Wraiths

Su vida voló y, privado de los sentidos,
Pasada la esperanza de sobrevivir, sufre su destino,
Pálido en el destello, envuelto en la niebla de la muerte.
—Las Destinos de las Hombres, S.A.J. Bradley, traductor

En el fondo, la mayoría de nosotros cree en fantasmas. Muchos queremos creer que la muerte no es el final, que nuestras personalidades —nuestras almas— no se desvanecen para siempre con el último aliento o latido. Así que creemos en fantasmas para tranquilizarnos pensando que la muerte, después de todo, no es el final.

En Wraith: EL Olvido, la muerte no es el final. Es sólo el principio. La mayoría de las almas, al morir, pasan directamente a la Trascendencia o al Olvido, pero algunas adoptan como residencia las Tierras de las Sombras, transformados en wraiths. Estas almas son especiales, ya que traen con ellas deseos e instintos insatisfechos, emociones y necesidades tan poderosas que resultan más fuertes que la misma muerte.

Furia, amor, miedo, odio —son algunas de las Pasiones que, hasta que sean satisfechas, pueden atar a un wraith a las sombras del mundo mortal. Llevados por las Pasiones y anclados por los Grilletes, los wraiths están atrapados entre esta vida y la otra. Habitando en el Mundo Subterráneo, entre los recuerdos de las tierras de los vivos y el puro horror de la Tempestad, los wraiths caminan por una línea muy fina entre dos mundos. Pueden afectar al mundo mortal, pero raramente pueden manifestarse en él; pueden viajar a través de la Tempestad, pero no llamarla su hogar. Iluminada por las pasiones y ensombrecida por el miedo, la existencia de un wraith puede ser feliz u horrorosa.

La mayoría de wraiths cruzan rápidamente las Tierras de los Muertos para llegar a sus destinos finales. Ligados sólo por débiles Grilletes y Pasiones poco sentidas, resuelven pronto los problemas que les retenían. Los personajes jugadores de Wraith, contrariamente, tienen Pasiones y Grilletes muy potentes, haciéndoles destacar hasta en la comunidad de los muertos. Atados fieramente a las tierras de los vivos, podrían habitar en el Mundo Subterráneo durante décadas o más —si el Destino lo permite.

EL MUNDO SUBTERRÁNEO

Este debe ser el lugar donde aprendes lo que no aprenderías en la tierra.
—Peter Himmelman, «11 meses en la bañera de los espíritus sucios»

La Tempestad, Estigia y las Tierras de las Sombras: combinadas con las Costas Lejanas, componen los reinos de los Muertos Sin Reposo. Conocidos colectivamente como las Tierras de los Muertos o Mundo Subterráneo, definen las fronteras de la existencia de muchos wraiths.

Las Costas Lejanas son las que más distan de las tierras de los vivos. Están al otro lado del Mar Sin Sol, desde las torres de hierro de Estigia, ofreciendo un completo surtido de cielos e infiernos a todo wraith lo suficientemente valiente y audaz como para poderlas alcanzar. Allí puede encontrarse a shaitans y salvadores en abundancia, así como réplicas hábilmente construidas de cada vida postrera jamás imaginada. No obstante, son un engaño, según la monolítica Jerarquía de Estigia, que ha prohibido el tráfico organizado a través del Mar Sin Sol.

Bajo ese océano nocturno hierve la eterna tormenta de la Tempestad, en la cual los Espectros vagan hambrientos. Hay islas seguras en este aullante Maelstrom sin fin; Estigia, capital del imperio de los muertos, descansa en uno de esos oasis. En el corazón de la tormenta hay un Laberinto titánico, roído del material del Olvido por monstruosos Espectros llamados Malfeos. En el centro del Laberinto está la boca del Vacío: el mismo Olvido, las fauces de la entropía. Pocos wraiths lo han avistado y han vuelto para contarlo. Hasta los Espectros lo temen, aunque es su amo.

También hay caminos seguros a través de la tormenta, Derroteros que llevan desde Estigia a la grandeza en ruinas de las Tierras de las Sombras. Superpuestas a las tierras de los vivos (también conocidas como Tierras de la Piel) las Tierras de las Sombras están llenas de recuerdos y de ecos que han tomado forma.

