Ventrue nunca viajaban sin un objetivo. En el caso de la India, era controlar una gran bolsa de población. Pero las motivaciones no siempre han sido tan egoístas. Las primeras exploraciones del sur de África ayudaron a derrotar los intentos iniciales del Sabbat de colonizar la zona. Los tempranos esfuerzos Ventrue en Japón iban parcialmente dirigidos a descubrir el papel de Asia en la Yihad. Aunque se lograse cumplir con estos propósitos altruistas, los Ventrue nunca han tenido contemplaciones a la hora de apropiarse estas tierras cuando ha sido posible.
La Era Industrial
Mientras la guerra seguía y la Camarilla crecía, los Ventrue comenzaron a interpretar un papel cada vez más importante en la sociedad mortal. Cuando el ganado empezó a emigrar a las ciudades, el clan Ventrue prosperó más que ningún otro. Comenzamos a explotar el potencial de las industrias y el clan comenzó a adoptar la forma actual. Por supuesto, otras fuerzas seguían operando. El imperialismo obligó a cambiar a los Ventrue. Los agentes del clan recorrieron el mundo, haciendo sentir su presencia en todas partes. Cuando los mortales bajo su control se desplazaron a la India, el clan aprovechó la oportunidad para evaluar a los extraños vampiros de aquel subcontinente. Hicieron lo mismo en África, el Nuevo Mundo y Oriente Medio. Estos agentes mortales tenían todo el poderío tecnológico y económico del clan a su disposición y lo usaron para subyugar naciones y razas enteras. El mundo quedó a los pies del clan. Pero mientras el clan extendía su influencia, se encontraba cada vez mas atrincherado en el status quo y menos dispuestos a aceptar cambios en sus dominios. Se volvió más estricto en las observaciones de las Tradiciones y de la Camarilla. Pocos negar en que sus políticos más reaccionarios ayudaron a provocar el rejuvenecimiento del Movimiento Anarquista que aún hoy asola el mundo. Por si fuera poco, los esfuerzos Ventrue por extender su influencia al resto del mundo puede haber creado una situación aún más peligrosa. Han logrado que otras criaturas sobrenaturales se fijen en ellos. Fueron los Ventrue los que contactaron por primera vez con los temibles vampiros asiáticos, y estos contactos parecen ser los que han llevado a los asiáticos a fijar la mirada más allá de sus fronteras históricas. Los Ventrue también han tenido conflictos con hombres lobo, chamanes, brujas, momias y otros seres, enemigos que recuerdan el más ínfimo de los agravios.
La Era de la Información
Hoy en día los Ventrue destacan en el mundo occidental como líderes de una de las razas mas poderosas que nunca ha existido. La mayoría ve su posición como inexpugnable, pues controlan una cantidad de recursos que su sires no hubieran ni soñado. Observadores imparciales tienen otra opinión. Señalan la cantidad de enemigos que tiene el clan. Anarcas y Sabbat quieren arrebatarles el control de la sociedad vampírica. Los magos las instituciones mortales. Los hombres lobo se sienten libres para correr por las ciudades. Los Ventrue nunca han tenido problemas con Wraiths y Changelings, pero en los últimos tiempos las sociedades de estos se han visto convulsionadas. Aunque los Antiguos del clan confían en su supremacía, los más jóvenes no están tan seguros. El clan se ha dividido, de forma cordial, en lo que respecta a su estancamiento. Los antiguos quieren mantener las viejas políticas. Los jóvenes prefieren que el clan valore la iniciativa personal y se abra a mayores cambios. Ciertos elementos del clan comparten una preocupación aún más acuciante, una sobre lo que temen hablar.
Postulan que los Amos Secretos han estado manipulando durante siglos a los enemigos del clan, y sus especulaciones no se detienen aquí. Contemplan acciones incomprensibles y sin sentido por parte de los antiguos, y se hacen preguntas.
Ven a los dirigentes del clan zancadillear a los ancillæ más válidos mientras recompensan a los que no se lo merecen, y se hacen preguntas. Toman todos estos acontecimientos y ven la mano de los Amos Secretos también detrás de los Ventrue.
Los Ventrue En La Madre Rusia
Aunque Rusia nunca ha pertenecido por completo a los Ventrue, al menos desde la época del imperio romano el clan ha lanzado sus redes sobre el país. En una tierra de este tamaño, sin embargo, no hubo modo de mantener fuera al resto de los clanes que vagaban a voluntad. Durante la 1GM, los Ventrue tuvieron que afrontar el único (y definitivo) desafío a su influencia en Rusia. El clan se había despedazado en una guerra interna, ingleses y rusos contra los Ventrue alemanes. Al final el clan había usado casi todos sus recursos contra sí mismo, y sus mejores miembros habían encontrado la Muerte Definitiva. Un grupo de Brujah Idealistas, que sólo de forma limitada había participado en el conflicto vio su oportunidad. Destruyeron rápidamente a los Ventrue que quedaban y en lo que se ha descrito como una de las escasas muestras de lealtad Brujah, o como una sorprendente coincidencia, los anarquistas de todo el mundo combinaron sus fuerzas para mantener a los Ventrue lo suficientemente ocupados como para preocuparse de Rusia. Poco pudieron hacer durante 70 años para derrotar al estado Brujah y se sorprendieron cuando éste se derrumbó. Algunos Brujah aislados y otros líderes de los demás clanes esperan la ocasión de reclamar la tierra. A la cabeza de estos está Rasputín, dispuesto a recuperar el poder que ostentó en su días.