Vinculo de Sangre

Una de las capacidades más maravillosas y terribles de la vitae de los Vástagos es la de esclavizar a prácticamente cualquier criatura que la beba tres veces. Cada ingestión de la sangre de un Vástago en particular da a éste un mayor poder emocional sobre el consumidor.

Si se llega a tomar tres veces la sangre del mismo vampiro se cae víctima de un estado conocido como vínculo de sangre. Un Vástago que tiene un vínculo de sangre sobre alguien se dice que es su regente, mientras que el subordinado es su esclavo.

El vínculo de sangre es una de las sensaciones emocionales más potentes que se conocen. Una víctima encadenada por él experimenta una absoluta devoción hacia su regente, haciendo prácticamente cualquier cosa por él. Ni siquiera los niveles superiores de Dominación pueden borrar estos sentimientos; solo el amor verdadero tendría alguna posibilidad de resistirse al vínculo, y ni siquiera eso es seguro.

El vínculo de sangre suele emplearse para atrapar mortales y ghouls, aunque los vampiros también pueden esclavizarse los unos a los otros. Tal es el poder de este lazo que un poderoso antiguo podría verse sometido a un patético neonato. En lo que a esta capacidad respecta, la sangre de un novato de la 13ª generación es (supuestamente) tan poderosa como la del propio Caín. El vínculo de sangre constituye, evidentemente, una estrategia esencial en la Yihad. Se dice que algunos Ancianos tienen secretamente esclavizados a decenas de importantes Vástagos.

• Primer trago: El bebedor comienza a experimentar sentimientos intermitentes pero poderosos hacia el vampiro. Podría soñar con él, o verse frecuentado «por casualidad» los lugares que él visita. No existe nungún efecto «mecánico» en esta fase, pero debe interpretarse. Todos los chiquillos tienen este vínculo con sus sires, ya que el propio Abrazo incluye el beber su sangre. Podrán amar u odiar a sus «padres» (o ambas cosas a la vez), pero raramente sentirán indiferencia haia ellos.

• Segundo trago: Los sentimientos son tan fuertes que afectan al comportamiento del vampiro. Aunque en modo alguno está esclavizado, el «regente» pasa a ser una importante figura en su vida. Podrá actuar como desee, pero para realizar acciones directamente dañinas para el «regente» deberá hacer primero una tirada de Fuerza de Voluntad. La influencia de éste es tal que podrá persuadirle o darle órdenes sin mucho esfuerzo (las tiradas Sociales con el «esclavo» tienen un –1 a la dificultad).

• Tercer trago: Vínculo de sangre completo. Llegados a este punto el bebedor está completamente atado al vampiro. Éste será la persona más importante de su vida; los amantes, los familiares e incluso los hijos pasarán a un segundo plano ante esta pasión devoradora.

El regente podrá emplear la Disciplina Dominación sobre su esclavo sin necesidad de tener contacto ocular: bastará con oírla voz del maestro. Además, si por cualquier motivo el esclavo tratara de resistirse a este poder, la dificultad de la «rebelión» aumentaría en 2. Por supuesto, un vampiro seguirá sin poder emplear Dominación sobre otro de generación menor.

El vínculo de sangre es un amor absoluto, aunque de una forma ligeramente retorcida y perversa. No podemos reducir los caprichos del amor a un sencillo sistema de «sí/no». Algunos esclavos (especialmente los Conformistas, aquellos con otras Naturalezas dependientes o con Fuerza de Voluntad 5 ó menos) harán cualquier cosa por su amado, incluyendo el asesinato y el suicidio; otros conservarán unos principios básicos que no romperán.

Un vínculo de sangre total, una vez formado, es casi inviolable. El esclavo obedecerá únicamente a su regente y no podrá ser atado por otro vampiro, salvo que el primer vínculo desaparezca de forma «natural». Es posible experimentar varios vínculos menores (de uno o dos «tragos») hacia diversos vampiros. Muchos Vástagos disfrutan con estas relaciones, ya que crean pasiones artificiales en sus corazones muertos. Sin embargo, tras la formación de un vínculo completo todas las sensaciones menores serán barridas. Los vampiros amantes inducen en ocasiones un vínculo mutuo, que representa lo más cercano que estos seres pueden llegar del amor verdadero. Esta sensación puede convertirse en disgusto o en odio con el paso de los siglos, y en cualquier caso pocos Vástagos son lo suficientemente confiados como para someterse a ella voluntariamente.

Un vínculo de sangre es una fuerza poderosa, pero lo es mucho más cuando se refuerza de forma regular con nuevas ingestas. Alimentar a un esclavo suele fortalecer el vínculo, mientras que privarle de vitae puede hacer que la relación se deteriore con el tiempo. Del mismo modo, como sucede en cualquier otra relación, el tratamiento y la cortesía tienen un papel muy importante en la dinámica del vínculo. Un esclavo bien tratado y alimentado con frecuencia caerá más profundamente enamorado, mientras que uno humillado y rebajado puede ver cómo la ira y el resentimiento comienzan a erosionar el vínculo.

Un vampiro puede, aunque es difícil, resistirse temporalmente al poder del regente. Para hacerlo es necesario realizar una tirada de Fuerza de Voluntad (la dificultad suele ser 8, aunque puede variar dependiendo del comportamiento del regente y de la Naturaleza del esclavo), teniendo que acumular tantos éxitos como veces haya consumido el esclavo la sangre de su regente. Después se deberá gastar un punto de Fuerza de Voluntad. Tras hacerlo, el vínculo quedará negado por un tiempo variable: desde una escena (si simplemente se quiere conspirar contra el regente, entregar información confidencial a un enemigo, etc.) hasta un turno (si se le quiere atacar físicamente). El esclavo puede seguir gastando Fuerza de Voluntad para prolongar su «libertad», pero en cuanto deje de hacerlo el vínculo recuperará toda su fuerza.

Esta relación puede romperse, pero para ello no solo hay que evitar al regente por completo durante un extenso periodo de tiempo, sino que también hay que gastar grandes cantidades de Fuerza de Voluntad para sobreponerse a la «adicción». Como regla general, un esclavo que ni ve ni se alimenta de su regente durante un periodo de [12–Fuerza de Voluntad] meses verá su vínculo reducido en un nivel (por tanto, un esclavo total con 5 puntos de Fuerza de Voluntad vería su relación reducida a «dos tragos» después de estar siete meses seguidos sin tener contacto con su regente). Si el vínculo se reduce a cero de este modo (lo que solo se puede lograr gastando muchos puntos de Fuerza de voluntad, ya que hay que combatir un deseo irrefrenable de reunirse con el regente), quedará permanentemente cancelado.

Otro modo menos seguro de liberarse de un vínculo de sangre es matar al regente. Se trata de una opción extremadamente peligrosa por muchos motivos, y no hay garantía de que vaya a salir bien. Los que han sido liberados de este modo aseguran que la atadura se rompe como una copa de cristal en el momento de la Muerte Definitiva del regente. La Naturaleza del esclavo es muy importante a la hora de determinar si el control termina definitivamente, pero estos asuntos es mejor dejarlos en manos del Narrador.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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