Tener una familia y seres queridos da sentido y alegría a la vida de la mayoría de las personas, pero los magos son maldecidos y bendecidos con sus propios altos propósitos y deberes. Su perspectiva los aliena de los mortales y sus sentimientos (aunque ni siquiera los maestros más poderosos pueden escapar de ellos), alejándolos de sus viejos amigos y parientes y empujándolos a descubrir misterios fuera del mundo de los Durmientes.
Es un hecho triste el que el amor entre magos y Durmientes raramente dure, el abismo es demasiado ancho a pesar de las mejores intenciones de ambos bandos. Como los Maestros alguna vez advirtieron a sus alumnos: «El Amor guía a los mortales hacia la Ascensión, pero empuja a los magos hacia el Abismo.» La combinación de pasión ingobernable, el impulso dinámico hacia la Ascensión y el poder alterarla realidad es una mezcla explosiva.
Algunos magos se enamoran de durmientes normales, y pronto se dan cuenta de que ven el mundo de una forma completamente diferente. No pueden revelarlas verdades que ven a sus compañeros, por lo menos no totalmente, y así se fuerzan a mentir o callar a menos que intenten mostrarla verdad, que puede tener hondas consecuencias. Algunas personas pueden aceptar el vasto, oscuro mundo del que han sido protegidos hasta ahora otros huyen horrorizados o enloquecen. Lo peor es que solo por estar cerca de un mago, esa persona se arriesgará a formar parte de conflictos sobrenaturales que usualmente son mortales para un mortal.
Cuando dos magos se enamoran los resultados son incluso más impredecibles. Cada persona es un individuo dinámico y poderoso acostumbrado a manipular la realidad misma, lo cual significa que el menor conflicto odisonancia puede tener efectos desastrosos. Esto es especialmente problemático para magos de diferentes tradiciones, donde las perspectivas y realidades están en conflicto. A veces se funden, y en estos raros casos, el vínculo entre los magos puede llegar a ser más fuerte que cualquier otra cosa en el mundo. Pero tristemente, en la mayoría de los casos los magos se encuentran con que la pugna por la Ascensión los separa.
Algunos magos intentan seguir el camino intermedio, y vivir con acólitos o estudiantes. Esto les evita los problemas de tener que esconder su verdadera naturaleza a sus compañeros e incompatibilidades de paradigma, pero sería una relación desigual. Más de un acólito se ha sentido asfixiado o inferior al mago. Unos pocos magos pueden haber tenido relaciones incluso con otros seres como, espíritus, garou, faeries e incluso vampiros, pero esto es extremadamente raro.
Varias tradiciones alientan (o requieren) el celibato entre sus miembros, más notablemente el Coro Celestial, la Hermandad Akashica y la Orden de Hermes. Entre muchos grupos místicos se ha sabido durante milenios que la abstinencia sexual (y a veces emocional) concentra las fuerzas mágicas y agudiza la voluntad del mago. Hay también una razón práctica: evitando los vínculos amorosos y familiares, el mago es libre de participar en la Gran Obra.
De acuerdo con un extendido mito, los Hijos del Eter y los Adeptos Virtuales son romántica y socialmente incompetentes, pero esto no es verdad. Sin embargo, no es un secreto que muchos Adeptos Virtuales desdeñan sus cuerpos físicos, así como subliman sus impulsos o prefieren el sexo (y el romance) en la Red antes que en la realidad. Los Hijos (e Hijas) del Eter a menudo son demasiado individualistas para llevarse bien con otra gente, pero a veces sus obsesiones se acomodan a las de su pareja, resultando romances que harían ruborizarse incluso al Culto del Éxtasis. De hecho, ninguna tradición tiene mucho interés en formar familias, porque podrían distraerlos de su trabajo.
Los Eutanatos son generalmente solitarios incluso entre ellos mismos, y tener una familia simplemente no es una opción para ellos su oficio es incompatible con la vida familiar y su juramento les hace trabajar como jardineros entre los mortales.
Los Cuentasueños también son algo solitarios, quizás menos esquivos que los Eutanatos. A menudo viven ligeramente fuera de la sociedad, tal vez reteniendo sus vínculos a ella. Pocos se casan.
Los Cultistas del Éxtasis a menudo se ven como los expertos del amor y la pasión. Esto es parcialmente verdad, pero sus aventuras y rebeliones usualmente los llevan a una interminable sucesión de parejas; convirtiendo la familia en un anatema para la mayoría de los cultistas.
Los Verbena por otro lado ven el amor y la familia como algo crucial, y están entre las tradiciones que forman más familias (¡que incluso funcionan!), a veces con acólitos o incluso con durmientes.