Un Manto nacido de la incredulidad separa las Tierras de las Sombras de las Tierras de la Piel, pero los wraiths aún pueden ver a través de él, tenuemente, el mundo de los vivos que han dejado atrás. Obviamente, la geografía no corresponde con el Cielo, el Infierno, o cualquier vida postrera familiar a las masas de los vivos, y la mayoría de wraiths encuentran su llegada a las Tierras de los Muertos un poco decepcionante.

El hecho que una amplia mayoría de los mortales difuntos no aparezcan nunca en el Mundo Subterráneo, da crédito a la noción que las Tierras de los Muertos son una especie de Purgatorio, una estación de paso en el camino hacia algo mejor.. o peor. Este punto de vista es mantenido por más wraiths que cualquier otro, creyendo que están «cumpliendo condena» en el Mundo Subterráneo hasta que estén a punto para dar el próximo paso. Naturalmente, esto no dice mucho a favor de los wraiths que han habitado en el Mundo Subterráneo durante centenares, o incluso miles, de años, y si se les interroga en privado, la mayoría de los wraiths prefieren este Purgatorio a lo que sea que haya más adelante. Después de todo, aquí al menos pueden tocar las vidas y los seres amados que conocieron…

CARACTERÍSTICAS DE LOS WRAITHS

Ser un wraith conlleva ciertas ventajas innatas. Todos los wraiths, en virtud de su naturaleza fantasmal, poseen las siguientes habilidades:

  • Visión de la Muerte — Al estar en el otro lado de la tumba, los wraiths ven el mundo a través de anteojos color ataúd. Los edificios parece que se estén derrumbando, las plantas están marchitas y resecas, los coches semejan despojos abollados años antes de que les llegue la hora y la gente cercana a la muerte tiene la palidez de un cadáver. Los wraiths pueden ver cuán profundamente las cosas —y la gente— han sido manchadas por el roce del Olvido. Aunque pueda parecer un inconveniente, permite a los wraiths evaluar los puntos débiles de un objeto o el estado de salud general de un ser vivo.
  • Visión de la Vida — Así como pueden ver la muerte en los seres, los wraiths también pueden ver la vida en ellos. Esta habilidad toma la forma de poder leer las auras de los seres vivos (o, al menos, animados), los turbulentos velos coloreados que rodean todas las cosas. Ya que el aura cambia de color a cada momento dependiendo del estado de ánimo y salud del ser que la genera, los wraiths a menudo pueden determinar el estado de ánimo actual, la salud y el humor de alguien con sólo mirarle.
  • Sentidos Aguzados — Todos los wraiths poseen una sensibilidad extraordinaria para la información sensorial. Escuchar suspiros y leer las impresiones sutiles no representa ningún problema para ellos. Entre otros usos, puede resultar útil para leer matrículas de coche, escuchar indiscretamente conversaciones secretas y detectar la primera bocanada de gasolina cuando el incendiario empieza a usar sus herramientas en una Morada. Por otra parte, las luces brillantes, los ruidos fuertes y otros estímulas excesivos pueden resultar extremadamente desagradables para los Sin Reposo, deslumbrándoles, aturdiéndoles o hasta hiriéndoles.
  • Insustancialidad — La mayor bendición y la mayor calamidad de la existencia fantasmal, la insustancialidad es lo que permite a los wraiths atravesar objetos sólidos con una dificultad mínima. Gastando una pequeña cantidad de Corpus, los wraiths pueden caminar fácilmente a través de paredes, personas o balas.

LA SOMBRA

Te heriré hasta que me necesites.
—Richard Thompson, «La Cruz del Calvario.

Cada wraith lleva consigo a su peor enemigo, que habita en lo más recóndito del pensamiento. Al cruzar el Manto, la mitad oscura del espíritu adquiere una identidad separada y busca cada oportunidad para ejercer su malevolente voluntad. Aunque es parte de la misma mente y alma, la Sombra (pues así llamamos a esa maldad consciente) mantiene una existencia independiente y maligna dentro de la cabeza del wraith.

Egoísta y sádica, la Sombra engatusará y engañará, sobornará y amenazará a su otra mitad. Puede ofrecer poder, o utilizar sus dones particulares (llamados Espinas) para que su otra parte (llamada la Psique) sea más dócil a sus seductoras sugerencias.

No importa cuán agradables sean las ofertas de la Sombra, ya que todas están encaradas hacia un único objetivo: la destrucción final del wraith. La Sombra es la parte egocéntrica y autodestructiva de la personalidad de cada wraith, el deseo de morir que ha recibido voz y voluntad. La Sombra está completamente a favor de escoger la salida más fácil, haciendo lo que quiere en el momento que desea y al infierno con las consecuencias. Para la forma de pensar de la Sombra, la aniquilación completa es preferible a pagar el pato, y los gritos de la Psique en la caída cuesta abajo son la música más dulce que se pueda imaginar.

De todos los conflictos con los que se enfrenta un wraith, la lucha con su propia Sombra es el más atroz y terrible No hay tregua pava la voz que susurra en sus oídos, no es posible el cese de hostilidades. Los mayores triunfos que conseguirá un wraith y las peores derrotas que sufrirá tendrán lugar en el campo de batalla en su propia alma.

EL FINAL DE TODAS LAS COSAS

Hay un final para todo. La mayoría de los wraiths acaban sucumbiendo al Olvido, quizá debiendo
pasar un período de servicio como Espectro al principio, o sencillamente siendo devorados por el Vacío. Es contra la inevitable tracción descendente del Olvido, la suave gravedad de la nada, contra lo que luchan la mayoría de los wraiths. El miedo al Olvido es la razón por la cual los Muertos Sin Reposo se aferran tan fuertemente a sus Grilletes, ya que, además de conectar a un wraith con la tierra, también sirven de ancla contra el Olvido. Muchos wraiths creen que el Olvido será su final inevitable, y que nada es de tanta importancia durante su paso por las Tierras de las Sombras como la dura lucha.

Naturalmente, la doctrina de la Trascendencia probablemente tendría más adeptos si se supiese
qué implica exactamente este proceso. Después de todo, nadie que supuestamente haya Trascendido ha vuelto para compartir su experiencia con los demás. Desde luego, hay historias sobre wraiths que han sido llevados al Paraíso en rayos de luz pura.

Por otra parte, hay un igual número de historias que dicen que es un engaño, maquinado por los
Espectros, que encauza al wraith «Trascendente» directo hacia el Vacío. En cualquier caso, la gran mayoría de los wraiths son demasiado asustadizos como para abandonar sus Grilletes voluntariamente, permaneciendo para ellos la Trascendencia como un sueño y un rumor. Aun así, proporciona algo inestimable en las Tierras de las Sombras. Hasta para los que prefieren lo malo conocido a la Trascendencia por conocer, la sola mención del nombre puede inspirar esperanza.

EN EL CENTRO DE LAS COSAS

En el corazón de Wraith están la pasión y el horror, entretejidos inextricablemente. La Pasión es lo
que impide al wraith descansar tranquilamente en su tumba, lo que alimenta su existencia post mortem y le da la fuerza necesaria para resistir al Olvido y a su propia Sombra. Sin las pasiones pava hacer, proteger, vengar —en una palabra, actuar— un wraith es, como mucho, un recuerdo. Sin pasión, un wraith no es nada.

En contrapartida al poder de la pasión, está el del horror. El grito de todo prisionero siempre ha sido: «iPodéis destrozar mi cuerpo, pero mi alma me pertenece!». En el Mundo Subterráneo, esta dicotomía ya no existe. El wraith puede ser destrozado, forjado o reformado a voluntad. Al no estar condicionadas por la física o la biología, las criaturas de pesadilla son aquí el pan de cada día.

Los wraiths pueden, deliberadamente, transformarse en monstruosidades si conviene a sus propósitos, y el abuso de los Arcanoi admite la violación tanto del cuerpo como del alma. Hasta la pasión, la fuerza conductora de la existencia de un wraith, puede desvirtuarse en las manos de la Sombra.

Tiburk

Un amante de los juegos de rol...

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