Muchos tecnomantes (con la excepción de Iteration X y los Ingenieros del Vacío) también tienen familias, generalmente durmientes. Debido a su magia estática, su profesión como moduladores de la realidad es más fácil de combinar con la vida familiar. Es muy común para los miembros de la familia creer que el mago sencillamente está trabajando en una agencia mundana, como una firma de seguros, una gran corporación, un laboratorio biotecnológico o en el gobierno. Las familias de los Tecnomantes en general tienen muy buen material standard y por lo general funcionan armoniosamente (quizás sean conformistas por lo general). Mientras que la Tecnocracia puede animar sus vínculos con las Masas, no pueden ayudar a los tecnomantes a llegar a estar por encima de las emociones.
Los Hijos del Poder
«Leon, Creo que tenemos que hacer algo. Cogí a Niklas jugando consigo mismo.»
«Eso es natural, puede que sea un poco joven.»
«No, él estaba jugando consigo mismo. Se lanzaban juguetes el uno al otro.»
Mientras que muchos magos (por no mencionar a los Durmientes) encuentran el amor complicado y distrayente, tener niños es mucho más duro. Es bastante raro para los magos tener niños, a causa de que rara vez forman familias y muchos se dan cuenta de los peligros potenciales.
El tener niños es un acto mágico para muchas tradiciones. La tentación de llegar e influir en el desarrollo del niño es a menudo demasiado, y los magos «ayudan» a sus hijos mediante la magia. Los hijos de los Tecnomantes generalmente no heredan enfermedades ni malos rasgos, haciéndoles brillar, bien acomodados. Algunos magos van incluso más allá, como algunos Nefandos que deforman al embrión desde el principio para ser un recipiente destinado a sus maestros.
El principal problema para los magos con niños es decidir si el niño debe seguir durmiendo en contacto con la realidad estática, o permitirle despertar completamente siendo niño. Ninguna de las dos posibilidades es fácil; tener un hijo durmiente es doloroso para los magos, que deben esconder su verdadera naturaleza para evitar la paradoja, y los magos tan jóvenes son peligrosos para ellos mismos y para su entorno. Algunos magos intentan equilibrar las cosas dando a sus hijos una cuidadosa educación, pero rara vez funciona.
Los magos niños a menudo no entienden el concepto de paradoja, especialmente si han crecido en un Reino del Horizonte. Cuando se encuentran con la realidad estática el choque es mutuo, y más de un niño mago se ha convertido en merodeador. Tristemente (o afortunadamente), estos niños merodeadores rara vez sobreviven mucho tiempo antes de que su inexperiencia les destruya. Algunos niños magos aprenden a esquivar la paradoja y usar magia coincidente, del mismo modo que los niños normales aprenden a engañar a sus padres. Pero ellos ven la cara oculta del mundo, por lo que también pueden tener problemas. Algunos magos niños se relacionan con los Faeries y desaparecen en su placentero Ensueño en lugar de permanecer en el áspero mundo de sus padres. Otros sucumben a las fuerzas oscuras del mundo, y hay persistentes rumores de “widderslainte” y “adsinistrati” que atraen a los niños a las filas de los Nefandos. Y por supuesto, la Tecnocracia hará todo lo posible por aplastar cualquier cambio en la realidad provocado entre los niños.
Además de los problemas inmediatos, la mayoría de los magos descubren que tener un niño les puede deparar muchas otras sorpresas. Muchos niños magos rápidamente desarrollan sus propias habilidades y a veces sobrepasan a sus padres. Tener una hija a la que le gusta escaparse usando Correspondencia o hace trampas con Entropía puede ser agotador, por decir algo. Y los niños a menudo cuestionan las enseñanzas que sus padres intentan darles.
La Tecnocracia evita esto colocando a sus hijos en programas educativos, diseñados para moldear sus mentes y Avatares a una forma aceptable. La Orden del Hermes, el Coro Celestial y la Hermandad Akashica también creen en educar a sus hijos, aunque de formas diferentes. Mientras que los dos últimos a menudo los llevan a escuelas monásticas para reforzar sus mentes y sus almas, los magos hermeticos toman a sus propios hijos como aprendices y les enseñan sobre los misterios y las artes. Las tradiciones más orientadas hacia la naturaleza a menudo les dejan aprender juntos con los otros niños de la tribuo del pueblo es tan importante ser parte de la comunidad como aprender sobre el mundo. Especialmente los Cuentasueños hacen como maestros; mientras que casi nunca tienen sus propios hijos, a veces los adoptan o cuidan a los hijos de otros.
Siempre hay excepciones. Algunos de los tecnomantes más jóvenes rebelan frente a sus padres y llegan a ser Seres Huecos. Hay cariñosas madres Adeptas Virtuales casadas con Cultistas del Éxtasis. E incluso hay Merodeadores que se interesan por sus hijos.
Solo una cosa es cierta: la vida familiar de los despertados rara vez es predecible, y a veces puede volverse peligrosa.